<<Sus técnicas son muy rápidas -dijo el del País de los Campos de Arroz, al cual oía distorsionado- Pero las nuestras van a la velocidad del sonido -el chico cayó al suelo de rodillas, incapaz de librarse de los efectos- Te demostraré que hay muros que no puedes escalar solo con esfuerzo.>>
El mayor estaba demasiado mareado. Cayó al suelo en cuatro patas, y devolvió todo el estómago. Inmediatamente, sintió un dolor agudo en su oído. La sangre comenzó a salir como un hilo, debido a la lesión interna que había provocado el sonido a esa frecuencia.
-¡Lee! -se preocupó Kiba.
-*Mi oído izquierdo...* -pensó el chico con angustia.
Dosu levantó el brazo derecho, jalando su manga para mostrar el aparato incrustado.
-Es cierto que tengo un pequeño truco -admitió- Es inútil que esquives mis ataques.
Kiba concentró chakra en sus extremidades para tratar de despertarlas. El ataque había sido bastante potente, tanto que aún no lograba liberarse. También había oído el sonido con el que el de vendas atacó, por sus sentidos aumentados, aunque gracias a que no estaba tan cerca como Lee, no le afectó. Supuso que ese era el medio de que quedara tan dañado. Su oponente se lo confirmó con las palabras que dijo después.
-Es el sonido -explicó- Aunque esquives mi puño, el sonido te atacó.
-*¿El sonido?* -pensó el alumno de Gai.
-¿Saben lo que es el sonido? -cuestionó arrogante el Genin- Son vibraciones en el medio de transporte. Oímos cualquier sonido porque el tímpano detecta las vibraciones del aire. El tímpano humano se rompe si superan los 150 fonios. Además, sacudir los conductos circulares que hay más al fondo hace que se pierda el equilibrio -rió con malicia, mientras los de Konoha se sobresaltaban- Pasarás un tiempo sin poder moverte a voluntad.
-La técnicas anticuadas de taijutsu no harán nada contra nosotros -continuó Zaku- No lo hiciste mal, pero también vieron y experimentaron mi técnica, así que no saldrán ilesos de aquí -levantó los brazos, cruzándolos y miró a Kiba- Yo controlo las ondas ultrasónicas y la presión del aire hasta hacer polvo incluso las rocas. Eso que te di a probar, no era ni la décima parte del poder real de este jutsu. No me costó enviar una onda capaz de paralizarte por completo, y tampoco tengo nada que envidiar de sus estúpidas técnicas.
Los pequeños orificios en sus manos expulsaron aire, demostrando su habilidad con el jutsu, y alertando a los ninjas. Kiba puso un poco más de esfuerzo, canalizando más chakra a su cuerpo. Si no lograba liberarse, iban a matarlos, y luego a sus amigos. Poco a poco, sus músculos se relajaban y volvían a la normalidad. Impulsó más chakra, acelerando el proceso.
-*Maldición* -pensó el mayor, frustrado. Recordaba aquel día en que dominó la técnica, cuando su maestro le impuso aquella condición tan importante.
Flashback
-Lee, la condición para usar esta técnica es que necesites proteger a alguien que te importa -decía Gai.
-¿Proteger a alguien que me importa? -cuestionaba el menor, confundido.
El mayor, confiando en que, cuando llegara el momento, lo entendería, colocó una mano en su hombro y se agachó un poco para estar a la altura de su alumno.
-Pero estoy orgulloso de tí por aprenderla -rio satisfecho y picó su frente con un dedo, jugando- Bien hecho, Lee.
Fin del flashback
-*Maldición* -se repitió el pelinegro. Sentía una impotencia extrema al estar tan débil frente a sus oponentes, habiendo dado todo de sí para derrotarlos y que fuera inútil.
-Muy bien -se decidió Dosu, mirando al castaño- ¡Vas a decirme dónde están nuestros objetivos!
Echó a correr con rapidez hacia él, con su brazo derecho preparado para lanzar un ataque. Sabía que el ataque de Zaku debería haberlo dejado paralizado, así que confiaba en que sería bastante fácil. Luego le sacaría la ubicación, lucharía contra Sasuke y se llevarían a la Uzumaki.
-*¡Ya viene!* -pensó, preparado para recibirlo. Había estado recuperando chakra, mientras fingía estar paralizado, y como solo lo concentraba en piernas y brazos mientras lo hacía circular, no había perdido más. Por supuesto que no había logrado recuperar demasiado, pero sí lo suficiente para moverse y pelear. Sacó un kunai de su porta armas y se levantó, en pose de defensa. Notó por el rabillo del ojo como su superior intentaba levantarse- ¡Lee, quédate donde estás! ¡Yo me encargo!
-Sigues afectado por el ataque de antes -notó el de vendas- Me sorprende que puedas moverte, pero no eres tan rápido como antes.
Lanzó un golpe con su artefacto, a lo que el Inuzuka respondió bloqueándolo con su brazo. El sonido se expandió en ondas por todos lados, como una corriente agudísima.
-Mi brazo aumenta hasta el extremo el sonido que se genera en él. Es un altavoz -proclamó con altanería, seguro de su victoria- Pero el sonido del impacto no viaja en una sola dirección. Puedo dirigirlo hacia mi oponente con chakra.
-¡Kiba-kun! -gritó Lee desde el suelo, recibiendo una patada por parte de Kin para que se callara.
-Demasiado escandaloso -se quejó ella, con una mueca de disgusto.
Al recibir el ataque de ondas sonoras, Kiba cayó al suelo como saco de papas, sin moverse. Su cara mostraba una expresión aturdida, y temblaba mucho. Akamaru no estaba mejor. Ambos parecían sufrir aún más que el de spandex.
-*Es natural -pensó preocupado el chico- Son del Clan Inuzuka, especializados en combate con perros. Sus sentidos son más agudos que los del ninja promedio, sobre todo el oído y el olfato. Si hay alguien vulnerable a ese jutsu, es Kiba-kun.*
-Es hora de acabar con esto -concluyó el líder del equipo de Oto, levantando su brazo.
Entre los arbustos, a unos 150 metros de ahí, el Equipo 10 observaba la batalla.
-Vayámonos -pidió Chōji- Estos tipos son muy peligrosos.
-Sigo sin ver a Sasuke o a Nozomi -dijo Shikamaru- Por lo que dijo el tipo momia, Kiba los escondió. Seguramente están inconscientes o muy heridos como para pelear. Ninguno de ellos se quedaría quieto ante una situación así si estuvieran ilesos. Ya superaron a Lee y a Kiba. ¿Qué vas a hacer, Ino? -cuestionó a su compañera de equipo.
-¿Que qué haré? -respondió, aturdida por la situación frente a ella.
Shikamaru chasqueo la lengua con fastidio y frunció el ceño, pues le había repetido la pregunta.
-Si matan a Kiba, Nozomi estará en peligro e indefensa. ¿No te importa? -la rubia se tensó- Se supone que eres su amiga, ahora que lo pienso, su única amiga mujer.
La Yamanaka tragó saliva ante el miedo, pero al mismo tiempo, recordando aquellos momentos sucedidos hacía años, cuando Nozomi, Sakura y ella todavía eran unas niñas.
Flashback
Nozomi, Ino y Sakura estaban sentadas en una banca del parque donde solían juntarse para jugar. El viento jugaba con sus cabellos, largo y cortos respectivamente.
-Oigan -llamó la pelirrosa, con la mirada baja.
-¿Por qué te pones tan seria, Sakura-chan? -sonrió la Uzumaki
-Mh, sabes que puedes contarnos todo -asintió la rubia.
-Oigan, Ino-chan, Nozomi-chan -agarró sus manos en su regazo.
-¿Qué sucede? -preguntaron al mismo tiempo, para luego mirarse y sonreír- ¡Mala suerte! ¡Ey!
-Oí... -continuó la Haruno con timidez, haciendo que la miraran- Oí que les gusta Sasuke-kun.
-¿Eh?
-¡¿EH?!
Mientras una se sonrojaba levemente, la otra se caía del asiento por la impresión.
-¡¿Ese niño feo gustarme a mí?! -reclamó la pelirroja, con una mueca de asco horrible- ¡Ni en mis peores pesadillas!
Se levantó del suelo y se apoyó en la banca, fingiendo vomitar.
-Veo como lo miras, Nozomi-chan -refutó Sakura, haciendo caso omiso de su actuación- Siempre te acercas a él, peleas con él para llamar su atención.
-¡Peleo con él porque es un tonto y debo dejarlo en su lugar! -insistió ella, aunque en el fondo, sabía que no era cierto- *Él es el único que se parece a mí* -pensaba. La niña detectó la mentira en los ojos de su amiga.
-No te creo, sé bien que te gusta. Entonces, a partir de ahora, seremos rivales -determinó la de ojos verdes, caminando lejos de ahí.
La ojizafiro y la ojicielo se quedaron mirando la espalda de su antigua amiga, sintiendo que todo había pasado demasiado rápido.
-Tú si me crees, ¿Verdad, Ino-chan? -preguntó, asustada de que le pasara lo mismo. No quería quedarse sola, no otra vez. No podría soportarlo.
-No te preocupes, Nozomi-chan -respondió ella, con semblante dolido- Yo te creo.
Las dos se abrazaron, reconfortándose mutuamente.
Fin del flashback
-*¿Por qué recuerdo eso ahora?* -se preguntó Ino, sintiéndose tiesa e impotente.
-Oye, Ino -llamó el Nara, haciendo que volteara a verlo- ¿Qué harás?
-Sé lo que pasa, pero no puedo hacer nada -respondió, enfadada- Sería temerario salir a ciegas -Shikamaru la miró sorprendido, pero luego frunció el ceño- *Y aunque saliera, solo conseguiría que me mataran* -pensó, con las piernas temblando de miedo.
Por otro lado, Dosu bajaba su brazo a toda velocidad, decidido a darle el golpe final a su oponente. Justo cuando estaba por conectarlo, el chico se apoyó en cuatro patas y, tomando el pellejo de su cachorro entre los dientes, saltó fuera del alcance del jutsu. Ambos se pusieron en pie, y el castaño lanzó varios kunais. Aún no tenía el chakra suficiente para hacer su Gatsūga.
Zaku se puso en frente con rapidez, soplándolos con el aire a presión que salía de sus palmas. Lo que no sabía, era que estos tenían papel bomba adherido a ellos, por lo que al mínimo contacto con el jutsu, explotaron en su cara. De todos modos, el aire llegó hasta el Inuzuka, que se movió velozmente para esquivarlo, notando a la pelinegra cerca de él. Sonrió burlón sin que nadie se percatara y se dejó atrapar. La chica lo agarró por la cabeza, "sometiéndolo" contra el suelo con una llave.
-Vaya, parece que tu jutsu no le hizo efecto, Dosu -se burló.
-¡¿Cómo hiciste para librarte del impacto?! -gritó enojado el de Oto.
-¿Te engañé? -preguntó altanero- Solo un baka revela sus técnicas al enemigo, baka -sonrió de lado- Escuché todo su parloteo. Pero como yo no soy baka, no te diré cómo lo hice. Baakaa~
-¡Maldito! -gritó, abalanzándose a él. La fémina se hizo a un lado, sabiendo lo que iba a pasar. Con su artefacto lo golpeó una y otra vez, pero, aunque sacaba cada vez más sangre en las zonas golpeadas y los moretones y chichones se hacían presentes, el jutsu no tenía efecto.
-Si serás idiota -se molestó Kin- Debemos ir por el objetivo.
-Zaku, vuela el claro y encuéntralos. Luego mata a ese tal Sasuke delante de este tipo -ordenó, sin dejar de golpear al chico, que se veía irreconocible a estas alturas.
-Buena idea -concordó- A ver si así aprende a no burlarse de nosotros.
-*No se lo permitiré* -pensó el castaño, sabiendo que era hora de actuar.
-¡No te muevas! -amenazó, con un kunai en su cuello, resignado ya a que su jutsu fuera inútil.
-K-Kiba-kun -murmuró Lee a duras penas.
-Entonces, ¿Empezamos? -dijo el pelinegro consciente, con mofa. Apuntó a un árbol cercano y disparó su jutsu. Las raíces quedaron destruidas, pero no había nadie ahí. Siguió haciéndolo con todos los sitios que consideraba un potencial escondite.
Mientras tanto, dentro de la cueva, Sasuke empezaba a emitir un chakra morado y oscuro. Provenía del símbolo de tres tomoes en su cuello, la marca de Orochimaru. Nozomi hizo una mueca al sentirlo, aún inconsciente.
El chico no se iba a dejar capturar así. Dio un fuerte golpe con el pie en la espinilla de su enemigo, haciéndolo alejar el kunai de su cuello. Luego le dio un puñetazo en el estómago, alejándolo. Saltó para tomar distancia, pero Dosu lo atacó. El chico se protegió, sin dejar que el jutsu le hiciera daño. Al ver esto, Akamaru también fue atacado, llevándose un corte en la pata, largo pero no muy profundo.
-*Yo... -pensaba con determinación, mientras esquivaba una patada- No volveré a ser una carga. Siempre me han protegido, a pesar de que me entrometa en sus planes y se los haga difícil. Esta vez debo ser yo. Esta vez tengo que proteger a los que me importan.*
Zaku seguía destruyendo su alrededor. Ino y Shikamaru se alarmaron, pues este no parecía querer parar hasta encontrarlos.
-¡Sasuke y Nozomi también corren peligro! -exclamó el ojicafé.
-*¿Qué debería hacer?* -pensó Ino.
El usuario de ninken lanzó un kunai al Kinuta, mientras Akamaru lo mordía en la pierna, desgarrando su piel. El cuchillo fue esquivado, y, por coincidencia o destino, se llevó unos pocos cabellos de la Yamanaka al pasar junto a ella y clavarse en un árbol. Al verlos, moviéndose con el viento, recordó el día en que, cuando niñas, la ojizafiro le reveló su inseguridad más grande. Aquel día en que entraron a la Academia Ninja.
Flashback
Era un soleado día de primavera. Ino y Nozomi entraban juntas a la Academia Ninja. Este sería el primer día de la ojizafiro. Apenas pusieron un pie dentro, obtuvieron la atención de todos los que pasaban por ahí. Los cuchicheos, las risitas y las miradas de odio de los mayores no tardaron nada en empezar. Todos miraban directamente a Nozomi, lo disimularan o no. Ella frunció el ceño y levantó la barbilla, caminando como si la Academia fuera suya, para demostrarles que "no le afectaba". Ino la siguió, extrañada de lo que pasaba.
Cuando inició el receso, salió un momento al baño. No sabía si tardó mucho o qué, pero cuando volvió, su mejor amiga estaba rodeada de chicos que la apuntaban y se reían.
-¡Tomate! -dijo uno- ¡A partir de hoy vamos a llamarte tomate!
-¡Tienes una cara redonda y el cabello rojo! -le siguió otro- ¡Pareces un tomate!
-¿Desde cuando los tomates pueden ser Hokage? ¡Odio los tomates!
-¡Yo también! ¡Nunca lo como en ensalada!
-Un tomate al que todos odian nunca podría ser aceptado.
Todos rieron ante esto. Ino estaba furiosa. Nadie insultaba así a su mejor amiga y salía airoso. Se acercaba lentamente para gritarles, pero Nozomi actuó antes.
-¡Festival de Tomates! -gritó uno, al ver como la Uzumaki se sonrojaba por la vergüenza. Tomó uno de sus mechones rojos y lo jaló- ¡Es hora de cosechar!
Definitivamente no contaba con que ella lo agarrara fuerte de la muñeca, obligándolo a soltarla.
-¿A quién estás llamando "tomate"? -preguntó enojada- Escúchame bien. No me gustan los tomates dattebane.
Y con eso dicho, lo sujetó más fuerte y lo lanzó a sus compañeros, derribándolos cual boliche. Tomó el cuello de la camisa del que había comenzado y comenzó a golpearlo en la cara.
-¡Si continúas llamándome tomate, te arrepentirás dattebane!
Cuando las clases terminaron, Ino se llevó a la pelirroja aparte, antes de que llegara su padre por ella.
-Nozomi-chan, ¿Qué pasó allá? Nunca te había visto tan alterada.
-Se estaban burlando de mi cabello dattebane -cerró los ojos y apretó los puños- No me gusta. Nunca me ha gustado mi cabello. Lo odio. Es demasiado grueso y se enreda fácilmente. Para empeorarlo, no me lo sé cortar, y tampoco puedo comprar tinte para al menos cambiarlo de color.
-No dejes que lo que digan te afecte. Alza la cabeza y actúa como si fueran invisibles -recomendó la mayor. No le gustaba verla así.
-Gracias, Ino-chan -sonrió un poco, pero inmediatamente se preocupó- ¡Promete que nunca le dirás a nadie!
-Lo prometo, Nozomi-chan.
Fin del flashback
Observó las delgadas hebras rubias, recordando el cabello rojo que tan bien conocía.
Por otro lado, Kiba seguía peleando. Se esforzaba todo lo que podía para proteger a sus amigos. No podía perder esa batalla se dijo, perdido en sus pensamientos.
-*Siempre creí que era un buen ninja -cavilaba, esquivando un golpe del artefacto- Siempre peleaba con cualquiera, como si fuera mejor que ellos. Cuando entré al Equipo 7, en las primeras misiones, lo único que hacía en realidad era mirar sus espaldas. Pero ahora...-dio una patada en el costado del de vendas.
Flashback
-Fūma Shuriken: Kagefūsha.
-Un shuriken no funcionará contra mí.
El chico saltó en el aire, y, con un movimiento giratorio, lanzó el shuriken con precisión.
-Ya veo. Esta vez vas por el auténtico. Pero -dijo mientras detenía el arma al vuelo- es demasiado sencillo para mí.
Sin embargo, otro shuriken salió volando, inmediatamente después de que el primero fuera detenido.
-*¿Otro shuriken estaba en la sombra del primero? Es "Kageshuriken no Jutsu"
Parecía que esta vez, Zabuza no tenía escapatoria, pero, justo cuando el arma iba a hacer impacto, el renegado saltó, esquivando el ataque. Los Gennin del equipo siete sonrieron con burla, sabiendo que la batalla estaba ganada. El shuriken que acababa de ser esquivado, explotó en una nube de humo y se transformó en Nozomi. La kunoichi lanzó un kunai hacia el brazo del renegado.
-¡Toma esto!
Como si la sorpresa anterior no fuera suficiente, el kunai se transformó en Kiba, que estaba usando el Jutsu secreto de su clan.
-¡Shikyaku no Jutsu!
Fin del flashback
-*El Equipo 7 pelea protegiéndose los unos a los otros. Es así. Incluso Lee peleó, dispuesto a protegerme para que yo protegiera a Nozomi-chan, que, estoy seguro, protegería a Sasuke, incluso tan débil como está. Arriesgó la vida, combatiendo lado a lado conmigo, sin importarle el examen ni los pergaminos. Me ha enseñado algo.*
Flashback
-¡Kiba! -sonreía Nozomi, con las manos en la nuca.
-Kiba-kun -decía Lee.
-Kiba -terminaba Sasuke, sonriendo de lado.
Fin del flashback
-*Yo también seré como ustedes. Ya me han protegido en este examen. Es hora de que les devuelva el favor.*
Con esa resolución, dio una patada cargada de chakra y mandó a volar a Dosu. Zaku chasqueó la lengua, viéndolo levantarse.
-¡Kin! ¡Mátalo! -ordenó el de vendas, viendo que estaba muy cerca de ella.
La chica se abalanzó a él, intentando clavar un kunai, pero solo logró hacerle un corte que manchó su kunai de sangre antes de que el castaño terminara una sucesión de sellos. Kiba explotó en una nube de humo, siendo reemplazado por un tronco.
-¿Kawarimi no Jutsu? -se preguntó la kunoichi.
El de Oto juntó sus manos, acumulando chakra para su técnica, dejando expuestas sus palmas.
-*¿Está a la derecha? ¿Por quién me tomas? -miró hacia allá, viéndolo correr hacia el, con su perro en la cabeza, fingiendo dormir plácidamente, como burlándose de él- Tienes agallas para enfrentarme con un ninjutsu tan básico.*
Kiba lanzó varios kunais hacia él. Zaku miró a su compañera
-¡Kin, aléjate! -ordenó- *Presión del aire: 100%. Ondas supersónicas 100%.* ¡Zankūha!
El aire salió disparado, atacando al castaño. El Inuzuka sonrió de lado e hizo más sellos, iguales a los de antes. El moreno quedó sumamente sorprendido cuando, en lugar de que su enemigo recibiera el ataque, era él mismo quien lo hacía.
-Una útil función del Kawarimi no jutsu que acabo de descubrir. Con este jutsu, puedes intercambiarte con cualquier cosa -dijo burlón, viendo al ojinegro salir volando, cortado por los kunai- Mi trabajo ha terminado, el combate lo gané yo -se jactó.
-¡¿Qué diablos estás diciendo?! -el Abumi estaba fúrico- ¡No me subestimes!
Kiba simplemente sonrió a lo grande mientras sacaba un montón de bombas de humo y las dejaba caer por todo el claro. La visión de los de Oto se nulificó, no podían ver mas allá de donde estiraran sus brazos. De ese modo, tendrían que fiarse de su oído.
-¡Esto no te servirá! -exclamó la chica- ¡Somos de Otogakure, te localizaremos con el sonido!
Kiba apareció silenciosamente detrás de ella.
-*¡Por favor! -pensó- Mi clan tiene el oído y el olfato más desarrollados de toda la aldea. Gracias al entrenamiento de Kakashi-sensei, puedo agudizar mi audición al punto de oír y regular el sonido de mis pasos con el chakra. También tienen mi sangre encima, se exactamente dónde están por su olor. No podrán prevenirme. Además, envié a Akamaru para distraerlos, sabe muy bien como fingir mis pasos.*
Y tal como pensó, al estar tan confiada, creyendo saber su localización, no reaccionó a tiempo cuando el chico la noqueó. Solo soltó un grito ahogado. El chico sonrió satisfecho.
-*Una menos, quedan dos*
Pero como bien dicen, el mejor momento de cazar a tu presa es cuando ella está cazando a su presa, pues centra toda su atención en esta.
Zaku y Dosu llegaron con él al oír el grito y, mientras uno lo paralizaba, el otro aprovechó que tenía su oído agudizado para atacarlo, usando su Kyōmeisen. El de Konoha cayó tan tieso como una roca, con los tímpano destrozados, lo bastante cerca del Equipo 10 como para que lograran verlo, pero no podían escucharlos.
-Esto va mal -susurró el Akimichi angustiado
-¡Oye, Ino! -apremió Shikamaru.
El del Equipo 7 se levantó a duras penas, mareado y entumecido, pero aún dispuesto a luchar. Sacó un kunai de su porta-armas y se colocó en posición defensiva. Akamaru llegó a su lado a toda prisa.
-*No, esto no es nada -se convencía, ignorando el terrible dolor que le causaba levantarse- Debo protegerlos a todos.*
-¡Estúpido mocoso! -se quejó Zaku, apuntándolo con sus palmas.
Justo cuando iba a mandarlo a volar, el Equipo 10 se interpuso entre ellos, con Chōji siendo jalado de la bufanda por Shikamaru. Las miradas sorprendidas por parte de todos no se hicieron esperar. El pelinegro sonrió de lado.
-Se unió más gente rara.
-Shikamaru... Ino... Chōji... -el chico estaba atónito- ¿Qué hacen aquí?
-No voy a dejar morir a mi mejor amiga, ¿Sabes? -lo miró por el rabillo del ojo- Y sé que te aprecia mucho, así que harías bien en no morir mientras nos encargamos de esto.
*****************************
¡Un capítulo más terminado! Casi dejo ganar a Kiba, pero aún no tiene el nivel necesario. La situación está en manos del Equipo 10.
Tsuki-san ¡Se va!