El jodido chico loco:
Ha pasado una semana desde de mí cumpleaños. El padre de Wattson les llamó la atención a sus hijos por dejar de lado sus estudios. Así que los castigo toda esta semana; decidimos ir todos a la feria anual de Stanford Holden.
Dejó de ser celebrada por mucho tiempo pero todo indica que hoy decidierón volver a las antiguas tradiciones.
Jeremy sigue aferrado a la idea de irse de Stanford Holden si llegamos a lograr lo planeado.
Mike y yo cada vez nos llevamos mejor. Okey no, solo de vez en cuando hablamos. Anne gusta de Mike y debo de confesar que Mike me ha dicho que le corresponde en todos los sentidos.
¿Bayron?
Es otra historia.
Me encuentro terminado de cambiarme de ropa, me he quedado dormido. Estoy a punto de salir de casa cuando el gritó Jeremy me interrumpe.
-¡Chico loco, si te atoraste en el baño nosotros nos adelantamos a la feria!- Salí de casa encontrandome a los chicos frente a la cada de Wattson.
-¿Y si mejor meto tu cabeza en el retrete?
-Ja,ja,ja.Ya quiero irme ¿podemos?
-No, aún no,falta mi hermano.- Todos guardarón silencio. Yo sólo me negué a ocultar la molestia que me provoca tan siquiera el escuchar el nombre de ese imbecil.
-¿Chico malhumorado, me extrañaste?- Mi pelinegra habló quitando el mal ambiente.
-La verdad no, descanse de tus gritos.
-Auch, el día que no me tengas sufrirás, ya lo verás.- Rodeé mí brazo en su cintura acercandola a mí.
-Primero mató a quien intenté alejarte de mí, pelinegra.
-¿Matarías por mí chico loco?
-No voy a responder eso.- Sostuve sus mejillas entre mis manos con delicadeza. Fue ella quién está vez tomó la iniciativa de besarme.
Desde el día que la besé por primera vez sus labios se convirtieron en mi total perdición. Un beso lento,suave demostrando cuánto nos necesitamos el uno al otro, sus pequeñas manos se aferran con fuerza a mi cuello.
Esto es ridículo pero jodidamente perfecto ;me incliné más ya que por su baja estatura era complicado.
-Te odió jodida chica curiosa.- susurré entre el beso.
-Yo también te odió jodido chico loco.- susurró en mis labios dando el último beso.
-¡No puede ser cierto! -Mike gritó alarmandonos- ¿Por qué no me dijiste que tú y mi hermana están saliendo?
-No tendríamos porque hacerlo, tú tampoco nos dijiste que Anne y tú son novios desde hace ya tres días.- Respondió mi pelinegra, Anne se sonrojó abriendo los ojos como búho asustado.
- No estamos saliendo- contesté sin pensar. La pelinegra me miró confundida- Bueno, aún no.
-¿Entonces que son?- Preguntó Anne. Mike y Jeremy nos obsevarón interesados en la respuesta; Eveline se quedó en silencio sin saber que responder.
Ella no sabe aún la respuesta de lo que somos cuando estamos juntos ,afortunadamente yo sí se lo que somos.
-¿Nosotros? Nosotros somos el todo.- Mi pelinegra sonrió iluminando su rostro mostrando los hoyuelos de sus mejillas que delatan su felicidad.
Los vecinos comenzarón a salir de sus hogares, esto se siente demasiado extraño. Volver a ver en movimiento Stanford Holden es una locura.
-¡Buenos días joven Vandort, joven Bogdanny!- Saludo con entusiasmo uno de los vecinos más especiales ( tacaños con odio al mundo) del vecindario.Jeremy abrió la boca cayéndose su barbilla al suelo . Yo me quedé inmóvil.
-Buenos días señor Carl- Contestamos al mismo tiempo. Nuestro vecino siguió su camino dejándonos en shock a todos.
-¡Oh por la tía Petunia. Chico loco, nos han hablado sin miedo!- la felicidad de Jeremy fue muy evidente.
-Vaya ,esto no me lo esperaba.
-¡Chicos!- Y ya llegó míster pitufo. Bayron - ¿Ya se enterarón?
-¿De qué?- dijo la pelinegra.
-Cerrarón el hospital de San Marcos por negligencia. Y demandarón al dueño del hospital por qué las máquinas que utilizan para los estudios nunca fuerón pagadas, osea que se le acusa como robo.
-¿Y qué pasará con los pacientes que estaban internados?-Siguió preguntado mi chica curiosa. Note que se empezó a comportar raro al mencionar el hospital.
Si no mal recuerdo es el mismo en el que me llevaron aquel día que sucedió lo de mi desaparición.
-Los transladarón al hospital más cercano cerca de la zona.
-Menos mal, lástima para ese hospital.- Dijo la pelinegra sin ningún tacto.
-Mi madre trabaja ahí- Confesó Bayron.- Una vez llegó a casa diciéndo que una chica loca se subió a una mesa del comedor llamando la atención de todos. Después de ello se puso a gritar pura incoherencia ,a parte de que me comentó qué esa chica la ofendió.Me encantaría tener a esa chica enfrente y decirle que quién se cree para insultar a mi madre .-El cuerpo de Eveline se tensó,apretó la mandíbula con fuerza.
- No te quedes con las ganas. Hazlo, la chica que según ofendió a tu mami fui yo. Dí lo que tengas que decirme porque una vez que yo sea quién hable no voy a dejar ni que opines Bayron.
-¿Fuiste tú? Pero...
-¿Ya te dio miedo hablar ,verdad? Eres igualito a tú mamá, les gusta juzgar, criticar, hacerse los valientes y a la hora de actuar les da miedo.- Eveline se acercó molesta a Bayron tomándolo del cuello. Intente alejarla pero se negó- Yo fui quién mandó a cerrar ese hospital, investigue que fallas habían a parte de su personal incapaz de servirles a sus pacientes. ¿Crees que no se que el fiel compañero de tú mamá se roba medicamentos? No lo hace para consumo que beneficien a el ni a su familia. Lo hace para venderlos e intercambiar jeringas por droga en montones.- Una puerta del gigantesco laberinto fue abierta mostrando el verdadero secreto de Bayron. Esto es por una de las cosas por las que lo odio tanto.
El peli azul se volvió loco soltando un puñetazo en la cara de mi pelinegra; ella agarró su rostro con fuerza, la sangre comenzó a brotar de su nariz. Mike y Jeremy la ayudarón a levantarse.
Anne le gritó a su hermano por haber empujado a su amiga pero Bayron se volvió loco. Alzó la mano para golpearla también, me metí entre ambos dándole un puñetazo en la cara. Agarré la orilla de su sudadera asotandolo contra el suelo repetidas veces.
-Chico loco suéltalo, se qué se lo merece pero por favor suéltalo- la rubia me rogó soltar a su hermano. No lo haré aunque me lo pida de rodillas, ha golpeado a mi chica. ¡Voy a matarlo!
-No voy a soltarlo Anne, se ha atrevido a golpear a Wattson. Eso no lo voy a permitir, encima de todo quiso golpearte a tí también.
-Vandort, suéltalo-Mi chica pelinegra se acercó a mí poniendo sus brazos sobre mí espalda.-Cariño, no eres lo que todos dicen. Suéltalo.- Di un último puñetazo en su cara alejándome de él.
Me di cuenta de qué la mayoría del vecindario presencio todo. Incluyendo al padre de Wattson.
-¡Eso le pasá por hacer que le quitarán el trabajo a mi madre. Es una zorra igual que todas! - Eveline se acercó a él.
-No Wattson.- los vecinos me mirarón fijamente sonriéndome.
-Vete Bayron.- habló Anne llorando, Mike la abrazó.
-Esto no se ha acabado Evans, vas a pagar las consecuencias. - Bayron se levantó alejándose empujando a todos.
Cuando Bayron se fue todos los vecinos aplaudierón acercarcadose a mí diciéndome varias cosas de las que no pude creer estar escuchando:
"Te juzgamos muy mal chico.
Discúlpanos.
Bien hecho.
Eres un buen chico, lamentó todo lo que hablamos sobre tí"
-Gracias, chico malhumorado- mi pelinegra seguía quitándose la sangre de la nariz.
-Que tremendo golpe te dierón Wattson, te han deformado la nariz.
-¡¿Qué?!
-Es broma ridícula. - Jeremy se acercó con el padre de Eveline y Lea hasta nosotros.
-Mike, Eveline ¿están bien?-Mike sólo asintió.
-Con la nariz casi rota, pero estoy bien padre.
-Tú- se acercó a mí con Lea en sus brazos. Lea fui la única que me sonrió- Gracias por defender a mi hija.- Extendió su mano para que la tomara. Lo hice. Eveline al verlo le brillarón los ojos.
Mike y Jeremy se abrazaron gritando.
-¡Si se pudo ,si se pudo!- gritarón ambos
-No es nada Jared, te deje claro la última vez que hablamos que tu hija es muy importante para mí. - conteste con discreción.
-Ya lo veo. ¿Irán a la feria o ya no?
-Obvio que iremos padre, no es como que se me vaya a caer la nariz.- Wattson habló haciendo que Lea se riera.
-Vayan con cuidado y no lleguen tan tarde. - Mike tomó de la mano a Anne, Jeremy siguió burlándose de la caída de Eveline mientras caminaban en dirección a la feria.
Caminé detrás ellos hasta que la voz de Jared me detuvo.
-¡Chico loco- negué .
-Teo, mi nombré es Teo señor Johnson.
-Cuídense Teo.