Impuros

By evelynxwrites

432K 44.6K 20.7K

Dara es un ángel que desea conocer el placer y Kellen un demonio, que está dispuesto a mostrárselo. ✤♡✤ Dara... More

intro
sinopsis
personajes
prologo
parte I
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
parte II
capitulo 10
capitulo 11
capitulo 12
capitulo 13
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
parte III
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
capitulo 30
capitulo 31
capitulo 32
capitulo 33
capitulo 34
capitulo 35
capitulo 36
capitulo 37
capitulo 38
capitulo 39
capitulo 40
epilogo
LIBRO DOS
Noticia
Plantilla de lectura

capitulo 14

8.8K 982 506
By evelynxwrites

¡Hola! Por favor, no olvides dejar tu voto y/o comentario. No cuesta nada y me ayuda a crecer como escritora en la plataforma. ¡Gracias!

DARA

Kellen abandona la cama y se pone de pie.

Tiene que bajar la vista para contemplarme, debido a la notable diferencia de altura. Imagino que desde ese ángulo es capaz de verlo todo. Se aproxima de a poco y mi cuerpo tiembla. Su mirada continúa amenazante, luce como un cazador a punto de capturar a su presa.

—Resultaste ser impredecible —murmura, al mismo tiempo que se detiene y en un rápido movimiento, se quita la camiseta. Mis ojos se deleitan con su torso cubierto de tatuajes, cada espacio de su piel está repleto. Quiero delinear con la punta de mis dedos cada una de las figuras y preguntarle por qué se los hizo—. Así que a Bambi le gusta jugar con fuego —continúa y mi respiración se entrecorta al recibir el roce de su cuerpo contra el mío.

Piel contra piel. La sensación cálida que me abraza es sumamente agradable.

—Mira cómo te pones —centra sus manos en mis pezones, que están duros y sobresalen bajo la fina tela del sostén. Suprimo un gemido cuando los atrapa entre sus dedos índice y pulgar dando un leve pellizco y tirando de ellos.

Soy tan frágil y sensible ante su toque. Nada en mí opone resistencia.

Sus manos bajan.

Una me sostiene por la cintura, controlando los temblores que da mi cuerpo. A la otra, la desliza hasta colocarla por encima de mis bragas. Sus dedos me acarician y sonríe satisfecho, deleitándose ante mi desesperada reacción.

—Apenas te toqué y ya estás mojada —pronuncia contra mí oído—. Me encanta.

Me besa el cuello, sus dedos todavía se pronuncian sobre mis bragas y me sostengo contra el borde del mueble, dejándome envolver por la poderosa sensación. Mis caderas se mueven exasperadas, buscan más, pero obtienen lo contrario. Distancia.

Kellen aparta la mano y lleva ambas hacia mi trasero, apretando y luego impulsándome hacia arriba, de manera que acabo entre sus brazos. En ese simple movimiento, mi humedad roza su erección y aquello me enciende aún más. Yo lo pongo así. Él me desea.

Sus labios me lo hacen saber mientras devoran los míos y se mueve, cargándome hasta la cama. Entonces, se inclina para depositarme en un espacio libre y caigo boca arriba. De pronto, me siento completamente expuesta y a su merced. Se despega de mí, pero su mirada me recorre de un extremo a otro y se siente como si estuviera tocándome con ella.

—Qué... ¿Qué vas a hacer? —menciono, afectada a causa de la exaltada respiración. Lo miro un poquito asustada y plagada de dudas. ¿Ahora qué sigue?

—Relájate —su voz continúa siendo grave y profunda, pero es suave al dirigirse hacia a mí. —¿Qué te dije cuando estábamos en el auto? —pregunta e interrumpe dejando un camino de besos que inicia en medio de mis pechos. Jadeo a causa del electrizante cosquilleo que provocan sus labios y su barbilla rozando mi piel—. Vamos ir de a poco —responde por mí. Llega a la parte baja de mi vientre y no se detiene. Arqueo la espalda invadida por la sensación. Sus pulgares se enganchan a los costados de mis bragas, pero cierro las piernas al darme cuenta de lo que hará.

—Espera —lo detengo. La excitación es tan fuerte que me aterroriza.

Kellen eleva la mirada, todavía frente a mi parte más íntima. Su boca está tan cerca y ese simple detalle me genera un pequeño espasmo de placer.

—¿Qué pasa, Bambi? ¿Te avergüenza que te vea? —dice con naturalidad, jugando con el elástico de mi prenda interior. Es una verdadera tortura.

Mi cuerpo está hecho fuego. Mis mejillas arden. Siento el color rojo en ellas, aunque no pueda verlas.

—Sí —respondo con sinceridad—. Eres el primero.

—No pasa nada. Te va a gustar —asegura y deja un beso por encima de la tela. Si aquello me sacude, no imagino que pasará cuando el contacto sea directo.

Confío en él. Aparto la mirada y relajo las piernas a los lados.

Sin embargo, el rubio no alcanza a hacer nada. Los golpes en la puerta distorsionan el clima y entro en estado de alarma.

—Kellen... Te buscan —escuchamos a Levi, que golpea detrás.

El rubio maldice en un susurro casi imperceptible.

—Diles que no estoy —expresa, decidido a seguir con lo que estábamos haciendo.

—¿Seguro? Es la asistente social —entonces, su postura cambia. Se pone tenso—. Pero si es lo que quieres...

—No, no —eleva la voz—. Ahora mismo bajo.

Lo observo alejarse de manera automática y la sensación de su cuerpo dejando el mío es angustiante. Me dejó a medias. Justo cuando estaba por suceder la mejor parte.

De verdad deseaba saber cómo se sentiría su boca ahí abajo.

Él se coloca la camiseta y yo, empiezo a juntar las prendas que quedaron distribuidas sobre distintas partes del suelo. Me pongo la blusa, el pantalón, las zapatillas y recojo nuevamente el cabello en un moño. Mientras tanto, presencio los movimientos rápidos y veloces de Kellen: se cómoda la ropa, se peina e incluso se echa perfume. El aroma se cuela por mis fosas nasales y se impregna completamente en mí.

—Lo siento, Bambi. Tendrás que esperar —dice, momento antes de largarse de la habitación.

—Esperé por veinte años. Puedo hacerlo un poco más —respondo, provocándole una pequeña sonrisa.

✤♡✤♡✤♡✤

KELLEN

Ni siquiera en mis mejores sueños imaginé que Dara se aparecería en mi habitación y se quitaría la ropa frente a mis narices. Es como una especie de fantasía que no sabía que tenía, hasta que ocurrió. Fue jodidamente caliente y sexy, dudo que lo haya intentado. Le surgió con naturalidad, como una habilidad que no es capaz de controlar. La tiene y fluye en los momentos así, volviéndome loco.

Haciendo que pierda la cabeza.

Ir paso a paso tiene su encanto, pero debo admitir que por un instante tuve el impulso de dejarla desnuda sobre la cama y entrar en ella. Averiguar lo caliente y apretado que se siente estar en su interior.

Sin embargo, la excitación cae rápido al escuchar la voz de Levi junto a la palabra <<asistente social>>. No estaba listo para esto. No lo esperaba ni de cerca. Tengo que apresurarme y alistarme para causar una buena impresión.

A medida que desciendo las escaleras, diviso a una mujer de mediana edad parada en el interior, frente a la entrada. Tiene carpetas y papeles entre las manos, a un costado lleva colgando una cartera. Además, observa la casa sin perder detalle. Lo que provoca que vuelva a maldecir por dentro, porque el lugar, en general, se encuentra desordenado.

Prendas de ropa cuelgan del sofá. Hay cajas de pizzas vacías en la mesita de la sala. Útiles escolares y libros esparcidos. Zapatillas que están rotas o sin usar en un rincón. Juguetes que mis hermanos solían usar un par de años atrás. Encima, Levi está frente a los videojuegos y ni siquiera se tomó la molestia de bajar el volumen. Lo hago yo, porque de otra manera no podré escuchar lo que diga la mujer.

En fin, el escenario luce bastante desastroso para lo que acontece.

Después de saludar y presentarnos, me pregunta si soy el padre de Levi. De inmediato digo que no, que soy su hermano mayor.

—¿Y tus padres?

—Nuestra madre no vive con nosotros y papá trabaja a tiempo completo —miento. Es difícil no ponerme nervioso, sobretodo porque no tuve tiempo para practicar o inventar las respuestas. Es todo a contrarreloj. —Yo estoy con él la mayoría del tiempo, sí.

Ella apunta algo en una libreta.

—¿Puedo ver la casa?

—Claro. Sí.

Mierda. Esto es por los problemas que Levi tuvo en el colegio. Probablemente la profesora no se convenció con la reunión que tuvimos y mandó asistencia social.

—¿Le gustaría tomar algo? —Dara aparece de repente a los pies de las escaleras, guiando al recorrido en dirección a la cocina—. Lo siento, no me presenté. Soy Dara —extiende la mano y le da un cordial apretón.

—Es mi novia —miento, convencido de que Dara ayudará a que la mujer se lleve una mejor impresión. Dara sonríe, como si eso fuera cierto.

—Sí. También me disculpo por el desorden. Es día de limpieza general —explica, con una sonrisa encantadora digna de cualquier niña buena. Una sonrisa que vuelve creíble todas sus palabras—. ¿Puedo ofrecerle un café, un té, agua?

—Un café está bien.

Continuamos caminando. La mujer no pierde detalle de cada rincón. Al menos lo que inventó Dara me hace sentir un poco aliviado.

—Y Levi, ¿qué haces en tu tiempo libre?

—Jugar videojuegos.

—¿Eso solo?

—No, claro que no. También vamos a la iglesia, se divierte con el grupo juvenil y los fines de semana no se pierde los campamentos. ¿Verdad, Levi? —además de lujuriosa, Dara es una perfecta mentirosa. Y le agradezco con la mirada por serlo.

—Sí. Me encantan. No se imagina cuanto —responde él con total naturalidad.

A pesar de los nervios, reprimo una carcajada debido al nivel de esa mentira. Ni siquiera puedo plantearme la idea de Levi asistiendo a uno de esos campamentos pacíficos. Solo puedo imaginar que causaría enormes desastres. Sin dudas, es el más rebelde de los Hunt.

✤♡✤♡✤♡✤

Después de responder un extenso cuestionario, largo el aire contenido divisando que la asistente social se marcha en su auto. Levi me dirige una sonrisa, de las que pone cuando sabe muy bien que está metido en problemas. Seguido, dice que irá a su habitación a hacer tareas y sube corriendo las escaleras, sin darme tiempo a regañarlo.

—Necesito un cigarrillo —murmuro a Dara, que todavía está a mí lado.

No solo aún está aquí, también se mantuvo atenta durante cada momento de la visita. Supo dar una buena impresión y se tomó la ardua tarea de llenar los vacíos cuando yo no sabía qué decir.

La chica me sigue hacia el pórtico y se apoya de espaldas en la barandilla, sosteniéndose con los codos. De inmediato enciendo un cigarro y doy una larga calada.

—¿Te sientes bien?

Me encojo de hombros.

—Ahora sí. Es solo que no me lo esperaba —reconozco.

¿Cómo es qué pasamos de tener un momento completamente sexual a hablar de sentimientos? Se siente como la especie de estabilidad que en el fondo siempre añoré.

—Estuviste perfecto.

—¿Sí? Eso espero. A mis padres no les importa, pero a mí sí. Me matarían si se llevan a Levi —vuelvo a dar una calada, mientras hablo poniendo la mirada en otro punto. Siempre me avergonzó ser honesto con los demás con respecto a mis sentimientos, pero también es liberador.

Ella está escuchando. Ella preguntó. Supongo que, en algún punto, le importa.

—No lo harán.

—No, porque tú diste una excelente actuación —contrarresto la tensión—. Además de viciosa, resultaste ser una experta con las mentiras —me aproximo; la encierro colocando una mano libre sobre la barandilla. Ella queda atrapada frente a mí cuerpo.

—Es que últimamente practico mucho lo de mentir —confiesa y acaricia mi mandíbula, delineándola con el dedo índice—. Ahora quiero mi recompensa.

—Tendrás lo que tú quieras —le aseguro.

Ella pone una sonrisa de complicidad. Adivino hacia donde nos dirigimos.

—¿Cualquier cosa?

Asiento, cerca de su boca.

—Solo tienes que pedirlo, Bambi —agrego, dispuesto a darle exactamente lo que me pida. Me gusta la facilidad con la que percibe la energía. Lo veo en sus ojos. Está encendida y fue instantáneo.

La beso. Dara coloca las manos alrededor de mi cintura y los músculos se tensan. Yo también soy propenso a sus toques. Adoro tocarla, pero también estoy ansioso por descubrir lo que sus manos son capaces de hacerme.

Su boca.

—Aunque no me agrade posponerlo, la recompensa tendrá que esperar —hace saber, luego de que mis labios la sueltan—. Tengo que llegar a casa pronto.

Por un instante olvidé que ella pertenece a otro sitio. La decepción es abrumante, pero me limito a mostrar que lo entiendo. Se tiene que ir, aunque yo no quiera. Es así.

—Lo sé. Te veo mañana, ¿de acuerdo?

—Entonces sí vuelves —las comisuras de sus labios se elevan en señal de entusiasmo.

—Solo si me prometes que volverás a desnudarte para mí — juego—. Me pongo duro de solo recordarlo —susurro, acercándome a su oído. Su piel se estremece y sonrío, cargado de malicia.

Ni siquiera la estoy tocando, pero sé que ya está mojada para mí.

✤♡✤♡✤♡✤

DARA

No es tarde.

Es tardísimo.

Lo compruebo en casa, donde mi familia está esperando. En el celular, que estaba en silencio, tengo una gran cantidad de mensajes y de llamadas perdidas. Incluso de Tobías.

Llegué a casa de Kellen para quedarme máximo una hora y resultó que estuve como tres. Además de volverme una pecadora cuando estoy con él, también pierdo la noción del tiempo. Y de hecho, siento que no tuve suficiente. Necesito más.

Definitivamente necesito mucho más.

Me produce vergüenza entrar a casa por el simple motivo de que, bajo la mirada enfadada de mis padres, no puedo dejar de pensar en la imagen del rubio entre mis piernas. En cómo se sentía su aliento frente a mí intimidad. En el deseo frustrado de su lengua abriéndose camino, recorriendo lugares que nadie más tocó.

—A la cocina —pronuncia mamá, sin preguntar ni decir nada más. Como de costumbre, papá se ausenta en su oficina.

Sarah me da una mirada de compasión, pero vuelve a concentrarse en las tareas que realiza sobre la mesa de la sala principal.

En cambio, Anna nos acompaña.

Pronto será la cena. Por lo general, dos nos ocupamos de preparar la comida y luego, otras dos lavan los trastes. Me pongo en eso, intentando llevar el tema hacia otro lado. Sin embargo, mi madre no lo olvida.

—¿A dónde estabas? Ya sabemos que no fuiste de Tobías —aclara lo que ya suponía—. Nos tenías a todos realmente preocupados. ¿A dónde fuiste, Dara? —cuestiona, obligándome a dejar lo que estaba a punto de hacer para mirarla.

—Estoy preparando una sorpresa para el día del casamiento. Es algo para todos. Por eso no quería que lo supieras —justifico; pero es obvio que mamá no se lo cree. Lo deduzco de inmediato al ver su expresión fría.

—¿Una sorpresa?

—Sí.

Ella se aproxima y aspira.

—Hueles a cigarrillo y a perfume de hombre barato. ¿A dónde te metiste?

—Fui a hacer unas compras, eso es todo.

—No me mientas, jovencita —alza la voz. Es difícil sostenerle la mirada a mí madre, aún más cuando estoy mintiendo y sé que ella lo sabe—. Quiero la verdad.

Alzo la mirada y tomo una bocanada de aire, armándome de valentía.

—Basta, mamá. Ya tengo veinte años. Veinte —aclaro—. Creo que tengo derecho a tener intimidad y hacer mis cosas, ¿no? No puedes pretender que te dé una explicación de todo —me defiendo amparada en un coraje que no sé dónde salió. O más bien, si lo sé. Kellen, sin saberlo, me inspiró a hacer esto.

Pero la valentía queda arrastrada en el piso cuando obtengo como respuesta una bofetada. Me golpea con la palma de la mano y mi mejilla arde de inmediato.

—Nunca más vuelvas a hablarme así —dictamina.

Llevo mi mano hasta acunar la zona del golpe. Mis ojos amontonan lágrimas, mi pecho se llena de angustia y dolor. ¿Por qué me hace esto?

—Mamá, es suficiente —Anna se pone delante de mí, lo que me sorprende. Pensé que estaría del lado de mi madre y me juzgaría a la par.

—Vete a tu habitación y ruega perdón a Dios por los pecados que cometiste —ordena y le hago caso, simplemente para exiliarme de la horrible situación.

Camino apresurada a través de las escaleras. Mi corazón late tan fuerte a tal punto que parece que va a despegarse del pecho.

Cierro la puerta.

Tiemblo.

Esta parte de mi vida, duele. 

✤♡✤♡✤♡✤

NOTA DE AUTORA: Lo prometido es deuda así que... les traje el capítulo lo más pronto que pude. Ojalá lo hayan disfrutado y estén ansiosas por tener más. Les adelanto que en los capítulos que se vienen habrá más información sobre el resto de los personajes... Así que prepárense para un montón de dramas y cosas ♥

¿Qué les pareció el capítulo?

¿A qué otro personaje quieren conocer mejor?

¡Las leo! ♥


Continue Reading

You'll Also Like

1.8M 128K 88
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
285K 10.9K 27
¿Y tú, qué tanto estás dispuesta a soportar por un amor apasionadamente tóxico?. HERMOSA PORTADA HECHA POR @Leudimar17 , Gracias bella ❤️ Todos los d...
836K 2.7K 3
Damon Dragunov, una máquina sin sentimientos el cuál su único propósito es ganar dinero y mantener su buena imagen
915K 26.9K 34
En alguna parte de Rusia habitan un grupo de chicos un tanto peculiares: adictos a las fiestas, drogas y sexo; viven cada día al máximo a la vez que...