E X T R A 4
La cena había estado increíble y pasar parte de la noche con nuestras familias nos había alegrado de muchas maneras. Habíamos cenado con ellos en un pequeño restaurant de Holmes Chapel, pues nos encontrábamos celebrando nuestro regreso a Inglaterra.
Después de tres años, estábamos de vuelta y yo me sentía alegre con ello.
Los momentos en España habían sido de lo mejor y después de un buen tiempo lleno de anécdotas y aprendizajes, Harry y yo habíamos tomado la decisión de regresar, ya que, después de una larga conversación, los dos comprendimos que nuestro tiempo en aquel país, había concluido.
— ¿Qué te parece sí pasamos un tiempo tú y yo a solas? — me pregunta Harry cuando observamos que nuestros padres ya están subiendo a sus automóviles
— De acuerdo — acepto sin rechistar
Harry avisa a nuestras familias que tardaremos en llegar a nuestras respectivas casas y ellos no ponen ninguna queja.
— Y ¿qué haremos? — rompo el silencio una vez que se han marchado y miro con atención a mi novio
— No tengo ni idea — se encoge de hombros y los dos reímos — Es sólo que desde que regresamos no hemos podido estar a solas
— Tienes razón — acaricio su mejilla — Pero a esta hora ya todo está cerrado — digo mirando a mi alrededor
Miro la hora en el reloj de mano que lleva mi mejor amigo y descubro que es la 1:00 a.m.
— Al menos que quieras ir al bar de James — sugiero al recordar el bar del centro
— Vayamos a dar una vuelta y ya veremos que se nos ocurre
Harry pasa su brazo por mis hombros una vez que comenzamos a caminar por las calles tranquilas del pueblo.
El frío se intensifica un poco debido a que nos encontramos en otoño y de alguna forma, el chico a mi lado busca la manera de generarme un poco de calor apretándome a su cuerpo.
El viento mueve las hojas de los árboles y éstas caen en el suelo llenando el lugar de colores amarillos, naranjas y cafés.
— ¿Estás contenta de estar aquí, ángel? — pregunta Harry
— Demasiado — admito — Desde la boda de Liam y Florence no dejaba de darle vueltas al asunto de volver a Inglaterra
— España nos trató bien — sonríe — En lo personal, me dio una bienvenida increíble — recuerda y pronto la sonrisa coqueta aparece en sus labios
— Pues tuviste suerte, a mí me recibió con una caída en pleno aeropuerto — bromeo y no tarda en reírse de mi anécdota
— ¿¡Cómo pude olvidarlo!? — Harry se carcajea y yo golpeo su pecho juguetonamente — Recuerdo que ese día me llamaste llorando diciendo que ya no querías estar allá
— Déjame en paz, no estaba en mi mejor momento
— ¿Te pegaste muy fuerte esa vez? — hace un falso puchero — ¿Quieres que te sobe? — pregunta divertido y busca la manera de poner sus grandes manos en mi trasero
— ¡No! ¡Harry! — río tratando de esquivar sus movimientos — ¿Acaso planeas toquetearme en la calle?
— No hay nadie, Isa — ríe — Además, es una buena forma de entrar en calor — con un ágil movimiento me acorrala en una pared cercana y comienza a esparcir besos en todo mi rostro generándome risas tontas — Dime dónde quieres que te toque y lo haré
— Hay muchas zonas donde quiero que lo hagas pero no será aquí
Con un suave empujón en su pecho lo alejo de mí y Harry ríe conmigo, después, entrelaza nuestras manos y como si nada hubiera ocurrido, regresamos a nuestra caminata.
De un momento a otro llegamos a nuestro lugar especial y de manera automática, caminamos hasta el enorme árbol que nos ha acompañado por más de diez años.
En distintas ocasiones habíamos pasado el tiempo en este lugar a altas horas de la noche, ya fuera porque estábamos huyendo de algo o simplemente porque las horas se pasaban volando y perdíamos el sentido del tiempo, sin embargo, esta noche se siente especial y no sé si se trate por el hecho de que en el cielo hay una luna preciosa y algunas estrellas iluminando el pueblo.
Miro con atención a Harry, quien observa el cielo con demasiada concentración.
Una sonrisa se asoma en sus labios y cuando vuelve a observarme, llevo mi dedo hasta la muesca que forma su hoyuelo y después dejo un suave beso en aquella zona.
— Luces muy pensativo
— Eres hermosa, Isabella — dice ante mis palabras y yo esbozo una sonrisa — Lo digo en serio ¿qué hice bien para que estés conmigo aquí, esta noche?
— Darme el mejor sexo de la vida — bromeo y él ríe — Eres tú, Harry — respondo manteniendo la sonrisa — Siempre me has tenido
— Y tú a mí, amor — toma mi mano y besa el dorso de esta — Desde el día en que te vi en el salón de clases ¿por qué crees que te llevaba girasoles cada mañana?
— Tiene sentido — río, me pongo de puntitas para besar su mandíbula y la punta de su nariz
Nuestras manos vuelven a entrelazarse, pongo de pretexto el frío para abrazarme a su cuerpo; sí era sincera, aun no conseguía acostumbrarme a este tipo de contacto entre nosotros, a esta clase de intimidad.
— De alguna u otra manera siempre volvemos a este lugar — dice mi novio mirando a su alrededor
Y tenía razón, por algo habíamos decidido, en silencio, que este árbol sería nuestro lugar, aquel donde podíamos ser nosotros mismos y podíamos volver a ser esos adolescentes tontos que corrían por el pueblo con el fin de llegar hasta acá.
En esta ocasión, se siente como sí pudiera ser para siempre esta noche, como sí pudiéramos romper los relojes y olvidarnos del tiempo. Incluso, podría haber una tercera guerra mundial allá afuera y creo que nosotros ni siquiera nos daríamos cuenta.
— Tú y yo crecimos en la misma parte de la ciudad, Isa. Obtuvimos cicatrices en el mismo suelo — Harry sonríe con nostalgia — ¿Recuerdas cuando solíamos dar vueltas por el pueblo, solo perdiendo el tiempo?
— En el carro de Robin, fastidiando a los vecinos con nuestra música a todo volumen y cantando de la peor manera — respondo con gran diversión
Harry se queda en completo silencio y de tantas veces que me ha visto esta noche, comienza a preocuparme un poco.
— ¿Recuerdas los planes que hicimos antes de ingresar a la universidad? — cuestiona y yo solo asiento — Dijimos que después de egresar, nos casaríamos, construiríamos un hogar y tendríamos a nuestros niños corriendo por el jardín
— Tal como Desmond y Molly — hago una referencia acerca de nuestra canción y me doy cuenta de que hacía años que no escuchaba a Harry hablar sobre tal recuerdo
— Así es — sonríe y ahueca mis mejillas con sus manos — Isa, puede que en un inicio nuestra historia no se diera de la mejor manera — titubea un poco — Y puede que lo nuestro no haya sido tal como un primer amor, pero sí algo puedo asegurarte, es que te has vuelto el amor que ha convertido a los anteriores en amores irrelevantes
— Harry...
— No sé cómo, no sé por qué, pero en mi pecho siempre estuvo la sensación de que tú y yo terminaríamos así — besa mi frente — Eres mi mejor amiga, eres mi novia ¿cómo podría vivir sin ti? Y ¿sabes algo? Esto se siente como si pudiera ser para siempre y ni siquiera quiero irme a dormir porque esto que hemos creado se siente como si estuviera soñando despierto
Muerdo mi labio inferior sintiéndome un poco ansiosa con la conversación que está surgiendo, aunque, en realidad, yo apenas y he emitido palabra.
— Tú eres mi lugar y quiero creer que sabes que soy alguien que siempre regresa a donde pertenece — murmura — Y yo te pertenezco y estuviéramos juntos o no, yo siempre buscaría tu rostro, porque al final del día, tú eres todo lo que quiero — guarda silencio por unos segundos — A donde sea que tú vayas, yo te seguiré. Eres mi hogar, Isa
Mi novio, mi Harry, deja un último beso en mis labios y sintiendo como el aire me abandona, baja al suelo y se coloca sobre su rodilla, sacando del bolsillo derecho de su pantalón, una bonita caja de terciopelo, la cual, abre con lentitud.
— Esto se siente como un flashback ¿No lo crees? — ríe y me es inevitable no unirme a sus risas mientras me inundo en lágrimas
— Es como sí llegarán los recuerdos de Vietnam — bromeó y rápidamente se pone de pie manteniendo la risa divertida bailando en sus labios
— Mejor que sea de pie, hagámoslo a nuestra manera — sonríe y se acerca a mí — Isabella ¿me dejarías seguir creando más historias contigo? — pregunta con los ojos llorosos y una sonrisa enorme — Porque te juro que muero de ganas por casarme contigo y sí tú también lo deseas, tener esos hijos de los que hablábamos hace diez años
En esta ocasión, la sensación que me llena el pecho es completamente diferente y las lágrimas que se deslizan por mi rostro son de amor y alegría.
— Juro que construiré ese hogar que te prometí y llenar el jardín de bonitos girasoles, besarte cada mañana y cada noche y cuidar de ti y de nuestros hijos en los días buenos y malos — hace una pausa — Mi ángel ¿te casarías conmigo?
¿Alguien podría venir a abrazarme y a decirme que esto es completamente real? ¿Qué mi mejor amigo me está pidiendo que me case con él?
Y lloro.
Y no puedo creer que después de tanto, las lágrimas que salen de mis ojos sean de una infinita alegría.
— Claro que acepto, Harry — susurro y con atención y los dos riendo como niños nerviosos y con la cara llena de lágrimas, intenta poner el precioso anillo en mi dedo anular
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Aquí cómo se comprometieron nuestros chicos ¿Les gustó? ❤️
Me puso muy triste que en el extra pasado ese día wattpad no dejaba comentar, pero espero les haya gustado 👀
Ya sólo nos queda un extra :(
Te agradecería si me ayudas con tu voto y tú comentario
TPWK