Exactamente un mes había pasado.
Básicamente su rutina en este último tiempo se basaba en cazar (o intentar cazar en el caso del omega), en corretearse entre ellos, recorrer el bosque con largas caminatas o a veces pasaban todo el día acurrucados en la cueva, la cual en ningún momento sintieron fría.
Últimamente el omega estaba bastante juguetón con el delta, exceso de mordiscos, de frotamiento de cabeza y hocico, y el delta no se quedaba atrás dándole ligeros lengüetazos en sus mejillas, orejas y cuello de lobo.
Pero particularmente ese día Baekhyun desprendía un aroma más dulce y fuerte de lo habitual.
Su celo había llegado.
Juguetonamente mordió y tironeo un poco la oreja de Chanyeol, para luego salir corriendo.
El delta lo siguió, poco esperaba que al entrar a la cueva encontraría a Baekhyun en su forma humana totalmente desnudo, algo sonrojado.
-Ven, Channie. Por favor.
Ya una vez en su forma humana, no perdió tiempo para ir con su omega a fundirse en un sentimental y apasionado beso, donde las manos de ambos parecían desesperadas por tocar y sentir la mayor cantidad de piel posible.
-¿Estás seguro de esto, bebé?- preguntó acariciando dulcemente las mejillas del más bajito con sus pulgares- Temo hacerte daño.
-Más que seguro y sé que no me harás daño, confía en ti así como yo lo hago.
Con esto dicho, retomaron el beso, lento y suave, rápidamente el omega quedó recostado en las pieles que el más alto usaba como colchón, con el delta sobre él.
Suaves y delicados besos eran dejados sobre el cuello y clavículas del omega, que gemía de satisfacción.
Su cuerpo empezó a estremecerse y a calentarse de sobremanera cuando los labios del alto besaron sus pezones y estómago, provocando que el lubricante natural inundara su entrada.
-Chan… por favor- suplicó ya con una capa de sudor cubriendo su cuerpo. Necesitaba que el delta se hundiera en él- Hazlo, te necesito.
-Si te duele avísame y pararé- susurró sobre los labios del más bajito, este le respondió asintiendo.
Con un último beso, el alto se irguió comenzando a acariciar y estimular la entrada del omega, sabia que no era necesario debido al lubricante natural pero igualmente quería asegurarse de no lastimar a Baekhyun.
El omega gemía desesperado al sentir como tres dedos del delta llenaban y estimulaban su entrada, aunque ya tenía suficiente, quería más que esos dedos.
-Chan-Chanyeol, ya…- soltó un gran gemido cuando por fin sintió el glande del delta hundiéndose en él, lentamente.
Ya con el miembro completamente dentro, besó a su omega dulcemente esperando que se acostumbre.
Las embestidas comenzaron lentas, el omega con las piernas rodeando la cadera del delta y las manos en su nuca mientras seguían besándose algo desordenadamente.
A pedido de Baekhyun, Chanyeol aumentó la intensidad de las embestidas, dando en aquel punto que hacía al omega ver estrellas, que sólo gemía y murmuraba incoherencias.
Cuando el delta colocó las piernas del omega en sus hombros para llegar más profundo, simplemente enloqueció de placer, sus ojos se voltearon y su espalda se arqueó.
El calor que los envolvía era tanto que sentían que flotaban en una fuerte nube de amor y placer.
Al llegar al punto más alto del clímax, el omega fue el primero en terminar.
-Hazlo, delta. Por favor- susurró con apenas voz y pequeñas lágrimas en los ojos.
Embistiendo lentamente, totalmente al borde, el delta se inclinó y clavó sus caninos entre el hombro y el cuello del omega, el cual jadeó ligeramente al sentir la mordida y la semilla del delta llenando su interior al mismo tiempo.
Luego de que Chanyeol lamiera la herida, esperaron que el nudo bajara, mientras se miraban con un amor brillante en los ojos, sonrojados y con una gran sonrisa que duró poco debido al lento y delicado beso que compartieron.
-Te amo Baekhyun, mi omega- dijo una vez que el nudo había bajado, encontrándose acostado al lado del más bajito.
-Te amo también, Channie- el delta sonrió, pensando en abrazar a su ahora pareja para dormir toda la noche… que equivocado estaba- ¿Chan, puedo montarte ahora?
Serian unos cinco días de celo algo intensos.
.
Dos semanas después la pareja en sus cuerpos humanos regresaban alegremente a la cabaña, tomados de la mano y el omega hasta daba ligeros saltitos al caminar.
Poco esperaban ver la cantidad de frutas, verduras, legumbres, gran variedad de plantas, flores y hasta mantas.
Ambos se miraron confundidos y más cuando divisaron a una joven pareja de un muchacho rubio junto a una chica castaña más bajita a su lado, dejando un ramo de flores.
-¿Tu eres Baekhyun?- le preguntó la joven al omega, quien asintió sin entender cómo era que ella sabía su nombre- Lo siento mucho, Wendy era una gran mujer, siempre ayudó al pueblo. Mis más sinceras condolencias.
¿Condolencias?
Baekhyun se puso pálido y las palabras no salían de su boca, Chanyeol se encontraba en un estado parecido.
-¿Qué pasó?- preguntó finalmente el delta.
-Wendy estaba enferma, no le quedaba mucho tiempo de vida- contestó ahora el joven- vio muchos médicos y curanderos en el pueblo pero no había nada que se pudiera hacer, siento que se hayan enterado así. También sabemos del completo amor y devoción que te tenía, Baekhyun, por eso decidimos en el pueblo dejar nuestras diferencias a un lado y decirte que nuestras puertas están abiertas para cualquier cosa que necesites.
Finalmente, luego de una reverencia, la pareja se fue.
-Lo siento mucho, mi omega- cuando el delta abrazó a Baekhyun, este simplemente se desmoronó, llorando fuertemente, abrazando a su compañero como si la vida dependiese de ello.
¿Por qué Wendy no le había contado nada?
Se sentía fatal.
Una vez un poco más calmado, ingresaron al interior de la cabaña, notando que había una carta junto a una pequeña caja.
La curiosidad de Baekhyun lo obligó a leer el contenido de la carta.
“Hola, mi querido Baekhyun.
Mi querido y dulce Baekkie, imagino como deberás sentirte en estos momentos, totalmente triste y confundido.
Lo siento mucho, mi pequeño.
Lo siento por no contarte, lo siento por ser una cobarde, solamente no quería verte sufrir por mi culpa, no soportaría ver tristes esos ojitos brillantes y risueños apagados por mi culpa.
No llores ni estés triste, corazón.
En este momento estoy en otra etapa, me fui feliz y en paz, sabiendo que estarás muy bien acompañado.
Por favor, no estés triste por mi partida.
Quiero verte tan feliz, entusiasta y risueño como siempre.
Disfruta de tu vida con Chanyeol, es un buen muchacho, sé que lo harán bien.
Muchas veces dicen que la despedida de uno es la llegada de otro, por eso quiero que luego de leer esto abras la pequeña caja.
No preguntes cómo, simplemente lo sé.
Hasta siempre, mi Baekkie.
Te ama, Wendy.”
Con lágrimas en los ojos, que limpio rápidamente. Su nana no lo quería ver triste y le concedería ese deseo, aunque fuera difícil.
Al abrir la cajita no esperaba ver tres pequeños pares de botitas blancas tejidas a mano.
¿Acaso él…?
-¿Qué tienes ahí, Baek?- preguntó el delta, volviendo con un vaso de agua para entregarle a su pareja.
-Escarpines- dijo perplejo.
-Eso quiere decir que…- logró formular el alto con los ojos abiertos como platos.
-Creo que estoy embarazado, Chanyeol.
-Esa es una excelente noticia, bebé- lo abrazó dulcemente acariciando su espalda baja.
-¿Estas feliz, Chanyeol?- preguntó luego un largo tiempo compartiendo el abrazo, mientras recostaba su cabeza en el fuerte pecho del delta.
-Por supuesto, mi vida- dejó un pequeño beso en la frente del bajito- Me haces inmensamente feliz cada segundo que pasas conmigo.