☕Narra Alicia☕
《🚫Alerta🚫: Este capítulo contiene escenas eróticas que pueden perjudicar público menor》
Estaba en casa, acostada mientras veía películas en la sala. Comía mis palomitas y tomaba té helado de lo más tranquila.
Pocos minutos después, escuché el timbre de mi casa sonar, yo no recibía visitas en la noche, así que me sorprendí un poco. Aún así, revisé la cámara de seguridad, y ahí afuera estaba Canadá. Abrí la reja, dejando que pase al jardín delantero y así poder abrirle la puerta.
- Hola Canadá, ¿cómo estas? - pregunté dejandolo entrar
- Hola, Alicia~ - dijo en un tono bastante raro
Noté algo estúpido ¿qué hacía con gafas de sol en la noche? Lo miré algo confusa por su actitud.
- ¿Cómo has estado? - me abrazó por los hombros
- Viendo películas, bastante bien, ¿y tú?¿qué haces aquí? - pregunté caminando con él pegado a mí
- Mucho mejor, ahora que veo tu hermosa cara - se quitó las gafas, evitando mi pregunta
- Y... ¿Estados Unidos te dio un nuevo oufit o qué?¿Qué es esa ropa fea? - cuestioné entre risas
Tenía ropa que no pegaba demasiado con lo que siempre llevaba. Tenía una camisa de cuero, debajo, una camiseta de una banda de rock, unos jeans ajustados y una bufanda a cuadros. Se veía patético.
- ¿No te gusta mi ropa? - me miró algo desilucionado
- Te ves mejor cuando tienes TÚ ropa puesta - hablé, cruzada de brazos
- Entonces ayudame a quitarme esta porquería - me miró con picardía. Comprendí rápidamente lo que quería
- Ya veo~ viniste a eso - no pude evitar suspirar con una sonrisa avergonzada
- Correcto, hermosa - me guiñó un ojo
- Te dije que no estoy lista para eso, Canadá - lo aparté un poco
- Solo bromeo, con tu compañía es suficiente - me abrazó por la espalda - ¿Cómo es que hueles a coco? - acercó su cara en mi cuello y me besó
- Ahora no, lindura - lo aparté un poco más de mí
Seguí caminando hasta la sala en donde veía películas. Él se sentó conmigo y decidió acompañarme y ver algo juntos. Cuando la que había puesto acabó, cambié a una de comedia para entretenernos. Ambos nos reíamos de lo buena que era la película, hasta que salió una escena adulta. Comencé a sentirme algo incómoda, él solo se la pasaba riendo, pero lo veía y mi situación no mejoraba en lo más mínimo.
- Hahaha - lo escuchaba - Oye, ¿cómo se llama esta película? Quiero que mi hermano la vea, es increíble - argumentó con gracia
- Claro - conteste - Te paso el nombre por mi celular - dije mandandole un mensaje con el nombre de la película
- Podías haberlo dicho - comentó volteando a verme
- Se lo fácil que olvidas las cosas, tontito - reí por el apodo que le di
Se sonrojó un poco. Si no fuera por la parte blanca de su cara, no podría distinguir si esta sonrojado o no.
- Te ves tan tierno - me acerqué a acariciar su carita
- Recuerda con quién estas hablando, hermosa - dijo él, tomando la mano que lo acariciaba
- (El pervertido creador del porno) - me contesté - Con Canadá - le respondí a él
- Sí~ ¿y sábes lo que puede hacer Canadá? - se acercó a mí
- Bastantes cosas, supongo - hablé, siguiendo su jueguito
- ¿Supones? Puedo hacer que te pongas en cuatro y gimas solo para mí - se subió encima de mí
- Bueno, todavia no estoy en cuatro - le saqué la lengua con burla
Me ponía nerviosa con cada cosa que decía, pero me gustaba ese jueguito de hablarnos de esa forma.
- Claro que no - negó con la cabeza - yo sere él que te ponga en cuatro - me besó con fiereza
Le seguí el beso, claro, él tenía bastante experiencia en eso. Pero me puse a pensar, ¿qué soy de él?¿Una amiga, conocida, o solo una chica más con la que se besaba?. Aún así, no quería detenerme, se sentía tan cálido y tan dulce, que no podía parar.
- No sabes lo que te espera, bombón - advirtió quitándose la camisa y la camiseta al mismo tiempo
- ¿Enserio? Quiero saber que me espera entonces - mis dedos jugaban con su cabello
- Yo te advertí - sonrió satisfecho
Volvió a besarme, quitándome la sudadera al mismo tiempo. Yo desabrochaba sus jeans, sin siquiera separarnos. En poco tiempo, yo estaba en ropa interior, y él ya estaba completamente desnudo; podía sentir su miembro duro entre mis piernas.
- ¿Ya te mojaste, bombón? Ni siquiera te di la atención que necesitas ahí abajo - comenzó a bajar mis bragas
- Mmh... - en cuanto las bajó, su miembro chocó con mi entrepierna
- ¿Qué dijiste? No te escuché - se acercó a mi oído - Dilo más fuerte - suspiró
Mi cuerpo se estremeció, los pelos de mis brazos se erizaron. Pero él aún no entraba, solo jugaba conmigo, me decía todo tipo de cosas sexuales, me mordía y me acariciaba. Me provocaba más y más.
- Te veo impaciente, no me digas que esperas que te ponga en cuatro - habló con una voz ronca y atractiva a mi gusto
- Tanto lo presumias y no has hecho nada - volteé mi cabeza a un lado, fingiendo estar indignada
Me mordió en el cuello para luego entrar lentamente dentro de mí. No pude evitar soltar un gemido de dolor por eso. Se detuvo y giró mi cabeza para verlo a la cara.
- ¿Estás bien? - preguntó preocupado
- Es-estoy bien - suspiré lentamente, retomando aire
Él me besó mientras seguía entrando, esta vez un poco más rápido. Después comenzaron las embestidas lentas pero fuertes. Sentía mil sensaciones a la vez, mientras solo lo expresaba todo con gemidos y gritos. Él hacía lo mismo, sus gemidos eran roncos y escasos, pero excitantes.
Mis piernas se entrelazaban en las suyas, mis manos acariciaban su cabello y espalda. Mientras las suyas sujetaban mi cabeza y mi cuello.
- Ca-canadá~ - suspiré sintiendo el sudor en mi pecho
- No... me pro-provoques aún m-más - habló besandome de vuelta
- ¡Mi amor...~! - solté de repente
Me mordí la boca por lo que acababa de decir. Él detuvo sus embestidas de golpe y se mantuvo en silencio. Lo peor era que, habiamos apagado la televisión y la única luz que apenas iluminaba, era la de la luna; que se adentraba por el ventanal de la habitación en la que estabamos.
- Canadá... - murmuré, algo nerviosa
De repente, sus embestidas volvieron, pero más salvajes. Rápidas pero satisfactorias, fuertes pero sin lastimarme demasiado, sus gemidos volvieron y se escuchaban en toda la sala. Me aferré a él de lo placenteras que eran, encajando mis uñas en su espalda con fuerza.
- Te dije... que n-no me provoques, bombón - habló
Su voz sonaba aspera y tan grave, que sentía que me mojaba aún mas.
《Horas después》
Desperté en mi cama, con un incómodo dolor en la entrepierna y sentía mis piernas temblar. Me senté en mi sitio, mirando a mi alrededor. Entonces recordé lo que había pasado la noche anterior.
Canadá y yo habiamos acabado, él me levantó y llevó a mi cuarto, para acostarme en la cama. Se acostó a mi lado y me abrazó, apegandome a su pecho.
- (¿En dónde está?) - me pregunté, soltando un suspiro
- Buenos días, bombón - entró a la habitación exclamando dichas palabras. Parecía feliz
Tenía una bandeja con un desayuno en sus manos, al verme despierta, sonrió y se sentó en la cama.
- Bombón, tus empleados me dijeron que te diera esto - me lo extendió
- Gracias - agradecí tomandolo en mis manos, sin verlo a la cara. Estaba realmente avergonzada ahora que estaba más cuerda
- ¿Pasa algo? - preguntó examinando mi rostro
- (¿Le pregunto?) - lo miré unos segundos de reojo - Canadá... ¿qué somos? - entonces pregunté
- ¿Mmh? No entiendo - contestó confundido por la pregunta
- ¿Soy tu amiga?¿Conocida..? - interrogué sin comprender aquello
- ¿Amiga? - exclamó - Yo creí que eramos novios - bajo la cabeza avergonzado
- ¿Desde cuándo? - lo mire curiosa. Nunca me lo había propuesto
- Desde que te dije que te quería - rascó su nuca nervioso
- Estabas ébrio, creí que eso solo era un decir - hablé, ahora algo ansiosa
- Pero sí te quiero, bombón - suspiró - ¿Quieres ser mi novia? - preguntó
Me quedé helada unos segundos. Pero me aliviané y lo miré, se lo veía apenado y levemente sonrojado mientras se sentaba a mi lado.
- Sí, yo tambien te quiero, Canadá - acaricié su cabeza
- Por cierto, bombón - sonrió
- ¿Qué pasa? - correspondí su sonrisa
- Lo haces bien - comentó, el muy descarado
- ... - mi sonrisa se desvaneció
Sentí sobrecalentarme de repente. ¿Cómo me lo había dicho así como así?
- ¡Hey! Guárdate ese comentario, imbécil - desvié la mirada a mi desayuno
- Pero es verdad, de varias chicas con las que estuve, ninguna me provo- - lo interrumpí
- ¡Canadá! - me miró - Cállate - ordené nerviosa
- Discúlpa si te lastimé - cambió el tema - Y eso que me estaba conteniendo bastante - soltó una risa
- Temo pensar qué hubiese pasado si no te contenías... - murmuré
- ¿Quieres averiguarlo la próxima? - me miró pícaro
- Ja, ja - lo miré sarcástica - La verdad es que sí - comencé a comer de mi desayuno
Su cara mostraba perversión y picardía, pero luego se calmó y la cambió por una de dulzura y paz. Solo recostó su cabeza en mi hombro.
- ¿Cuánto te apuesto a que mi hermano le pedirá matrimonio a _____? - dijo de repente
- No apuestes algo obvio - comenté tomando mi jugo
- A que no tendrán hijos - sentí como sonreía
- ¿No? Yo creo que sí - sugerí - Te apuesto lo que quieras - dejé el vaso en la bandeja
- No puedo esperar a comprobarlo para que te acuestes conmigo de la manera más salvaje... - se quejó
- ¿Eso quieres? - alcé mi ceja viéndolo de reojo con una sonrisa
- Sí - fue lo único que dijo
- No tenemos que esperar mucho a que eso pase - murmuré girando mi cabeza hacia él
- ¿No te bastó con lo de anoche? Esta noche no te voy a tener ni un poco de piedad - tomó mi rostro en su mano - Volverás a gritar mi nombre, una y otra y otra vez, hasta que llegue la mañana - me besó lentamente
- ¡Eh! Si me bastó, apenas voy a poder reponerme de las piernas, tampoco te pases - mi cara se calentó
Después de un rato, me tomé una pastilla, no queria arriesgarme, ya que de lo impacientes que fuimos, él no usó protección. Además, no estaba segura de si una humana podía embarazarse realmente de un country. Y ahora que lo pienso, mi apuesta fue algo estúpida, porque si un humano no puede llegar a embarazarse de un country, entonces perdería contra Canadá.
Fuimos a su casa, encontrando a los enamorados de ______ y USA hablando en la sala, mientras comían brownies.
- ¿Y qué paso? - cuestionó
- ¡Canadá!¿Qué le hiciste a mi amiga? - cuestionó levantándose y acercándose a nosotros
- Nada, nada - alzó sus manos a modo de inocencia - Ella lo pidió - murmuró señalandome
Se alejó y comenzó a correr. En lo que ________ procesaba la información, para después entenderlo y correr a buscar al canadiense.
- ¡No te pases de pendejo! - gritó molesta comenzando a buscarlo
Miré la escena, de ambos dando vueltas por las salas, mientras no se encontraban mutuamente. Parecían unos niños chiquitos.
- Tú no le hiciste nada a ella, ¿verdad, Estados Unidos? - miré al mencionado
- Cogimos - respondió mirándome con calma, una pequeña sonrisa burlona se encontraba en su rostro
- Te golpearía, pero correrías, y mis piernas no se sienten muy bien para correr ahora - expliqué, bajando la mirada a mis piernas
- Te dio con ganas - rió, dándole un mordisco a su brownie
- Más ganas de las que tú le darías a _____ - me burlé
Se levantó de la mesa y se acercó amenazante hacia mí. Comencé a alejarme hacia otra sala.
- ¡No, USA!¡Era broma!¡¡Era broma!! - corrí como pude hacia mi amiga
-¿Qué pasa, Ali? - me cubrió de su novio - ¿Qué le haces? Déjala en paz - me defendió
- Tu amiga dice que Canadá coge con más ganas que yo - exclamó molesto
- ¿Qué...? - murmuró sentado en el sofá de la sala
Canadá entró a la sala y se paró junto a su hermano.
- Hermanito, te dije que yo lo hago mejor, no te sientas mal - presumió
- USA, ¿cómo puede saber Alicia si coges mejor que Canadá? - preguntó
- ¿Ves? Era broma, no te pases - me escondí en la espalda de mi amiga
- Sí, calmate, tu novia sabrá si coges bien o no - rió, palmeando la espalda de su hermano
- ¡Cállate Canadá! - lo señalé amenazante
- Bueno, ya me callo - bajó la cabeza, soltando otra risa
- Yo la tengo más grande - se cruzó de brazos
- Pff- jajajaja, ya, no hablen de eso - los miró con pena, sonrojandose
- Es verdad, sabemos que yo la tengo más grande que ustedes - dijo dándole un sorbo a su café
Todos volteamos a verlo. Él solo fingió indiferencia a su comentario y siguió leyendo su libro.
Capítulo 26 - Actualizado
Cuenta con 2098 palabras
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Muchas gracias por leer: Escritora
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