Día 1.
Por lo general Zayn interrumpe mi habitación con su voz irritante y preocupada porque estamos llegando tarde a la escuela por mí y mis malos hábitos de dormir a horas no adecuadas. No es como si él fuera el mayor ejemplo, después de todo, si somos sinceros, entre Liam, él y yo, Zayn gana la contienda, aunque Liam ni siquiera juega aquí porque es uno de esos chicos que se quedan hasta tarde sólo porque deben estudiar para algún examen, aunque cuando quiere divertirse puede ser bastante escandaloso, de todas formas, Zayn se ha escapado de su casa y ha robado el auto de su padre más de una vez, yéndose a fiestas en otros pueblos lejos de Doncaster, drogándose y vomitando en la carretera, a veces, en Verano, me llamaba para que lo fuera a buscar a pueblos que estaban como a dos horas, y siempre terminaba haciéndolo porque se supone que eso hacen los amigos y quizás también lo hacía para burlarme de él al día siguiente, y al siguiente y semanas después.
Pero por alguna maldita razón Zayn odia llegar tarde a la escuela, quizás Liam le ha contagiado un poco ese sentimiento de auto-culpa cada vez que un profesor lo mira mal por los pasillos. De todos modos, soy una persona que ama dormir, podría dormir veinte horas de seguido si he tenido un día largo, y soy bastante irritante cuando me despiertan; una vez llegué a morder a Zayn, es una de esas cosas que no comentamos demasiado, cuestión de orgullo. Si fuera por Zayn, él no me llevaría a la escuela cada mañana como si se tratara de mi chofer personal, pero la cosa es que Liam siempre está a su lado diciéndole lo que está bien y lo que definitivamente no debería hacer, y por eso cada vez que Zayn me gruñe porque estamos llegando cinco minutos tarde, Liam lo mira por unos instantes y él repentinamente niega con la cabeza y se tranquiliza.
Liam es mi héroe.
Me encuentro a mi mismo despertando, sin necesidad de los gritos de mi amigo o agua fría en la cara (llegó a suceder, y es por esa razón que mordí a Zayn). Sonrío porque no todos los días puedes tener la tranquilidad de un lunes de este estilo, observo el techo de mi habitación por un tiempo, aun están aquellas estrellas que pegó Lottie hace un tiempo que brillan cuando apagas las luces y luego se van desvaneciendo, observó cómo el sol derrama una tibia luz en la mitad del cuarto, vuelvo a cerrar los ojos, el silencio ganando cualquier pensamiento de querer levantarme.
Vuelvo a dormirme, y parece que ha pasado solo un minuto cuando escucho el portazo y la voz de Zayn llenando todos mis sentidos.
— ¡Maldición, Louis! ¡Despierta! ¡Despierta! Tengo que entregar un trabajo a primera hora y si llego tarde el profesor no lo aceptara —está diciendo, o gritando, da igual. Frunzo el ceño porque mi buen humor se ha ido por completo. Si tuviera un auto estas cosas no pasarían. Si trabajara, tal vez, estas cosas no pasarían. Pero eso no va a pasar aun y por el momento tengo que hacer un esfuerzo enorme por no patear el gran y plano trasero de Zayn fuera de mi habitación.
—Ya estoy despierto —le digo, solo para que no vuelva a hablar. Escucho como desliza las cortinas y la luz del día es derramada por toda mi habitación. Y mis parpados se abren y suelto un gruñido porque odio a Zayn, y odio los días entre semana y odio a las personas en general.
— ¡Vamos! ¿Por qué demonios sigues en la cama? ¡Arriba, arriba!
Lo siguiente que sé es que mis sábanas están siendo levantadas, una ráfaga de viento me golpea, e intento abrazarme a mí mismo pero Zayn está cogiendo mis tobillos. Grito porque sus manos están heladas, como pequeños cubitos de hielo en cada dedo, y luego me está arrastrando fuera de la cama.
— ¡Hijo de puta! ¡Ya estoy despierto! —lloriqueo, y entonces suelta mis tobillos, que ahora están colgando fuera de la cama. Otro gemido de derrota sale de mi boca y salgo de la cama con un salto que me deja algo mareado. Miro a Zayn por un momento, y le envío todo el odio que mis ojos pueden transmitir. Él está enojado, también, pero se ve igual de bien como todas las mañanas.
El bastardo. Zayn lleva una remera básica, unos jeans negros rasgados, su chaqueta y sus botas y su estilo está completo, y ni siquiera es como si buscara demasiado en su armario. A veces lo odio un poco, porque cualquier cosa que usa realmente le queda bien. Incluso estando borracho y apunto de vomitar en los asientos traseros del auto de Liam, él sigue conservando su estilo. Como dije, es un bastardo.
Me doy la vuelta y arrastro mis pies hasta el baño, oyendo las quejas de Zayn y de cuan irresponsable soy, e intento ignorar cada palabra que sale de su boca, y casi entiendo a Lottie cada vez que rueda los ojos porque mamá le dice que hacer (no es como si yo no fuera así, también). Y solo porque soy un imbécil, dejo que Zayn se desespere mientras intento que mi cabello luzca algo decente, y peino mi flequillo unas diez veces hasta que se queda desordenadamente correcto, y me lavo los dientes y cuento cada pasada solo para reírme internamente de lo mal que la está pasando Zayn es este momento. Tardo solo cinco minutos, salgo listo para buscar ropa en mi armario, solo para encontrarme con el hecho de que Zayn ya lo hizo.
Sonrío porque lo conozco y él sonríe, de mala manera, porque también lo hace. Comienzo a colocarme la camiseta y luego, dolorosamente lento, me deslizo en mis jeans rojos. Zayn ya se está poniendo del color del arcoíris y sé que se está conteniendo para no darme una paliza, y cuando cojo mi mochila y digo un suave e inocente: —Listo. Él me toma de la muñeca y literalmente me arrastra fuera del dormitorio.
Mamá está preparando té cuando nos bajamos, y nos sonríe a ambos cuando pasamos por su lado.
—Buenas días, Boo —dice, y ni siquiera tengo las ganas para corregirle y hacerle saber que actualmente me llamo Louis, y tengo diecisiete, no cinco años.
—Hola, mamá —exclamo, mientras sigo siendo arrastrado rápidamente.
—Lo siento, señora Tomlinson pero estamos llegando un poco tarde —tartamudea Zayn, sus dedos apretando alrededor de mi muñeca. Contengo la sonrisa porque actualmente mi madre ya no es “Tomlinson”, pero de igual modo ella no dice nada, y solo asiente mientras se despide.
Liam me sonríe cuando me siento en la parte trasera del auto y Zayn suelta un resoplido cuando se acomoda en el asiento del copiloto, a veces pienso que somos una de esas familias en donde Liam es el padre comprensivo y Zayn es la madre gritona y terriblemente exagerada. Liam me pasa el café y puedo sentir el dulce aroma apenas lo tengo entre mis manos, le doy un pequeño sorbo mientras Liam comienza a conducir, y me permito acurrucarme en el asiento de cuero y mirar por la ventana.
—Estoy jodido —está diciendo Zayn, con la respiración entrecortada—. Si el profesor no acepta mi trabajo…
—Lo hará –le dice Liam, porque su destino es poner lo positivo a nuestro circulo. Sin el probablemente yo estaría debajo de algún puente justo ahora.
El trayecto se basa en lo mismo de siempre, las quejas de Zayn y la voz suave de Liam, y yo no diciendo nada en particular, más que terminar mi café e irme a la mierda. Ellos saben que no me gusta hablar demasiado de mañana, puedo terminar hiriendo sentimientos de los demás si es que lo hago, es una de las cosas que tengo que cambiar pero que probablemente no hare.
Por suerte, el año está por terminar y podré quedarme hasta tarde viendo series en Netflix y despertando a la hora que se me dé la gana, o tal vez los tres iremos a la casa de playa de Liam por un tiempo (sí, él tiene una casa de playa, y es enorme, y ¿sabes por qué? Porque los padres de Liam son abogados muy reconocidos y por lo tanto, Liam se limpia la nariz con billetes de cincuenta). Mamá me ha dicho que estas vacaciones tendré que conseguir un trabajo, porque en diciembre seré legalmente mayor de edad y necesito ayudar en la casa, pero ambos sabremos que no haré nada, pero me mantengo diciendo que sí simplemente para que ella no me mire como si estuviera arrepentida de tenerme (en ocasiones lo está, de seguro).
Siempre está la opción de vivir con mi padre, claro, si supiera dónde está o si al menos sigue vivo. Tal vez debería conseguir un trabajo, y alquilar un departamento y ser independiente, claro… eso sucederá, algún día.
Hay un espacio especial para Liam en el estacionamiento de la escuela, aun no sé si es porque Liam tiene dinero o es porque es actualmente es uno de los mejores jugadores del equipo de básquetbol, pero me gusta pensar que también es un espacio reservado para mí y Zayn. A penas apaga el motor, Zayn está abriendo la puerta y saliendo, con su mochila colgando torpemente de su hombro derecho y su café olvidado en la esquina de su asiento. Liam le grita algo alentador antes de echarse a reír.
—Espero que lo haga bien –dice, bajándose del auto. Yo lo sigo un minuto más tarde, con mi ceño fruncido y mi café sin terminar. Ambos caminamos hasta la entrada principal, y luego Liam se detiene y me mira.
—Hora de irme —susurra, besando mi frente. Suspiro e intento regalarle una sonrisa—. Te veo más tarde, Tommo —se despide, yendo hacia la dirección contraria, hacia el laboratorio.
Los pasillos de la escuela están vacios, y puedo escuchar el sonido perezoso de mis zapatos y mis gruñidos internos. Dormir dos horas no es recomendable, realmente.
Luego de tres intentos, logro abrir mi casillero, metiendo mi mochila, y quitando mi cuaderno de geometría, y justo cuando estoy por cerrar mi casillero, una pequeña nota cae a mis pies. Y sonrío porque es una de esas pocas cosas que aun me dan fuerzas para seguir aquí (además de Liam y los profesores diciendo lo importante que son los estudios). Rápidamente agarro la nota y la leo, mi pecho explotando con muchos sentimientos que se sienten bien, como cosquilleos en el estomago.
“Eres una de las personas más maravillas, Louis. Espero que tengas un buen día”
Hay una carita feliz y un corazón al final, es un papel arrancado y la letra es rápida y casi esta desparramada en los renglones, pero no puedo evitar sonreír. Y la nota es absolutamente tonta y niñata, lo sé, pero he estado recibiendo notas así desde hace dos meses, y he descubierto que las necesito cada mañana, son como pequeños empujones, pequeñas caricias inexistentes en la espalda, diciendo que todo está bien.
Tengo la esperanza de que sean de Nick. Lo conocí este año, él ha llegado desde California, tiene la piel dorada y es absolutamente encantador. Nos hemos besado un par de veces en el receso y en ocasiones él me toma de la mano, pero no es como si estuviéramos saliendo, pero estar a su lado se siente… correcto. Es con la primera persona con la que he demostrado afecto desde que confesé que era bisexual, y no es como si a la gente le importara, ellos lo toman ocasionalmente bien, y Nick realmente es muy bonito y Liam dice que hacemos una buena pareja (aunque no lo seamos, oficialmente). De hecho, todo el mundo dice que hacemos buena pareja porque a todo el mundo le gusta Nick y a todos les caigo bien (a la mayoría, tal vez). Somos como Brad y Angelina pero versión gay, y sin los hijos, y con el hecho de que sigo siendo virgen.
Detalles.
Así que estoy 99% seguro que las notas son de Nick, incluso puedo imaginarlo cogiendo su bolígrafo y arrancando un papel y escribiendo cosas agradables sobre mí, levantándose cada mañana un poco más temprano solo para llegar hasta mi casillero y meter la nota allí, iluminando mi día y mis problemas existenciales.
A menos que no sea él, pero no he llegado a encontrar ese 1% aun, y espero que jamás llegue, realmente.
***
Nunca he sido bueno en Matemáticas, así que es normal que cuando llego diez minutos más tarde de lo que debería, el profesor me este mirando como si quisiera arrancarme la cabeza, y lo peor es que todos en la sala levantan su mirada hacia mí, y ahora no se trata de que he hecho alguno de mis comentarios estúpidos para que ellos se rían, porque todos están concentrados en sus exámenes, y es eso exactamente lo que me hace entrar en pánico. (Hace unas semanas atrás, cuando me di cuenta que probablemente reprobaría cada examen sorpresa que daba el profesor, juré que le pediría ayuda a Zayn ya que es buena en esto, pero jamás lo hice, por supuesto) Y por supuesto que ahora es mi momento de entrar en pánico.
—Tomlinson, venga a buscar su hoja y tome asiento —dice el profesor, y de nuevo todas las cabezas se bajan, y siento que me tambaleo un poco hasta llegar hacia el profesor Cornell, él está levantando la hoja sobre mis ojos, moviéndolo de un lado al otro, y tiene una de sus sonrisas asquerosas en el rostro. Tengo que poner toda mi fuerte de voluntad para no rodar los ojos —. Vamos, Louis, no tenemos todo el día.
Suelto un bufido y cojo la hoja, yéndome directamente a mi siento de siempre. A la izquierda del salón, en la penúltima fila. Y la única persona con la que tengo contacto es Hannah. Pero no es como si ella supiera demasiado, también, incluso tarda en responderte cuando le haces preguntas fáciles. Y sé, que, oficialmente, voy a reprobar. Pero intento entender algunas cosas, pensar en el profesor Cornell mientras explicaba, aunque yo realmente estaba ocupado en otras cosas como dormitar contra mi asiento. No hay muchas opciones, y comienzo a escribir el nombre de Nick en la esquina de la hoja, ya que ver los números y las letras me irritan un poco.
El examen dura poco, al parecer, no mucho después Cornell se levanta y dice que tenemos cinco minutos para terminar. Sigo dibujando el nombre de Nick y haciendo corazones deformes a su alrededor (no apropósito).
—Bajen sus lápices —medio grita el profesor, y estoy seguro que no han pasado ni siquiera tres minutos. Cojo un borrador y limpio cualquier rastro de los dibujos en la hoja, pienso rápidamente si es bueno colocar mi nombre en el examen, quizás, si no lo hago, podre culpar al profesor de perder la hoja y tendré otra oportunidad de rendir, aunque sé que eso sería más un milagro que otra cosa. Cornell se levanta y comienza a recoger los exámenes, y cuando llega a mi asiento casi se ríe por lo blanco que sigue estando mi hoja.
—Sera un gusto verte en el verano, Tomlinson —canturrea, cogiendo mi hoja con felicidad. Y sí, él es tan malvado como suena. Es como si disfrutara ver a los demás sufrir, como si disfruta de venir todos los veranos y enseñar, está tan loco.
Casi tengo el deseo de que se ahogue dentro de esas enormes tazas de café que siempre trae, que llevan esas estúpidas letras en mayúscula, que dicen: El mejor profesor del año. Mentiras, obviamente.
Hannah está lloriqueando, diciéndole a su amiga que va a reprobar y no quiere ir a clases de verano, que quiere estar allí para la graduación y estoy tan deprimido como ella, así que ni siquiera puedo reírme de la forma en la que su cara se torna completamente roja y soba su nariz de una forma explícitamente horrorosa. Probablemente esté como ella más tarde.
La siguiente clase es Artes y Zayn se sienta a mi lado, y no deja de hablar sobre las vacaciones, aunque aún faltan dos semanas. —Ya me veo fuera de esta mierda —susurra, casi como un silbido en la esquina de su boca. No lo estoy mirando directamente, pero de algún modo se que sus ojos están brillando—. Si tenemos suerte, vamos a convencer a Liam para ir quince días a su casa en la playa ¿Te imaginas? Libre de padres y ya no estaré levantando tu trasero fuera de la cama.
—Bien por ti y mi trasero —digo, medio inconsciente. Zayn no se ríe, él casi nunca se ríe de mis comentarios tontos, él piensa que los hago para parecer interesante, pero aun no se ha dado cuenta que ni siquiera pienso antes de hablar.
—Creí que estarías más emocionado —casi suena traicionado. Se inclina un poco hacia mí, y observa lo que estoy haciendo, escucho su gruñido cuando nota que escribo otra vez el nombre de Nick en la parte trasera de mi cuaderno, y no es como si lo hiciera para fastidiarlo, lo he estado haciendo desde hace unos meses, de todos modos. Zayn hace un movimiento brusco y su lápiz rápidamente está rayando mi hoja, marcando una equis por todas partes.
—Oye —me quejo, cerrando mi cuaderno rápidamente, creando un sonido sordo. Zayn rueda los ojos, su rostro cerca del mío—. No estoy emocionado —le hago saber, y él enarca una ceja, puedo oler su colonia ahora, y sé porque las chicas siempre están hablando de lo caliente que es. Tomo una bocanada de aire antes de seguir hablando—, Probablemente me quede en verano —mi voz sale bajita, casi con temor. Y estoy consciente de que Zayn me ha escuchado, ya que se aleja, sus ojos tornándose oscuros.
— ¿Qué mierda, Louis? —dice, lo suficientemente fuerte como para que la profesora deje de hablar y nos mire, como el resto de la clase. Me encojo de hombros, y el rostro de Zayn brilla por vergüenza, o furia, tal vez ambos. Me observa una vez más por el rabillo del ojo cuando la profesora suspira y continua con su clase, noto como Zayn niega con su cabeza, cansado.
Le he prometido que este año no iba dejar ninguna materia para verano, ya que el año pasado Liam convenció a sus padres de dejarnos ir a la casa de playa por más de un maldito mes, pero lo arruine todo cuando decidí no estudiar para Historia, y estuve casi un mes con mi madre regañándome y Zayn diciendo que era un maldito irresponsable. Y ahora, si tenemos suerte, los padres de Liam vuelvan a aceptar, pero por supuesto que tenía que volver a joder todo.
Quizás debería dejar mi orgullo a un lado y pedirle a Zayn ayuda, no se puede negar, después de todo.
Liam se sienta junto a nosotros a la hora del almuerzo, y Zayn se sienta a su lado porque aun está algo frustrado por mí y mis malas calificaciones. Te lo dije, él es como una mamá gruñona, pero como siempre, Liam es el padre que lo entiende todo, y solo hace una de sus sonrisas tranquilizadoras cuando Zayn le cuenta sobre su mal humor.
—Oh, ¿Estás mal en Matemáticas? —me pregunta, picando con su tenedor un tomate. Observo todo lo que contiene su bandeja; jugo de naranja, ensalada, y uno de esos panques de queso. Casi quiero vomitar mi café de la mañana. En cambio yo apenas puedo comer mi ensalada sin tomates, porque detesto el tomate.
Asiento con la cabeza para responder a su pregunta, y él solo me devuelve el gesto.
—Zayn ¿Qué tu no eras bueno en matemáticas? Aun queda un examen más, si lo hace bien, podremos ir de vacaciones, después de todo —Le doy gracias mentalmente a Liam por eso, ya que ahora no tendré que pedirle personalmente a Zayn, y no tendrá que actuar como si yo dependiera de él todo el tiempo.
Zayn ladea la cabeza perezosamente, murmurando algo antes de sorber un poco de su agua con gas.
—Bien, te voy a ayudar, pero debes esforzarte, Louis —dice, señalándome con uno de sus dedos. Estoy por contestar, pero mi vista se bloquea por dos suaves manos. Liam se empieza a reír y la sonrisa en mi rostro aumenta.
—Hey, Nick —digo, tomando sus manos, que se apartan cuando él se desliza a mi lado. Coloca un brazo alrededor de mis hombros, y saluda a Zayn y a Liam con un asentimiento de cabeza.
—Hola, Louis —susurra en mi oído, para luego besar mi mejilla. Muerdo mi labio para contener otra de mis sonrisas, y acomodo mi cabeza en su hombro.
—Ustedes se ven bien juntos —dice Liam, como siempre, probando otro bocado de su ensalada. Escucho la risa nerviosa de Nick como viento bajo cerca de mí. Trago saliva porque no hemos hablado de “eso” aun, ya sabes, dar el paso importante. Él no parece una de esas personas que tienen miedo a quedar atados, y a mí me encantaría poder llamarlo novio sin sentirme culpable en mi cabeza.
—Lo hacemos ¿Verdad? —Nick suena orgulloso y hace que la sensación cálida en mi pecho corra a través de todo mi cuerpo. Levanto mi mirada hacia él, y Nick está mirando, con sus ojos claros que parecen infinitos, y luego me está besando por un segundo. Se aparta cuando Zayn gruñe.
—Personas aquí estamos comiendo —canturrea, fingiendo fastidio. Nick vuelve a reír y yo cojo mi tenedor de plástico y se lo tiro a Zayn, y este golpea nada en especial, fallando. No es como si a Zayn le molestara Nick, él es así con cualquier demostración de afecto, realmente, si tuviera un problema ya lo hubiera dicho ya que es un chico bastante directo. Como esa vez que sospechaba que yo era algo más que heterosexual, me lo preguntó como si nada y yo le respondí de la misma manera, y me había sonreído y habíamos seguido mirando la televisión y nada había pasado realmente.
Liam comienza a hablar del equipo para llenar el silencio que llega de pronto, y Nick acaricia mi espalda, trazando círculos imaginarios, vuelvo a sonreír.
—Tengo que decirte algo hoy —susurra, para que nadie más escuche—. ¿Quizás quieras venir a mi casa? Eso de las siete, tengo que terminar un trabajo y luego estaré completamente libre. Y mis padres no están así que…
—Está bien —digo, simplemente. Se relame los labios, asintiendo, entonces aparta su brazo y su cuerpo y me quedo un poco decepcionado.
—Tengo que irme —dice, a todos en general. Vuelve a besarme un segundo en la comisura de los labios, y se despide de Liam y Zayn con un apretón de manos. Observo como camina hacia la misma mesa que están Hannah y cualquier persona que tenga algo que ver con el equipo de básquetbol, Hannah es solo una porrista mas, pero Nick esta allí nada más porque le agrada a los jugadores, y Liam también debería estar allí, pero parece disfrutar de los gruñidos de Zayn y mi etapa de enamoramiento estúpido.
Seguimos comiendo cuando alguien se queda parado frente a nuestra mesa, Liam y Zayn levantan la mirada, pero yo ni siquiera lo intento.
—Hola, amigo —dice Liam, y es ahí cuando levantando la mirada, para encontrarme con Harry Styles sonriendo hacia mí.
—Hola —él dice, feliz, hay una hamburguesa en su bandeja y casi puedo oler la grasa de la carne desde mi lugar. Harry mueve nerviosamente sus pies —. Hola, Louis —saluda, dándome una de sus sonrisas con hoyuelos. Hago un asentimiento rápido y finjo estar muy concentrado separando los tomates de mi ensalada. Puedo sentir la mirada de Zayn en mí, desaprobadora.
—Uh, te he visto jugar el sábado pasado —tartamudea Harry hacia Liam, tratando tontamente de no sonar decepcionado—. Estuvieron geniales.
—Gracias, amigo –Liam exclama—. Hemos estado practicando realmente duro este año.
—Lo he notado, sí.
De repente siento tres pares de ojos sobre mí, y casi quiero desaparecer. Levanto la mirada otra vez hacia Harry, y por supuesto, él tiene que estar mirándome con sus brillantes ojos verdes.
—Supongo que me voy —dice, sin dejar de sonreír. Él nunca lo hace —. Adiós, Louis —medio suspira, antes de darse la vuelta. Me quedo mirando la parte trasera de sus converse rojos hasta que se sienta junto a Niall Horan, a unas tres mesas alejadas. Cuando nota que todavía lo estoy mirando, su sonrisa se amplía hasta que me recuerda a ese personaje de Alicia en El País de Las Maravillas, el gato y su escalofriante sonrisa enorme.
Aparto la mirada y Zayn se está riendo ahora, por supuesto que él lo hace.
—Él esta tan enamorado de ti, Louis —me dice, entre risas.
Hago una mueca. No es que Harry me moleste, pero él es algo extraño de una forma ñoña, comparte clases de dramatización conmigo, y aunque jamás me dijo que le gusto, es algo bastante obvio porque hasta Zayn se permite reírse un rato por la forma en la que mi rostro cambia completamente cuando Harry está alrededor. Y otra vez, no es como si lo odiara, eso sería tonto, pero él tiene esta forma de hablar tan lenta que hace que me desesperé, y su cabello está lleno de rizos desordenados y él en general es una cosa torpe y llena de felicidad. Y yo soy todo lo contrario a eso, hablo rápido y Lottie dice que mi voz es algo chillona, y soy tan perfeccionista que hasta a veces a mí me molesta. Es cuestión de personalidades, supongo.
—Déjalo ya, Zayn —Obviamente Liam está diciendo, al ver que no estoy contento, y vuelvo a agradecerle mentalmente. Liam es como el equilibrio que nos mantiene a Zayn y a mí calmados, como una de esas balanzas.
N/A: Los capitulos estaran dividos en partes porque son solo cuatro o cinco y son largos.