-¡Contesta! ¿Dónde está la verdadera Nozomi?
La pelirroja se tensó.
-No sé de que demonios hablas.
-¡No mientas! ¡No hueles igual que Nozomi-chan! ¿Dónde está?
-Jamás podrás engañar al olfato de un ninken. Además, llevas la funda de shurikens en la pierna izquierda. Nozomi es diestra. Tu transformación es peor que la de Nozomi, impostor.
La chica explotó en una bola de humo, revelando a un ninja de Amegakure.
-Qué mala suerte, me descubrieron. ¿Quién tiene el pergamino?
Ninguno contestó, si no que se pusieron a la defensiva.
-Si me lo entregan, les perdonaré la vida.
Los chicos no dieron su brazo a torcer. Fruncieron el ceño, mientras el castaño se enfocaba en buscar el olor de la Uzumaki. Lo localizó cerca de ahí, con otros dos olores parecidos al del tipo que tenían enfrente.
-Ya veo -dijo el chico de Ame, al notar que no dirían nada- ¡Entonces, se los arrebataré!
El chico corrió hacia ellos, sin saber lo que le esperaba.
Sasuke saltó hacia la rama del árbol que tenían detrás, ejecutando las posiciones de manos necesarias para su jutsu.
-¡Katon: Hōsenka no Jutsu!
Las bolas de fuego impactaron en todo el suelo, siendo esquivadas por el Genin de Ame. Kiba atacó desde atrás, haciéndolo girarse y protegerse del golpe con un kunai. Usó el impulso para enviar al castaño hacia atrás y escapó por las ramas de los árboles.
Los miembros masculinos del Equipo 7 lo persiguieron, hasta que unas cadenas de chakra le cortaron el paso. Nozomi había dejado inmóviles a sus compañeros con un afortunadamente preciso golpe en un nervio y ahora se unía a sus compañeros. El Genin las esquivó por poco, y saltó, lanzando kunais hacia sus perseguidores, uno de ellos con una etiqueta explosiva.
-¡Oh, no! -maldijo el Uchiha. Tuvieron que moverse rápido para esquivarlo. El Genin de Ame aprovechó su distracción momentánea y puso un kunai en el cuello del pelinegro.
-Que suerte. Si te mueves, te mato. Dame el pergamino.
Sasuke sin embargo, sonrió de lado. Nozomi usó su velocidad para llegar con ellos y mandarlo a volar con una patada. Kiba usó el chakra para correr por los árboles y lo remató clavándole un kunai en el pecho. Sin embargo, el Genin se las arregló para ejecutar los sellos del jutsu de sustitución, aunque no pudo salvarse de la herida.
-*Qué mala suerte. Actuar en solitario no fue buena idea. Ella los venció a ambos.* -se dijo, mientras huía con sus compañeros en brazos.
-*Escapó* -pensó el pelinegro con frustración.
-Tranquilízate Sasuke, tenían el pergamino del Cielo también. Inspeccioné a los otros dos. No hay caso en seguirlo dattebane. El clon con el kunai ya está en la torre -dijo la chica, poniendo una mano en el hombro de su compañero. El mayor gruñó. Los tres se sentaron en el suelo del claro- Antes que nada, voy a poner una barrera -dijo, mandando una mirada significativa a ambos.
Lo entendieron inmediatamente. Los estaban vigilando. Era precisamente esa kunoichi de Kusa con el chakra siniestro y malvado, con olor a serpiente, y su equipo. La chica hizo cuatro clones, que se dirigieron a puntos algo separados, en un radio de 200 metros alrededor de ellos, encerrando también a los no-invitados. Estos hicieron varias posiciones de manos para ejecutar el Fūinjutsu.
-Uzuton: Yon Uzu Kekkai
Una barrera azul-verdoso de cuatro puntos y enorme se levantó alrededor de ellos y los intrusos que los espiaban.
-En caso de que nos separemos, no debemos confiar en nadie, aunque sea uno de nosotros -empezó el usuario de Katon.
-Tienes razón, el enemigo podría acercarse transformado, como ahora -coincidió el mayor, con un ladrido de su perro.
-Bueno, Kiba y yo tenemos formas de saber si son o no uno de nosotros, pero el olfato es fácil de confundir si sabes lo suficiente, y no creo que no haya ya una técnica para manipular la sensación del chakra de una persona dattebane -aportó la pelirroja.
-Debemos decidir una contraseña -concluyó Sasuke.
-¿Una contraseña? -el Inuzuka no esperaba eso, pero tenía lógica.
-Ya veo. En caso de que no digamos la contraseña correcta, debemos ignorar el aspecto, chakra u olor y pensar que es un enemigo. Bien pensado, Bakasuke -sonrió zorrunamente.
-Cállate Usuratonkachi -dijo con una vena en la sien- Sólo la diré una vez, así que presten atención. Preguntaremos por la canción ninja "Ninki", y la respuesta será: "Un gran número de enemigos no será un tormento. Sin escondites en un lugar sosegado, un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia cansado." Eso es todo.
-De acuerdo -asintió la chica. Años de arduo estudio habían hecho maravillas con su mente, al punto de que podía memorizar casi cualquier cosa a la primera, con tal de poner atención.
-¿Puedes repetirlo? -dijo Kiba, abrumado por todo lo que dijo su compañero. Akamaru lloró un poco, tampoco había entendido.
-Dije que sólo lo diría una vez.
-Es difícil, pero Sasuke tiene razón. Alguien más puede oírla si la dice de nuevo -dijo ella, con doble sentido, que notó la ninja que los espiaba.- Debes aprender a memorizar las cosas rápidamente.
-¡Sí la recuerdo, Nozomi-chan! Simplemente era para asegurarme -mintió, con las mejillas rosas por la vergüenza.- ¿Verdad Akamaru?
-Yo llevaré el pergamino -determinó Sasuke, mientras se ponía de pie. La Uzumaki abrió los ojos, el chakra de uno de los intrusos se había acumulado, y estaba por lanzar un ataque.
-¡Esperen chicos!
Demasiado tarde. Una ráfaga de viento surgió de su derecha, azotándolos con gran fuerza.
-¿Más enemigos? -se preguntó Sasuke.
El ataque reveló al equipo de Kusa, y la chica rápidamente comandó a sus compañeros.
-Ustedes quédense descansando. Me encargaré de ellos sin ayuda. -dijo mirando el largo camino de tierra que había hecho con el jutsu.
Sasuke estaba agachado bajo un arbusto, con kunai en mano, cerca del rastro que dejó la kunoichi. Sintió una presencia a su espalda, y volteó rápidamente, encontrándose con su compañera.
-¿Nozomi?
-Sasuke -dijo la otra con precaución. Sentía el mismo chakra del Uchiha y era el mismo olor: madera de encina, quemándose lentamente. Aún así, no significaba que fuera su compañero.
-¡No te acerques! Primero di la contraseña -dijo sosteniendo un kunai frente a él- ¿Cuál es la canción ninja "Ninki"?
-"Un gran número de enemigos no será un tormento. Sin escondites en un lugar sosegado, un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia cansado." -recitó sin dudar, más relajada cuando el pelinegro dijo la pregunta clave.
-Bien -dijo el otro bajando su arma. Justo después, escucharon una voz familiar.
-Eso dolió -dijo Kiba, avanzando hacia ellos. Akamaru ladró, corriendo a su lado- ¿Están bien chicos?
Nozomi se puso alerta. No era el chakra de su compañero. Se parecía muchísimo, sí, pero no era igual. No sabía cómo, pero estaba casi segura de que el Kiba frente a ella era un impostor. Tal vez por el olor. Kiba olía a croquetas de perro y carne seca. Este tipo olía solo a carne seca. Además, el chakra del "Akamaru" a su lado era exactamente igual, mismo aroma, misma temperatura, sin diferencias. De cualquier modo, decidió asegurarse, pues nunca se perdonaría atacar a un compañero de equipo por dudar de él.
-Espera Kiba. La contraseña -pidió, con el ceño fruncido- ¿Cuál es la canción ninja "Ninki"?
-Lo sé, lo sé. "Un gran número de enemigos no será un tormento. Sin escondites en un lugar sosegado, un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia cansado."
El Uchiha y la Uzumaki se miraron entre sí. Solo bastó eso para que ambos lanzaran un ataque con kunais al mismo tiempo, obligando al Inuzuka a tirarse de espalda al suelo para que no lo alcanzaran.
-¿Qué les pasa?
-Esta vez es un tipo capaz de esquivar ataques -dijo Nozomi, tronándose los nudillos.
-Tienes razón, es más rápido que el otro -Sasuke frunció el ceño.
-¿Qué están haciendo ustedes dos? Dije la contraseña bien -se quejó el impostor.
-Ese es justo el problema. Kiba nunca memorizaría a la primera una contraseña tan larga dattebane.
-Al preguntárselo, seguramente contestaría que la olvidó, o improvisaría algo parecido, pero nunca la original.
-Además, sus movimientos al esquivar el ataque no son los que haría él. Revela tu identidad de una vez, impostor.
Este, al verse atrapado, entrecerró los ojos y se lamió los labios con una sonrisa burlona y una lengua como de serpiente.
-Ya veo.
La transformación se disipó con una nube de humo anormalmente grande, que hizo moverse al viento, revolviendo el cabello de los Genin de Konoha.
-Pero si sabían que la olvidaría, ¿Por qué no eligieron una contraseña más corta?
-Porque sabía que nos estabas espiando bajo tierra -contestó la Uzumaki, con una sonrisa propia de Kurāma.- Por eso elegimos esa contraseña.
-Comprendo -dijo la kunoichi, quitándose el sombrero de paja- Aún no estás cansada ni bajas la guardia, ¿No? Creo que me divertiré más de lo que esperaba.
La chica frunció el ceño, analizándola.
-*Esa chica no es normal. ¿Dónde está Kiba? Kusagakure no tiene jutsus de viento, si no de tierra y fuego, aunque siempre puede haber excepciones. Su chakra huele como una serpiente. Debe haberse infiltrado en los exámenes, pero lo extraño es que no siento que su reserva de chakra se drene como sucede con el jutsu de transformación. ¿Cómo hace para mantener esa apariencia? ¿Será como el jutsu de Ino-chan?*
Kiba estaba estrellado en el tronco de un árbol, de cabeza. Había recibido todo el impacto del jutsu.
-Eso dolió -dijo sin moverse. Oyó un chillido ahogado. Akamaru se había puesto detrás de él para tratar de amortiguar el golpe de alguna manera- ¡Akamaru! ¿Te encuentras bien, amigo? -el cachorro gimió de dolor. El castaño se apresuró a revisarlo, encontrando con que se había llevado un gran golpe en las costillas, pero muy afortunadamente no las tenía rotas- Sólo es un golpe. Estarás bien. Debemos buscar a Nozomi-chan y a Sasuke.
Apenas terminó de decir eso, una serpiente se deslizó frente a él, bloqueando su paso.
-¡Es enorme! -exclamó sorprendido- *Es la primera vez que veo una serpiente tan grande.*
El reptil se abalanzó contra él, que lo esquivó con un gran salto, acompañado por su perro. El golpe fue con tanta fuerza que creo una gran nube de polvo. Cuando aterrizó, oyó que la serpiente iba a atacarlo.
-¡Detrás! -se movió, impulsándose con chakra, escapando de aquel ofidio, pero la mencionada se recuperó demasiado rápido y lo atrapó, enrollando al menor con su cuerpo- ¿Es la cola? -se tensó, pues eso significaba que la cabeza estaba libre para atacarlo. Y así fue, el Inuzuka y su fiel ninken fueron rápidamente engullidos por la serpiente gigante.
Mientras tanto, la kunoichi de Kusagakure sacaba lentamente un pergamino de la Tierra de su bolsillo, llamando la atención de los que tenía en frente.
-Quieren nuestro pergamino de la tierra, ¿No? -"adivinó"- Porque ustedes tienen el de Cielo. -dijo sacando su larga lengua. La envolvió alrededor del pergamino y se lo tragó lentamente.
-*Fascinante -pensó Nozomi, a pesar de las circunstancias- ¿Es un jutsu de sellado? No. Es más bien parecido a la habilidad de las ranas de guardar cosas en su estómago y escupirlas luego. ¿Es un Kekkei Genkai?*
-Empecemos a arrebatarnos los pergaminos -ordenó, lamiéndose los labios- ¡Arriesgando la vida!
Los miró directamente a los ojos soltando un Instinto Asesino a gran potencia. Nozomi sintió un escalofrío en la espalda y un poco de vacío en el estómago, pero Sasuke era otra historia. El chico cayó de rodillas, teniendo alucinaciones de su muerte. Una sangrienta, dolorosa y despiadada. Terminó alucinando un kunai clavado directamente en la frente y empezó a respirar agitado. La ojizafiro realmente no podía culparlo, él no tenía a un zorro demonio que había soltado un IA el doble de fuerte la primera vez que algo lo hizo enojar. Además, había estado entrenando su resistencia a eso, por reiteración del propio Kurāma.
Por esa razón, logro fingir exitosamente que estaba en shock, y cayó de rodillas con una expresión de pánico y ligeros temblores, como había pasado la primera vez. Sigilosamente, envió una cadena de diamantina bajo tierra, muy profundo, ocultando el chakra que desprendía, y gradualmente dejándolo aparecer cuando encontró lo que necesitaba.
-*¿Fue un genjutsu? -pensó Sasuke, con la respiración agitada. Las náuseas vinieron a él, obligándolo a agacharse para vomitar, ante la atenta mirada de la de Kusa- No. No es más que su instinto asesino. Es terrible. Me hizo visualizar mi muerte solo con mirar sus ojos. ¿Quién rayos es?* -volteó a su derecha, encontrando a su compañera- N-Nozomi -murmuró.
-Hai -dijo ella rápidamente, en un tono casi más bajo. Sabía bien lo que su compañero había visto, pero no por eso iba a retirarse de la batalla. Después de todo, ella tenía un pergamino de la tierra.
-*Maldición, tenemos que huir. De lo contrario, ¡Solo nos espera la muerte!* -se convenció el moreno.
Kiba seguía dentro de la serpiente, que se deslizaba por el bosque.
-¡Déjanos salir! -gritaba- ¡Escúpenos!
Clavaba un kunai en la piel de su estómago, pero no lograba cortarla. Akamaru trataba de morderla, con el mismo resultado.
-¡Maldita sea! Es inútil. ¿No tengo nada? -hurgó en su porta-armas, tratando de encontrar algo útil- Es la bola de arroz que guardé durante la comida -dijo viéndola.
El estómago se movió un poco, causando que se cayera y rodara. Cuando se detuvo, sólo le tomó un par de segundos deshacerse, haciendo al castaño entrar en pánico. Akamaru lloró, pues el estómago lo estaba aplastando.
-Se deshizo. ¿Vamos a acabar digeridos como la bola de arroz?
Justo cuando terminó de decir esas palabras, Akamaru y luego él fueron succionados por la serpiente.
-¡No! ¡Déjame salir! ¡Déjame salir!
-¿Ya no pueden moverse? -preguntó la kunoichi con burla
-*¡Va a matarnos! -Sasuke estaba en pánico. Intentó hacer su mayor esfuerzo para salir de ahí- Muévete. Muévete. -se repetía, tratando de tomar un kunai de su porta-armas- Muévete. Muévete. Muévete. -sacaba el arma poco a poco, y se levantaba con lentitud, sin quitar los ojos de la mujer- Aunque sea un poco, ¡Muévete!*
-¿Qué pretendes hacer con eso? -dijo la de Kusa, con superioridad. El Uchiha tembló ante su mirada.
-*No puedo moverme* -pensó.
-*Sólo un poco más* -se decía Nozomi, manteniendo la concentración.
-Tranquilo, terminaré en un segundo -decía la de Kusa, sacando dos kunais- No tendrán tiempo de sufrir. -levantó las armas, preparada para lanzarlas, tal y como en la visión del azabache- Ojalá me hubieran entretenido más. Es una lástima.
La kunoichi lanzó los kunais, directos a su objetivo. La sangre salpicó, esparciéndose en el suelo.
Mientras tanto, la serpiente que se había comido a Kiba y Akamaru reposaba tranquilamente en una rama, con el ninja y el ninken siendo digeridos en su estómago.
-*¿Voy a morir aquí? -se preguntó el castaño. Recordó a su madre, a su hermana, a su sensei, y a Sasuke y a Nozomi por último- Han pasado muchas cosas entre nosotros tres. Nozomi-chan y yo casi siempre discutimos con Sasuke. -pensó, recordando aquel día de la prueba de Kakashi, cuando alimentaron a Nozomi, cuando enfrentaron a Zabuza, cuando entrenaron el escalar árboles, cuando comieron demasiado y Nozomi los regañó, y cuando se reunieron en la Academia antes del primer examen.
Por otro lado, una gran explosión se escucho. Había múltiples grietas en el suelo, muchísimos insectos de todo tipo, ya muertos y una satisfecha kunoichi de Kusa que miraba los kunais que había lanzado, clavados en una gran raíz de árbol frente a ella.
-Ya veo -decía, analizando el evento ocurrido.
A una distancia prudente se encontraban Sasuke y Nozomi, cuidando la espalda del otro y vigilando por si llegaba la mujer tétrica. La Uzumaki se esforzaba por encontrar el chakra de Kiba, mientras una herida en su brazo, producto de uno de los kunais que había atravesado su chaqueta gris, se curaba rápidamente, gracias a Kurāma. Desafortunadamente, su rango de sensor era demasiado pequeño como para abarcar todo el bosque. Apenas alcanzaba un kilómetro a su alrededor, a menos que...
-Sasuke, escúchame un momento. Tengo una técnica nueva que servirá para encontrar a Kiba, pero no la he dominado.
El chico asintió, no necesitaba que le dijeran nada más. Nozomi se sentó en flor de loto e hizo el sello del carnero. Era una técnica especial, la segunda fase de su Kekkei Genkai que no había dominado por completo, por lo que necesitaba concentración absoluta. Quedaba indefensa durante el tiempo que la usara y además agotaba mucho chakra.
-Kagura Shingan -murmuró, sintiendo la apertura de sus ojos de la mente. De un momento a otro, pudo ver como si fuera un águila en pleno vuelo: desde arriba. Buscó entre todos los chakras aquel que era de su compañero, azul marino, escandaloso, inquieto, y con un pequeño chakra extra.
Mientras tanto, la kunoichi de Kusa observaba a la masa de puré de insecto, pensando.
-*Nunca estuvo realmente bajo la influencia de mi Instinto Asesino. Solo fingió, y bastante bien. El engaño es la mejor herramienta de un ninja, y ella lo sabe. Justamente como en la contraseña, "un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia", lo utilizó. Probablemente sea debido al Kyūbi. Esa bestia debe tener un Instinto Asesino casi tan grande como su poder. Actuó para engañarme mientras enviaba una cadena bajo tierra, usando su chakra para controlar a los insectos. Le ordenó a los insectos que salieran todos a la vez, aprovechando el momento de distracción para huir con su compañero, llevándolo con su clon de sombra. Piensa con la mente fría incluso en momentos como este. Y tiene un Kekkei Genkai que yo creía extinto. No es una presa cualquiera. Con ella obtendré mi venganza, Minato, Sarutobi-sensei* -se decía, lamiendo sus labios.
Entre tanto, Kiba seguía dentro de la serpiente, que seguía en la misma posición. De pronto, se oyó un grito desde ahí.
-¡Gatsuga!
La serpiente comenzó a hincharse y su piel se estiraba por todas partes, producto del ataque que estaba recibiendo. Al final explotó, dejando salir a Kiba y Akamaru de ahí. El jutsu aún no terminaba de desactivarse, así que pudo verse cómo se volvían borrosos, un torbellino de gris, debido a la velocidad que llevaban. El reptil cayó muerto al suelo, mientras el Inuzuka se tronaba los huesos del cuello.
-¡No pienso tener una muerte tan patética! ¡No me convertiré en excremento de serpiente ni ahora ni nunca! -declaró.
Nozomi abrió los ojos repentinamente. Localizó el chakra del ojiónix mayor.
-¡Lo enc... -Sasuke rápidamente le tapó la boca.
-*Tenemos que irnos antes de que nos encuentre -pensaba aterrado- ¿Cuál es la mejor forma de huir?*
-*Está demasiado alterado. No lo culpo, pero eso no es bueno. Mi chakra se redujo a tres cuartas partes del total con el Kagura Shingan y un poco por las cadenas y el clon. Tal vez fue mala idea, lo leí apenas ayer, y esta es la primera vez que lo pongo en práctica a toda potencia, pero debía encontrar a mi amigo. Ahora debemos enfrentar a esta loca, es más fuerte que nosotros. Si huimos, nos atrapará y matará enseguida. Si peleamos, podemos hacer el suficiente tiempo y escándalo para atraer refuerzos.*
Una sombra, que definitivamente no era de un aliado apareció encima de ellos. La chica lo notó, y mordió la mano de su compañero, logrando que la soltara, llamar su atención y haciéndolo activar su Sharingan de dos aspas. Ambos esquivaron el ataque con agilidad, cada quien por su lado.
-Estoy tan alterado que ni siquiera percibí a la serpiente. -pensó el Uchiha en voz alta. Aterrizó en una rama, mientras la serpiente se enroscaba en un árbol. Esta se lanzó hacia la pelirroja, liberando una parte del chakra de su ama que no había mostrado antes.
-*¡¿Qué?!* -se preguntó estupefacta.
Ese chakra tan frío y oscuro estaba compuesto de muchas partes, como si se las hubiera injertado. Por impulso más que otra cosa, lanzó una horda de shuriken, matando a la serpiente, que cayó en un árbol. Esa sensación habría aterrado a cualquier ninja sensor. Nozomi respiraba agitada, intentando calmarse.
-*¿Cómo es esto posible? Es como si fuera muchas personas en vez de sólo una, pero al mismo tiempo, todo ese chakra se engloba en una presencia. ¿Qué es ella?*
Sintió un cambio en el chakra de la kunoichi. La piel de la serpiente se agrietaba y se resquebrajaba. Comenzó a abrirse, mostrando la espalda de la ninja extranjera.
-No bajes la guardia ni un segundo -recomendó la pelinegra, burlonamente, mientras salía de entre el reptil, ante la mirada sorprendida del Equipo 7- Las presas deben permanecer alerta, y huir de sus depredadores -dijo, sacando su lengua y moviéndola como una serpiente.
Usó un jutsu extraño para largar su cuerpo, enroscándose en un tronco de árbol, a punto de lanzarse a por la Uzumaki, que había puesto cara sorprendida, pero luego sonrió de lado, sin moverse ni un poco. En ese momento, cuatro shuriken y un kunai se atravesaron en su camino. Sasuke miró sorprendido hacia la dirección de la que salieron.
-Llegas tarde Kiba -le reprochó la pelirroja. La de Kusa también miró hacia allá.
-Lo siento, Nozomi-chan. -el castaño estaba en una rama cercana, de brazos cruzados y con Akamaru sobre su cabeza- Olvidé la contraseña.
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¡Holooo! Nueva actualización porque ya va a ser mi cumple XD. Me estoy haciendo vieja para esto -w-.
¿Quieren un spoiler de mi próxima obra?
Ahí está.
Tsuki-san ¡Se va!