Harry Potter
Llegamos al ministerio, fuimos hasta la puerta que aparecía en mis sueños. En el interior habían muchas profecías, Siruis no estaba por ningún lado. Ví una con mi nombre y la agarré. En ese momento llegó Lucius Malfoy y otros mortífagos. Querían la profecía, no se las iba a dar así que comenzamos a lanzar toda clase de hechizos que aprendimos con Lupin. Pasamos por otra puerta y llegamos a un lugar que había un arco raro, Luna y yo escuchábamos voces que salían se ahí. Según Hermione era el velo de la muerte, si lo atravesabas, morías. Los mortífagos volvieron a por la profecía. Tenían a mis amigos, no podía hacer nada, así que se la dí. En ese momento llegaron los de la orden del fenix. Nos pusimos a pelear, Bellatrix le lanzó un hechizo aturdidor a Siruis, estaba apunto de cruzar el velo de la muerte, en ese momento llegaron dos patronus con forma de lobos. Uno empujó a Siruis para que no callera en el velo pero calló inconsciente al suelo. El otro se interpuso en el camino de Lucius, lo hizo caer y la profecía se rompió. Bellatrix quien creyó que había matado a Siruis salió corriendo y cantando 'Yo maté a Siruis Black', la seguí. Me encontré con Voldemort, por suerte llegó Dumbledore y me ayudó. Al final el ministro de magia creyó su regreso cuando lo vió. Nos fuimos a la casa de Sirius, seguía inconsciente.
- De quiénes eran esos patronus? Eran iguales- pregunté extrañado.
- No lo se Harry...- mintió Lupin. Él sabía perfectamente de quienes eran. Pero decidió no decir nada.
- De que patronus hablan?- preguntó Siruis- yo no ví ninguno...
- Era un lobo y una loba- le dijo Ginny.
- Fueron ustedes?- señaló a Remus y Tonks.
- No, no sabemos quien los convocó, pero está de nuestro lado.
Volvimos a Hogwarts, nadie había muerto esta vez gracias a esos lobos, necesitaba averiguar de quienes eran. No creo que sean alumnos de quinto ya que soy el único que sabe invocar uno. El encantamiento se enseña en sexto y no todos son capaces de lograr hacer uno corpóreo. De los profesores creía difícil que justo sean iguales. Era una tarea difícil, pero vigilaría a los profesores.
(*・～・*)
Isabelle Weasley
Esperabamos que nuestros patronus hubieran servido de algo. Los chicos llegaron y nos contaron lo que pasó. Lo logramos, pudimos ayudar. Salvamos a Siruis y a la profecía. Lo mejor de todo era que pensaban que eran lobos, no coyotes. Nadie los relacionaría con nosotros, excepto Lupin. Luego teníamos que informarle de eso a Snape. Los padres de Draco mandaron una carta, decía que me esperaban en la mansión a mediados de Junio. Las clases terminaron, volimos a casa. Habían muchas reuniones de la orden. Prestaba atención a todo lo que decían, se me hacía fácil con mi oído de coyote. Lupin estaba al tanto de que debía mantener el secreto de los patronus. Snape le dijo que podía ser peligroso para Draco que alguien se enterara. Estaba aburrida en la madriguera, Ginny y yo hablábamos todo el tiempo, nos unimos más.
Molly no estaba segura de dejarme ir con Draco, realmente nadie en esa casa pensaba que era buena idea. Pero logré convencer a la mayoría.
- Iremos a buscar a Harry el primero de Julio al atardecer, la reunión terminó, se pueden ir- dijo Siruis. Todos comenzaron a salir e irse. Me iría con Snape para la mansión.
- Estás lista?- me preguntó.
- Ya casi, esperame afuera que me despido y voy- salió, me despedí. Caminé hacia la sala en la que estaban reunidos para despedirme de Remus y Siruis. Escuché algo.
- Estás loco, sabes que no confío en quejicus. Lo iremos a buscar en la noche del 31 de Junio.
Entré como si no hubiera escuchado nada.
- Vine a despedir... Lo siento, creí que ya habían terminado.
- Tranquila, ya teminamos, que necesitas?- preguntó Lupin.
- Pues venía a despedirme... Snape me espera afuera- nos despedimos, iba saliendo cuando Siruis me habló.
- Ten mucho quidado niña...- asentí y salí.
Después de una aparición llegamos a las puertas de la mansión Malfoy. Con un hechizo Snape hizo desaparecer las enormes rejas y pasamos. Entramos, la casa era fría, me guío hasta una gran sala con una mesa larga. En la cabecera estaba Voldemort y a los costados estaban los mortífagos. Draco estaba sentado al lado de sus padres y a su otro lado había una silla vacía.
- Oh los invitados que faltaban, pasen- dijo Voldemort- Draco, no seas descortés ve a recibir a tu novia- se paró y vino hasta mi, nos abrazamos- pasa niña, tienes un lugar en la mesa- caminamos hasta nuestro lugar y nos sentamos.
- Señor- habló un hombre- escuché que moverán a Potter a principio de Agosto...
- Mentiras, acabo de venir de la reunión de la orden. Lo harán el primero de Julio al atardecer- explicó Snape.
- Silencio, hablaremos de Potter luego... Ahora quiero proponerles algo a la nueva parejita- nos miró- tengo una misión en Hogwarts para ustedes... Necesito de su ayuda, serán capaces de portar la marca tenebrosa y cumplir mis órdenes?- preguntó el Señor Oscuro. Draco tomó mi mano bajo la mesa.
- Claro que sí- dijo Draco.
- Podré confiar en ti Weasley?- asentí- serás una de nosotros y dejarás a tu familia y a Potter de lado?.
- Ellos me dejaron de lado a mí hace mucho... No veo difícil devolverles el favor- respondí. Había pensado multiples situaciones y sus respuestas por las dudas.
- Me gusta esa respuesta, serán mis nuevos mortífagos. Recibirán la marca tenebrosa y les hablaré de la misión en cuanto resuelva el tema del traslado de Potter. Severus... Cuéntanos de lo que hablaron en su reunión...
- Trasladarán a Potter el primero de Julio al atardecer. Ojoloco tiene un plan para evadirnos si es que llegamos a atacar pero dijo que lo dirá en el último minuto- hice una mueca recordando lo que dijo Siruis.
- Que te pasa niña? Acaso escuchaste algo más que nos pueda servir?- preguntó Voldemort levantándose de su asiento. Todos me miraron con desprecio.
- Pues, parece que Siruis no confía en Snape...- no podía mentir, además Snape ya había dicho la fecha, irían de todos modos- Al despedirme escuché que moverían a Harry el 31 de Junio a la noche.
- Excelente! Eres de mucha ayuda Isabelle... No tanto como él- señalo al hombre que había hablado al principio- sabes lo que pasa con las personas que no me son útiles o me traicionan, Isabelle?- negué- Avada Kedavra!- gritó en dirección al hombre. Draco apretó mi mano, su corazón latía rapidamente. Se llevaron el cuerpo y cenamos. Fue una cena incómoda y horrible. Los mortífagos y el Señor Oscuro se fueron. Narcisa se presentó, fue amable conmigo, Lucius no me dirigió la palabra. Compartiría habítacion con Draco durante mi estadía allí.