C a p i t u l o 46 "Relajarse"
Parte I
Me levanto agradeciendo que este sábado no tengo ningún plan, lo que significa, que puedo quedarme en casa tranquila para meditar sobre lo ocurrido la noche pasada, además, necesitaba unas horas para mí sola.
Más tarde llamaría a Harry para saber cómo se encontraba.
Por ahora, necesitaba mi espacio.
Decido cambiar mi rutina mañanera levantándome tarde de mi cama y con tranquilidad, me preparo un desayuno decente y como frente al televisor mientras veo Forest Gump en Netflix; lloro en cada oportunidad que tengo, sobretodo, cuando muere Bubba y cuando Forest vuelve a encontrarse con Jenny después de la guerra de Vietnam.
Casi tres horas después, pongo orden en mi departamento limpiando el lugar con suma concentración.
Este día estaba resultando bastante relajante.
Después de limpiar por aquí y por allá, entro a la ducha y me tomo mi tiempo para pasar el jabón por mi cuerpo y, así mismo, depilo algunas zonas de él; consiento mi cabello y lo lavo con un shampoo y después aplico una mascarilla en él.
Salgo del baño y después de secar mi cuerpo, me coloco mi ropa interior y encima, la bata que suelo usar comúnmente.
En la cocina, abro una botella de vino y me sirvo una copa para continuar con mi buen día. Con ella en mano, me encamino a mi habitación y escojo un esmalte negro para pintar mis uñas.
Aún me sentía nerviosa y confundida por los acontecimientos de la noche pasada; sabía que Harry se encontraba débil emocionalmente, pero nunca llegué a creer que eso lo llevaría a besarme nuevamente. Debía admitir que la sensación no me había desagradado, pero, no podía permitir que algo de esa magnitud ocurriera siendo consciente de la inestabilidad que había llegado a su vida después de lo ocurrido con Paige.
Así mismo, sabía que no podía enojarme con él, tenía que ser tolerante y no porque él me lo exigiera, sino todo lo contrario, yo de verdad deseaba ser un soporte para él.
Pero ante todo, estaba yo.
Y aunque probablemente había dañado a Harry con mi rechazo, para mí estabilidad emocional había sido lo mejor y me sentía orgullosa, pues no podía repetir la historia de los besos robados para al final del día, quedarme sola y sin nada bueno en mi interior. En todo este tiempo, había aprendido que debía ver primero por mí, cosa que nunca llegué a hacer en el pasado.
Y por alguna buena razón, mi alma y mi mente se sentían en paz.
Y no podría estar más agradecida por ello.
Tomando en cuenta que el tiempo que me he dado ha sido bastante bueno y ahora mismo, me encuentro relajada y con un humor bastante bueno, decido que es el momento adecuado para hablar con mi mejor amigo.
Busco mi celular en mi habitación pero recuerdo que lo he dejado sobre el sofá, así que, con pasos lentos y tarareando una canción, voy hasta la sala para tomar mi teléfono.
Estoy buscando entre mis contactos favoritos el número de Harry cuando unos golpes en mi puerta me desconcentran y me hacen mirar con confusión la entrada de mi departamento; no esperaba visitas de nadie esté día.
Volviendo a dejar el celular donde lo había encontrado, camino hasta la puerta y la abro despacio escondiendo mi cuerpo detrás de ella y solo asomando mi cabeza.
— ¿Harry?
— Hola, Isabella — pronuncia mi nombre de manera lenta — ¿Puedo pasar? — pregunta después de algunos segundos en silencio
— Oh, sí, perdona. Me he sorprendido con tu vista -— río — Justo estaba por llamarte
— ¿Pasó algo? — pregunta una vez que está dentro
— No, nada de lo que tengas que preocuparte. Solo quería saber cómo estabas, ya sabes — hago una pausa incómoda — Después de todo lo de ayer
— Yo también venía por ese motivo, espero no haya problema y espero de verdad no interrumpir tu día
— No lo haces, tranquilo — sonrío — ¿Quieres una copa de vino?
— Así que disfrutando tu soledad — dice con una sonrisa más relajada y siguiéndome hasta la cocina
— Necesitaba darme el día. Me he tomado mi tiempo para relajarme y mírame, tranquila y sin preocupaciones — bromeó
— Mierda, creo que justo es lo que necesito yo
— Y estoy de acuerdo con eso ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste relajarte?
— Ni idea — suspira y me agradece por la copa de vino — Probablemente en Italia, no lo sé
Ambos nos quedamos en silencio asimilando la situación y bebiendo de nuestras copas
Y se me ocurre una excelente idea.
— ¡Ya sé! — grito y mi mejor amigo se asusta un poco — ¿Tienes planes hoy?
— Ninguno
— Bien, porque nos haremos cargo de ese asunto — informo y Harry me observa confundido — Yo me haré cargo de tu estrés y cansancio, te ayudaré a quitarte todo eso de encima
— Eso suena interesante — alza las cejas repetidas veces y muestra la sonrisa coqueta que lo caracteriza
— Ni lo sueñes — le muestro el dedo de en medio — A lo que me refiero, es que podemos usar esta tarde para consentirte. Anda, ve al sofá, tomate tu copa y en un momento te alcanzo
Salgo de la cocina dando brinquitos de alegría en dirección a mi habitación y escucho como Harry ríe en alguna parte del departamento.
Por alguna razón, esta sensación me llena.
Tomo una caja que tengo especialmente para mis mascarillas y productos para la cara, aceites relajantes, esmaltes de uñas y algunos otros objetos para hacer manicure.
— Muy bien — digo una vez que estoy frente a mi mejor amigo — Primero, comenzaremos con una rutina de skincare ¿Está bien?
— Haz lo que quieras conmigo
Bastante tentador.
Harry se acomoda en el sofá y yo me siento a su lado para comenzar.
Comienzo con un limpiador facial para eliminar los excesos de grasa en su rostro y después prosigo con un tónico. Mis movimientos son lentos y puedo sentir como Harry se relaja en su lugar; de vez en cuando, suelta algunas risas debido a que tenemos a Friends de fondo en en el televisor. Aplico un suero y después, lo pongo a escoger alguna de las mascarillas que tengo. Harry se decide por una de rosas.
— Isabella, te vas a ir al cielo por todo lo que haces por mí
— ¿Crees que no lo sé? — le respondo — Yo merezco el cielo desde el maldito día en que te conocí
— No me voy a oponer a tus palabras — ríe
— Ahora, escoge un color de esmalte en lo que yo inicio con esto. Estira tus manos
Pongo sobre sus piernas todos los esmaltes y mientras él observa cada color, quito cada uno de sus anillos y los coloco con mucho cuidado sobre la mesita de centro; una vez hecho esto, comienzo limpiando sus uñas y después limando cada una de estas para darles una bonita forma recta.
Cuando termino, voy hasta la cocina y caliento un poco de agua hasta que ésta se ponga en un nivel tibio y aprovecho la venida para rellenar nuestras copas.
— ¿¡Isa!? — Harry grita mi nombre — ¿¡Cuando tú termines puedo pintarte yo las uñas!?
Observo mis manos y hago una mueca al notar que hace unas horas, justo las había pintado con un bonito esmalte negro.
Pero para eso está la acetona ¿No?
— ¡Seguro! — respondo
Vierto el agua en un bowl y cuando vuelvo a estar en el sofá, le indico a Harry que meta sus manos en el contenedor por diez minutos, los cuales, aprovechamos para conversar acerca de su noche en el departamento de Niall.
Me causa demasiada ternura escuchar que ambos se quedaron dormidos y abrazados en el sofá del irlandés.
Pasado el tiempo, seco sus manos, me hago cargo de sus cutículas, limpio debajo de sus uñas, pongo crema humectante en sus manos y así mismo, retiro la mascarilla de su rostro esperando ahora a qué se seque el residuo que quedó de esta.
— ¿Ya sabes qué color usar? — pregunto
— Creo que me iré por el amarillo
— De acuerdo — sonrío y comienzo con mi tarea cuidando no manchar sus largos dedos — Harold ¿puedo hacer caritas felices en tus uñas?
— Lo que tú desees, amor — me sonríe abiertamente dejando a la vista sus hoyuelos
Y así pasan los minutos, o mejor dicho las horas, pues, cuando sus uñas se secan, me doy cuenta de que ocupamos dos horas en todo esto, sin embargo, me siento feliz con los resultados y aún más, al notar que Harry lleva una gran sonrisa en el rostro y me asegura una y otra vez que está muy agradecido por las atenciones.
No tardo en colocarle sus anillos nuevamente.
— Muy bien, solo queda poner crema humectante en tu carita y terminamos
— ¿En mi carita? — pregunta burlón y yo solo ruedo los ojos
Harry cierra los ojos y comienzo a esparcir el líquido cremoso en su rostro.
Toda mi acción queda interrumpida cuando en el televisor, están pasando una de mis escenas favoritas de Friends: el momento en el que Chandler y Mónica se comprometen.
Mi vista queda fija en la imagen, pero siento como Harry abre los ojos y me observa por un momento para después, mirar lo mismo que yo.
"— Chandler, en toda mi vida, nunca pensé tener tanta suerte como para enamorarme de mi mejor...mi mejor... ¡Por eso las mujeres no hacen esto!" — dice Mónica
— Está bien, está bien. Yo lo haré — responde Chandler — Creí que importaba qué decir o dónde decirlo. Luego me di cuenta, de lo que único que importa es que tú... Tú me haces más feliz de lo que creí que podría llegar a ser. Y si me lo permites, pasaré el resto de mi vida tratando de hacerte sentir lo mismo"
No me sorprendo al notar que pronto estoy llorando, pero la mano de Harry gira mi rostro y comienza a secar mis mejillas con suaves toques.
— Lo siento, tú sabes cómo me pongo con este escena — me disculpo con una sonrisa tímida y la mirada fija en mis manos
— Lo sé — Harry sonríe — Aún recuerdo la primera vez que vimos esta escena juntos
Pronto, termina de limpiar mi cara y con un suspiro saliendo de mis labios, me ocupo de finalizar con lo que estaba haciendo, pero, en esta ocasión, Harry no cierra los ojos, se mantiene observándome con demasiada atención y concentración.
La serie al fondo continúa y cuando finalizo, le dedico otra sonrisa después de un "terminamos, eres libre", pero curiosamente, ninguno se mueve de su lugar.
Mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal sin saber el porqué.
— Isa ¿recuerdas lo que te dije aquella noche en el bar? ¿Cuándo fuiste a buscarme? — Harry rompe el silencio
— Sí, lo recuerdo — respondo y muerdo mi labio por nerviosismo
— Bien — suspira y guarda silencio por un minuto — ¿Y recuerdas lo que sucedió anoche?
— Lo hago
Me sobresalto un poco al escuchar el timbre de mi teléfono al fondo, pero ésta vez, algo me dice que no debo contestar la llamada. Algo en mi interior, me informa que no sería lo correcto en este momento; así que lo dejo sonar y después de unos segundos, deja de hacerlo.
— Isabella — mi mejor amigo pronuncia mi nombre pasando su lengua por sus labios — Te amo
De acuerdo.
— Yo también te amo, Harry, lo sabes — sonrío — ¿Recuerdas lo que te dije anoche? Eso del cariño de amigos...
— No — se apresura a interrumpirme — Isabella, no estás entendiendo — se reincorpora a mi lado — Isabella, yo te amo — repite y lo miro extrañada, si entender nada — Te amo al grado de que no puedo dejar de pensar en ti, al grado en el que lo único que deseo es tenerte conmigo y besar esos labios rosas que tienes — hace una pausa — Te amo como alguien que está enamorado. Isa, estoy perdidamente enamorado de ti
Mis labios se abren debido a la sorpresa y pronto me doy cuenta de que estos mismos comienzan a temblar, pues siento, que en cualquier instante me pondré a llorar por todo lo que acabo de escuchar.
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Wenas, wenaaas!
Adiós, lxs dejo con la duda de que ocurrirá después 🏃🏻♀️🏃🏻♀️🏃🏻♀️
Te agradecería si me ayudas con tu voto y tú comentario
TPWK