C a p i t u l o 28 "Perdón"
Me encontraba buscando algo lindo que usar para esta tarde. El sol se asomaba entre las pocas nubes instaladas en el cielo de Londres, por lo que el calor era un factor para elegir algo fresco.
Por alguna razón, lo único que llamaba mi atención entre toda la ropa del armario, era ese vestido blanco que llegaba por debajo de mis rodillas. Una sonrisa melancólica se instala en mí al recordar que fue un regalo de Harry, dos años atrás. Detestaba con el alma los vestidos de verano, pero, la única vez que vestí esto, me sentí linda.
Esta tarde tenía una comida en casa del hermano de Sam, quien vive en el hermoso barrio de Notting Hill. Por lo que, suponiendo que sus padres también estarían ahí, debía verme lo más presentable. Además, les debía una disculpa por el escándalo que se hizo en casa de mis padres después de mi inesperado desmayo.
Había sido una semana agitada.
Los resultados del laboratorio comprobaron que tenía anemia, por lo que ahora llevaba una dieta estricta y tenía que ingerir algunos medicamentos.
La cena con los comprometidos no había salido del todo mal, aunque debía admitir que ya no era feliz con la presencia de Paige. Comenzaba a creer en las suposiciones de Gemma y más, al percibir la manera en que me miraba cuando charlaba con mi mejor amigo.
Además, comenzaba a crecer en mí la sospecha de que ella sólo buscaba restregarme su compromiso con Harry por un solo propósito.
Una vez que termino de arreglarme, Sam me manda un mensaje informándome que tardará un poco más en llegar a mi departamento a recogerme, de manera que me siento en el sofá y prendo el televisor para adentrarme en un capítulo de Friends.
Escuchar un mal chiste de Chandler me hace pensar en Harry, por lo que me propongo llamarle a su celular. Pero no contesta.
Casi treinta minutos después, mi novio me informa que ha llegado.
Tomo mi bolso y guardo en él las llaves de mi casa, el celular y mi cartera.
Cuando salgo del edificio, me lo encuentro vistiendo una impecable camisa blanca y un pantalón gris.
Sam era tan guapo.
— ¿Por qué siempre luces tan bien? — pregunto al estar frente a él
— Yo soy quien debería preguntarte eso — me sonríe y deja un suave beso en mis labios — Te ves hermosa, Isabella. Nunca te habría imaginado con un vestido así — me toma de la cintura y me acerca más a su pecho
— No te acostumbres, solo es por hoy, no tenía otra cosa que usar — me encojo de hombros y paso mis brazos por sus hombros
— Eso dices siempre, pero tienes el armario atestado de ropa — ríe y yo lo acompaño
— Lo dice el que tiene tres trajes de cada color
— ¡Hey! No de todos los colores, solo tonos oscuros. Y no son tres, son cinco — me corrige
— En ese caso estamos igual, así que cállate — planto un beso en sus labios y siento como ríe debajo de estos — Vámonos, ya es tarde y tu hermano debe estar odiándonos
— No te preocupes por él — rodeamos su automóvil y como siempre, abre la puerta del copiloto para mí
— Gracias — dejo un beso ahora en su mejilla antes de subir — ¿Por qué tardaste tanto? — pregunto cuando ya se encuentra a mi lado
— Tuve que hacer unas compras, ya sabes, para la comida con Alex — señala el asiento trasero y me giro un poco para encontrarme algunas bolsas con lo que parece ser, comida. Incluso, una botella de Dom Pérignon se asoma de ellas
— ¿Hay algo que celebrar? — pregunto y Sam me mira extrañado — El champagne — menciono la botella
— ¡Oh! No, solo quise comprarlo — se encoge de hombros y decido restarle importancia
El camino es tranquilo y en el transcurso aprovechamos para hablar tonterías y cantar a todo pulmón las canciones que suenan en la radio. Constantemente, Sam toma mi mano y deposita besos en el dorso de esta, de igual manera, yo aprovecho los altos para dejar besos cortos en sus labios.
Algunos minutos después, se encuentra estacionando el automóvil en la acera de la casa de su hermano. Sam me ayuda a bajar de él y cuando le pregunto si desea que lo ayude a cargar las bolsas con las compras, se niega.
Antes de tocar el timbre, Alex abre la puerta y nos recibe con extrema alegría, la cual llega a contagiarme y riendo acepto su abrazo. De la misma manera, abraza a su hermano y ahora es él quien carga las cosas que Sam llevaba en sus brazos hasta hace unos segundos.
— Por favor pasen, los estábamos esperando — dice Alex y entra a su casa dejándonos solos
— Isabella — Sam toma mi mano y me impide ingresar — Te amo — susurra y sin dejarme responder algo, me besa con pasión
Me limito a disfrutar el beso y a su vez, pienso en todas las veces en las que nunca he podido responderle con las mismas palabras.
Soy horrible.
Sam toma mi mano y me permite pasar delante de él.
Lo que mis ojos ven a continuación, me deja anonadada.
— ¿Qué significa esto? — pregunto en un susurro, pero no recibo respuesta
No solo la familia de Sam está en la casa, sino también la mía. Así mismo, todos mis amigos se encuentran aquí, entre ellos, también Gemma, Michael y Anne. A su lado, los amigos de mi novio están presentes.
Cada uno de ellos viste de manera casi elegante, como si la ocasión ameritara a que todos nos encontremos aquí, luciendo así.
— ¿Qué está pasando aquí? — vuelvo a cuestionar y me giro para obtener una respuesta de Sam, pero el chico de cabello castaño no se encuentra a mis espaldas — Mamá ¿qué están haciendo aquí?
— ¡Oh cariño! ¿acaso no te da gusto vernos?
— Claro que sí, pero ¿alguien puede decirme que está sucediendo? — por alguna razón, comienzo a sentirme aturdida por todo lo que mi cerebro está captando
Mi madre toma la mano de Anne y se alejan, dejándome sola en medio de un montón de gente.
— ¡Hey! — Niall se acerca con media sonrisa en su rostro — ¿Cómo estás?
— ¿Me puedes dar una explicación? — le pregunto al irlandés, pero él evade mi mirada. De igual manera, distingo ese movimiento de hombros que lo caracteriza cuando algo lo tiene incómodo — ¿Qué pasa, Niall? ¿Estamos celebrando algo y lo olvidé?
— Deja de hacer tantas preguntas — la voz ronca de Harry llega a mis oídos y ahora me giro para observarlo, sin embargo, no se me pasa por desapercibido el hecho de que Niall se ha alejado a toda prisa de nosotros
— Harry, no entiendo — le menciono sintiéndome completamente confundida y aturdida por tanto intercambio de palabras en menos de cinco minutos — Se suponía que solo sería una comida con la familia de Sam, pero todos están aquí y de verdad no comprendo
— Tranquila, no hay por qué ponerse así
— Todos me miran — observo a mi alrededor y la mayoría de las personas se encuentran hablando entre ellos, pero, sin dejar de dar miradas rápidas en mi dirección
— Ven, vamos a tomar algo — Harry toma mi mano y forzando a que camine, me lleva hasta la cocina que se encuentra completamente sola
Mi mejor amigo toma un vaso y lo rellena con agua natural, lo acepto sin resistencias, pues de un momento a otro mi garganta se ha secado.
Intento asimilar el porqué de esta gran reunión; trato de plantearme todo tipo de situaciones que merezcan una celebración en la que todos estemos juntos en esta casa, pero no encuentro una respuesta, solo más confusión.
Por un momento me planteo que se trata del cumpleaños de Alex o algún otro familiar de Sam, sin embargo, no tiene sentido que mis amigos e incluso la familia de Harry, se encuentren aquí.
— Creía que ese vestido ya no existía — el ojiverde llama mi atención
— No tenía otra cosa que usar — le respondo
— Siempre lo odiaste — ríe
— No es eso, es solo que no soy muy fan de estos vestidos — continuo hablando — Pero este me gusta
— Si tú lo dices — noto como rueda sus ojos aun manteniendo su sonrisa
Segundos después, llegan con nosotros Florence, Charlotte, Zayn, Gemma y Niall, estos dos últimos, guardando una distancia de mí. Mientras todos charlan, me dedico a observar al irlandés y a mi mejor amiga, incluso trato de llamar su atención, pero es notorio que ninguno piensa apiadarse y explicarme el por qué esta casa luce de locos.
— Oh, Isabella, aquí estás — la madre de Sam entra en escena con la sonrisa más radiante que le he visto. Y eso que esta señora sonríe todo el tiempo
— Qué tal — me acerco a ella y beso su mejilla — Me da gusto verla — suspiro — ¿Usted podría decirme por qué mi familia y el resto están aquí?
— No puedo, querida — y dicho esto, toma la botella de champagne que hace un rato compró Sam y se la lleva con ella al salir de la cocina
— ¿Por qué nadie dice nada? — alzo la voz pero nadie me presta atención
¿Qué está pasando?
Mi cabeza siente que va a explotar en cualquier momento.
Salgo de la cocina en busca de Sam. Él tiene que darme una respuesta.
Inspecciono algunos lugares pero no lo encuentro.
Pregunto por él con sus amigos, pero estos, con una sonrisa me dicen que no saben de su paradero.
Alex tampoco está aquí y tengo que detenerme un momento porque siento cómo a mis pulmones les comienza faltar el aire. Me siento acorralada entre tantas personas, tantas sonrisas y tantas preguntas sin respuesta.
— No luces bien — Louis se acerca a mí y con una mano da suaves caricias en mi espalda
— ¡Tú! Tú si me vas a decir que sucede — lo señalo
— Se supone que estamos celebrando — se encoge de hombros luciendo no muy convencido
— ¿Qué se celebra? — pregunto esperanzada al recibir una mínima respuesta
— El amor, supongo — se encoge de hombros y me abraza — Recuerda que tu felicidad es primero — susurra en mi oído y dicho esto, se marcha dejándome ahora lo doble de confundida
Recargo mi espalda en la pared que tengo detrás y percibo que, ahora mismo, nadie nota mi presencia.
No muy lejos, la hermana de Sam y su madre van llenando las copas de cada una de las personas que están en la casa, y cuando la señora pasa frente a mí, vuelve a darme esa sonrisa que comienza a darme miedo.
¿Cómo puede alguien sonreír de esa manera?
Los que estaban en la cocina, salen de ésta y comienzan a juntarse con el resto.
Harry toma la mano de Paige y ella besa velozmente los labios del chico.
Gemma se posiciona al lado de su novio y Niall la acompaña. Ambos lucen ansiosos.
¡Dios mío! ¿Acaso esto es una secta y van a sacrificarme?
Mis padres están con Anne, y pareciera que en cualquier momento, mi madre se va a desmoronar en lágrimas.
— Hola, bonita — la voz de mi novio llega a mí y con un rápido movimiento lo enfrento
— Sam ¿dónde estabas? ¿qué están haciendo aquí todos ellos? — habló con prisa, sin darme cuenta de que mi voz se va alzando con cada pregunta que formulo — ¡Habla, por favor!
— Tranquila, una cosa a la vez — ríe y solo se gana una mirada de odio por mi parte — Isabella, ven aquí — toma mi mano y por alguna razón nos dirige al centro de la habitación
— Por favor habla Sam, me tienen con los pelos de punta — me quejo observando a todos
Me sorprende que de un momento a otro, las personas se han quedado en completo silencio y nos miran con atención
Confirmado, esto es una secta y quieren asesinarme ahora mismo.
Seguro tienen por ahí alguna cabra y la madre de Sam ha sido la que organizó esto.
— ¿Qué me has hecho, Isabella? — pregunta mi novio, formando una sonrisa
— No entiendo — murmuro por milésima vez
— Te amo, Isabella, más de lo que puedes imaginar — Sam se acerca a mí y posiciona una mano en mi mejilla — Solía creer que nunca llegaría a enamorarme de esta manera, pero llegaste tú a demostrarme tantas cosas en tan poco tiempo — ríe tímido — El tiempo ha ido demasiado rápido ¿no crees? — pregunta y asiento lentamente
— Perdón, pero esto no responde mis preguntas — hablo y él vuelve a reírse
— De alguna manera lo estoy haciendo — menciona y lo miro más extrañada — Podrás pensar que vamos muy deprisa, que el tiempo conociéndonos no es mucho y que es muy loco todo lo que hemos vivido en tan solo unos cuantos meses — toma mis manos y besa el dorso de estas — Pero Isabella, la vida es muy corta, y saberte como mía es lo mejor de todos mis días — suspira — Y yo soy tuyo, lo sabes ¿verdad?
— Sí — me limito a responder
— Hace tiempo llevo pensando esto y no quiero perder más el tiempo. Cada día celebro el amor que siento por ti y me muero por hacerlo el resto de mi vida
¿Cómo?
— Hasta la fecha, me sigues pareciendo el ser más valioso y sigo sin comprender cómo puede existir alguien que ponga todo su corazón en algo sin esperar nada a cambio — continúa — Isabella, estoy preparado para ti, creo que desde el primer día lo he estado — ríe emocionado — Amor, te amo como si no hubiera un mañana y es por ello que deseo esto más que nadie
Todo se vuelve borroso ante mis ojos y siento como voy a desmayarme en cualquier momento.
¿Esto se trata de un maldito chiste?
Lentamente y manteniendo la sonrisa que tanto me gusta, Sam, se posiciona sobre una rodilla en el suelo y observo como saca del bolsillo de su pantalón, una pequeña caja de terciopelo.
— Este anillo solía ser de mi madre — ríe por lo bajo — Pero si dices que sí, inmediatamente será tuyo — con un movimiento, abre el objeto y deja a la visa de todos, un lindo anillo de compromiso lleno de diamantes — Tengo la esperanza de cuidarte, de crecer contigo y aprender tanto de ti, como de mí
Mis ojos se llenan de lágrimas, pero no se debe a la alegría que se supone debería estar sintiendo, sino por el terror y pánico que se está acumulando en mi cuerpo.
Miro a mi alrededor y me encuentro todo tipo de reacciones.
Mi madre está llorando de felicidad y mi padre mantiene una sonrisa de orgullo.
Más allá, mis amigos se encuentran ansiosos esperando una respuesta. Casi puedo escucharlos gritando de emoción al saber que puede existir otra boda y por ende, otra fiesta.
Gemma, Niall y Louis me observan con una mezcla de sentimientos encontrados y eso me da la respuesta al porqué de su actitud. Ellos sabían que Sam haría esto y así mismo, ellos saben que realmente no lo amo. El irlandés se remueve incómodo, mi mejor amiga tiene la preocupación en todo el rostro y Louis me mira con duda, expectante.
— Isabella — la voz de Sam me llama y bajo la mirada para verlo — ¿Te casarías conmigo?
Abro la boca, pero nada sale de ella.
Finalmente, giro mi rostro hacia la izquierda y lo veo ahí.
Harry está de pie mirándome atentamente. Por un momento, me pierdo en sus ojos verdes, en la belleza de sus facciones, en la suavidad de sus pómulos y la firmeza de su mandíbula. Ese hoyuelo tan encantador está presente y me siento completamente ridícula porque creo que podría ponerme a llorarle a esa muesca en su piel.
A mi vienen todas las memorias creadas con él, todos los besos compartidos y no me importa que nunca vaya a ser mío, simplemente, no puedo dejar de amarle.
Y peor aún, no puedo seguir negándole el amor a Sam reteniéndolo en mi corazón.
Él merecía la completa felicidad.
Voy a romperle el corazón, voy a destrozarlo y voy a dejarlo humillado frente a todas estas personas.
Me odio.
Y la rabia que siento por mí misma es insoportable.
Me doy asco, porque lo único que él ha hecho, ha sido cuidar y amar de mí como nadie.
Perdóname Sam
Vuelvo a mirarlo y trato de grabar en mí cada facción de su rostro, el olor de su perfume que llega hasta mis fosas nasales e intento traer a mi mente todas las noches que hicimos el amor y la manera en que sus caricias me alegraron la vida por unos instantes, pienso en su voz, cantando en voz alta y las risas en su auto cada fin de semana.
Internamente le doy las gracias por lo que fue y el alma se me desbarata por lo que pudo ser.
Perdóname Sam.
— No puedo — titubeo y cierro los ojos para no verlo — No puedo, Sam — lloriqueo y sin vergüenza alguna, el llanto sale de mí como hace tiempo no lo hacía — Perdóname
.....
Perdón, yo me odio por hacerle esto a Sam :(
Chicxs, oigan ¿Me harían un favor? Tengo una buena amiga en Wattpad Yari_Styles1 y escribe algunas fics de Harry, si pudieran ¿Se pasarían por su perfil y darles una leída? De verdad sería una gran ayuda y la harían demasiado feliz, en serio se esmera en sus proyectos❤️
Ahora sí, me voy antes de que me asesinen 🏃🏻♀️🏃🏻♀️🏃🏻♀️
Te agradecería si me ayudas con tu voto y tú comentario
TPWK o TPWVergazos, hoy pueden enojarse ✨