YOUR TYPE | H.S.

C A P I T U L O 52

C a p i t u l o 52 "Adiós" 

El despertador suena y me estiro para apagarlo.

En realidad, no había dormido nada durante la noche debido a los nervios que me consumían, aun así, la paz que Harry me transmitía lograba mantenerme en un punto equilibrado.

Me acurruco por última vez en el pecho de Harry y siento como sus brazos me pegan más a él, a su cuerpo, al calor que emana.

— No has dormido — dice el chico a mi lado dejándome percibir su voz ronca de las mañanas

— ¿Cómo sabes? — pregunto en un murmuro

— Te moviste mucho toda la noche

— Lo siento — me disculpo y él deposita un beso en mi cabeza

— No pasa nada, Isa — hace una pausa — ¿Cómo te sientes?

— Bien — miento y él en seguida me lanza una mirada amenazadora — Estoy demasiado nerviosa ¿sí? — ruedos los ojos y escondo mi rostro en el hueco de su cuello

— ¿A qué hora sale tu vuelo?

— A las cinco de la tarde

— Bien, aún tenemos algo de tiempo — susurra — Debemos pasar a tu departamento por tus maletas

— Solo dame unos minutos más, por favor — suplico y mi mejor amigo asiente

Harry me abraza de tal manera que parecemos dos chucharas. Siento su respiración en mi nuca y de alguna manera eso logra relajarme.

Mis ojos arden debido al cansancio, la noche anterior la habíamos pasado en el bar junto con nuestros amigos y a pesar de que habíamos bebido demasiado con motivo de mi despedida, todos se habían comprometido en acompañarme al aeropuerto.

La última semana había sido la más difícil.

Los primeros días me dediqué a empacar todo y para el miércoles, ya todo estaba en su lugar.

Ese mismo día había viajado a Holmes Chapel para pasar dos días con mis padres, quienes me harían el favor de guardar algunas de mis cosas en su hogar. Ese mismo viaje lo había aprovechado para despedirme de Anne y me ocupe de tranquilizar a todos y afirmarles que ya tenía un sitio donde quedarme en España.

Harry deposita algunos besos sonoros en mi nuca ocasionando algunas carcajadas de mi parte debido a las cosquillas que me generan sus labios.

Sabía que esto estaba siendo duro para él, pues en más de una ocasión lo había descubierto llorando durante las últimas noches que pasamos juntos y aunque él creía que estaba dormida, muchas de esas veces lo había escuchado decirme cuanto me amaba y lo mucho que me iba a extrañar.

Aun así, el ojiverde intentaba demostrarme que estaba bien y una y otra vez me repetía lo orgulloso que estaba de mí al saber que estaba por cumplir uno de mis sueños.

Me giro para verlo a la cara y rozo nuestras narices provocando una bonita sonrisa en su rostro.

Amaba a Harry Styles con toda mi alma.

Después de mantenernos así por unos minutos más, conseguimos ponernos de pie y desayunamos en la cocina de su departamento. Más tarde, nos lavamos los dientes juntos, nos metemos a bañar juntos y por última vez, hacemos el amor debajo del agua de la ducha.

Las caricias son lentas, tiernas, amorosas, sin dejar de lado la pasión que ambos desprendemos por el otro. Harry se ocupa de consentir mi cuerpo, de besar cada rincón de este y de alguna manera, pareciera que idolatra cada parte de mi ser.