-Estaba hablando en broma, Hermione -le aclaró Harry cansinamente-.Ya sé que no me puedo convertir en rana mañana por la mañana.
-¡Ah, esto no sirve de nada! -se quejó Hermione cerrando de un golpe los Problemas mágicos extraordinarios-. Pero ¡Quién demonios va a querer hacerse tirabuzones en los pelos de la nariz!
-A mí no me importaría -dijo la voz de Fred Weasley-. Daría que hablar, ¿no?
Harry, Ron y Hermione levantaron la vista. Blair, Fred y George acababan de salir de detrás de unas estanterías.
-¿Qué hacen aquí? -les preguntó Ron.
-Buscándolos -repuso George
-McGonagall nos quiere ver a mi, a Ron y tú también, Hermione.
-¿Por qué? -dijo Hermione, sorprendida.
-Ni idea... pero estaba muy seria -contestó Fred.
-Tenemos que llevarlos a su despacho -explicó George.
-Nos veremos en la sala común -le dijo Hermione a Harry al levantarse con Ron. Los dos parecían nerviosos-. Llévate todos los libros que puedas, ¿Esta bien?
-Bien -asintió Harry incómodo.
-No hice nada, así que espero que valga la pena estaba muy tranquila.- dijo Blair mientras salían de la biblioteca.
-Estabas con Diggory.- hablaron al unísono los gemelos.
-Si, y estaba conversando tranquila con él hasta que interrumpieron.
-Sigo creyendo que a Bill no le gustaría saber sobre esa amistad con Diggory.- dijo Fred mientras George asentia. Detrás de ellos se escuchaba la risa de Hermione y Ron.
Al llegar al despacho de McGonagall los gemelos se fueron y ellos tres ingresaron encontrándose con la hermana menor de Fleur Delacour.
-Profesora McGonagall, ¿Nos mando a llamar?- Blair miro a Ron por la pregunta tonta que había hecho.
-Así es Sr. Weasley, tomen asiento quiero hablar con ustedes.- la profesora McGonagall señalo tres sillas delante de ella y ellos obedecieron.- Bien, la segunda prueba será en el lago negro, y los campeones deberán buscar lo más preciado para ellos y para eso solo tienen una hora.-comenzó a explicar mientras los chicos escuchaban atentos.- Lo mas importante para ellos son ustedes.- los cuatro la miraron sorprendidos y algo confundidos.
-No comprendo, ¿Ellos nos tienen que buscar a nosotros?- pregunto Blair y McGonagall asintió.
-Exacto Srta. Granger. Les lanzaré un hechizo que los hará dormir y podrán aguantar una hora bajo el agua sin ningún problema.
-¿Nosotros somos lo más preciado para Harry?.- pregunto Ron.
-El Sr. Potter deberá de buscarlo a usted.- señalo a Ron.- Viktor Krum la buscara a usted Srta. Granger.- señalo a Hermione quien se sonrojo.-Para el Sr. Diggory serás tu Blair y para la Srta. Delacour será Gabrielle.
-¿Yo para Viktor?- pregunto una confundida y sonrojada Hermione, mientras Ron estaba que explotaba de celos.
-Al parecer usted es muy importante para el Sr. Krum.- explico McGonagall.
-Ya me imagino porque...- le susurro Blair a su hermana, quien volvió a sonrojarse.
-Bien, ya es hora.. -McGonagall se posiciono delante de ellos y uno por uno fue lanzándoles un hechizo, Blair comenzó a sentir sus parpados pesados y como comenzaban a cerrarse, volteo al sentir algo tocar su hombro y vio a Hermione apoyar su cabeza sobre este y ella coloco su cabeza sobre la de ella cerrando sus ojos y viendo todo completamente oscuro, lo ultimo que escuchó fue la voz de Dumbledore de fondo.
(...)
El silbato sonó en el aire frío y calmado. Las tribunas se convirtieron en un hervidero de gritos y aplausos. Todos los campeones saltaron hacia el agua que estaba tan fría, que podían sentir que la piel de las piernas le quemaba como si hubiera entrado en fuego. Bajaron más y más hondo hacia las profundidades del lago, con los ojos abiertos, escudriñando, entre la misteriosa luz gris que lo rodeaba, las sombras que había más allá, donde el agua se volvía opaca. Pequeños peces pasaban en todas direcciones como dardos de plata. Estaban todos separados, entre ellos no había ni rastro de los otros campeones, de sirenas ni tritones, o de los chicos, afortunadamente, tampoco del calamar gigante.
De repente, de la oscuridad que lo envolvía todo surgió un grupo de casas de piedra sin labrar y cubiertas de algas. El primero en llegar fue Harry quien distinguió rostros en las ventanas, rostros que no guardaban ninguna semejanza con el del cuadro de la sirena que había en el baño de los prefectos... Las sirenas y los tritones tenían la piel cetrina y el pelo verde oscuro, largo y revuelto. Los ojos eran amarillos, del mismo color que sus dientes partidos, y llevaban alrededor del cuello unas gruesas cuerdas con guijarros ensartados. Le dirigieron a Harry sonrisas malévolas. Dos de aquellas criaturas, que enarbolaban una lanza, salieron de sus moradas para observarlo, mientras batían el agua con sus fuertes colas de pez plateadas. Harry siguió, mirando a su alrededor, y enseguida las casas se hicieron más numerosas. Alrededor de algunas de ellas había jardines de algas, y hasta vio un grindylow que parecían tener de mascota, atado a una estaca a la puerta de una de las moradas. Para entonces las sirenas y los tritones salían de todos lados y lo contemplaban con mucha curiosidad; señalaban sus branquias y las membranas de sus extremidades, y se tapaban la boca con las manos para hablar entre ellos. Harry dobló muy aprisa una esquina, y vio de pronto algo muy raro.
Una multitud de sirenas y tritones flotaba delante de las casas que se alineaban en lo que parecía una versión submarina de la plaza de un pueblo pintoresco. En el medio cantaba un coro de tritones y sirenas para atraer a los campeones, y tras ellos se erguía una tosca estatua que representaba a una sirena gigante tallada en una mole de piedra. Había cuatro personas ligadas con cuerdas a la cola de la sirena. Ron estaba atado entre Hermione y Blair. Había también una niña que no parecía contar más de ocho años y cuyo pelo plateado le indicó a Harry que debía de ser hermana de Fleur Delacour. Daba la impresión de que los cuatro se hallaban sumidos en un sueño muy profundo: la cabeza les colgaba sobre los hombros, y de la boca les salía una fina hilera de burbujas.
Se acercó rápidamente a ellos, temiendo que los tritones bajaran las lanzas para atacarlo, pero no hicieron nada. Las cuerdas de algas que sujetaban a los rehenes a la estatua eran gruesas, viscosas y muy fuertes. Miró a su alrededor. Muchos de los tritones y sirenas que los rodeaban llevaban lanzas. Se acercó rápidamente a un tritón de más de dos metros de altura que lucía una larga barba verde y un collar de colmillos de tiburón, y le pidió por señas la lanza. El tritón se rió y negó con la cabeza. Intento desatarla con su mano lo que fue inútil. A su lado apareció Cedric quien utilizaba una bolsa de aire para poder aguantar la respiración, éste se acerco a Blair y le lanzo un hechizo a la cuerda, así liberando a su amiga, quien aun inconsciente comenzó a flotar.
Cedric le hizo un gesto con la mano apuntando su reloj, indicándole que quedaba poco tiempo, dio vuelta saliendo con su amiga hacia la superficie. Harry apunto su varita cortando las cuerdas de que ataban a Ron e iba a hacer lo mismo con Hermione pero una sirena se puso delante de el apuntándolo con su tridente.
- Pero tambien es mi amiga...- dijo este con dificultad y sacando burbujas de su boca.
-Solo uno..- respondió la sirena acercándose peligrosamente mas hacia el pero un ruido detrás de Harry hizo que esta se aparte de inmediato.
De pronto, los tritones y las sirenas prorrumpieron en alaridos de excitación. Harry se volvió y vio algo monstruoso que se dirigía hacia ellos abriéndose paso por el agua: el cuerpo de un hombre en bañador con cabeza de tiburón: era Krum. Parecía que se había transformado, pero mal. El hombre-tiburón fue directamente hasta Hermione y empezó a morderle las cuerdas. Tomó a Hermione por la cintura y, sin una mirada hacia atrás, se impulsó rápidamente hacia la superficie con ella.
En la superficie media hora antes...
-¿Cómo que no la encuentran?- Bill Weasley recorrió todo el castillo junto a sus hermanos buscando a su novia.-¿Cuándo fue la ultima vez que la vieron?
-Por milésima vez Bill, la dejamos en el despacho de McGonagall y no la vimos más.- hablo Fred soltando un suspiro, también estaba preocupado por su amiga pero las preguntas repetidas que Bill hacía, le estaba colmando la paciencia.
-Ahí esta McGonagall preguntémosle.-hablo Ginny mientras la nombrada se acercaba a ellos.
-Jóvenes, ¿Qué hacen aquí? Deberían de estar en el lago, esta por comenzar el segunda prueba.- comentó ella sin dejar de caminar mientras los Weasley la seguían.
-Profesora, necesito que me diga donde esta Blair.- Bill hablo haciendo que ella se detenga y voltee a verlo.
-La Srta. Granger esta en el lago.-respondió y Bill soltó un suspiro frustrado.
-No esta allí, acabo de ir y no la encontré.- respondió George viendo como su hermano mayor en cualquier momento explotaría.
-No, no me entendieron. Ella esta dentro del lago, el joven Diggory debe de buscarla allí, es lo más preciado para él. Esa es la segunda prueba y para eso solo tiene una hora o...- no termino y miro a Bill preocupada.
-¿O que?- dijo éste viendo el rostro de la mujer.
-No habría salida para ella debido a que esta bajo un hechizo de sueño profundo.-rápidamente agrego algo al ver los rostros de los Weasley.- pero eso seria imposible ya que Dumbledore no lo permitiría, además de que deberían de confiar en que el joven Diggory la salvara.
Ante esas palabras Bill salió corriendo en dirección al lago buscando a Cedric y detrás de él iban sus hermanos.
-Bill, espera, ¿Qué harás?- preguntaron los gemelos.
-¿Dónde esta Diggory?- pregunto hacia ellos y Seamus quien se acercaba le respondió.
-¿Buscas a Cedric?. Esta allí..- señalo a un chico que estaba de espaldas.
-¿Lo golpeara?- pregunto Ginny acercándose a su hermano.
Bill volteo a Cedric quien lo miro confundido y relajo su rostro al ver que era el novio de su amiga pero nuevamente frunció el ceño al verlo ¿enojado? ¿preocupado?.
-En el lago esta mi novia y más te vale traerla con vida si quieres conservar la tuya.- dijo tomándolo del cuello de la remera mientras los gemelos intentaban calmarlo. Algunos chicos de Hufflepuff que estaban allí con Cedric, miraban la situación sin comprender.
-Bill cálmate..- le hablo Fred.
-Espera... ¿Blair esta en el lago?-pregunto Cedric mirando a los gemelos.
-No la encontrábamos y McGonagall dijo que estaba allí...- habló George.
-Y tu debes de salvarla.- completo Fred serio.
- Blair... - miro a los Weasley confundido -Yo... Yo creí que debía de buscar algún objeto preciado, no.. No a Blair.
-Ya lo sabes Diggory, salva a Blair o te mato.- Bill lo soltó cuando el cobrizo asintió y junto con Ginny fueron hacia donde se encontraban el resto de los estudiantes y familiares de los campeones.