(En multimedia las gemelas ricci santoro).
La segunda semana de enero pasa rápido, los siguientes días después de aquella discusión con mis padres y platica con Julie, me dediqué al trabajo pendiente y nuevamente se vuelve a acumular
Lunes.
Odio los lunes en la oficina, el trabajo se acumula y ahora más sobre el dichoso «Reloj». Su lanzamiento será este fin de semana y la entrevista que agendo mi asistente será, dos días antes.
La puerta de mi oficina es tocada y ordeno que pasen mientras redactó un correo. A pesar de tener el clima y mi cabello amarado en un desordenado moño siento un poco de calor
— Hija — la voz de mi padre me hace mirarlo y él se acerque a cerrar las persianas — ¿Mucho trabajo eh?
Hago una mueca de fastidio señalando las carpetas de mi escritorio.
— Y eso solo es de dos días...
— Solo es cuestión de organizarte y acostumbrarse. — dice agarrando una de esas — Te venía a buscar para recordarte la cena de esta noche, tu madre me insistió en decirte.
En la mañana por quedarme dormida, cinco minutos más llegué tarde a la empresa. A pesar de ser la «Jefa» no me gusta que mis empleados me vean como una irresponsable. Me gusta mantener disciplina y exigirles a ellos también.
— Claro ¿De qué trata?
— No tengo idea, pero espero y sea algo importante porque cancelé un viaje a Dubai.
— ¿Cuestiones de trabajo?
Niega.
— Quiero un respiro de tu madre.
Alzo las cejas sorprendida y él solo suspira como si estuviese cansado.
— ¡Oh vamos! Estoy siendo sincero contigo, no pongas esa cara — dice — La única razón por la cual no le pido el divorcio, son las gemelas.
Escuchar a mi padre decir eso, me es extraño sin embargo prefiero el divorcio a escucharlos pelear cada madrugada.
— Ellas ya son maduras, tienen dieciocho y lo entenderán.
— No lo creo. Una de sus nanas me dio una queja sobre Grecia, esa niña aún está en modo rebelde que me saca canas.
— ¿Qué hizo?
— Encontró en su habitación marihuana y un par de condones ¡¿Puedes creerlo?! — exclama — Si tu madre se enterará la envía directo a un internado en Polonia.
Sería la justificación perfecta para desaparecerla. Mi madre nunca ha querido a Grecia por su actitud rebelde mientras que Hope es una copia de mi madre, su mundo es todo rosa.
— No puedo dejarlas, sé perfecto que tú estarías ahí con ellas, pero a ti tampoco te quiero dejar con esa loca — se sincera — Y más cuando tiene esa idea de casarte.
Le sonrió de lado a papá.
— Nosotras ya estamos grandes y somos responsables de muestras decisiones. — le digo — Si acepte conocer a Leonel fue por mí, porque estoy cansa de ser hostigada por la prensa y no por darle el gusto a mi madre.
— Ya te metió su idea...
— No.
— Cuando tu madre hace las cosas salen muy mal Amelia, respetaré tu decisión aunque ya no estamos en siglos pasados, pero aun así confiaré en ti.
— ¿Y qué harás tú? — le cuestionó.
— Hable con mi abogado y le comenté la idea de poner una segunda empresa en Dubai. — me comenta — Estos meses he estado pendiente de tu desempeño y me impresiona ver como los números son tan fáciles para ti... Por ello he pensado en dejarte como la CEO y hacerme cargo de la próxima en Dubai.
Eso es...
— Papá estoy sin palabras... — me aclaro la garganta — Quiero decir, no me gustaría la idea de que nos dejes, pero tu plan es maravilloso.
— Aún no está planeado, solamente lo he comentado con mi abogado y pues ahora contigo.
//♣️♣️♣️♣️//.
El trayecto de la empresa hacia la mansión es de media hora, parece ser que esta vez el universo se apiadó de mí al no haber tráfico. La mansión está ubicada en la zona urbana, algo alejadas de las otras zonas de bosque.
El portón se abre y la seguridad no tarda en revisar la zona. Al llegar a la puerta principal de la mansión, mi puerta se abre dejando que le dé las llaves al chófer.
Mi cuerpo está tenso, necesito urgentemente un masaje. Cansada y con algo de sueño me adentro hacia la mansión donde lo primero que veo en el living es a mi mejor amiga y las gemelas.
Julie intenta ponerle las zapatillas de ballet a Hope mientras que Grecia da un giro impecable. Aplaudo ante ese espectáculo de la gemela y ella me mira con una sonrisa.
— No es necesario hermana. Guárdalos para mi próxima presentación en el «teatro de la ópera».
Suelto un chillido de felicidad ante ese gran logró. Dejo mi bolso en la mesa principal y me acerco hacia ella para darle un gran abrazo y beso en la cabeza.
— Estoy tan orgullosa de ti, ¿conseguiste un solo?.
— Obvio. — responde egocéntrica y río.
Grecia podrá ser una rebelde, pero el ballet es lo único que la hace ser disciplinada y ordenada. Aún en brazos con Grecia miro a Hope y Julie.
— Amelili. — dice la gemela acercándose y Grecia se aparta.
Ambas gemelas practican lo mismo, sin embargo Grecia lo toma más serio. Hope es solo por diversión aunque le encanta competir con su gemela, ella es más de moda y verse bien.
— Te ves fatal. — le saco la lengua a Julie y las gemelas ríen.
— Es cierto, deberías ir a que te hagan un facial. Eres muy joven para las arrugas, poquito bótox no estaría mal...
Hope se aparta mirándome detalladamente, tal y como lo diría mi madre. Ignoro su comentario y una de las empleadas de la casa se acerca a decirnos que la cena esta servida.
Al dirigirnos al comedor, platico un poco con Julie sobre el trabajo y al llegar veo que mis padres ya están ahí. Ambos sentados frente a frente, tomo asiento aún lado de mi padre y Julie a mi lado, mientras que las gemelas estan frente de nosotras.
El olor de la carne huele riquísimo, miro el platillo y corto un pequeño trozo de la carne parmesana.
— ¿Y cómo está tu familia Julisse? — cuestiona mi madre cortando el silencio.
— Bien, la editorial está cada día está mejor.
— Excelente, esperemos y pronto podamos cenar con tus padres nuevamente. — dice — ¿Y a ti pequeña Hope? ¿Qué tal el ballet?
Me causa coraje que no mencione a Grecia y por ello dejo el tenedor y las miro. Hope pone una mano en su boca porque está comiendo y Grecia se le adelanta.
— Gracias por preguntar querida — Su sarcasmo es notorio — A Hope le va fatal, el maestro siempre le repite que el ballet no es lo suyo. En cambio a mí, obtuve un solo en el teatro de la ópera, lamentablemente solamente podía escoger dos lugares.
Me enorgullece que Grecia no se deje de mi madre.
— Es encantador que tomes en cuenta a la familia Grecia. — le dice mamá. Grecia ríe un poco y me mira.
— Mi presentación es en tres semanas, amelia y papá.
Muerdo mi labio para no soltar la carcajada. Julie empieza a toser y papá sonríe orgulloso.
— ¡Sabía que lo lograría! — exclama — Próximamente iremos por aquel lugar en la academia de Brooklyn Grecia.
Ambos hacen chocan la mano orgullosa.
— Mocosa insolente ¡soy tu madre!.
— Louise, no la molestes. — le advierte papá.
Antes de que se haga otra pelea innecesaria intervengo.
— ¿Y el motivo de la cena es...?
Mamá se aclara la garganta tomando un poco de vino.
— Hace unos días su padre me compartió la maravillosa noticia del próximo proyecto.
— Mentirosa — le riñe Grecia — Tú hiciste que Hope le sacara la sopa.
Quisiera reír, pero mamá la mira con odio mientras que papá no controla su risa.
— Grecia ya detente. — le pide Hope y esta resopla.
— Me he tomado el atrevimiento de hacer una fiesta de celebración — nos avisa. — Ya empecé los preparativos y será este fin de semana, uno de nuestros invitados será Leonel D'Ángelo.
— ¿El huérfano? — suelta Jullise sin pensar ganándose una mala mirada de mi madre — Perdón... ¿El hotelero?
— Así es. Leonel aceptó encantado nuestra invitación y más porque estuvo a tu nombre, Amelia.
Me congelo ante esa idiotez que hizo mamá. Puedo sentir como Julie me patea debajo de la mesa y las miradas de mis hermanas no se hacen esperar.
— Espera... ¿Estás coqueteando con él? — pregunta Grecia y no respondo.
— Madre eso debió ser en privado — la molestia en mi voz es notoria.
Miro a papá y este solo empieza a comer.
— Te lo dije... ¡Mierda! Esto está riquísimo.
— ¡tu vocabulario Frank! — lo regaña mamá.
La mano de Julie de posa en mi muslo y la miro. Los demás empiezan a cenar ante la tensión y yo solo puedo sentir que por el cansancio y estrés me desmayaré.
— ¿Qué carajos está sucediendo? — susurra y tomo aire.
— hablamos después.