Nunca me dijiste algún
"te quiero" o "te amo"
Actualmente.
Salgo de la bañera y al recargarme en el lavamanos miro mis brazos y pienso en que quizá necesite tatuajes para ocultar mis heridas.
Muy a mi pesar salgo de la habitación de ese hotel, no tengo ganas de caminar así que tomo un taxi pidiéndole que me lleve a la casa de mis padres y para mi mala suerte ahí está Sora con su barriga de ocho meses y Donghae en la cocina.
Bufo e intento subir a mi cuarto pero Sora me detiene.
-Hyuk...
Ignoro su voz y subo hasta caer en mi cama, tomo la almohada y la abrazo antes de soltarme a llorar.
Esto no debiò pasar nunca.
Nunca debì conocerte.
Jamás debí enamorarme.
Jamás debí negarte...
No tenías que hacer esto.
Suspiro y salgo al balcón dejando que el aire frío roce mis mejillas y me indique que esto es el presente, nada se puede cambiar.
"No se puede regresar al pasado para evitar errores.
En el pasado no podría adivinar el futuro,
solo me queda sufrir en este presente que yo mismo creé"
Tengo la vista cansada y caen sobre mi cuerpo las primeras gotas de una gran tormenta, el cielo llora conmigo, sin embargo yo solo sigo sufriendo porque siento un enorme dolor en el pecho, lo mismo que sentí cuando me dijiste que serías padre.
Sora toca la puerta y me encierro en el baño.
-Hyuk, te traje un poco de café y bueno está delicioso porque se me antojó y Donghae lo preparó.
La oí soltar un suspiro y el ruido de la taza al ser dejada en mi mueble, sus pasos alejarse y mi respiración acelerarse.
Debía salir de esto, no podía vivír en este pequeño infierno...
Con el dolor de mi alma abrí el botiquín y tomé el bote de pastillas para dormir, necesitaba dormir al menos una eternidad para dejar de sufrir.
-Hyukjae
Ese era Donghae, su voz tan suave y yo lo imaginaba cerrándo las puertas que daban al balcón para escucharme bien.
-Hyukjae, tu hermana está preocupada por ti, no has hablado con ella y eso podría afectarle al bebé.
¿El bebé? Soy un mal tío si digo que en estos momentos no me interesa el bebé pero de escuchar esas hipócritas palabras la ira recorre mis venas y destapo el bote. Me miro al espejo y muerdo mis labios al notar mis enormes ojeras, mi piel más pálida, he bajado más de peso y tengo los labios partidos. Ese no soy yo.
Tú me destruíste.
Rápido giro la tapa, abro el grifo y tomo todas las pastillas que caben en mi mano, bebo agua como un perro sediénto y me miro por última vez antes de salir del baño, ignorarte y recostarme boca abajo.
-Hyuk ¿Estás bien? Hyukjae no te ves muy bien ¿Te sientes mal?
-Nunca estuve bien para ti ¿Verdad? Solo dèjame y ve con Sora, ella te necesita.
-Estás loco si creés que te voy a dejar en este estado porque sí, me preocu...
-Cállate y lárgate, solo déjame dormir y cierra la puerta cuando salgas, no quiero que vengas a verme dormir.
-Hyuk...
-Vete.
No mentía en nada, él es un experto en dormir primero a Sora y después entrar aquí a ver como duermo, tiene un fetiche raro que comenzaba a desesperarme, si bien fingía dormir era por no alterar a Sora con una buena paliza que bien podría darle. Estoy en los huesos pero él ya no los comerá.
Finalmente he logrado pagar un departamento, nunca pasò por mi cabeza tener que mudarme y dejar a mis padres, los amaba demasiado pero ahora Sora y Donghae viven aquí, no quiero arrancarles la felicidad por su primer nieto.
Muerdo mis labios y suelto un largo suspiro que me lleva directo con Morfeo.
Apareces en mis sueños.
Odio que aparezcas por todos lados.
Para mi prónto serás un fantasma del pasado, uno que nunca debí conocer.
Algo frío recorre mi espalda y grito al sentir el agua fría en mi abdomen.
-Hyuk estás ardiendo en fiebre, debemos llevarte al hospital.
-Déjame en paz Donghae.-Dejo salir las lágrimas que de repente nublan mi vista.-
-Solo cierra la boca tonto y déjame bañarte rápido para que baje la fiebre.
-¡He dicho que me sueltes! .-Forcejeo con él varios segundos pero por el estado en el que me encuentro tengo menos fuerza y termino golpeándome la cabeza contra la tina.-
-Hyuk... No, no, no ¿Hyuk? ¿Amor? Por favor respóndeme no me hagas esto ¡Sora! ¡Sora! Por favor pide una ambulancia solo no vengas.
-¿Qué pa... ¿Hyuk? Donghae ¿Qué le pasò? ¿Por qué hay tanta sangre?
-¡Te dije que no vinieras carajo! ¿Sora? No Sora no me hagas esto por favor.
Dentro las cuatro paredes del baño de mi habitación se escuchó el enorme grito que dejaste salir de lo más profundo de tu corazón... Era ella, tu esposa era por quien debías preocuparte.
Yo solo escuchaba sirenas y una luz se aproximaba cada vez más intensa que me obligaba a cerrar los ojos, suspirè profundo y caminé lento por el tunel, debía haber una salida o ¿Era el fin?
¿Así terminaba mi inmenso amor por ti?
-¿Familiares del jóven Lee Hyukjae?
-Soy su cuñado doctor, sus padres vienen en camino ¿Ya tienen el diagnóstico?
-Sí, solo necesito la autorización para operarlo de urgencia, el daño fue causado por un golpe que provocó una fuerte hemorragia, no descartaremos heridas internas, por lo pronto firme aquí.
-Por Dios ¿Qué hice?
Dijo Donghae en voz baja y solo asintiendo firmó donde indicaba el doctor, dentro de su cabeza miles de ideas llegaban por minuto, ideas muy reales solo esperaba que no se cumpliera la que menos temía.
-Lee Sora ¿Su esposa? Ella está bien, afortunadamente su bebé y ella están fuera de peligro. Se quedará en reposo por seis horas y podrá ir a descansar a su casa, con permiso.
Con todo el dolor de su corazón dejó salir sus lágrimas.
Su primer amor estaba en luchando por su vida en el quirófano, sin tener la remota idea de los sentimientos de Donghae.
Él lo amaba.
El verano pasado.
Su novio era el mejor de todos, sonreía para él, bailaba para él, besaba delicioso, cocinaba para él, siempre lo llenaba de detalles pero ¿Qué le dió él?
Donghae y Sora fueron compañeros en la secundaria.
Donghae odiaba a Sora.
Sora odiaba a Donghae.
Él siempre fue un chico tranquilo, no buscaba próblemas, le encantaba cantar y escribir canciones, tocar la guitarra y estar con su madre.
Sora era un alma libre, sus padres la apoyaban en todo. Tenían dinero y ella era bonita, solo que no cualquiera podía ser su amigo, ella era competitiva. Nadie le hacía competencian, excepto Donghae.
Sabía que tenía un hermano menor llamado Hyukjae. No lo conocía pero con solo saber que era hermano del demonio en persona lo odiaba.
¿Por qué él no tenía lo que a ellos les sobraba?
El mundo parecía tan pequeño cuando lo llevó a enamorarse del pequeño hermano de Sora.
Le había pérdido el rastro a la chica debido a su beca ganada para ir a estudiar al extranjero, ella finalmente había ganado.
Se sentía tan miserable que abandonó sus estudios por un tiempo, en cuanto decidió retomarlos entonces...
Lo conoció.
Culpó muchas veces a su destino porque no quería emparentar con Sora para nada, llegó al acuerdo con un primerizo Hyukjae de no dar a conocer su relación con sus padres de este.
Él aceptó.
Todo marchaba bien, su relación era hermosa, se divertían, se entregaban y reían mucho. Hasta que las risas se convirtieron en llanto, las cosquillas en ausencia y la sonrisa era fingida.
Una noche llegó a la pizzería de su primo la innombrable con sus amigas, él por supuesto atendiò la mesa sin prestarle atención, pero Sora hizo lo imposible por recalcarle quién mandaba en ese círculo.
Vaya que las personas no cambian.
Esa noche ella dejó su número escrito en un papel, él solo por querer molestarla llamó por teléfono que terminó en una simpática charla.
Tenía diez llamadas pérdidas de Hyukjae, pero algo dentro de él revoloteaba ansioso.
Durmió con una sonrisa, una que se borró la siguiente semana cuando buscó a su novio fuera de la academia de baile, ahí estaba él tan hermoso con una sonrisa pero con un ramo de flores. Intentó no darle importancia pero falló.
-¿Y esas flores?
¿Qué pasaba por su cabeza? Él salió unos días con Sora, pláticaban pero cada que veía a su ex compañera su corazón se aceleraba.
"Del odio al amor solo hay un paso,
pero él había pisado con el pié izquierdo'.
Podía reclamar de unas flores pero ocultaba sus salidas, convenció a Hyukjae sobre las salidas con su hermana mayor, últimamente su novio tenía fuertes dolores de cabeza, solía olvidar por partes lo que había pasado, para Hyukjae era un pequeño golpe que había tenido en la semana, un golpe que no trató.
Sus llamadas con Sora solieron volverse frecuentes al igual que las salidas, fueron a un antro y pasó algo que no tenía que nunca debiò pasar.
Él besó a Sora y ella correspondió.
Había olvidado otro aniversario junto a su novio, pero aquella noche sus sábanas aspiraron un nuevo olor, era parecido pero no igual a de su amado, quizás era el exceso de copas pero él estaba haciéndole el amor a Hyukjae, sin protección.
Besos regados en su abdomen hicieron que despertara alarmado pero sonrió al sentir una cálida lengua alrededor de su miembro. Nada como el sexo mañanero con su novio.
-Amor ¿qué haces? Ven a dormir mmgh eso me encanta lo sabes.
-¿Amor? ¿Desde cuánto me dices amor? Tú solo disfruta.
Ese no era Hyukjae.
Alarmado quitó las sábanas de encima y sintió lo más cercano a un balde de agua fría al ver a Sora, era ella quién le estaba proporcionando tremendo placer.
Después podría hablar con ella, solo debía disfrutar...
Lamento si es muy poco y he tardado 😪 gracias por el apoyo, así conoció Hyukjae a Sora.