(En multimedia se encuentra como es que me
imagino los ojos de Amelia.)
Todos desean estar en la cima del éxito, sentirse poderosos y ser más que los demás, así sintiendo el sabor y poder de la gloria...
Pero ¿y el infierno? Muy pocos son los que desean conocerlo.
Desde niño, todos me repetían que sería un fracaso, en mi adolescencia fue lo mismo "ese asqueroso drogadicto de Brian será un auténtico fracasado".
La única que no creyó en esos comentarios me abandonó, quiso hacer su vida en África, apoyando a los demás.
Por eso, se lo dejé muy claro a Amelia. Conmigo es la gloria o el infierno, y con ella quisiera probar ambas, quisiera verla arder conmigo en el mismísimo infierno.
Observo en mi Rolex que tengo veinte minutos antes de que inicie la junta con esos nuevos inversionistas, y cierro los ojos recostándome pensando en ella y la noche anterior.
(Flashback...)
— Ambas — su voz sale en un susurro observando como su respiración es lenta.
Sonrió con diversión al verla tan excitada y en como pasa saliva cada vez que acarició su labio inferior.
La atraigo hacia mí y ella suelta un jadeo al sentir mi erección. Es imposible controlarme al ver su actitud: débil, cariñosa y atrevida.
— Debería de irme...
— Shh... — la calló con un beso y no pierdo ni un segundo en sujetarla de la nuca y profundizar.
Pido acceso para meter mi lengua y estas se entrelazan, chupando una y otra vez. Ella me acaricia el cuello y yo sujeto su cabello apartándola, quitando mi camiseta y ella ríe quitándose el vestido.
— ¿Venías preparada? — le cuestionó sujetando uno de sus pezones.
— No utilizo sostén.
Asiento masajeando y pellizcando sus pechos y pezones, estos últimos están duros y ella cierra los ojos disfrutándolo. Agarro su mano y la pongo encima de mi polla moviéndola de arriba hacia abajo.
— Tengo nov.. — no termina la frase cuando nuevamente la beso.
Me importa una mierda, si tiene novio o prometido. Ella muerde mi labio y es ahí cuando soy brusco con ella y la recuesto subiéndome arriba.
Bajo mi mano sin dejar de besarla y con mis dedos aparto su tanga y toco por encima, sintiendo lo húmeda que se encuentra y al tocar sus labios menores, ella tiembla.
— Brian.. — Jadea cuando intento meter un dedo.
Sus jadeos son gloria para mis oídos. Me aparto de ella y bajo quedando a la altura baja de su abdomen, meto dos dedos y ella sigue jadeando mordiéndose su mano para intentar controlarse.
— ¿Quieres más? — le pregunto acelerando el ritmo de mis dedos y ella no puede ni hablar.
Me encanta verla débil, temblorosa y al borde del orgasmo.
Hace puños sus manos gimiendo y su cuerpo se arquea cuando acelero un poco más. Cuando siento como sus paredes vaginales se contraen, me detengo.
— Te hice una pregunta. — le repito autoritario y ella responde.
— Si, Brian. — Alzo una ceja cuando abre sus ojos mirándome — Quiero que me folles.
Esas palabras son clave para poder cogerla. Ella quiere así que no la estoy obligando a ser una infiel.
Al momento de sacar mis dedos acaricio su vagina y chupo mis dedos con sus ojos puestos en mí y ninguno de los dos aparta la mirada.
Sujeto ambas piernas separándolas y paso mi lengua por su vagina, su cuerpo se estremece soltando un gemido.
Chupo sus labios y hago movimientos rápidos con mi lengua. Siento su mano sujetar mi cabello y soltar un fuerte gemido seguido de que su cuerpo se arquea.
— ¡Brian!
Cuando me alejo de ella saboreando su sabor dulce observo que su cuerpo tiene ligeros temblores, trata de controlar su respiración pero no puede.
El primer orgasmo de la noche. Su respiración es lenta y observo como su pecho baja y sube, su vagina está sensible que al simple tacto todo su cuerpo tiembla.
Ella sabe que esto solo es el comienzo, que esto solo fue una pequeña probada para lo que verdaderamente le espera.
Porque me quito el bañador y me subo arriba de ella, agarrando sus muñecas e inmovilizándola cuando la subo arriba de su cabeza.
Ella me mira nerviosa y solo me concentro en meter mi polla en su vagina.
— No está bien esto... — la embestida la calla.
Doy una y otras embestidas más fuertes y solo se dedica a gemir con los ojos cerrados. Trato de mantener mi mente en blanco para no eyacular dentro de ella pero al verla...
Aumenta la excitación y trago saliva al verla debajo de mí disfrutando de las embestidas duras y rápidas con los ojos cerrados y la boca entreabierta. Gimiendo mi nombre una y otra vez, pidiéndome que le dé más fuerte y la ahorque.
— ¡joder! — exclamó cuando siento como se me hincha la polla y ella se contrae viniéndose.
Salgo de inmediato y con mi mano me masturbo dejando caer toda mi leche en su parte baja del abdomen.
(Fin del flashback...).
Mi momento relajante lo interrumpe la voz de Greggory atrás vez de la videollamada junto con los otros cuatro inversionistas que se unen de inmediato.
— Es un gusto poder saludarlos, mi nombre es Greggory Wilson. — se presenta — Soy el encargado de economía de la empresa Davilson inc., su CEO aquí presente; Brian Davilson, les hablará acerca de nuestras propuestas.
Enciendo mi cámara y me enfoco en las propuestas organizadas por mi asistente, en la tableta.
— Lamento no estar presente en Italia, ante la junta que ya teníamos programada — me disculpo — Se me presentaron unos asuntos y tuve que viajar urgente. Como ya lo mencionó Greggory, soy el dueño de Davilson inc. Y actualmente me hago cargo de nuestra segunda empresa en Italia.
— ¿La que está en quiebra? — uno de los inversionistas me interrumpe y afirmó. — Esa realmente nos hace dudar.
Mi teléfono vibra con notificaciones de mensajes, seis mensajes de Fiódor dándome quejas sobre el comportamiento de Adrián.
— Es cierto que nuestras ventas han bajado en los últimos dos años. Y que otras empresas opuestas a nosotros han logrado más éxito, pero lo cierto es que me haré responsable de los próximos proyectos y triplicaremos las ventas. — Enseño las estadísticas — los Ricci han sacado un elaborado proyecto tecnológico, pero ¿qué es lo original? Es un simple reloj digital que otras marcas han sacado, la novedad de este es la batería solar que incluye.
— Perdóname por interrumpir Brian, pero estas en lo cierto. Frank junto a su hija han sabido dar un excelente marketing ante su proyecto, pero también es cierto; es que, es un reloj que todas las marcas de tecnología tienen. — lo confiesa un inversionista alemán.
Enseño imágenes de nuestra próxima camioneta con tecnología totalmente nueva.
— Llegar al mercado con este proyecto sería un éxito total. Una camioneta con modelos exclusivos que ofrece el mayor nivel de tecnología y con una excelente estética.
— Características del «modelo H» — habla Gregg — Siete puertas, nueve plazas, un maletero divido en dos y potencia junto con su carrocería lo indica en la imagen. Además de que ofrecemos modelos totalmente únicos y lo novedoso es que son blindados.
— Eso es una joyita.. — exclama uno.
Necesito inversionistas que no le teman al proyecto de greggory y mío.
— Eso es muy fantasioso Brian. — admite un ruso.— Te daré un consejo: Los millonarios solamente quieren aliarse con los ricci, miles de conocidos admiten que haciendo alianzas con ellos sus ganancias se duplican.
Es cierto que Frank es una máquina para hacer dinero, también se rumorea que él le está enseñando todas esas habilidades y teorías a Amelia. Ahorita ya no importa que tan innovador sea tu proyecto.
Importa el apellido y el éxito, y los ricci tienen ambas. Todos quieren hacer amistades con ellos y los empresarios les brillan los ojos cuando saben que tienen tres hijas; dos solteras y una comprometida.
Muchos los llaman "La clave para el éxito".
— Fue un gusto verlos, pero no me arriesgaré tantos millones ante este proyecto. Saludos a tu familia Brian. — vuelve a hablar el ruso.
Se sale de la videollamada y observo a los otros tres. Dos aceptan sin miedo mi propuesta y otro admite lo mismo que el ruso, termina la junta por línea y queda solo greggory.
— La próxima semana tienes otra junta hermano, no te preocupes.
— No estoy preocupado greggory, quisiera poder usar el dinero... — ni siquiera me deja terminar la frase cuando niega.
— Ya hablamos de eso, te dije que eso puede conectarnos con la policía y no queremos más problemas. — habla — Mejor dime, ¿qué haces en las Bahamas? Llevas una semana y le preocupas a tu madre..
Tengo el dinero para mi proyecto sin embargo hace un tiempo, la policía estaba investigándome. Podía sentir sus ojos detrás de mí cada que estaba en mi empresa, mi abogado pudo alejarlos, pero sería muy sospechoso usar ese dinero en la empresa que está en bancarrota.
Por otro lado, ante la tensión que tenía sobre esos italianos y mi jefe quise venir a las islas del caribe. El destino me trajo a las Bahamas y llevo una semana y ciertos días en este lugar.
Viajar es una actividad muy relajante para mí, y lo fue más cuando me topé a esa italiana.
Realmente es una mujer sumamente bella, tiene esa actitud que te hace querer conocerla y saber que es lo que oculta detrás de esos ojos verdes. Al pasar toda la noche follándola, pude contemplar su exquisito cuerpo y es que se veía como una diosa.
Esta mañana que desperté no la encontré, solo su tanga color rojo tirado a unos cuantos metros del sillón. Creo que salió huyendo apenas despertó y se dio cuenta que le fue infiel a su prometido.
Leonel D'Ángelo.
Desperté con una maldita jaqueca que lo primero que hago es ordenar un jugo de naranja frío y tres aspirinas. Después de unos cuantos minutos la mucama toca la puerta y pasa dejando una bandeja con un desayuno y lo que ordené.
Sin agradecerle se retira y me levanto de la cama en boxers. Mi maldita migraña tiene nombre y apellido, esa mujer arruinó este viaje, del cual había planeado con muchas actividades para nosotros.
Me trago las tres aspirinas y las paso con el jugo. Miro la maleta de Amelia y la cierro antes de ponerla en el piso, ayer actúe de una manera tan impulsiva que lo lamentó y le ofreceré disculpas, pero la manera en la que actúo y después llego oliendo a alcohol no fue la indicada.
Además, quien sabe con quién estuvo bebiendo. De tan solo pensar que estuvo con alguien más, me hierve la sangre e ignoro esos pensamientos ante la punzada en mi cabeza.
Checo mi teléfono y respondo unos cuantos mensajes sobre mis negocios, sin importancia cancelo unas cuantas citas y las reprogramó para dentro de dos semanas. Mi asistente Omar insiste con sus llamadas y se la devuelvo.
— Habla, rápido. —
— El encargado del concurso de ballet, me preguntan si le interesa participar de juez. — me informa.
¿Concurso de ballet? Ni sé que mierda se trata de eso.
— No me hables de tonterías Omar. —
— El teatro quiere donadores, señor por ello me pidieron que sea juez. —
— Mándame toda la información, la checo y pronto te doy una respuesta. — finalizó la llamada.
Desde que se anunció mi compromiso, muchas marcas y empresas se han interesado en mí. Propuestas desde modelaje hasta promoción en mis hoteles. Sin duda la familia Ricci, me han duplicado las ganancias.
Me alistó con un simple bañador negro, sin playera y tomo la llave junto al celular antes de salir del hotel. Al salir me encuentro con la misma mucama y le ordeno que limpie la habitación, camino por el pasillo hasta el final donde se encuentra la mejor amiga de la italiana.
Escogí a propósito la última habitación para ella, no quería que estuviera de chismosa con nosotros. Doy un par de golpes en la puerta y esta se abre dejando ver a la pelirroja.
— ¿Leonel? ¿Qué se te ofrece? — pregunta extrañada.
— ¿Se encuentra Amelia contigo?
— No.. — ¡maldición!
— ¿Estás segura? Porque en la mañana ella aseguró, que estaría contigo. — miento asegurándome de que esa niñita no esté aquí.
— Es la verdad, no la he visto desde ayer en la tarde que se fue corriendo. — lo último me mira con reproche y lo ignoro — He pasado toda la mañana organizando la junta de mañana con los inversionistas.
¿Inversionistas?
— ¿Quieres que te ayude? — me ofrezco de ayuda y sé ella acepta.
Se hace a un lado y me adentro a la habitación de la pelirroja, y ella no mentía al decir que Amelia no estaba aquí. La habitación está intacta, sin mencionar los papeles y laptop de la cama.
— ¿Has hablado con ella? A lo mejor y le paso algo malo... — se preocupa y la tranquilizó mintiendo.
— Si, ella fue a dar un paseo por todo el hotel y en la noche regresó — hablo — solo que en la mañana al despertarse, ella salió.
Tomo asiento en el borde la cama y Julisse imita lo mismo pero en el respaldo de la cabecera. Ella limpia sus ojos quitándose los lentes de aumento y suspira.
— Amelia es así... Desaparece de la nada y cuando menos lo esperas esta de regreso. — ella ríe — Una vez, su familia la creyó desaparecida y ¿sabes dónde estaba? En Francia tomando un respiro de su trabajo.
Ambos reímos, así que Amelia suele ser así..
— Ella suele darse vacaciones sin avisar. Su manera de ser cariñosa y amable también cambia, Amelia es una caja llena de sorpresas que con el tiempo lo vas a descubrir. — me asegura.
Le ayudo con sus pendientes ignorando la maldita jaqueca, ella me platica sobre mi repentina relación con Amelia.
— Nada es falso, llevo meses mirando las noticias y fotografías de tu amiga — soy sincero — Me gusta y cuando se presentó la oportunidad de conocerla, fue brillante.
Ella entre cierra sus ojos mirándome fijamente, pensando si es mentira o verdad. Y es que mientras más mentiras le digas a la gente hasta tu mismo te las vas creyendo.
— ¿Dónde la conociste? — me pregunta, pero le cambio la pregunta.
— ¿Terminamos? Tengo demasiada hambre..
Ella asiente y la ayudó a recoger los palés acomodándolos debajo de la laptop. Me levanto para salir y ella recoge su bolso, imitando mis movimientos.
Al salir me sorprendo al ver a Amelia saliendo del elevador. Ella está con la mirada hacia el suelo que ni siquiera nos nota hasta que su mejor amiga le habla.
— ¡Amelia!
El grito hace que ella nos mire, mirándome primero para después observar a su amiga.
— Leonel. — habla y caminamos hacia ella — ¿qué hacen juntos?
— Amelia — imitó su tono — Te estaba buscando cariño.
Ella me mira extrañada y su mejor amiga lo nota.
— Él dijo que estabas desayunando.. ¿Fue cierto? — lo último le sale preocupado y Amelia nos mira confundida.
Le lanzo una mirada de advertencia y ella lo nota.
— Sí...— su tono sale lento — Debo bañarme para la junta dentro de unas horas.
— Pero si es mañana. — le recuerda su amiga.
La observo y me tenso al verla: Cabello alborotado, sus sandialas las lleva en la mano y su maquillaje está todo corrido, sin mencionar que su vestido está arrugado y desaliñado.
¿Dónde diablos paso la noche?.. O mejor dicho ¿Con quién?
— Si es verdad.. — ella pasa de largo y cuando pasa por mi lado percibo el perfume varonil.
Mis sospechas se confirman y tenso mi mandíbula haciendo puños mis manos. Maldita hija de puta ¡Se acostó con otro!.
¡Maldita sea!