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C A P I T U L O 19

C a p i t u l o 19 "Anne" 

Maratón 3/3

Hay un ruido extraño en el ambiente que me hace removerme en mi cama y cuando este no cesa, abro poco a poco los ojos y trato de enfocar mi vista. Me siento un poco desorientada así que giro mi cabeza hacia la izquierda y encuentro mi celular con la pantalla iluminada.

Son las 3:00 a.m. y el nombre de "Harry" se lee en ella.

— ¿Harry? — mi voz sale adormilada

— ¿Isabella? — su voz se escucha entrecortada y eso hace que me incorpore con rapidez

— Harry ¿estás bien?

— Mi mamá está en el hospital, Isabella — susurra — Ha sufrido un infarto

— ¿Qué? — pregunto alarmada — Harry ¿cómo está ella ahora?

— No lo sé. Gemma me ha marcado, va rumbo a Manchester, me pidió que nos encontráramos allá — habla pausadamente

— Harry, por favor maneja con cuidado si quieres...

— Isabella, no tengo la camioneta conmigo. Se encuentra en el servicio — murmura — Yo quería saber si...

— Dame diez minutos y salgo del departamento rumbo al tuyo — me apresuro a interrumpirlo y me pongo de pie para sacar algo de ropa del armario — Harry, tu mamá va a estar bien ¿de acuerdo?

Mi corazón se rompe cuando su llanto se desata.

— Cariño, escúchame — intento guardar la calma — Anne es la mujer más fuerte que conozco, sé que está luchando con todas sus fuerzas por su salud. Confía en mi, Harry, por favor. Dame cinco minutos para terminar

— Gracias, Isa — susurra

— Todo va a estar bien, Harold

Una vez que la llamada termina, corro al baño para cepillar mis dientes y termino de vestirme, mi cabello está enredado así que solo me hago un moño y con las llaves de mi carro en mano, bajo corriendo por las escaleras debido a la lenta espera del elevador.

El camino al departamento de Harry es rápido, no me topo con ningún carro y los semáforos parecen estar a mi favor, por lo que llego más pronto de lo que esperaba.

El chico de ojos verdes me espera sentado en los escalones de la entrada de su edificio, así que cuando me ve, se apresura a subir y una vez dentro no dudo ni un segundo en abrazarlo.

Sus grandes manos se aferran a mi espalda y su cuerpo se agita debido al llanto; puedo sentir como su rostro se esconde en mi cuello y lo humedece con sus lágrimas.

— Está bien, pequeño, todo va a estar bien — susurro y paso mis dedos por los rizos de su cabello

— Isabella, si mi mamá se va...

— Eso no va a ocurrir, Harry. Anne sabe cuánto la necesitan sus hijos

Cinco minutos después, Harry se suelta de mis brazos y me hace una seña con la cabeza para que comience el trayecto.

Será un viaje de más de tres horas así que a petición de Harry, prendo la radio en un volumen demasiado bajo.

El camino rumbo a Manchester es tranquilo, ninguno de los dos habla pero no se siente ninguna incomodidad y durante la primera hora intento, maniobrar el volante con una sola mano ya que la otra se encuentra entrelazada con la de mi mejor amigo, quien ha logrado calmarse y ahora mismo se ha quedado dormido acurrucado en su asiento.