Nota 1: las últimas frases del capítulo me dan un aire de Gold Rush de Taylor Swift, sugiero escucharla.
Nota 2: la universidad consume todo mi tiempo *llora*
-¡Vólkov, dijiste que él no estaría! -grita Lorenzo en cuanto me detengo frente a la mesa. Ruedo los ojos y arrugo la nariz fastidiado, para luego tomar asiento al lado de Lukyan, que me recibe con los ojos brillando.
Apenas llego y ya están lloviendo vergazos.
-¡No seas un imbécil, Lorenzo! -exclama Lane enfadado e irritable y lo mira con los ojos ardiendo en desprecio.
-Yo puedo ser lo que quiera ser -nos barre a todos con la mirada.
Barbie no se refería a ser un culo con la gente... pero bueno.
-Ajá, dile eso al juez, Barbie -esta vez Lukyan interviene. Aquí, en este instante, lo amo profundamente. Suelto un bufido que pronto se convierte en risa y hasta el payaso de Lorenzo cambia su expresión de limón.
A pesar de defenderme, Lane ignora mi presencia y saca su celular para luego textear en él. Unas ojeras enormes oscurecen su rostro y sus labios están resecos como uvas pasas.
¿Qué hizo ahora el imbécil de su padre? Si lo tocó otra vez juro que lo-
-Hablen o me voy -advierte Lorenzo en un tono amigable incluso, ¿está bromeando con nosotros o es que sigo borracho? -Estoy harto de escuchar a Vólkov beber su jugo de naranja.
-Vete, a nadie le importas -replica Lane en tono grosero. Abro la boca para decirle algunas cosas, pero Lukyan me aprieta un muslo antes de que cometa alguna idiotez. Ahogo un quejido y toda mi cara se convierte en un volcán a punto de erupcionar, el loco este me acaba de dejar indefenso.
Perdón, después explotabas.
¡Terminaré explotando más rápido si sigues haciendo eso!
Así que ese es uno de tus puntos débiles, ¿eh? Interesante...
-¿Y a ti qué te pasa? -cuestiona el alien con dureza. Mira a nuestro amigo extrañado, con más razón, ha estado muy raro. -Tenemos asuntos importantes de los que hablar y no dejas de contestar mal.
Lane abre la boca indignado.
-¿Trató mal a West y aún así lo defiendes?
-Cálmate, no me molestan las palabras de descerebrados. Ellos solo gastan saliva -respondo y alzo los hombros para quitarle importancia. Hace rato dejé de tomarme mal ese tipo de cosas, son las acciones las que dejan el peor daño.
No obtengo respuesta del rubio. Pasa las manos por su rostro e ignora mi presencia. En el dorso de una de ellas hay un moretón azul, lo que indica que es reciente.
Muerdo mi labio inferior y aprieto los ojos para no ver eso más. Cuando los abro Lukyan está analizándome, para mi alivio deja el tema hasta ahí.
-¿Naomi vendrá? -pregunta Lorenzo. Su cara de póker se rompe en cuanto menciona el nombre de mi mejor amiga, hay hasta un brillito en sus ojos.
-Tiene club de debate.
El pelinegro asiente y voltea la mirada con desinterés. Parece un venado triste y de ojos muy grandes.
Puaj, gente enamorada.
Siempre babeando y diciendo "mi amor esto, mi amor aquello".
Si no fuera porque me cae mal le tendría un poquito de compasión y gustaría de ayudarlo con Naomi, lástima no es así. Sus tratos a lo largo de los años no me han hecho las cosas tan fáciles, lo bueno es que no me quedo atrás, todo se lo devuelvo.
En ese sentido, soy un vengativo de mierda.
¡Nunca te metas con un Géminis!
-West... -susurra Lukyan casi a la altura de mi oído. Enreda uno de mis mechones rebeldes en su dedo índice y lo hace girar distraído.
Verlo hacer esto es como hipnosis para tontos, lo que provoca que diga lo primero que pasa por mi mente.
-¿Si, mi amor?
Me convertí en lo que juré destruir.
-Estás empapado en yogurt -avisa serio, aunque sus mejillas están coloreadas de un rosa pálido y no puede mirarme a los ojos.
-Oh, qué torpe -digo cuando veo la mancha naranja en mi muslo derecho. -No es nada, se cambia -la cara de no lo puedo creer de Lorenzo es una fantasía.
El West de siempre tendría un ataque de rabia consigo mismo, suerte que ya no soy el de siempre.
-¡Topo a la vista! -exclama una voz a lo lejos, cierro los ojos porque sé lo que se viene.
Unas manos se abalanzan sobre mi cabello -que hoy justo peiné, maldita sea- y hacen de él un completo revoltijo y enredo. Maldigo entre dientes y le pego un codazo al que hace eso. Esto no detiene al alborotador este.
-Hola, Jules -saluda Lukyan como si mi hermano mayor no estuviera absorbiéndome la vida.
-¿Qué tal, tipazo que no sabe en lo que se está metiendo?
Aparto a Jules de un empujón, a lo que él me mira como un perrito despreciado por su dueño. Su nariz se arruga cuando le saco el dedo corazón.
-Solo te doy amor -replica haciéndose el ofendido. Ruedo los ojos y lo ignoro. -¿Esto es porque soy más guapo que tú? ¡No es mi culpa ser el favorito de la genética!
-¡¿Ya somos todos?! -inquiere Lorenzo con expresión cansada. -Los odio a todos aquí, pero más odio los planes mal hechos, así que empezamos esto o morimos esclavizados por el triángulo
Oye, tranquilo, viejo.
Cada uno dice sí a su manera. Hasta Jules, que se invitó solo a la reunión es el más entusiasta.
-Bien, Vólkov y yo sabemos a lo que nos enfrentamos. Ustedes, como débiles humanos, no. En esta hoja escribiré los pros y contras de el enemigo -hurga en la mochila de Lane y arranca una hoja a lo salvaje, ganándose más el desprecio de mi amigo. Del bolsillo de su camisa saca un lapicero.
Mientras que el payaso escribe su lista, Jules se gira el cuerpo hacia Lukyan y le platica, dejo de escuchar cuando menciona la palabra stripper.
A esto lo llamo cuidar mi salud mental...
Eso nos deja a Lane y a mí espacio para hablar lo que le pasa. ¿Cómo puedo acercarme a él? Si parece tan enfrascado en sí mismo y como que al mínimo intento va a morderme.
-¿Todo bien? ¿Por qué tan callado? -pego un salto que hace que por poco caiga hacia atrás y estrelle la cabeza contra el piso, pero Lane suelta su teléfono y logra sostenerme por los hombros.
-Robaste mis preguntas -expreso con sorpresa cuando lo único que veo es su boca estirándose en una sonrisita. La mente me juega una broma cuando sus ojos bajan a mis labios y ahí se quedan por medio segundo. -Qué descaro el tuyo -una mala elección de palabras, porque se aparta de mí como si poseyera una enfermedad contagiosa, al mismo tiempo incurable.
¿Qué? ¿Qué hice?
Un puño se estrella contra la mesa metálica. Lorenzo nos observa decidido y es que a él NO le importa la cantidad de conversaciones que HE APLAZADO.
-Terminó la lista en cinco minutos, no sé si lo admiro o le tengo miedo... -confiesa Jules con admiración. Estoy pensando seriamente en llevarlo a cumplir su sueño de ser stripper, para que así me de un poco de aire.
-¿Quién eres? -pregunta el payaso mirando a Jules con apatía, niega con la mano cuando abre la boca. -No contestes, no me importa. Lean esto y no hagan preguntas estúpidas, por favor.
-¿Energías malignas es en doble sentido? ¿Qué raza de extraterrestre eres? ¿Golpea-cabezas es literal? ¿Hay baños en las naves? No, no ¿ustedes orinan?
Lane levanta la vista de su teléfono, consternado. No son preguntas malas, podría llegar a hacerlas estando borracho y repleto de pizza. ¡El caso es que ninguno está borracho ni a reventar de comida, es medio día, faltan tres horas de clase y queremos morir!
-No. Soy un gigante del abismo. Sí. No. Depende de con qué tipo de alien hables.
Amo sus respuestas tan detalladas...
-Cuéntame más -pide Jules y recarga su rostro en su puño, los ojos le brillan con unas ansias de chisme terribles. Que vaya a trabajar. -¿Cuántos hay?
-¿Me ves cara de wikipedia?
-Si, dime rápido, mi jefa me hará meditar si me encuentra sentado con ustedes.
-¿Entonces, por qué me sigues hablando, troglodita?
¡¿Qué hice para merecer que las dos personas más intensas de MI VIDA HABLEN?!
Luego de un par de miradas de odio por parte de Lorenzo, mil aleteos de pestañas de Jules y una mosca pasando, Lukyan responde.
-Millones, pero puedo destacar cinco de ellos como posibles oponentes-todos le ponemos atención. Lo veo un poco perdido, ¿recuerda sus tiempos de gloria, va a las estrellas o piensa que este esfuerzo no vale la pena? -Los gigantes del abismo al mirarte te transportan a un vacío rojo, dónde caes por milenios-
-¡Ve al grano de una vez, Vólkov! Deja de demostrar que eres un cerebrito -le corta el pelinegro groseramente. El alien bufa ofendido por interrupción, yo de él lo calcino hasta las cenizas.
¡Como le vuelva a gritar juro que vomito todos sus zapatos!
-Qué par de tortugas, déjenmelo a mí -interviene Lane dejando su teléfono de lado, otra vez esquiva mi mirada, y esto ya me está pareciendo muy raro.
Piensa, exprime tu cerebrito microscópico, ¿cómo lo ofendiste?
De su mochila saca una carpeta de sapitos amarillos, de sus solapas salen papelitos de colores y algunas instantáneas. Es muy Lane, toda decorada y ordenada a su manera. La deja caer bruscamente en el centro de la mesa, tanto así que por poco derrama el jugo de Lukyan.
-Gigante del abismo -lee en voz alta. Lorenzo tensa los hombros y se aproxima más a la mesa, expectante. Hay cierta tensión el aire, más por la pausa dramática que Lane le pone a esto. -Extinto.
Lukyan voltea a ver a Lorenzo horrorizado. Este se queda inmóvil, como procesando lo que acaba de escuchar. De sus labios sale un ruidito ahogado y su frente se perla de sudor, una palidez enfermiza se apodera de él.
Se levanta como puede y deja la mesa a paso ligero, una mano hace presión sobre sus labios. Jules, sin comprender muy bien qué está pasando, va tras él.
Si ya es difícil comprender el nivel de soledad de un ser que está a miles de años luz de los suyos, es más difícil hacerlo con uno que ya está solo.
Mi hermano puede ser un tonto de remate, pero su corazón es grande y sabe qué hacer cuando las personas están mal. Ojalá muchos fueran como él.
Ojalá yo lo fuera.
-¡Por las pelotas de papá Noel! ¡La reunión fue un fracaso! -grito estresado y como muestra de ello doy grandes zancadas por todo el pasillo principal. Un grupo de tercero se dispersa entre murmullos cuando les paso casi por encima.
Es la hora de la salida y no me importa ganarme más estrellas en el salón de los excluidos con tal de descargar la frustración que siento. De mis puños salen chispas de lo apretados que están, el fin del mundo no da tregua.
-West. Belleza -me llama Lukyan. Él se apoya en una pared de forma despreocupada y de sus labios sale una media sonrisa, que se vuelve más grande cuando lo maldigo con la mirada. -Auch, ¿cómo es que una carita tan linda me hace tanto daño? Me matas con tu indiferencia.
Chasqueo la lengua y vuelvo a dar una vuelta por todo el pasillo. Él ríe divertido.
¿Cómo se ve tan serio y relajado? ¿Está bien?
Ah, verdad. Es un alien.
Hay veces que me olvido de eso.
Se saca la bufanda, que últimamente lleva bastante, la enrolla y me la lanza a la cara, lo que casi me hace tropezar con mis pies.
-¡Chúpamela! -le grito a los cuatro vientos y le devuelvo ese pedazo de tela a la cara.
-No sea tan necesitado, señor Valli... -murmura el profesor Heart pasando por mi lado. El anciano niega con la cabeza y unas chicas que están cerca de nosotros se ríen como locas, Lukyan enrojece como tomate al sol.
¿Dignidad? ¿Qué es eso? ¿Se come?
Abro y cierro la boca, completamente avergonzado. La sangre de mis mejillas sale por mis poros y su calor derrite mi piel, o así es como lo siento yo.
-¿Fue una petición o una orden? -pregunta una vez que todos los presentes en mi humillación pública se van. Alza las cejas buscando una respuesta que no va a obtener.
-Ci-cierra la boca, gigantón -busco un lugar dónde esconderme o alguien a quién acudir, me desmayaré si sigue diciendo cosas así.
-Hazme callar con tus labios -condiciona de manera desafiante y sus cejas van de abajo hacia arriba, en otro se vería incómodo, pero al ser él se vuelve un placer a la vista.
Oh. Mi. Madre.
¡Qué se detenga!
¡Ando pensando cochinadas!
-¡Hay veces que pienso que fue mala idea salirme de clases para seguirte e inventar que tenía diarrea! ¡Y esta es una de ellas! -me excuso como puedo. Tenemos que salir de la escuela, en cualquier momento oscurece.
-Nunca piensas eso, créeme, lo sé mejor que tú -da dos rápidos apretones en mi hombro derecho y cruza el pasillo a grandes zancadas. Al notar que no lo sigo, voltea con una expresión indescifrable y extiende las manos. -¿Vienes?
Me permito contemplarlo desde aquí, a metros de toda su altura y de ese cabello brillante que por poco le llega a los hombros.
En algún punto volvió a colgar la bufanda en su cuello. Usa unas botas caquis, que lo hacen ganar más altura -el rico humillando al pobre-, y es tan hermoso que me falta el aire por no estarlo besando en este momento.
Esos ojos capaces de enloquecer hasta al más cuerdo y de sonrojar a la persona más seria, ¿por qué solo se fijan en mí?
Lo más importante, ¿por qué tardé tanto tiempo en aceptar que estoy completamente perdido por Lukyan Vólkov?
Holaaa, ¿qué onda? ¿Cómo van esas lecturas y la vacunación? 😎
Por mi parte ando leyendo El retrato de Dorian Grey (de tantas red flags por página se me está haciendo difícil 🥺😔👌🏻) y me vacuné el sábado pasado, hubo tantas personas vacunadas que se acabaron las dosis (en fin, Colombia).
Hablando del cap, ¿qué les pareció? Siempre me interesa saber ❤️
En el próximo habrán más explicaciones y el plan ya estará en construcción, así que presten atención a las notificaciones *guiño* *guiño*
🌈✨ Voten si lo amaron, si lo odiaron, también si no les pareció ✨🌈