Louis al llegar a casa su nivel de alcohol en sangre ha disminuido pero sus pensamientos siguen haciéndolo sentir mareado.
Después de esa noche todo lo que pudo hacer fue pensar en Harry, Harry y Harry.
Se habían besado y segundos antes había descubierto que este estaba casado, con una mujer. No entiende como pudo permitir eso (en realidad si, pero le genera un dilema moral admitirlo)
No puede evitar sonreír al recuerdo de ese beso pero la tristeza reina al recordar la historia del rizado, en el momento no le salieron las palabras y todo lo que pudo hacer fue escucharlo con toda la atención que podía formar con todas esas copas de vino encima.
Pero lo que terminó de enloquecerlo fue lo que le provocó ese beso. Louis ha besado a mucha personas, pero Harry...
tiene ese no se que que le encanta y lo hace querer más, siempre más y ojalá pudiera darle todo lo que tiene, porque ese es el problema, el no tiene nada que ofrecerle, en un mes y medio se va y con el se lleva todos sus sentimientos que supo desde un principio que no podía permitirse.
Pero con el rizado nunca pudo negarse a nada, cada cosa que hacía era auténtica y sin replantearse las consecuencias de estás, como cuando dijo "espero que tu también", no sabe si fue su subconsciente jugándole una mala pasada pero prefiere no ponerse a investigar el transfondo porque le aterra.
Así que tiene dos opciones; la primera sería cortar todo con Harry y sacarlo de su vida ahora que no es tan tarde, eso espera; o aprovechar el poco tiempo que le queda como un maldito egoísta.
Después de una charla con la almohada y un domingo de resaca y dolores de corazón decidió que el lunes irá a al hospital, le dirá al rizado que esto no puede seguir así y pedirá que le asignen otro paciente, si, eso hará, por mucho que le duela.
El bendito primer día de la semana llega y Louis tiene que armarse de valor más de la cuenta al entrar al hospital, cada vez se pone más nervioso cuando se acercan las doce.
Ha estado tratando de encontrar agallas y un bueno manojo de palabras pero nada se siente correcto, pasa horas auto-convenciendose de que es lo mejor.
"años tratando de no involucrarme sentimentalmente con alguien, no lo voy a hacer justo ahora" se dice para alentarse.
Se hacen las doce y los nervios le ganan y muy cobardemente le pide a un compañero que vaya por él, su cabeza se encarga de reprocharle durante toda la noche.
Se hacen las tres de la mañana y todo el mundo está dormido y en paz, no ha pasado por la habitación de Des por el miedo de cruzarselo e inevitablemente hablar.
Decide que merece un café y un cigarrillo, así que se dirige a la terraza para poder fumarlo.
Debería haberlo pensado mejor porque es ahí donde se encuentra a Harry sentado en el mismo lugar que el sábado con un libro, cerrado, en sus piernas.
El rizado oye que entra y se gira a verlo; al principio nota un brillo en sus ojos pero después se apaga y sus comisuras bajan.
-Pensé que no estabas en el hospital y que por eso había ido otro enfermero hoy, pero veo que no...- dice, y vuelve a girar para mirar en frente.
Louis se siente demasiado culpable y va a sentarse a su lado, el ambiente entre ellos está muy tenso y el ojiazul lo odia.
Harry lo mira esperando alguna respuesta y cuando no la recibe vuelve a hablar.
-¿Por qué no fuiste hoy a la habitación? - dice bajito.
-No tuve el valor- admite avergonzado mientras juega con el cigarro que tiene en sus manos. -No sabia que decirte.
-Yo tampoco sabía que decirte, aunque eso me pasa con todo el mundo, contigo es más fácil -dice divagando.
Y Louis se da cuenta en ese momento que perdió, perdió contra Harry y no se va a permitir pensarlo demasiado, aprovechará lo que tenga antes de que tenga que irse porque además de cobarde es egoísta y no puede tolerar perderlo.
Así que lo besa y siente como el rizado larga un suspiro y se relaja en los brazos de Louis.
El castaño se vuelve loco en la manera que encajan y como se mueven en sincronía.
Harry vuelve a girar su cuerpo hacia el y ,desesperado, pasa las manos por su cabello buscando, de alguna manera, juntar aún más sus bocas.
El rizado se separa, agitado y dice -Te quiero cerca y si no sientes lo mismo por favor dímelo ahora. - mirándolo a los ojos.
-Te quiero, lo hago.- dice aclarándose la garganta y vuelve a besarlo.
Y realmente lo hace. Eso es lo que más le duele.
Después de unas horas el rizado dice que tiene que irse a dormir y Louis lo despide diciendo que se va a quedar un rato más ahí, Harry asiente y lo despide con un beso.
Y cuando está solo, se da la oportunidad para llorar, llora porque tiene miedo, ha estado toda la vida planeando irse y es la primera vez que el plan se ve amenazado; llora porque quiere demasiado a Harry y no sabe que hacer para no lastirmalo, ni lastimarse a el mismo; llora porque por primera vez piensa en las consecuencias que va a tener su partida y como se sentirán las personas que deje aquí, como se sentirá su madre...; y llora porque lamenta no ser suficiente para Harry.
•••
Harry desde pequeño ha tenido una libreta que lleva a todos lados, empezó como un diario íntimo y ahora solo escribe pensamientos, poemas o hasta palabras o frases que escucha que le llegan al corazón. Pueden ser de películas, canciones, libros o que escucha en su día a día.
Tiene escritas frases de sus artistas favoritos, de películas que lo dejaron llorando acurrucado a su almohada y hasta palabras de amor que le dijo su mamá en su cumpleaños número dieciocho.
Así que sin dudarlo ni un minuto escribió la palabra "bonito" al llegar esa noche a su habitación y le dedicó toda una página donde la escribió infinitas veces en distintos tamaños y caligrafías, mientras sonreía bobamente perdido en el recuerdo de la voz de Louis diciéndoselo.
Cuando está satisfecho, cierra su libro, se acuesta y al cerrar sus ojos todo lo que se le presenta es Louis; Louis y sus ojos, sus benditos ojos que siempre lo hacen perderse y querer escribir canciones sobre ellos; Louis y su cabello, que siempre huele delicioso y se ve suave como la seda, se pregunta si este encontrará raro que Harry algún día pierda contra la tentación y se lo acaricie.
Sinceramente no sabe cuándo fue que se amigó con esta parte suya y que no sufre de un ataque de pánico al admitir que un hombre le gusta pero no puede estar más en paz con eso. El creía que cuando se lo admitiera a si mismo sería un caos de ansiedad y miedo pero no, al contrario de lo que mucha gente piensa, el amor no debería darte esas sensaciones, no debería darte incomodidades en el estómago y disfrazarlas de "mariposas", el amor debe darte paz y aceptación, y así es como se siente Louis para él.
El castaño en dos meses logro sacudir la angustia de su corazón y mostrarle lo que es sentir genuinamente y sin miedo.
Muchos podrían decir que la forma en la que se conocieron fue desafortunada, pero Harry prefiere llamarla mágica, no puede, ni quiere, imaginarse lo que sería de él en estos momentos si no tuviera a Louis cerca.
Va a disfrutar este momento; habrá tiempo para preocupaciones; habrá tiempo para pensar que hacer con su matrimonio y su familia, pero ahora quiero disfrutar de ser y sentir de manera auténtica.
Algo que nunca hizo.
•••
Están en la terraza un día viernes, es su doceava semana desde que se conocen pero no saben diferenciar el tiempo, de hecho no importa cuando se trata de ellos.
Es la una de la mañana y Harry se encontraba ahí leyendo un libro cuando Louis subió con los ojos llorosos y el cabello despeinado.
El rizado lo ve y automáticamente se pone de pie a abrazarlo y preguntarle que anda mal.
El ojiazul trata de regularizar su respiración mientras se hunde más en el cuello del más alto, luego de unos minutos puede hablar.
-Gloria..., falleció.- dice con un nudo en la garganta y se aferra aún más a Harry.
-¿Recién? Lou lo siento muchísimo, ¿Quieres contarme que sientes? Vamos a sentarnos. - Trata de decir las palabras correctas pero se le hace muy difícil.
Se sientan pero Louis no puede separarse de Harry ni un segundo, así que está sentado entre sus piernas.
-Fue el cáncer, no pudo resistirlo más.- dice sollozando. -Yo no quería esto, no estaba listo para esto, no aguanto más quiero salir de aquí. -dice enojado y llorando más fuerte.
-Lo siento mucho, lo siento- dice abrazándolo con fuerza y dejando besitos en su cabeza.
Pasan al rededor de diez minutos y Louis se ha calmado, pero sigue escondido en el pecho del rizado.
-Mírame.- le dice Harry y el ojiazul obedece. -Lamento mucho lo que le pasó a Gloria, lamento aún más que te duela como te duele, lamento que tengas que pasar por esto cuando ni siquiera querías estudiar enfermería pero también sé que eres fuerte y vas a poder con estas últimas dos semanas que te quedan y yo estaré aquí para lo que necesites, no iré a ningún lado. -Louis lo mira con los ojos llorosos y el corazón a la merced del ojiverde.
Louis simplemente se acerca y lo besa con la boca cerrada, un beso tranquilo e íntimo, le susurra un gracias y vuelve a besarlo.
-No te merezco- dice Louis.
-Claro que lo haces, nos merecemos Solo te quiero hacer bien. - responde y eso no ayuda al estado de Louis que vuelve a romper en llanto y Harry vuelve a abrazarlo hasta que se tranquilice.