C a p i t u l o 39 "Orgullo y Prejuicio"
Después de haber intentado posponer lo inevitable, por fin, habíamos conseguido que Harry viniera y nos contara la verdad de lo que estaba ocurriendo. Me sentía un poco mal de presionarlo a hablar sobre algo que, probablemente, no era de su agrado; es decir, tenía que haber una razón del porqué él aún no nos había dicho nada, por lo que era importante respetar su decisión y silencio, sin embargo, en algún momento la curiosidad fue mayor y heme aquí.
Sentados en los sofás de mi departamento, nos encontramos en completo silencio Harry, Niall, Gemma y yo esperando a que las primeras palabras salgan de la boca de mí mejor amigo.
No tardo en detectar el nerviosismo en Harry, quien no deja de hacer muecas y movimientos constantes con sus pies.
— Harry, si crees que lo mejor es no decirnos, está bien, no tienes por qué sentirte presionado...
— No, yo sí quiero saber — me interrumpe Gemma — Harry, eres mi hermano, evidentemente me encuentro preocupada por lo que te está sucediendo
— Todos aquí lo estamos — dice Niall — Estás diferente y no sabemos realmente que está ocurriendo. Queremos ayudarte pero no tenemos ni idea de cómo hacerlo — confiesa
Harry nos mira con preocupación y después de un largo suspiro, se pone de pie y comienza a caminar por todo el departamento manteniendo un silencio dramático.
— ¿Creen que haya sido un error casarme? — habla al fin, pero sus palabras son como una gran piedra que nos golpea por sorpresa
— ¿Estás hablando en serio? — pregunta su hermana — ¿Tú estás arrepentido?
— No lo sé, Gemma, no lo sé — con rápidos movimientos se acerca a nosotros y vuelve a tomar asiento frente a mí — El matrimonio no está siendo lo que yo esperaba — niega con la cabeza repetidas veces — Se supone que vivir juntos iba a ser sinónimo de alegría, de amor, de convivencia — hace una pausa — Pero nada de eso ha ocurrido
— ¿Qué ha pasado?
— Que el matrimonio es una mierda, Gemma. Eso ha pasado — ríe sin gracia — Para nada es lo que nos han pintado, no es ese cuento que nos han narrado una y otra vez donde hay finales felices y todo es de color rosa...
— O tal vez sí lo es, solo que con la persona correcta — lo interrumpo y me encojo de hombros
Yo era una experta al aceptar que no todo eran finales felices, mi realidad me lo había demostrado tantas veces, pero eso no hacía que dejara de creer en el amor. Había querido a Sam y sabía perfectamente que el matrimonio de mis padres era algo bello, como todo, habían tenido conflictos, pero, aun así, habían logrado superarlo todo.
— ¿Qué ocurrió en Francia, Harry? — pregunta Niall al recordar que a partir de ese viaje, todo cambió
— La mayor parte del tiempo discutí con Paige — admite — Durante todo el viaje se la pasó reclamándome por cosas del pasado, por cosas del presente e incluso... — Harry suspira — Incluso por nuestra amistad, Isa — al decir estas palabras, me mira con preocupación
— Oh — es lo único que digo en un inicio al sentirme completamente sorprendida — Creí que ella no tenía problema con nosotros — hablo despacio, pero el pánico llega velozmente — Harry ¿ella sabe sobre lo que ha ocurrido? — pregunto alarmada tratando de englobar en esa pregunta todo lo sucedido: los besos, las confesiones, las discusiones
— No, no lo sabe — me da una mirada cómplice — Pero es que en realidad, actualmente la desconozco. Últimamente pasa la mayor parte del tiempo fuera del departamento y suele poner de excusa la repostería
— No entiendo — dice Gemma
— Su pretexto es que tiene mucho trabajo y eso es lo causante de su ausencia, sin embargo, cuando éramos novios no solía hacer eso. Sí, solía estar muy solicitada pero siempre decía poder manejarlo todo y darse el tiempo para estar conmigo — frunce el ceño — Ahora solo llega a casa a dormir a altas horas diciendo que se encuentra muy cansada
— Y ¿Qué ocurre los fines de semana? — pregunta Niall al tomar en cuenta que, durante esos días, la esposa de mi mejor amigo no suele asistir a su negocio
— En un inicio tratamos de aprovechar los momentos libres para estar juntos, solía invitar a Paige a salir, pero, después de un tiempo comenzó a molestarse por mi insistencia en pasar el tiempo a su lado — lleva una mano a su cabello y comienza a despeinarlo — Incluso en alguna ocasión mencionó que ya era suficiente con vivir juntos y ahora, no sé, en mí hay un gran enojo que me impide poder estar con ella por demasiado tiempo, además, parece no importarle — se encoge de hombros
— ¿Lo han hablado? — me atrevo a preguntar
— Tantas veces, Isa — me contesta — Pero todo acaba en discusión porque ninguno de los dos es lo suficientemente valiente como para aceptar parte de la culpa — mi mejor amigo nos mira con preocupación — Tengo miedo de haber arruinado mi vida
— Siempre está el divorcio — canturrea Gemma
— Me voy a ver como un perdedor al divorciarme cuando no ha pasado ni siquiera un año de la boda
— Y ¿eso a quién le importa? — cuestiona Niall — Harry, tu felicidad y salud mental es primero. Seamos realistas, probablemente ella tampoco la esté pasando bien, no tienen por qué seguir juntos
— Todo era mejor antes de la boda
— Eso es porque realmente nunca habían convivido tanto, porque estaban rodeados de su burbuja de amor, lo cual no está mal, pero Harry, la verdad es que nunca se detuvieron a pensar en todo lo que conllevaba estar casados
Mis palabras quedan en el aire, puesto que ninguno habla por unos instantes, supongo que todos nos encontrábamos analizando la situación.
— Yo no sé si soy lo suficientemente valiente como para pedirle el divorcio — Harry habla en un susurro
— Yo puedo decirle, sabes que no tendría ningún problema — dice Gemma con una gran sonrisa, pero ésta rápido se desvanece al ver el enojo en los ojos de su hermano — Perdón, creí que después de esta charla podría hablar mal de tu esposa
El silencio vuelve a llegar y me pongo de pie para prepararme otro café, sinceramente, me encuentro bastante ansiosa por todo lo hablado y sé que el café no será de ayuda, pero necesito ocuparme en algo.
¿Qué se supone que debería decir ante todo lo conversado?
Apoyaba a Harry, si él deseaba separarse de Paige, con gusto estaría a su lado para ayudarlo a sobrevivir el proceso. Pero la verdad, es que incluso pensar en un divorcio, me causaba controversia y sentía que mi casi estabilidad emocional se vería perjudicada.
Tal vez, ahora mismo podría plantarme frente a él y darle unas cuantas palabras de apoyo, decirle alguna frase reconfortante que le hiciera ver que aquí estaba su mejor amiga para escucharlo, pero ¿cómo hacerlo cuando aún no lo he superado del todo?
Si bien, la terapia estaba siendo de gran ayuda, sabía que el objetivo principal de mi proceso terapéutico no era desenamorarme de Harry, eso incluso sonaba patético, sin embargo, mi motivo de asistir cada semana a las sesiones era poder encontrar el amor en mí misma, lograr mi propia aceptación y mejorar mi toma de decisiones.
Y entre todo ello, evidentemente, estaba tomar la mejor decisión respecto a Harry sin olvidarme de mí misma.
No me perdería una vez más.
Cuando mi café está listo, vuelvo a acercarme a mis amigos y escucho en completo silencio, cómo estos tratan de darle los mejores consejos a Harry.
— Es por eso que yo nunca me voy a casar — en algún momento dice Niall — Lo siento linda, tendrás que conformarte con nuestra unión libre — se dirige a mí y yo solo río por sus palabras
La conversación se extiende y cuando el reloj marca las 5:00 p.m. Gemma y Niall informan que tienen que marcharse; al ser sábado, el irlandés tiene una cita y mi mejor amiga irá a Holmes Chapel a visitar a Anne.
— ¿Puedo quedarme un poco más? — me pregunta Harry y yo asiento
Nos despedimos de las dos personas y una vez que se marchan, el departamento se inunda en un silencio que no logro descifrar.
— ¿Quieres ver la televisión? — le pregunto a Harry
— Seguro — se encoge de hombros y toma el mando del televisor para prenderlo — Isa, estuviste muy callada durante toda la conversación — se gira para verme — ¿Por qué?
— No lo sé — le digo la verdad — Todo me tomó por sorpresa
Harry deja el objeto que traía en sus manos sobre un sofá y camina hasta quedar cerca de mí.
— Isa, si tu preocupación es sobre lo que opina Paige de nuestra amistad, después de aquella discusión, te prometí que eso no volvería a suceder — su mano sube a mi mejilla — Y también te lo dije aquel día, eres mi chica, nunca podría separarme de ti — recuerda las palabras que me dijo antes de casarse
— De acuerdo — respondo sintiéndome un tanto extraña y trato de reír un poco ante la tensión que se ha formado, así mismo, me alejo de él y vuelvo a la cocina — ¿Quieres algo de beber o de comer?
— Un café estaría bien, el clima lo amerita — camina detrás de mí pero no entra, se queda apoyado en la entrada de la cocina — ¿Ha llegado el pedido que encargaste en Amazon? — pregunta
— Sí, por fin llegó ayer — sonrío
Y después de esto, agradezco el cambio de tema y de manera entusiasta, le narro como fue que obtuve una colección de novelas clásicas; me encargo de explicarle cuántos libros son, quienes son sus autores, de que trata cada historia y Harry no tarda en burlarse de mí al recordar que soy parte de las que aman al señor Darcy.
— Querías comprar un hámster solo para ponerle "Mr. Darcy" — dice, pronunciando el nombre del personaje con un exceso de acento británico que me hace reír, pero, a su vez, querer caer de rodillas por escuchar como salen las palabras de sus labios
El británico podía ser un acento que realmente enamoraba. Incluso, recuerdo la primera vez que escuché hablar a Louis y el cómo mi corazón latió con prisa por su hermosa voz.
Harry y yo continuamos hablando por varios minutos más entre risas y bromas estúpidas, sin embargo, soy consciente de que todo el tiempo me encuentro bajo la mirada atenta de mi mejor amigo.
Me pongo un poco nerviosa al encontrarlo siguiendo todos mis movimientos y sonriendo de manera excesiva cada que digo algo con demasiada emoción.
Decidimos preparar hot cakes y como si volviéramos a tener dieciséis, ambos jugamos con la harina y la mezcla de los ingredientes dejando todo un desastre en mi cocina.
— Te odio demasiado — me quejo — Tendrás que limpiar tu todo este desorden
— Por supuesto, lo que digas girasol — dice sarcástico, pero yo lo miro extrañada por el nuevo apodo que parece, ha decidido ponerme
— ¿Girasol? — pregunto
— Oh, es solo que, no sé, creo que te queda bien ese apodo — dice nervioso — ¿Te molesta?
— No, está bien — digo y vuelvo a concentrarme en poner más mezcla sobre el sartén
— Isabella — dice Harry unos minutos más tarde — Hay algo que me gustaría decirte, pero no sé cómo hacerlo — se remueve en su lugar
— ¿Qué pasa? — pregunto sin despegar la vista de mi tarea
— Yo no sé por dónde comenzar. Probablemente me odies y sé que estoy siendo egoísta porque no es el momento adecuado... — toma aire debido a que habla con prisa
Sus palabras se ven interrumpidas cuando su celular suena.
— Es mi madre — dice y con un suspiro, contesta la llamada y pone el alta voz para que yo pueda ser parte de la conversación
Más tarde, abrigados con una manta, comiendo hot cakes y bebiendo café, nos sentamos frente al televisor para ver "Orgullo y Prejuicio" a petición mía.
Era gracioso que, después de ver la misma película juntos tantas veces, algunos diálogos los teníamos bien memorizados y sin ningún problema, Harry decía las palabras de Fitzwilliam Darcy y yo las de Elizabeth Bennet.
Quedaba que claro que, durante las siguientes horas, Harry no volvió a tocar el tema que se vio interrumpido.
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¡Aquí estoy mis watermelonas! aunque creo que las dejé igual que ayer jajaja, lo siento, las quiero.
Ya mero se viene el drama otra vez y estoy emocionada 👀
Te agradecería si me ayudas con tu voto y tú comentario
TPWK