𝙐𝙯𝙪𝙢𝙖𝙠𝙞: 𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙖𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙞𝙣𝙩𝙤

¡𝓔𝓵 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓫𝓪𝓽𝓪𝓵𝓵𝓪! ¡𝓔𝓵 𝓹𝓵𝓪𝓷 𝓭𝓮 𝓝𝓸𝔃𝓸𝓶𝓲 𝓼𝓸𝓻𝓹𝓻𝓮𝓷𝓭𝓮 𝓪𝓵 𝓹𝓾𝓫𝓵𝓲𝓬𝓸!

<<-Me convertiré en la Hokage... -decía jadeando, mordiéndose los labios para aguantar el dolor- No puedo perder aquí.

-Siempre me ha gustado esa determinación -sonrió un poco lastimero- Pero ya has perdido. ¿Por qué no te dejas llevar por una vez? No quiero seguir haciéndote daño. Ni siquiera estás totalmente recuperada, tu chakra está mal. No me perdonaría si te hiciera algo peor. Ríndete, por favor.

La chica apretó su puño, fulminándolo con ira. Nueve mechones de su cabello empezaban a levantarse por sí solos, mientras sus ojos se ponían en blanco y ella se erguía en sus dos piernas. El menor de Sunagakure lo miró levantando una ceja, como si hubiera sugerido que en Konoha no había árboles.

-*Eres un estúpido al pedirle eso -pensaba- La voluntad de Nozomi-san es muy fuerte, tanto como lo es ella. Siempre confía en sí misma, y nunca retrocede. Sé mejor que nadie todo lo que ha sufrido, aunque no me lo diga. Puedo notarlo en su mirada, el trauma que le dejaron los habitantes idiotas de esta aldea, y aún así, los ama y quiere protegerlos desesperadamente. En el pasado todos le hicieron el mayor daño posible, pero siempre se levantó con una sonrisa. Nadie quería reconocer a la verdadera Nozomi-san. Pero ahora... -miró alrededor disimuladamente, notando que todos tenían las miradas fijas en la chica- Ahora todo el mundo la está mirando por primera vez -dijo, recargado en el barandal.

-¿De qué hablas? -preguntó Temari, curiosa, sin obtener respuesta- *Ay~ El amor* -suspiró la chica, con una pequeña sonrisa en su rostro, al ver el objetivo de la mirada de su hermanito.

Los cabellos de la chica ya se dividían, emulando las nueve colas de Kurāma. Una gran vena sobresalía en su sien, mientras ella se tronaba el cuello y los nudillos. "Aterrador", pensarían unos. "Hermosa", pensaría el ojiverde, sonrojándose al instante y sacudiendo la cabeza con rapidez. "¿Es masoquista también?", se preguntaría Kankurō, mirando a su hermano menor, atónito. "¡Son adorables!" -gritaría Temari mentalmente, fangirleando con la joven y futura pareja.

-Si compites contra mí por el título de Hokage -canturreó, con la mirada baja y un tono sádico, el mismo que había usado contra él durante la pelea contra Haku y Zabuza- E insinúas que me rinda -levantó la mirada, con una expresión aterradora- Vas a salir perdiendo, Kiba-chan~>>>

Nozomi no tardó nada en volver al ataque. Concentró chakra en sus piernas, aumentando su velocidad al doble y le dio un puñetazo a Kiba que lo mandó a la otra punta del campo de batalla. Aprovechó que se recuperaba lentamente para por fin juntar las manos en su sello particular.

-¡Kagebunshin no Jutsu!

Nueve clones de ella aparecieron al instante, corriendo hacia su objetivo. Kiba se levantó al instante cuando oyó el jutsu ejecutado, llamando a su ninken para que fuera con él. Ambos corrieron hacia ellas también, a toda velocidad.

-¡Vamos Akamaru! ¡Gijū Ninpō: Shikyaku no Jutsu!

Las pelirrojas fueron más rápidas que ellos. Con el chakra rebosante en las palmas de sus manos, los rodearon en un círculo, apuntando al mismo nervio al que apuntaban al principio, el tercer lumbar. Solo que ahora que eran más, pudieron inmovilizar los cinco nervios lumbares de cada uno. O eso pensaron, pues apenas posaron sus dedos en ellos, saltaron lejos de ahí, alertas. Amo y ninken explotaron en una nube de humo, mostrando que no eran nada más que un par de troncos.

-*Kawarimi no Jutsu -pensó la Uzumaki original, viendo como sus compañeros aparecían frente a ella y sus clones, con la transformación aún intacta- Al fin se decidió a dejar de atacar cuerpo a cuerpo sin pensar primero. Eso es bueno, pero debo atacar ahora antes de que se recupere dattebane. No puedo bajar la guardia.*

Con esa resolución, volvió a lanzar bombas de humo y disipó cinco clones, tanto para guardar chakra como para hacer más humo. Se lanzó a ellos junto con las cuatro restantes, moviéndose de un lado a otro para hacerlo confundir de olor y que no supiera cuál era la original. El chico respondió con el mismo ataque con el que había despedazado a la serpiente gigante.

-¡Gatsūga!

Los dos torbellinos grises envolvieron la nube de humo, atacando a las Uzumaki por todos lados. Una a una se fueron desvaneciendo en explosiones propias de los clones de sombras. Cuando no quedaba más que una, Kiba se abalanzó a ella, dando un golpe con sus garras en el estómago.

-*Yo gané* -se dijo, confiado.

Sin embargo, la chica explotó en una nube de humo blanco, llevándose el mayor la sorpresa de que también era un clon de sombras. Cuando se dio cuenta de lo que significaba, fue demasiado tarde. Apenas pudo voltearse lo suficientemente rápido como para ver a su mejor amiga lanzando un kunai con un papel bomba que cayó justo al lado de su oreja derecha.

-¡Baku! -exclamó la menor, formando la mitad del sello del carnero con una mano.

El rectángulo de papel explotó, causando un sonido medianamente tolerable a los oídos de un humano. Sin embargo, para Kiba, que tenía sus oídos súper sensibilizados gracias a su Hijutsu, el sonido se amplificó muchas veces, logrando aturdirlo y dejar su oído interno tambaleándose. Se agarró los costados de la cabeza, y la ojizafiro tomó la oportunidad. Sabiendo que Akamaru llegaría pronto, juntó sus manos en el sello del carnero, usando un jutsu sencillo pero que le daría la ventaja.

-¡Henge!

Efectivamente, el can estuvo a punto de conectar su ataque, pero al ver que había dos de sus amos, se detuvo bruscamente, sin llegar a dañar a ninguno. A pasos lentos, caminó hacia ellos, dudoso y con la guardia en alto.

Por otro lado, en el palco, Lee, Ino y Chōji cambiaron sus expresiones faciales a sorpresa. A Minato, desde el lugar de observación de las figuras que calificaban el examen, le brillaron los ojos con comprensión. Apenas eran visibles, pero se distinguían tres siluetas iguales entre el humo lila.

-Comprendo -musitó Kakashi, sorprendido de la estrategia de su alumna menor, lograda con jutsus y armas básicas- Fíjense bien -indicó a los otros tres.

El efecto de las bombas de humo se estaba disipando lenta pero progresivamente. Cuando la pantalla que bloqueaba la vista de los espectadores se fue, habían tres Inuzuka Kiba parados en la arena. Se miraban los unos de los otros, desconfiados. ¿Quién era quién?

-¡Buena idea, Nozomi-chan! -alabó Ino desde arriba.

-Brillante -musitó Gaara, con un brillo en sus ojos- Si se transforma en el pulgoso, el verdadero no sabrá cuál es el perro y cual Nozomi-san. No podrá atacar a la ligera.

-Y Nozomi puede atacar a cualquiera de los otros dos sin preocuparse de nada -completó Temari, con admiración- Generó un punto débil en un instante. ¡Muy bien hecho!

-*Que orgulloso estoy -pensaba el Yondaime Hokage- Vio a través de esa técnica en un momento. He conocido a ninjas del mismo equipo que no sabrían reconocer a un enemigo transformado en su compañero aunque se los pusieran a ambos delante de los ojos.*

-Así que esa es tu estrategia -habló Kiba, mirando hacia un lado y otro, identificando los olores- Aún así, te recuerdo una cosa. Antes me tardé en darme cuenta porque me dejaste aturdido con el papel bomba, pero es inútil que sigas transformada, ¡Y lo sabes perfectamente!

El chico formó un puño con su mano y golpeó brutalmente a Nozomi en la mandíbula tirándola al suelo y haciéndola rodar unos cuantos metros.

-Sabes muy bien que podemos olerte -completó la información, tallando un poco su nariz- Ni siquiera esa pólvora quemada puede bloquear nuestro olfato por completo. Aunque fue un buen intento, el olfato Inuzuka no debe ser subestimado.

-*Kiba puede maximizar su olfato concentrando chakra en su nariz -se decía Kakashi, recordando esa habilidad tan útil de su alumno- Eso le permite distinguir a la gente por su olor. Supo aprovechar muy bien ese desliz de información importante*

-Gané -suspiró el castaño, estirando sus brazos. Sin embargo, cuando el jutsu se disipó, en lugar de aparecer una Uzumaki noqueada, se reveló a Akamaru, acostado en el suelo- ¿Qué?

Minato, Kakashi, Hinata, Ino, Sakura y Shino quedaron sorprendidos.

-¿Qué significa esto? -se preguntó el último- Es imposible que el olfato de un Inuzuka confunda a un perro y a un humano, más si son su propio ninken y su compañera de equipo.

Abajo, las cosas se habían quedado muy quietas. El castaño estaba desconcertado e irritado, pues juraría que había golpeado a la pelirroja. No le cabía en la cabeza que hubiera confundido a ambos.

-*Maldita sea, ¿Qué pasa aquí? -se preguntó, hasta que su mente hizo click- Si esa no era...* -giró lo más rápido que pudo, golpeando a su otro doble en la mandíbula- ¡Entonces tú eres Nozomi-chan! ¡Seguramente ese sello explosivo tenía algo en la fórmula para confundir mi olfato!

El otro Kiba rodó por el suelo, hasta que la transformación se deshizo en una nube de humo. De ella, salió Akamaru deslizándose por la fuerza usada. Nuevamente, todos los Genin en los palcos se sorprendieron, algunos inclusive inclinándose sobre las barras para ver mejor.

-Es una idea propia de su título. Nunca dejará de sorprendernos -pensó el Hatake en voz alta- Incluso engañó a su propio mejor amigo.

Mientras su compañero estaba distraído, Nozomi retiró su transformación de Akamaru y corrió directamente hacia su compañero. Este ni siquiera pudo voltear, recibiendo una patada en la espalda que lo envió hacia adelante.

-¡Bien! -Sakura golpeó el aire con un puño.

-¡Nozomi-chan, eso fue genial! -exclamó Ino.

-Ya veo -habló Kankurō, llamando la atención de sus hermanos- Kiba descubrió a la verdadera Nozomi por el olor y la golpeó, pero Nozomi se transformó en el perro en lugar de volver a ser ella misma. Así parecería que el golpe había hecho que perdiera la forma humana.

-¿Quién eres tú y qué hiciste con mi hermano? -se burló Temari- El Kankurō que yo conozco jamás diría algo tan inteligente.

-Ja, ja, ja, muy graciosa Temari -habló el menor sarcásticamente.

Gaara solo los miró de reojo, volviendo su vista a la pelea poco después. Sonrió un poco, casi imperceptiblemente, pero sonrió de todos modos. Eran un tanto divertidos. Tal vez, después de todo, si valiera la pena abrirse con ellos, aunque fuera muy poco.

El rubio padre de la chica de Konoha tuvo una extraña sensación recorriéndolo, tal vez un déjà vu. Pudo verse a sí mismo, haciendo un golpe muy parecido, con la misma velocidad, en sus propios exámenes Chūnin, solo que el actual tenía varias diferencias, contando el estilo de Kushina y el estilo propio de su hija en el taijutsu. Casi creyó que Nozomi era una reencarnación de Obito, que había visto a ambos en acción, y cuya actitud y algunos movimientos de pelea se asemejaban bastante a los de ella.

Mientras tanto, la ojizafiro menor atacaba a su compañero sin piedad. Este la esquivaba a duras penas, pues ella usaba chakra para acelerar, logrando atinar tres golpes de cada cinco, y todos los certeros lograban entumecer al chico, aunque sin quitarle la movilidad porque no tocaban sus nervios. Aún no había logrado memorizar los del torso, y no quería arriesgarse a darle a uno equivocado por confundirlo con el correcto.

-Piensa bien en las técnicas que usas -decía ella, sin detenerse- O el enemigo las usará contra tí, baka-Kiba. Aún más si te conoce tan bien como yo dattebane.

-*Vaya, los dos aprovechan cada fallo, no se les escapa nada -pensó Kakashi- Después de todo, se conocen como la palma de sus manos.*

La Uzumaki creyó que ya había sido suficiente de tantos golpes seguidos. Debía dejar que su amigo se luciera también, o tal vez podría ni siquiera ser considerado para ascender a Chūnin. Por supuesto que no iba a dejarse derrotar, pero tampoco sería tan egoísta como para opacarlo por completo. Dio el ultimo choque de su palma, lanzándolo directamente al suelo, donde salió deslizándose hacia atrás.

El mayor se quedó ahí un momento, regulando su respiración. Sentía hormiguear como el infierno todo su torso y sus brazos, como si se hubiera dormido por un mes boca abajo. Como pudo, se levantó, poniéndose en cuclillas y observando con cuidado a su oponente, esperando a su próximo movimiento. Acarició al inconsciente Akamaru con una mano, tratando de ordenar sus pensamientos, tranquilizarse y dejar la impulsividad de lado.

-*Cálmate, y no dejes que dirija el combate -se decía, mordiendo su otra mano hasta que sangró. El dolor lo ayudó a centrarse en lo importante- Puede seguirme el ritmo, incluso superarlo si usa el chakra, pero al usar el Gatsūga o el Tsūga es otro nivel de velocidad. Si uso esa técnica, solo podría igualarme o superarme con el Hiraishin, pero para eso necesita el humo, y además, a juzgar por el olor de su chakra, se le está acabando, no tiene el suficiente para volver a usarlo. Puedo usar eso para mi ventaja, y además, todavía está lo de las Kongō Fūsa. Si la ataco antes de que reaccione, y es lo suficientemente fuerte, las cadenas surgirán y le quitarán bastante chakra. Sigo con cierta ventaja.*

El chico sacó cinco shuriken de su porta-armas, empuñándolas entre sus dedos, listo para lanzarlas mientras Akamaru se recuperaba, aún en el suelo.

-*Si observo bien a Nozomi-chan, y espero al momento adecuado, podré ponerme a su espalda con el Tsūga. No te pongas nervioso. Este combate puedo ganarlo si mantengo la calma.*

-*Kiba se calmó. Pudiste noquearlo, pero sabías que probablemente sería malo para él, ¿No es así Nozomi? Obito habría hecho lo mismo por Rin, aunque tú no lo amas de ese modo. Pese a ello, tú y él son muy parecidos. Seguramente, si hubiera estado vivo, serían Nii-san e imōto.* -cavilaba el Hatake, nostálgico.

-¿Qué pasa, Kiba? -preguntó ella, ligeramente burlona- ¿Logré confundirte? Debes confiar más en tu olfato, y además, un sello para confundir el olfato no se puede implantar en uno explosivo. Habría sido más lógico pensar que fueron las bombas de humo, aunque al final tu nariz está bien -la ojizafiro juntó sus manos, haciendo dos sellos, carnero y carnero doble, el de los clones de sombra- Pero ya va siendo hora de terminar el combate, ¿No crees? ¡Te mostraré mi nueva técnica demoledora por primera vez!

-Estoy de acuerdo -sonrió de lado- Pero, ¿Tienes una técnica nueva? Pensé que te habías centrado en el Fūinjutsu.

-Lo hice, esta acabo de inventarla, por lo tanto no sé si funcione muy bien, pero ya está basada en una técnica mía, así que no te preocupes -decía muy tranquila y sonriente, aunque sus pensamientos eran otra cosa- *Que bien que se me ocurrió ahora. Ya no tengo el suficiente chakra para hacer el Hiraishin de nuevo. ¡Es un sello demasiado estorboso!* -se quejaba mentalmente.

-Espléndido. Con que Nozomi-san todavía escondía una nueva técnica -en el palco, Lee levantó un puño, apretándolo con admiración.

-No, no te creo, me estás mintiendo, Nozomi-chibi* -el chico levantó una ceja, pues, según él, era imposible inventar una técnica en tan poco tiempo.

-Comprueba si es mentira o no, Kiba-hashira*'ttebane -respondió ella, con una pequeña vena en la sien. Se tragó el enojo: sabiendo que no la tomaría demasiado en serio, iba a usarlo a su favor.

-*Mierda, usó su muletilla, esto va en serio -el castaño dejó su expresión confiada y se puso en guardia- Cálmate y no dejes que marque el ritmo. Debes atacar primero, antes de que pase nada.*

-¡Aquí voy! -anunció la chica, provocando que el contrario acelerara hacia ella.

-No sé que técnica será, ¡Pero basta con impedir que la uses! -exclamó, cargando contra ella.

El castaño lanzó las shuriken, cada una en diferentes tiempos, a veces dos al mismo tiempo. Nozomi deshizo el sello, esquivando con maestría las armas voladoras, y, al mismo tiempo, recordando aquella vez en el bosque de Nami no Kuni. Sabía que iba a ser muy necesario aprender a esquivar, y dio gracias a su gran idea.

Mientras ella estaba en el aire, Kiba vio su oportunidad. Corrió hacia ella, con el sello del tigre formado en sus manos, apresurándose todo lo que pudo para evitar que la menor atacara antes, y aprovechando que no podría esquivar en el aire.

-*¡Ahora! -se dijo- Gijū Ninpō: ¡Tsūga!*

La menor aterrizó a tiempo, justo en un lugar preciso, sabiendo que Kiba ya venía, y que no podría esquivarlo. El Inuzuka le dio un golpe, que la hizo deslizarse en el suelo, aún de pie. Nozomi consiguió frenarse justo a tiempo, en un lugar cercano a la trampa que antaño había preparado, pues el impacto no era tan fuerte como cuando lo hacía con Akamaru. Kiba volvió a la carga, asestando otro choque, pero esta vez, la pelirroja salió despedida hacia atrás. Un dolor agudo en su hombro, el lugar de ambos golpes, le indicó que no era tan solo un simple moretón lo que saldría ahí.

-*Oh no, esto es grave. Más vale apresurarme* -pensó, decidida a no perder- ¡Ahora!

Dos nubes de humo explotaron alrededor de Kiba, que quedó atónito el tiempo suficiente como para que atacaran. Uno de los clones lo golpeó, mandándolo al suelo, mientras que el otro lanzaba papeles bomba cerca de su cabeza, pero a la distancia suficiente como para solo afectar su oído. 

Mientras la primera lo mantenía inmovilizado, la otra sacó un pergamino de entre sus ropas, entregado previamente por la original, y deselló una botella con un líquido verde extraño. Lo lanzó a la ropa del chico justo a tiempo. Él había logrado deshacerse de la que lo inmovilizaba, y con un golpe se encargó del otro también. Solo que no contaba con que el olor de ese líquido sería tan terrible.

-¡AAAAAAGH! -se quejó, sujetando su nariz, que escocía como si estuviera prendida en llamas- ¡¿QUÉ DIABLOS ES ESTA COSA?!

Nozomi se levantó, sujetando su hombro, que sobresalía en un ángulo anormal. Actuó rápidamente, tomando el hueso mal posicionado y colocándolo de nuevo en su lugar.

¡CRACK!

Eso fue lo que todos oyeron en el campo, cuando la clavícula de la adolescente volvió a su sitio. Algunos hicieron muecas de dolor, mientras que los Jōnin y ninjas experimentados asentían con la cabeza. Era mucho mejor devolver el hueso a donde pertenecía, antes de que se formara un desgarre. Aún así, una lesión de ese calibre no era para tomarse a juego, pensó Kakashi, observando como su alumna seguía con la mano en el mismo lugar, probablemente administrando chakra. Luego, volvió su vista a Kiba, que se sujetaba la nariz como si quisiera arrancársela.

-*Con su velocidad y olfato superiores, su plan se fue al traste -pensaba, sintiendo pena por él- El olfato de Kiba es mil veces superior al normal ¿Qué habrá sido ese líquido verde?*

La Uzumaki no desperdició la oportunidad. Formó una vez más el sello de su Ninjutsu favorito, el doble carnero en forma de cruz.

-¡Kagebunshin no Jutsu!

Cuatro clones de ella surgieron a sus lados, pasmando a todos los que no sabían de sus enormes reservas de chakra. Pensaban que, a estas alturas, ya debería tenerlo demasiado bajo como para usar algún jutsu de alto rango. Algunos (los más informados) lo entendieron de inmediato, sabiendo ya la fama de su apellido.

-*Ahora si llegó el momento para mostrar mi nueva técnica* -pensó, satisfecha, mientras lo rodeaban y se colocaban en posición- ¿Crees que una dislocación es mala? -preguntó retórica y aún algo enojada al castaño, que mantenía una palma tapando su nariz- ¡Ya verás cuando pruebes esto dattebane!

Un clon de la ojizafiro dio un gran salto, logrando llegar a él y le atizó un golpe en el hombro, específicamente en el plexo braquial izquierdo. Una zona peligrosa para la movilidad del brazo y hombro.

-¡U...

El heredero Inuzuka salió impulsado hacia atrás por la fuerza imbuida en aquel choque, más el dolor que le causó en el hombro. La Namikaze original corrió, apoyándose en la espalda de su clon para saltar lo suficientemente alto, mientras los otros tres hacían su trabajo.

-...zu...

-...ma...

-...ki!

Golpearon con precisión el plexo braquial derecho y los nervios femorales, asegurándose de que no pudiera moverse en lo absoluto sin sentir un hormigueo terrible. Kiba salió volando hacia arriba, cual cohete recién despegando, encontrándose con la palma de Nozomi, golpeando justo en la boca de su estómago.

-¡Nozomi Hibana*!

El castaño fue azotado contra el suelo, golpeándose fuertemente la cabeza. La chica se quedó frente a él, aún en guardia, por si no hubiera resultado, aunque estaba jadeando. Todos los que dudaron de ella, ahora estaban con la boca abierta, mientras la mayoría de los que sabían su verdadera fuerza, tenían en la cara plasmado un claro "Se-los-dijimos", siendo los mas obvios de estos últimos, Kakashi, Iruka y Minato, probablemente el de marcas en las mejillas también si no hubiera estado noqueado.

-*Una nueva técnica, ¿Eh? -pensaba Kakashi, algo divertido- Vio la técnica que usó Sasuke antes, y la adaptó a su estilo de taijutsu. En lugar de usar sus piernas, usó sus manos con chakra, y bloqueó los nervios de Kiba. Y además, ¿Uzumaki Nozomi Hibana? Hibana es un sinónimo de Senkō, el apodo de Minato-sensei. Un guiño muy discreto de su verdadera ascendencia.*

Los clones de Nozomi se desvanecieron en una nube de humo, pues ya no podía aguantarlos más tiempo. El haber aguantado con los dos clones que atacaron a Kiba mientras ella se recuperaba desde que la golpeó con su Gatsūga le había pasado factura. Sentía su red de chakra arder leve, pero punzantemente. Aún así, en ningún momento dio mayor señal de cansancio o dolor que sus cortos jadeos.

Hayate, al ver que el ojiónix menor no reaccionaba, se acercó a él, agachándose para ver su estado. Le volteó la cara, haciendo que este gimiera de dolor, pues en el proceso, su brazo se desplazó un poco. El sensor tosió un poco, se levantó y se retiró algunos pasos.

-La ganadora es Uzumaki Nozomi -anunció al público.

Los amigos y cercanos de la chica se alegraron por ella. Minato se contenía con dificultad para no saltar de alegría, de no ser porque tenía que guardar compostura junto con el secreto de su apellido, ya la habría arrollado con un abrazo, echándoles su victoria en cara a todos los Jōnin que dudaron de ella. Aún así, un pequeño Inner suyo se encargó de festejar por todo lo alto, incluso sacando una banderita, como las de los equipos de deportes. ¿De dónde? Pregúntenselo a él.

-¡Ahí tienen! ¡Bien hecho, Nozomi! -gritaba Sakura a todo pulmón.

-¡Nozomi le ganó a Kiba! -Shikamaru estaba estupefacto, en el buen sentido- ¡Mejoró demasiado!

-Nadie se lo esperaba -murmuró Chōji, aunque su compañera lo escuchó.

-¡Yo me lo esperaba! -le espetó, con una venita en la sien.

-Me refiero a que creímos que iban a empatar, como Sakura y tú -trató de apaciguarla, un tanto pálido. No olvidaba aquel viejo dicho de que "Entre lobos se pegaban las mañas."

-*Ya sabía que iba a ganar -Gaara sonrió un poco, pero muy satisfecho, cruzándose de brazos- Después de todo, ella va a ser la Hokage en un futuro. Pobre de aquel que le toque luchar contra ella en las finales.*

Kakashi cerró su ojo visible, indicando que sonreía. No podía estar más orgulloso de la niña a la que consideraba su pequeña hermana, a la que había visto crecer y protegido desde siempre.

-*Soy más fuerte que antes -pensaba ella, sonriendo mientras apretaba un puño. Desvió la mirada, encontrándose con que los ninja médicos ya estaban con una camilla, listos para llevarse al derrotado- Pero eso puede esperar. Creo que me pasé un poco con Kiba.*

Se apresuró a acercarse a él, viendo como los mayores ejecutaban su ninjutsu médico especial: la Palma Mística.

-¿Estará bien? -preguntó, algo arrepentida al ver de cerca todo el daño- Dañé sus nervios de las extremidades, ¿No tendrá daños a largo plazo?

-Descuida -le sonrió uno, al que los demás miraron escépticos- Se pondrá bien con algo de descanso y Ninjutsu médico.

-Me alegro -suspiró ella- ¡Se los encargo mucho, dattebane! -hizo una pequeña reverencia respetuosa.

Después de eso, subió las escaleras a pequeños saltos, justo en el palco donde estaban Gaara y Kakashi.

-¡Lo logré! -festejó, con la habitual energía de una Uzumaki. Colocó sus manos tras su nuca, mientras se acercaba al otro Jinchūriki- ¡Le gané a Kiba'ttebane!

-*Dale chakra -aconsejó Shukaku a su vasija, sobresaltándolo un poco- A este paso, se va a desmayar, por muy Uzumaki que sea*

El joven asintió, mientras caminaba hacia su destinada por igual.

-Nozomi-san -llamó, haciendo que ella le prestase total atención. Esto lo puso nervioso, pero logró disimular un poco- T-Tienes tus reservas de chakra muy bajas. ¿Podría..? O, bueno, ¿Q-Quisieras que te dé... de mi chakra? -musitó, volteando la cara para que no viera su sonrojo (en otro mundo, Amajiki Tamaki estornuda).

-¡Sí! -suspiró ella, muy agradecida- A este paso, dormiré todo el día. ¡Gracias, Gaara-kun!

El chico apoyó ambas manos en los hombros de la menor, ambos sintiendo la energía fluir de un cuerpo al otro. Extrañamente, era muy cálida, una sensación que no tenían con las demás personas. A los dos les gustó, era como estar arropado en una manta suave y abrigadora a mitad del invierno. Cuando sintió que era suficiente, y con algo de pesar, Nozomi se apartó un poco.

-Eres muy bueno conmigo -le sonrió al pelirrojo mayor, que luchó por no convertirse en un tomate andante. Desde que se enteró de sus sentimientos, parecía que reaccionara al doble- Pero ya es suficiente, o no podrás pelear. Guarda el resto para tí, que quiero ver cómo lo haces, ¿Eh?

-Sí -asintió rápido, mirando sus pies.

A unos cuantos pasos, Kakashi observaba a los enfermeros que se llevaban al mayor de sus alumnos, inconsciente y muy golpeado.

-*Kiba, no hay de que avergonzarse. Nozomi es una oponente muy fuerte y te conoce al pie de la letra, incluso más de lo que la conoces tú a ella. Aún con el sello que la restringe, era como ir a la guerra con el chakra agotado y sin armas* -cavilaba, volviendo la vista a la hija de su maestro- Oye, Nozomi -llamó, consiguiendo una mirada inquisitiva de ella- ¿Qué fue lo que le echaste en la sudadera a Kiba?

-Eucalipto -sonrió, un poco avergonzada, mientras se rascaba la nuca- Era una infusión de eucalipto, para ser más precisa. Tiene muchas propiedades medicinales, como antiinflamatorios, antisépticos, antimicrobianos, repele insectos y tiene cualidades cicatrizantes, entre otras cosas. Lo malo es que, como lo hice en infusión, y se mantiene caliente dentro del pergamino de almacenamiento, el líquido y el vapor que desprende huelen como a echado a perder, y no es un olor sutil, ¿Sabe? Pensé que funcionaría, así que lo intenté -se encogió de hombros.

-¿Cómo sabes todo eso? -preguntó el mayor, con los ojos en blanco por toda la información recibida de golpe.

-Nuestro equipo solo cuenta con una cosa para recuperarse de heridas en las misiones: mi chakra. Pero luego pensé, ¿Qué pasa si se me acaba y hay alguien herido? -relató, recordando aquella misión en Nami y las veces que salieron lastimados en el Bosque de la muerte- Así que decidí que podía aprender un poco de medicina para ayudarnos y que seamos más eficaces.

-Ya veo -asintió, impresionado. Vaya que su pequeña hermana había crecido, pensó, mientras cierta Yamanaka se lanzaba sobre ella, atrapándola en un abrazo de oso.

En el palco de en frente, Hinata observó alegremente a la chica que admiraba, siendo felicitada por Ino, que se había pasado para allá. Miró a las dos, tan efusivas, y ella tan calmada y lejana. De un momento a otro, sintió una mano tibia sujetando la suya, y jalándola con ella. Cuando se dio cuenta, estaba atrapada en un abrazo de otras tres kunoichis.

-¡Lo logró! ¡Nozomi lo logró! -exclamaba Sakura, que era quien la había arrastrado- ¿No es genial, Hinata?

-¡S-Sí! -tartamudeó, muy sonrojada por la escasa distancia entre todas, pero sonriendo.

-¡Felicidades, Nozomi-chan! ¡Ya eres toda una kunoichi! -decía Ino- ¡Ahora patéale el trasero al que te toque en la final!

-¡Me esforzaré dattebane! -respondió ella, absorta en la burbuja que habían creado las cuatro.

Ninguna se dio cuenta de la fría mirada que perforaba a la Hyūga desde lejos, con un odio muy fuerte, que estaba dispuesto a descargar en ella.

-La veo muy tranquila, Hinata-sama -mumuró Neji, sin ser oído por alguien.

***************

¡Kyaaaaaaa! ¡Estoy super emocionada! ¡Me hicieron un dibujo de mi prota!

¡Muchísimas gracias a @Hvap_Off  por el dibujo! ¡Se ve igualita en mi imaginación!

Si alguien más quiere hacer un dibujo, estará feliz de recibirlo, solo díganme antes, y yo lo pondré aquí.

*Chibi: enana, pequeña

*Hashira: Poste, pilar

*Hibana: Chispazo.

Tsuki-san ¡Se va!

*Corre, dejando caer una nota que pone: ¿Quién creen que sea la pareja de Sakura? (No es Rock Lee) ¿Cómo es que Nozomi sabe tratar una dislocación, si recientemente empezó a aprender de medicina?*