Impuros

By evelynxwrites

456K 45.2K 20.7K

Dara es un ángel que desea conocer el placer y Kellen un demonio, que está dispuesto a mostrárselo. ✤♡✤ Dara... More

intro
sinopsis
personajes
prologo
parte I
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
parte II
capitulo 10
capitulo 11
capitulo 12
capitulo 13
capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
parte III
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
capitulo 30
capitulo 31
capitulo 32
capitulo 33
capitulo 34
capitulo 35
capitulo 36
capitulo 37
capitulo 38
capitulo 39
capitulo 40
epilogo
Noticia
Plantilla de lectura

capitulo 25

9.7K 879 559
By evelynxwrites

¡Hola! Por favor, no olvides dejar tu voto y/o comentario. No cuesta nada y me ayuda a crecer como escritora en la plataforma. ¡Gracias!

DARA

No se trata de pensarlo o tomar una decisión. Se trata de sentirlo y yo lo siento.

Quiero hacer esto.

Puedo sentir la magnitud del deseo, la habitación prendiéndose fuego junto a mi cuerpo que está ardiendo, acechado por una marea roja de calor. Las manos ajenas se vuelven parte de él, de pronto necesito con desesperación sentirlas sobre mí, todo el tiempo.

De rodillas sobre la cama, Kellen se posiciona detrás de mí y me rodea con sus grandes manos. El hecho de que desde esa posición pueda hacer lo que quiera conmigo y manejarme a su antojo, me agobia de excitación. Tali, que está al frente, se quita la camiseta y dejándome ver su pecho desnudo, se inclina para tirar el dobladillo de mi vestido hacia arriba. La tarea queda en manos del rubio, que, respirándome sobre la nuca, me quita la prenda.

Mi sostén queda a la vista. Creo que soy la única que todavía lleva algo de ropa, pero Kellen parece decidido a cambiar eso. Desprende el sostén y me besa por el cuello, al mismo tiempo que la chica me lo quita por delante, dejando mis pechos expuestos.

De inmediato, mis pezones se endurecen y siento una punzada de placer, rozando el dolor, cuando ella los aprieta y lleva la boca hacia uno, proporcionando un ligero mordisco. Mi cuerpo se agita, pero Kellen me sostiene.

—Son preciosos. Deberías mostrarlos más —dice traviesa, jugando con ellos a su antojo.

También la toco. Imito lo que me hace y me detengo en su piercing, que tanta curiosidad me causa. Hasta que la chica se aproxima, me besa en los labios y comienza a descender, dándome un ligero empujón cuando llega a parta baja del vientre.

Kellen parece que comprende en seguida lo que ella intenta hacer y me inclina hacia atrás, dejándome recostada sobre su pecho. De pronto, es como si Tali tomara el mando. Baja mis bragas que ya están húmedas y me abre las piernas. Sus ojos se fijan en mi intimidad y se relame el labio inferior, en señal de que está ansiosa por probarme.

Mi cuerpo se sacude cuando sus labios llegan ahí abajo. Él me contiene, pero no se queda atrás, proporciona besos en la curvatura de mi cuello y sus manos acunan mis senos, los masajean, hunden y aprietan; mi sensibilidad se maximiza.

Pensé que no sería capaz de sentir tanto placer, pero lo hago. La sensación es tan satisfactoria y arrolladora, que creo que en algún punto dejaré de resistir. Ella lo hace demasiado bien. Mueve la lengua con destrezas y por momentos, se ayuda con los dedos.

Estoy empapada.

Desesperada, le acaricio el cabello con una mano, la otra se aferra a las sabanas con fuerza.

La marea brutal de efectos se calma por un instante, pero antes de que pueda recuperar el aliento, me acecha nuevamente y es más intensa que nunca. Gimo. Jadeo. No me contengo. Recuerdo que estamos en un lugar a solas y por primera vez, puedo dejarme llevar.

—Lo estás haciendo perfecto, Bambi. Déjate ir —susurra Kellen a mí oído, su voz enloquecedora es la gota que rebalsa el vaso.

El placer que se expandía a través de todo el cuerpo, explota. Atino a cerrar las piernas, pero ella no me lo permite. Da pequeños toques sobre mi punto más sensible, llevándome a lo alto.

Tali no deja de tocarse a sí misma. Llegamos juntas.

Exhausta, respiro. Necesito algunos segundos para recuperarme. Parte de mi cuerpo está consumido, pero al mismo tiempo, hay una parte que no tuvo suficiente y siento que puedo seguir por más. No lo dudo cuando Kellen me incita a voltear; mis pechos desnudos se apegan al suyo y me besa, acariciando desde mi espalda hasta el trasero.

También percibo su miembro duro chocando contra mi estómago, pidiendo atención.

Extasiada, dejo que mi respiración acelerada se mezcle con la suya y me incorporo dejado una pequeña distancia, la necesaria para contemplar sus ojos que se tornaron oscuros.

—Quiero sentirte. Dentro — le pido. Insaciable. Lo que hicimos todavía no alcanza para damre por satisfecha.

Sostengo su miembro entre mi mano y me arriesgo a jugar, subo y bajo, divisando como su tamaño aumenta a medida que el toque se intensifica.

—Espera, todavía no —me obliga a parar—. Quiero estar dentro primero.

Tali, que poco sabe perder el tiempo, extiende un preservativo que sacó de su mesita de luz. Esta vez, me animo a abrir el paquete. Él me guía, indicando como lo debo colocar. Se me hace fácil, aunque no puedo dejar de pensar lo mucho que me gustaría tener su excitado sexo en mi boca.

Sin embargo, contemplo su deseo. Sentada sobre él, percibo su miembro resbalando contra mi sensible sexo, abriéndose paso en la entrada. Lo hace despacio, guiando mis caderas con sus manos que las sostienen firmemente.

Hasta que me hundo y gimo, en respuesta a la sensación.

—Eso es. Ahora muévete —indica, ayudándome a encontrar el ritmo.

Descubro que me encanta estar sobre él. Mirar la forma en que se excita; su manera de jadear, ronco y profundo. Tali no se queda atrás: nos besamos, mientras nos acariciamos la una a la otra. Sus dedos bajan hasta encontrar mi clítoris y lo frotan, a la vez, Kellen continúa embistiéndome

Encuentro que ella también está húmeda y en seguida, hallo el punto sensible. Toco como si me lo estuviera haciendo a mí misma. Me parece injusto que toda la atención esté puesta sobre mí, aunque reconozco que, me encanta.

¿Qué más da? Me lo merezco.

Gozando de la avasalladora sensación, llego antes que Kellen. Ya casi sin aliento. Apenas puedo respirar. Me dejo caer en su pecho, sintiendo como las paredes internas de mi sexo se contraen una y otra vez, apretando su miembro que aún está dentro. Poco después, él alcanza el orgasmo. Tira la cabeza hacia atrás y jadea, la nuez de Adam se marca en medio de su cuello y lo beso cómo puedo, una y otra vez, maravillada por una de las escenas más excitantes que he visto en mi vida.

✤♡✤♡✤♡✤

—Hey... Bambi —despierto a causa de la voz de Kellen y sus dedos que me acarician el cabello y despejan los mechones de mi rostro—. Hora de ir a casa.

Todavía sobre él, elevo la cabeza apoyando la barbilla en su pecho. Me doy cuenta que caí dormida en su torso, tan conectados que incluso puedo escuchar el sonido de su corazón. Desearía quedarme un poco más justo ahí, sin hacer nada. Solo mirándolo mientras aprecio la sensación de su pecho vibrando cada vez que dice algo.

—¿Qué hora es? —indago, tratando de recuperar la lucidez.

—Tranquila. Todavía estás a tiempo.

Sonrío, deposito un beso en su cálida piel, encima del tatuaje que tiene en medio de los pectorales. Él acaricia mi espalda todavía desnuda, luego sostiene mi rostro entre sus manos y me atrae hacia él hasta besarme en los labios.

Ahora sonrío otra vez, próxima a su boca.

—¿Te gustó? ¿La pasaste bien? —pregunta, su mirada se concentra atenta en mí.

Echo un rápido vistazo al lado, comprobando que Tali está boca abajo, durmiendo plácidamente a un costado de la cama.

Asiento.

—Me encantó —confieso, mordiendo ligeramente el labio inferior—. ¿Puedo saber qué pasó entre ustedes?

Apenas se tocaron.

—Lo dejamos —revela, tomándome por sorpresa.

En algún punto, siempre creí que ellos estaban hechos el uno para el otro, sobre todo, teniendo en cuenta que se conocen prácticamente desde niños y que, hasta el momento, nada los había logrado separar. Tenía la idea de que lo nuestro sería una cadena de encuentros pasajeros que se acabarían al perder la emoción.

—Esto lo hizo por ti, no por mí. ¿Por qué te sorprende?

—Es que nunca pensé que se fijaría en mí. Ni ella, ni tú, ni nadie.

—Te equivocas —remarca—. Nos tienes a todos babeando por ti.

Me hace reír y al mismo tiempo, me hace sentir especial. ¿No es esto lo que cualquier chica quiere? Alguien que produzca cientos de sonrisas y te haga sentir hermosa en todos los sentidos. Porque así es como me siento cada vez que estoy con él.

—Vamos —le digo, cambiando de tema—. Tengo que pasar por Sarah antes de irme.

Últimamente pocas cosas me importan. Sería capaz de llegar tarde a casa, pasar de mis padres e incluso omitir darles explicaciones. Pero no olvido que mi hermana aún está bajo su tutela, regida por sus normas y la tendrá difícil si la descubren rompiéndolas.

Tras abandonar la cama, recogemos las prendas que quedaron dispersas en el suelo y nos vestimos. Decidimos no despertar a Tali, que continúa agotada e inmersa en su sueño y nos escabullimos directo a la casa de Kellen. A sabiendas de que nos queda poco tiempo, subo a paso rápido las escaleras e ingreso a la habitación de Bea. El rubio se queda abajo, buscando algo de beber.

Bea duerme a una orilla y Sarah, en otra. La notebook todavía está prendida, reproduciendo lo que parece ser alguna película.

Mientras me inclino hacia mi hermana para despertarla, un celular vibra sobre la mesita de noche, causando un sonido fácil de percibir a causa del silencio. Preocupada de que sea mamá, pongo la vista en el aparato y sonrío aliviada, al notar que es el teléfono de Bea. Sin embargo, la tranquilidad dura menos que un parpadeo.

En la pantalla encendida, leo dos mensajes que acaban de ingresar.

Enzo: ¿Cuándo me vas a dar una oportunidad?

Enzo: Pasé por tu casa ¿por qué no abriste?

De inmediato, uno los puntos en mi cabeza. Kellen detectó que su hermana actuaba rara, contó que se pasaba gran parte del día en su habitación y que apenas hablaba con él. Dijo que no encontraba manera de tener una conversación y ahora, comprendo. Le está ocultando esto.

—¿Qué pasa? —Bea despierta, se restriega los ojos y queda paralizada al contemplar la pantalla.

Lo quita rápido de mi vista.

—Bea...

—De esto no viste nada —exclama a la defensiva—. Jura que no vas a decir nada.

Sin querer, admite que algo está pasando.

Sarah, que salió de la cama y se coloca las zapatillas sentada en un extremo, voltea hacia nosotras.

—Deberías decirle. Mi hermana te puede ayudar, ya verás.

La chica baja la mirada nuevamente al celular, dudando. Entonces, sé que debo tomar cartas en el asunto. Soy la persona adulta entre dos adolescentes, tengo que encontrar el modo de que confíe en mí. Además, soy consciente de que está corriendo peligro. Enzo tiene casi diez años más que ella. De solo imaginar la situación me da asco.

—Puedes confiar en mí —me agacho, quedando a su altura—. De verdad. No voy a juzgarte —le prometo, hablándole como si fuera mi hermana—. ¿Estás con él?

—No —escupe, dando la impresión de que la idea le causa repulsión—. Él me busca. ¿Está bien? Desde hace un tiempo no deja de enviarme mensajes. Le dije que tiene que detenerse, pero no lo hace. Pero no te preocupes, lo voy a arreglar.

—Bea, esto puede ser grave —trato de hacerle entender. Es imposible no preocuparme—. ¿Intentó algo más?

—No. Aunque prefiero evitarlo y quedarme en mi habitación, por si acaso.

Analizo las posibilidades. No me toma demasiado tiempo inclinarme hacia una opción. Me urge recordarle que no está sola. Que puede contar con sus hermanos, con Sarah y conmigo.

—Kellen tiene que saberlo.

Es un hecho: Kellen merece saber que está confiando en la persona equivocada. Merece saber que Enzo, a quien considera uno de sus mejores amigos, trata de aprovecharse de su hermana. Sé que probablemente saber la verdad le duela, pero le dolería mucho más si lastiman a Bea. En más de una ocasión demostró que sus hermanos son una parte vital para él, moriría de enterarse que ella estuvo sufriendo y él no pudo hacer nada para evitarlo.

—No, eso no —niega rotundamente—. Dijiste que ayudaría, no que correría a contárselo a mi hermano —le reclama a Sarah, fuera de sí.

—Cálmate. No lo haré —pronuncio, considerando la idea de llegar a un acuerdo—. Tú lo harás.

—Pero...

—Prométeme que mañana le vas a decir todo o se lo digo yo —me pongo seria y doy un ultimátum.

—Bien —acepta y me pongo de pie, dispuesta a marcharme porque las horas corren y mis padres despertarán pronto. Sin embargo, la chica tira de mi mano impidiéndome avanzar—. ¿Puedes ayudarme a hablar con él? Por favor.

En el fondo, solo veo a una niña asustada que trata de manejar un problema que se le está yendo de las manos. Quiero abrazarla como abrazaría a mi hermana menor, pero percibo un grueso muro por delante. Bea no es fácil de tratar, tiene un carácter fuerte que se encarga de manifestar a través de sus actitudes y mirada.

—Sí. No te preocupes. Mañana después de almorzar estaré aquí —aseguro—. Ahora descansa.

A pesar de que caminamos rápido en dirección a la salida, Kellen me detiene dispuesto a darme un beso de despedida. Dejo que lo haga y Sarah se adelanta, riéndose por lo bajo. Le causa gracia lo desesperados que estamos el uno por el otro.

Al principio, esto se parecía a un juego. Era divertido escapar, sentir que violaba las reglas y convertirme en su chica durante toda la noche. Ahora eso cambió.

Quiero estar aquí a cualquier hora del día. Pensar en las posibilidades que tenemos juntos. Ser su chica todo el tiempo.

KELLEN

Si alguien me hubiera dicho que esa noche acabaría en la cama junto a Dara y Tali, no habría creído una sola palabra.

La verdad, no sé qué hice tan bien para que la vida me recompense cumpliendo una de mis oscuras fantasías. Ni siquiera sé cómo logré resistir tanto tiempo, de solo verlas pensé que mi cuerpo completo explotaría de excitación.

Si algún día pierdo la memoria, espero que no se me olvide esa parte.

Azael llega segundos después que las chicas, de hecho, se cruzan en la acera y se saludan rápidamente. No puedo detectar donde estuvo, pero deduzco que no estuvo ni en una discoteca ni en un bar, de ser así olería a alcohol o a cigarrillo.

Frunce el ceño al verme relajado en el sofá con los pies estirados sobre la mesita, bebiendo la última cerveza de la noche.

—¿Por qué te ves como si hubieras cumplido tu mayor sueño o algo así? —dice, con un leve tono de burla.

—Quizá si lo cumplí —dejo la incógnita, divertido—. ¿Dónde estuviste? Pensé que saldrías con una chica, pero pareces perturbado.

Decido molestarlo porque, de hecho, continúo teniendo el presentimiento de que está metido en algo.

—Las chicas pueden ser muy perturbadoras. Me extraña que no lo sepas —responde y continúa—. Mira a Dara, por ejemplo. Tiene una doble vida. ¿No es eso un poco creepy?

—Es diferente. Su familia es el problema, no ella —bebo un largo trago—. Me dijo que va a dejar al imbécil de su novio.

—¿Crees que lo hará? ¿De verdad?

Repaso las posibilidades. Pienso en la Dara que conocí y en la persona que se convirtió, dispuesta a tomar riesgos, apartando el miedo, demostrando con palabras y con hechos que quiere estar conmigo.

Me resulta difícil no creer en su palabra.

Sin embargo, durante unos segundos planteo lo que dice mi hermano. ¿Sí no lo hace? ¿Si al final decide casarse y omitir lo nuestro? Me doy cuenta que no estoy listo para asumir las consecuencias. Me doy cuenta que tan solo imaginarlo, duele.

Empezamos jugando, pero comprometí los sentimientos en el camino y eso es jodido. De eso no escapas fácilmente.

—Sí. Lo hará.

Mi Bambi es valiente. No se echará atrás.

—Uh, estás peor de lo que imaginé —vuelve a reírse de mí—. Te lo dije al principio y lo diré otra vez: avanza despacio, con cuidado —aconseja.

Demasiado tarde, hermanito.

Ya me dejé consumir. Cada minúscula porción de lo que soy está completamente sumida en ella.

✤♡✤♡✤♡✤

NOTA DE AUTOR: 

1. Para las que tenían miedo del trio, espero que hayan entendido que solo fue sexo. Kellen está loco por Dara y creo que de eso no hay dudas.

2. Todas queremos ser Dara. 

3. Enzo es hombre muerto.  ¿Se lo veían venir?

4.  Azael sigue MUY misterioso.

5. ¿Se casa o no se casa Dara?

6. Hay mucho drama en los próximos capítulos ¿teorías?

Como siempre, espero ansiosa por leer sus comentarios y opiniones, me emocionan muchísimo. Parte de la inspiración que tengo últimamente, se debe a que ustedes me dan mucho animo.

Gracias por el apoyo <3. 

Redes:

Instagram: evelynxwrites

Twitter: evelynxwrites

Booknet: Evelyn Writes

Continue Reading

You'll Also Like

39.4K 1.8K 28
La vida de Laughing Jack cambia rotundamente cuando se encuentra con cierto chico algo bajito ,a comparación de su altura,de unos peculiares pero her...
3M 190K 102
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
60.1K 5.6K 26
Seguro piensas que esta historia trata sobre el vivir de las parejas de Junjou Romántica. Pero no es esa clase historia, esta es amarga, triste, la...
385K 39.2K 38
¿Por qué sigue viva Kate, si en teoría Peter la mató? ¿Por qué ha tardado más de un año en volver a Beacon Hills? ¿Dónde ha estado todo ese tiempo? ¿...