Eveline Wattson:
- Todo comenzó hace muchos años, no se exactamente cuantos pero mi padre dice que esto sucede desde hace demasiado. Aunque jamás han logrado encontrar a la persona responsable de todo.- Anne tiene mi absoluta atención, no se nada de lo que esta sucediendo pero algo en mi interior me dice que no me va a gustar nada de lo que estoy apunto de escuchar.
-¿Estás segura de seguir con esto?- Le pregunto Bayron mientras la abrazaba. Ella asintió, suspiró y retomo la conversación.
- Bayron y yo teníamos una hermana pequeña de cuatro años, su nombre era Kisha; un día salí de casa con ella y con mamá. Habíamos planeado ir al parque que está cerca de casa, y así fue, fuimos y estuvimos un buen rato ahí. Todo iba bien hasta qué...
Kisha se quedó jugando con los juguetes nuevos que mi padre le había regalado el día anterior, mientras yo jugaba en los juegos del parque y mamá tomaba fotos para enviárselas a mi padre. Pero todo se detuvo cuando escuchamos un gritó, el gritó de mi hermana; mamá y yo volteamos al instante y ahí fue cuando vimos que un hombre con vestido todo de negro cargo a mi hermana. Mi madre corrió hacía él rápidamente , se abalanzó contra él para que soltara a mi hermana, yo no sabía que hacer, tenía miedo, quise ayudarla pero mi madre me pidió que no me moviera de mi lugar. Me quede quita,y no solo por la orden de mí madre,si no, porque no podía mover un solo musculo.
Entonces,ese hombre golpeó a mi madre y se llevó a mi hermana, sólo alcance a ver como se subían en un carro blanco sin placas, después de ahí no volvimos a saber nada de Kisha. Mi padre estuvo buscando por años pero jamás la encontramos.
Mi hermana no fue la única, en ese tiempo varios niños desaparecieron. Hoy en día no ha vuelto a suceder pero siguen ocurriendo muchas cosas, hay una banda que se dedica a transportar droga en el pueblo y a algunos negocios les quitan la mayor parte de sus ganancias. - terminó decir Anne con lágrimas en sus ojos.
-Lo siento mucho, Anne.- no se que otra cosa decir, en verdad esto es horrible.
-Pues que fea bienvenida te hemos dado, pero es la verdad, es mejor que la sepas para que tengas mucho cuidado. No se acostumbra a salir después de las once de la noche.
- Lo tomaré en cuenta, gracias chicos.
-Tranquila, no es...- Bayron no terminó de hablar dado a que el comedor se quedó en un silencio sepulcral. Los miré confundida y ellos me pidieron que guardará silencio. El chico de cabello negro que ayer vi en la ventana entró al comedor, él es causante de este silencio.
Nadie se atreve a mirarlo.
Un chico de cabello rizado,color castaño era el único que se encontraba a su lado. Ambos se acercaron a la cafetería, ordenaron su comida y en menos de diez minutos una señora se las entrego sin siquiera mirarlos a los ojos.
Como si nuestras miradas fueran imanes, se encontraron de nuevo, él me miró exactamente de la misma manera como lo hizo ayer. Con despreció.
Me harte de su actitud inmadura y lo enfrente sin dejar de mirarlo, quizá aquí todos pudieran tenerle miedo pero a mí no van a intimidarme; me pareció una eternidad el tiempo en que ambos soportamos el peso de nuestras miradas, ninguno se dio por vencido . Anne tomó mi mano y me miró negando con la cabeza provocando que apartara mi mirada del chico pelinegro. Anne me miró con pánico, lo cual no entendí su reacción, ni la de ella ni la de los demás.
Ella con el ceño fruncido me advirtió en voz casi audible que no volviera a mirarlo. Como es costumbre mía ,ignore lo que me pidió y volví mi vista en la búsqueda del chico pero ya no estaba. Se fue.
El ruido regresó y todos volvieron a respirar.
-¿Cuál es su nombre? - pregunté pero Anne ignoró mi pregunta y respondió con otra cosa.
-¿Qué crees qué haces, Eve? No lo mires.
- ¿Qué? ¿Por qué no? No creo que sea un dios para no poder soportar la mirada de una mortal. Es un chico que se cree intocable como los tipos de mi otra escuela, a mi no van a intimidarme.
-Escúchame, el no es un buen tipo Eveline es peligroso y un criminal. Aquí en el pueblo lo conocen como: El jodido chico loco.
-¿Tienen pruebas de que es un criminal?
-Amm...No
-¿Entonces por qué hablan sin pruebas? Eso es un delito y se llama difamación.
-No es difamación, es la verdad. Aún no se encuentran pruebas pero todo el pueblo sabe que es un criminal.
- Claro, es que la sociedad es un asco . Hablan mal de una persona y todos se ponen de acuerdo para tomarlo como un criminal cuando a ustedes ni siquiera les consta que sea verdad.
-Hey, tranquila- Bayron me miró.
-No quiero ser grosera chico, pero yo no soy como todos, hasta que no me enseñen las pruebas de que ese chico es lo que todos dicen no pienso creer nada de lo que dicen.
- Está bien, esta bien. Sólo ten cuidado.- me pidió Anne. El timbre sonó, indicando que la hora de descanso había terminado.
Me levanté de la mesa, tomé mis cosas y les sonreí a ambos antes de salir del comedor.
El tiempo pasó tan lento que juró que caeré dormida en cualquier lugar en él que me quede sentada.
Anne y Bayron me dijeron que irán a la mejor cafetería , me invitaron para ir conociendo un poco las calles y acepte su invitación de inmediato.
Una vez ya en la salida esperamos a Bayron, quien se supone que solo iría rápido al baño.
El destino me juega muy malas pasadas por qué en todos lados me encuentro con el chico de cabello negro, debo de admitir que me da mucha curiosidad saber por qué siempre está de mal humor y no habla más que con el chico castaño. Se que es por todo lo que se habla de él pero algo en mi me dice que no todo es cierto, algo debe de haber detrás de esos chismes.
-Lo siento chicas- dijo Bayron una vez que llegó a nuestro lado.
-Por dios, te tardas más que una mujer arreglándose. ¿Acaso tú amigo se descontroló?- dijo Anne rodando los ojos.
-¡Anne eso es asqueroso!- grite.
Los tres reímos a carcajadas retomando nuestro camino a la cafetería, sólo espero que no esté demasiado lejos por qué no soy muy fan de hacer ejercicio.
Risas, golpes por parte de Anne a Bayron, gritos en la cafetería dónde todas las personas nos miran como si estuviésemos dementes. Fue todo lo que estuvimos haciendo mientras "comíamos". Al final el encargado de la cafetería se hartó y nos echó muy amablemente ( en realidad nos hecho con groserías por interrumpir la paz del lugar).
Anne y Bayron me acercarón hasta mi casa, afortunadamente la suya no quedaba muy lejos de la mía. También eran mis vecinos. Me despedí de los chicos, saqué mis llaves de mi mochila y de repente tuve la sensación de que alguien me miraba, eso me inquietó bastante así voltee hacía los lados pero no vi a nadie.
Inconscientemente observe aquella ventana dónde ayer vi al chico malhumorado. Lo que no esperaba era encontrármelo y menos observando cada uno de mis movimientos como si fuera si él fuera el cazador y yo su presa...
Gracias a la luz del sol puede tener una mejor vista de su rostro.
Tenía algunos lunares en sus mejillas, sus ojos son de un color café miel, tez un poco pálida y unos labios como para querer besarlos todo el tiempo.
Mi persona carece de ser disimulada , y desconoce la palabra discreción. De tal manera que lo miré totalmente embobada. Está demás decir que se dio cuenta de mi acción de contemplarlo de esa manera, sin embargo ,no dijo nada, tan solo rodó los ojos con fastidio y cerró la ventana con fuerza.
Después desapareció.
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Multimedia: Bayron.