El silencio estaba en aquella pequeña cafetería. Unos ojos dorados tan fríos observaban a una chica con mucho miedo. Podría decirse que estaba prácticamente temblando hasta las piernas y que hubiera caído al suelo sino fuera por el resto de los compañeros que también la observaban.
-B-Bienvenidos- dijo con miedo.
-Eres la chica que corrió en la mañana- otro chico la había reconocido. -¿Trabajas aquí?- pregunto acercándose aún más al mostrador.
-S-Si...- era incomodo contestar. Sentir una mirada carente de otra emoción que no sea desprecio proveniente de la mujer que se encontraba en el centro del grupo de universitarios clavada en ella, no era nada agradable. No, no era incomodidad, realmente estaba nerviosa y no deseaba otra cosa más que se fueran del lugar.
-¡OHHH! Vengo a menudo aquí porque está cerca del campus, pero jamás te había visto- el chico interrumpió los pensamientos de la morena.
-Deberíamos venir después de las reuniones del consejo estudiantil- otra chica se sumó a la conversación unilateral que estaba creado el chico del grupo.
-Hey, ¿No tendremos algo de regalo? Ya sabes, estamos en la misma carrera ¿Algunos pastelitos tal vez?- el chico desde un principio había mostrado cierto interés por la menor, pero solo era para obtener un poco de comida gratis.
-¡Oye! Eso vendrá de su paga, no seas confianzudo- dijo nuevamente la chica quien mostraba molestia en sus palabras y frunciendo el ceño al chico.
-¡Seguro!- sí que se estaban tardando y no le molestaba pagar algo solo para que se marcharan. -¿Están listos para ordenar?- una amplia sonrisa salió de sus labios mostrando sus dientes. Quería terminar con esta horrible conversación ya.
-HEY- la chica de piel morena que había reconocido a Luz levanto la voz. -Nos ignoras en la escuela, pero ahora ¿Eres todo sonrisas porque somos compradores? Vaya mierda- bufo para después cruzarse de brazos, levantar una ceja y mirar de manera desaprobatoria el comportamiento de su menor. La empleada solo bajo la cabeza sin hacer comentario alguno.
-¿Por qué siempre estas tratando de empezar algo, Cat?- el joven ataco a la chica. -Si la sigues molestando probablemente escupa en tu café- señalo a la morena.
-¡¿QUE?! ¡Inténtalo y veras lo que pasa!- Gruño alterada haciendo que Luz saltara del susto.
-¡No! ¡No! ¡Claro que no podría!- alterada, agito sus manos en forma de negación al comentario del supuesto compañero que la estaba metiendo en un problema que no quería.
-¡Si escupes en mi bebida te reportare!- reprocho con voz severa.
Luz estaba cansada, ya se había llevado un tiempo hablando y aun no ordenaban nada. Realmente era agotador tratar con gente así, y aunque no quería ser grosera con sus superiores tenía que hablar, decir algo para que ordenaran y se largaran de una maldita vez.
-Disculpa- otra voz femenina salió de entre el grupo. -Para mí un americano con hielo- a paso seguro, camino de entre los chicos y se acercó más al mostrador. -Con una carga extra- sonrió.
Amity estaba molesta, ¿Tanto tiempo para ordenar un estúpido café? Tenía que apresurar a sus compañeros. Honestamente, le estaba molestando ver a la morena que estaba frente a ella detrás del mostrador. Su mejor táctica, ordenar primero para que no se notara su molestia.
-Seguro...- un leve sonrojo salió de la empleada. La presidenta parecía haberle leído la mente, la había salvado y eso le maravillo, más aparte le había dedicado una sonrisa, una hermosa sonrisa. Era digna de admirar.
-Yo invito chicos- miro a sus compañeros.
-¿Ehhh? ¡No hace falta!- replico el chico.
-No hay problema, invito, pero apúrense a ordenar. Hay gente esperando detrás de nosotros- pronuncio con voz suave y preocupada. Sus compañeros voltearon y entraron en razón, habían tardado demasiado en ordenar y decidieron no replicar más.
Cada persona que venia acompañando a la presidenta había pedido su orden y Luz las registraba en el ordenador frente a ella, ya habiendo recibido todos los pedidos, procedió a preparar cada una de ellas.
El grupo charlaba amenamente, tomado un lugar cerca de la ventana del local y la morena podía verlos directamente mientras trabajaba en los pedidos. Se estaba arrepintiendo de haber encontrado un empleo cercano a su escuela.
El café contaba con un sistema de avisos a través de un botón que sonaba en la mesa de los que habían pedido su orden, haciendo que los clientes supieran que sus órdenes estaban listas y Luz había avisado mediante este mecanismo a sus superiores de grado que sus encargos ya estaban esperando a ser recogidos.
-Yo iré a buscarlos- la castaña del grupo apretó el botón para confirmar que se habían enterado y parar el sonido del aparato.
-Siéntate, yo voy, tú ya estas pagando por ellos- dijo el chico.
-No pasa nada, yo voy- le dio una sonrisa al chico, así como al resto de sus compañeras y se levantó en dirección al mostrador.
-¡Maldiciooooon! Amity sería algo así como la esposa perfecta- dijo mirando a la chica mencionada y recibió un golpe de Cat a quien siempre le molestaba que los chicos solo vieran a Amity y no a ella.
-Aquí están sus bebidas- dijo mientras extendió una charola con las bebidas.
Amity se acerco un poco mas a la barra y de manera rápida y ruda arrebato aquella charola de las manos de la morena y comenzó a caminar alejándose de ella, dejando a una Luz completamente confundida. Las actitudes de la castaña eran diferentes a como había interactuado con ella hace unos minutos, ¿Cómo podía ser así...? Pensó que ya la había perdonado, pero vaya que estaba equivocada.
-Am, ¿Pondrías un poco de jarabe en el mío?- pregunto una de sus acompañantes. Amity se detuvo en seco al escuchar la demanda de su compañera, disgustada, no tuvo otra opción que ocultarlo y sonreír.
-¡Seguro!- afirmo.
-¡Yo lo hare!- grito Luz quien había escuchado el pedido que le habían encargado a la presidenta. Amity hizo una mueca de disgusto completamente visible para la empleada quien solo lo ignoro y tomo el vaso al cual le colocaría el jarabe. Estaba un poco nerviosa, quería que la presidenta dejara de despreciarla, que supiera que no revelaría nada y que estaría segura, pero como podría hacerlo si la rechazaba constantemente, no había de otra mas que acercarse. -¿Vienes seguido aquí?- intento sacar un poco de conversación hacia la otra chica que estaba esperando.
-¿Te dije que podías hablarme?- frunció el ceño.
-No...- suspiro dolida por la respuesta tan cortante. -Aquí tienes- le entrego el vaso. Si bien los nervios no se iban, ahora era consciente de que le sudaban horriblemente las manos y aparte de eso le temblaban, todo su cuerpo mostraba un poco de incomodidad y reflejaban la intención de querer hablar. Amity noto este acto y solo se limito a observarla con confusión en expresada en su rostro. Después de meditarlo unos segundos y pensar bien en sus palabras respiro hondo -Mmmm... cuando... ¿Me devolverás mi sudadera?-
-¿Tu sudadera?...- pensó unos momentos cerrando los ojos hasta que le llego la imagen de esa horrible ropa. -Ohhh- volvió la vista a la chica.
-Es... um, mi favorita...- dijo con voz temblorosa. La presidenta solo suspiro.
-Te la devolveré pronto- tomo las cosas y camino en dirección a su grupo. No quería interactuar mas tiempo con ella así que lo mejor era irse.
El grupo de chico y chicas estaba amenamente en su plática, una platica de la cual Luz no sabia nada y estaba interesada, pero ¿Qué podía hacer? Solo tenia que observar desde la lejanía como siempre. Un profundo y pesado suspiro se escapo de sus labios acompañados de una mirada afligida y una mente perdida en el recuerdo de aquellos ojos color miel y oro.
...
El turno del trabajo de Luz había terminado de manera "casi" satisfactoria. Cumplió con todas sus metas del día, pero el peso del desvelo, la cruda y el cansancio por todo un día de escuela para después rematar con el trabajo, le estaba cobrando factura al llegar a casa. Al adentrarse en su tan acogedor departamento lo único que pudo hacer fue cambiarse y acostarse en su pequeña cama, mirando hacia el techo y pensando sobre su día.
¿A quién quería engañar? Su día estuvo lleno de pensamientos de la presidenta. Su día comenzó por lo que había pasado la noche anterior, estaba feliz y no lo podía creer, pero ahora era diferente de a lo de su inicio de día, ahora pensaba en ella y en su comportamiento esta tarde. Hoy pudo ver ambas caras de la misma moneda.
Amity Blight y AB, que, a pesar de ser la misma persona, actuaba como dos personas distintas. Alegre y carismática, arrogante y un tanto soberbia. Ver esas facetas era algo nuevo, imaginar todos los gestos que le proporciono en el día la estaban sacando de quicio y sus pensamientos solo se estaban dedicando hacia la chica de ojos dorado, preguntándose cual de aquellas dos caras era la real.
Afortunadamente y para ambas chicas, el tema de AB no salió a la luz, de hecho, fue algo que de manera casual se encontrara, Luz no la busco a propósito, ni hizo alguna cosa que pareciera sospecha de ser acusada como acosadora. Aunque siendo sinceros era algo que tarde o temprano debía pasar.
Imaginar que la propia persona de la que se había enamorado estaba en su misma universidad y mejor aún, en la misma carrera, siendo separadas solo por un par de años. AB, persona a la que jamás había visto en persona y que ni siquiera podía imaginar su rostro, ahora podía verlo con sus diferentes expresiones, ver con claridad el rostro de la persona mas ardiente que ha conocido sonreírle, besarle y tocarle.
Recuerdos innecesarios surgieron haciendo que su rostro se pusiera colorado y su cuerpo caliente. No había manera de apagar ese ridículo bochorno... aparentemente. Sus manos empezaron a viajar a través de su piel, levantando tan molesta y áspera ropa en su travesía. Toques, roces, pellizcos, hacían estremecer el cuerpo de la morena intentando recordar la manera en la que la tocaron. Leves gemidos salían de sus labios que habían adquirido un tono rojizo por intentar oprimir algunos de sus sonidos obscenos con los dientes, hasta que finalmente, llego al límite de su tortura, soltando un gran gemido y un suspiro fuerte que lleno toda la habitación.
-Mierda... masturbarse después de un día tan agotador no fue la mejor idea...- dijo entre jadeos e intentando hacer que su corazón regresara a su ritmo normal suspiro. Estaba muerta del cansancio por lo que cerro sus ojos.
Aww, deja de pretender que eres inocente bebe "Lux", vamos se honesta. ¿Quieres hacerlo verdad?
Las palabras de su amiga sonaron tan fuertes en su cabeza que no le quedo otra opción que aceptarlo, quería hacerlo, su cuerpo exigía sentir aquella piel blanca chocar con la de ella.
-Por supuesto... que quiero hacerlo... Yo... realmente quiero hacerlo...-
Otro suspiro salió de ella y ese fue su ultimo pensamiento antes de caer dormida y comenzar su larga noche.
...
Por otro lado, Amity veía a la ventana observando las luces que alumbraban la ciudad. Se alejo de la vista que le ofrecía su ventana y camino hasta encontrarse con la fea prenda que le habían prestado, entre sus pensamientos no quedaba de otra que deshacerse de ella si quería deshacerse de la morena, y así lo iba a hacer.
Tomo un cigarro eléctrico y aspiro de él tomando un poco del humo que este le dio y lo retuvo unos segundos en su boca y lo sacar combinado con un suspiro.
Tenia que cortar lazos con ella si no quería que su secreto fuera descubierto.
CONTINUARA...
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Hola, hola, en serio, lo juro, quería publicarlo desde ayer... pero se me cruzo una cerveza... luego un tequila y al final pues ya no pude...
Lo siento mucho, ya seré activa otra vez.