La Piedra del Matrimonio

By alseidetao

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Para evitar las maquinaciones del Ministerio, Harry debe casarse con el reacio Severus Snape. Pero el matrimo... More

Capítulo 1: La piedra del matrimonio
Capítulo 2: Con Este Anillo
Capítulo 3: Habitantes de la mazmorra
Capítulo 4: Enfrentándose al mundo
Capítulo 5: Marcas oscuras
Capítulo 6: Vivir con Snape
Capítulo 7: Lazos que unen
Capítulo 8: Todos los hombres del Rey
Capítulo 9: La estrella del perro
Capítulo 10: Espadas y flechas
Capítulo 11: Enfrentándose a Gryffindors
Capítulo 12: Emplazando culpas
Capítulo 13: Entendiendo a los hombres lobo
Capítulo 14: Volviendo a la normalidad
Capítulo 15: Modales
Capítulo 16: Conociendo a los cuñados
Capítulo 17: Espinas
Capítulo 18: El corazón del laberinto
Capítulo 19: Vínculos
Capítulo 20: Sinistra
Capítulo 21: Serpientes
Capítulo 22: Familia
Capítulo 23: Lobos
Capítulo 24: Lecciones de Historia
Capítulo 25: Nochebuena
Capítulo 26: Regalos de Navidad
Capítulo 27: Antes de la tormenta
Capítulo 28: Vikingos
Capítulo 29: Entender el deber
Capítulo 30: Persecución
Capítulo 31: Acortando distancias
Capítulo 32: El dolor de crecer
Capítulo 33: Largas historias
Capítulo 34: A dormir
Capítulo 35: Al abismo
Capítulo 36: Cargando la piedra
Capítulo 37: El otro lado
Capítulo 38: Política
Capítulo 39: Honor familiar
Capítulo 40: La locura del lobo
Capítulo 41: Salvaje
Capítulo 42: Caramelos de limón
Capítulo 43: Para eso están los amigos
Capítulo 44: Cierra los ojos
Capítulo 45: Amaestrando al dragón
Capítulo 46: Viendo rojo
Capítulo 47: Cedo
Capítulo 48: El Lobo en la puerta
Capítulo 49: Bailando
Capítulo 50: La materia de los sueños
Capítulo 51: Grandes gestos románticos
Capítulo 52: San Valentín
Capítulo 53: Afecto de cortesía
Capítulo 54: Despertando a Lunático
Capítulo 55: Maniobras legales
Capítulo 56: Peones
Capítulo 57: Obviedades
Capítulo 58: El significado de las cosas
Capítulo 59: Algo maligno
Capítulo 60: La voz del Rey
Capítulo 61: La llamada
Capítulo 62: Stonehenge
Capítulo 63: El corazón sangrante
Capítulo 64: El resto del mundo
Capítulo 65: En la luna
Capítulo 66: Sinestesia
Capítulo 67: Cantos afilados
Capítulo 68: La búsqueda del poder
Capítulo 69: Al final de este camino
Capítulo 70: El precio del valor
Capítulo 71: Lo que importa
Capítulo 72: Yendo hacia delante
Capítulo 73: Así es como el mundo acaba
Capítulo 74: El sol moribundo
Capítulo 75: Valeroso mundo nuevo
Capítulo 76: Los indignos
Capítulo 77: Historia antigua
Capítulo 78: Regresando a casa
Capítulo 79: Solucionando
Capítulo 80: Decisiones y Progreso
Capítulo 81: El amanecer de un nuevo día
Capítulo 82: Echando una mano a las cosas
Capítulo 83: Sorpresas en todas partes
Capítulo 84: Extraños compañeros de cama
Capítulo 85: Borrones
Capítulo 86: Furia
Capítulo 87: Pasiones
Capítulo 88: De vuelta al negocio
Capítulo 89: Idas y Venidas
Capítulo 90: Maniobras Legales II
Capítulo 91: Rosas
Capítulo 92: Educación continua
Capítulo 93: Los recién llegados
Capítulo 94: Experiencias de aprendizaje
Capítulo 95: Encuentros cercanos
Capítulo 96: En desacuerdo
Capítulo 97: Hacer las Paces
Capítulo 98: ¿Quién sabe?
Capítulo 99: La paz se desmorona
Capítulo 100: Comienzan las hostilidades
Capítulo 101: Primeras señales del futuro
Capítulo 102: Lecciones desplegadas
Capítulo 103: El fin de los vampiros
Capítulo 104: Reconocimiento y premonición
Capítulo 105: Verdadera naturaleza
Capítulo 106: Exámenes finales
Capítulo 107: Explicaciones
Capítulo 108: La calma antes de la tormenta
Capítulo 109: Reescribiendo la historia
Capítulo 110: La fuerza del vínculo
Capítulo 111: Magia salvaje
Capítulo 112: Consecuencias del ataque
Capítulo 113: Últimos días de tranquilidad
Capítulo 114: Rudos Despertares
Capítulo 115: Primeras Impresiones
Capítulo 116: Desquitarse
Capítulo 117: Nuevos comienzos
Capítulo 118: Tiempos felices
Capítulo 119: Tiempos de fiesta
Capítulo 120: Favor de Merlín
Capítulo 121: Fin del verano, parte 1
Capítulo 122: Fin del verano, parte 2
Capítulo 123: Una falta cercana
Capítulo 124: Retrasar lo inevitable
Capítulo 125: Las formas de la primera ola
Capítulo 127: Planificación de la Operación Castillo Mágico
Capítulo 128: Revelaciones
Capítulo 129: La primera ola se rompe
Capítulo 130: Limpiando
Capítulo 131: Padrinos
Capítulo 132: Percepciones erróneas
Capítulo 133: Zona de conflicto
Capítulo 134: Visitantes
Capítulo 135: Pez fuera del agua
Capítulo 136: La segunda ola
Capítulo 137: La batalla de Hogsmeade
Capítulo 138: Algunas explicaciones que hacer
Capítulo 139: Decir adios
Capítulo 140: Faltas de comunicación
Capítulo 141: Las formas de la tercera ola
Capítulo 142: El Campeón del Rey
Capítulo 143: La batalla de Hogwarts
Capítulo 144: La gratitud del rey
Capítulo 145: Los Comienzos del Rey
Capítulo 146: La Vida del Rey

Capítulo 126: Compañeros de cama más extraños

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By alseidetao

La Ministra Bones entregó las fotos que había recibido del Primer Ministro muggle a los Aurores, con una solicitud de que estudiaran cada una y determinaran si hay Mortífagos identificables entre la multitud. Ese trabajo se volvió más fácil, de una manera bastante indirecta, dos días después cuando recibió la visita de Lucius Malfoy.

La información de Lucius no solo había sido confirmada por su contacto, ella había proporcionado copias de las facturas de venta y la información de entrega, así como los registros de pago. Pensó brevemente en qué hacer con esta noticia. No hace mucho tiempo, él podría haberle dado detalles al Señor Oscuro si parecía haber algún beneficio para él en esa dirección, o si no parecía haber razón para pensar que el Señor Oscuro estaría interesado, estaría considerando cómo saber esto podría ser utilizado para su propia ventaja política o financiera. Realmente sentía que esos días habían terminado, y Lucius aún no había trabajado en su mente cómo traducir este tipo de situación para el nuevo camino por el que caminaba.

¿Podría ser esto algo para compartir con Harry Potter? Disfrutaba la oportunidad de hablar directamente con el joven, aunque en verdad, Severus estaría allí frunciendo el ceño y eso hacía que la perspectiva fuera menos tentadora para Lucius. ¿Dumbledore? Realmente nunca le gustó Dumbledore. Lo último que quería hacer era reemplazar al Señor Oscuro con el viejo focha. No, el mejor enfoque aquí parecía ser actuar de una manera consistente con su papel ahora en el Wizengamot y decírselo a la Ministra de Magia.

Lucius salió de sus oficinas y recorrió los pasillos hasta la de ella, informando imperiosamente a los asistentes sentados fuera de su oficina que necesitaba hablar con la Ministra de inmediato, sobre un asunto de lo más urgente. Su actitud no le fue bien, y la reacción inicial del asistente que manejaba el calendario de la Ministra fue sugerirle que consiguiera una cita, y lo más temprano que pudieron apretujarlo era dentro de dos semanas. Mientras ella dudaba antes de dar voz a esa sugerencia, él simplemente pasó junto al personal y entró en la oficina con una mueca de desprecio, antes de que cualquiera de ellos pudiera detenerlo.

Amelia levantó la vista de su escritorio cuando la puerta se abrió con un estruendo.

–Lucius, que sorpresa –dijo rotundamente, sin entusiasmo en su voz. Sin embargo, asintió con la cabeza a su asistente para indicarle que se debería permitir la interrupción, ya que el asistente había seguido a Malfoy– Supongo que hay alguna razón importante para esta visita tan inesperada.

Por supuesto, Harry Potter confiaba en Malfoy, y había sido un miembro modelo del Wizengamot desde que estaba sentado, pero la desconfianza en el hombre era prácticamente una reacción instintiva para aquellos que tenían alguna historia con Malfoy. Demasiados recordaban su reunión con Cornelius Fudge, y no querían permitir que ningún vestigio de la administración de Fudge como ministro se replicara ahora.

–De hecho, señora ministra. Me he encontrado con una información muy inquietante y pensé que debería llamar su atención de inmediato –dijo en su forma más imperiosa. Sacó un gran fajo de pergaminos de su túnica y los agitó.

–Me enteré de algunas compras de armas muy inquietantes en Eastbrooks. He tomado la precaución de verificar la información y, como consecuencia, ahora tengo detalles: las facturas de venta, los acuerdos de financiación y demás. La cantidad de armas compradas es bastante alarmante, pero la investigación adicional sugiere que esta es una compra muy sustancial, en lugar de muchas compras individuales que casualmente ocurrieron al mismo tiempo.

De hecho, Lucius se sintió complacido cuando la ministra dejó la pluma y se levantó de su escritorio para acercarse a él y tomar los pergaminos.

Amelia inicialmente no estaba segura de cuánto decirle a Lucius, después de todo, era Lucius Malfoy. Decidió que, dado que él había acudido a ella con esta noticia, se le podría confiar al menos una descripción general de la información que habían obtenido de los muggles. Independientemente de las fuentes que tuviera, y se rumoreaba que eran extensas de hecho, podría obtener otra información que pudieran usar si tuviera una idea de lo que veían como el panorama general.

–Gracias, Lucius –comenzó, curiosa por saber cómo reaccionaría él ante el uso de su nombre de pila– Por favor tome asiento.

Lucius estaba un poco sorprendido por la familiaridad de la Ministra, pero lo aceptó como una señal de su creciente aceptación en esta nueva sociedad.

–Gracias, Amelia –respondió amablemente mientras se acercaba a una de las sillas frente a su escritorio.

–Esta es una información extraordinariamente significativa, Lucius, y agradezco que la hayas compartido conmigo –comenzó la ministra con su voz suave– Hemos recibido noticias del gobierno muggle de que el movimiento anti-magos está comenzando a mostrar signos de fusión, y están muy preocupados por la creciente militancia entre ellos en las últimas semanas.

Lucius estaba desconcertado. Eastmans era una tienda en la comunidad de magos, no una a la que los muggles tendrían acceso, y las armas que se compraban eran del tipo que usarían los magos, no los muggles.

–Amelia, ¿qué tendrían que ver los muggles con una compra masiva de armas de Eastmans?

Amelia realmente no quería proporcionar demasiados detalles, ya que en su interior no confiaba en el hombre, pero, de nuevo, podría ser más útil para ellos si tuviera una conciencia más amplia.

–En realidad, sospechamos que podría haber algunos magos en el trasfondo de las insurrecciones muggle – comenzó, mientras su invitado reaccionaba con sorpresa– Hemos visto algunas fotografías muggle y leído los informes muggle sobre estos grupos. De hecho, creo que la mayor sorpresa fue descubrir que un número sustancial de personas que apoyan a los grupos se apellidan 'Riddle'. Sin duda sabes que el nombre de nacimiento de Voldemort era Tom Marvolo Riddle.

Amelia tuvo el raro placer de tomar a Lucius completamente por sorpresa, hizo una nota mental para mencionarle esto a Albus algún día.

– ¿De qué estás hablando? –el demando.

Ella procedió con un regocijo apenas disimulado.

–Albus Dumbledore me contó la historia. La madre de Tom Riddle era una bruja, pero su padre era un muggle. Tengo entendido que hay una historia muy triste. Sin embargo, cuando Riddle decidió seguir su oscura agenda, se forjó un nuevo nombre. Estamos muy preocupados de que tanta gente que se identificó como Riddle esté detrás de esto. Sospechamos de Mortífagos, en realidad.

Lucius estaba más que asombrado. ¿El Señor Oscuro era un mestizo? Sintió que su mundo cambiaba sobre su eje. El hombre que era tan apasionado por la pureza de la sangre, y que se destacó como el líder natural de los purasangre, ¿no era un purasangre? ¡A pesar de que Lucius había cambiado su lealtad, no podía creer este engaño! Para diversión de Amelia, en realidad necesitaba un momento para recuperarse después de esa revelación.

Finalmente, se sintió lo suficientemente seguro de su voz para hablar.

– ¿Mortífagos colaborando con muggles? –fue todo lo que pudo sacar. Dejemos a un lado la ascendencia del Señor Oscuro, ¿quién en su sano juicio pensó que era probable que los Mortífagos se asociaran de forma anónima, buscando mezclarse, con muggles?

Amelia solo pudo encogerse de hombros ante eso.

–No estamos seguros, exactamente, pero la participación de todos esos Riddles ciertamente sugiere eso. Los Aurores están estudiando las imágenes muggles para determinar si reconocemos magos entre los muggles anti-magos.

–Bueno, entonces, podría ser útil para los Aurores revisar esta nueva información sobre compras de armas –ofreció Lucius– y ver si existe una correlación entre la actividad que ellos o los muggles han detectado y las compras documentadas aquí. O tal vez puedan rastrear algunas de estas compras hasta algunos de los magos que creen que están involucrados en este movimiento anti-magos.

–Gracias, Lucius. ¿Exactamente qué tan confiable es esta información? –Amelia preguntó. Sabía que Lucius tenía "fuentes", pero no tenía idea de si alguien debería sentirse cómodo confiando en ellas.

–Hablé con alguien que trabaja en Eastmans, que observó el curioso patrón de compras, y me lo mencionó. Hice que otra persona confirmara esas compras, y ella pudo proporcionar la documentación que le acabo de dar. Nunca he hablado al empleado de Eastmans antes, pero le he pedido a la mujer que confirmó la información que recibí que realice servicios similares en el pasado, siempre con resultados totalmente confiables. Esta es información veraz, se lo aseguro –Se levantó de su silla.

–Muchas gracias, entonces, Lucius. Esto nos ayudará enormemente. Aprecio que hayas presentado esto. Por favor, avísame de inmediato si encuentras información adicional en el futuro –dijo Amelia a modo de despedida a su visitante.

Cuando Lucius llegó a la puerta, se volvió y asintió con la cabeza de esa manera formal que lo había hecho, mientras respondía:

–Estoy a su servicio.

Amelia inmediatamente llamó a Darmut de la oficina de Auror y proporcionó la contribución de Lucius a su investigación. Darmut enarcó las cejas cuando se enteró de la fuente de los pergaminos que le entregaron. Él, como muchos en la oficina de Auror, había oído hablar de la notable habilidad de Lucius para recopilar información de fuentes oscuras, y en realidad estaba muy emocionado ante la perspectiva de ser el receptor de la información que había recopilado. ¡Esto debería ser muy interesante!

El equipo de Auror necesitaba un impulso mientras estudiaban las imágenes muggle. La naturaleza reservada de los Mortífagos significaba que, para empezar, no estaban seguros de a quién buscaban y, de todos modos, no sabían cómo eran. Detectaron varios rostros que aparecieron en más de una reunión, y algunos en los que los muggles habían identificado a alguien como un "Riddle", pero no estaban haciendo mucho progreso para agregar nombres de magos a la mayoría de esos rostros.

La información de Lucius proporcionó algunos nombres nuevos y tentadores que probablemente incluían algunos nombres reales, y la información sobre a dónde iban los envíos ayudó a reducir los posibles destinatarios según las ubicaciones, pero los Aurores aún estaban teniendo dificultades con su tarea. Las imágenes de interés fueron ampliadas y publicadas en una pared en la oficina de Auror, para que pudieran ser inspeccionadas tanto de cerca como a distancia. Para muchos en la oficina de Auror, esto parecía una tontería.

Esta fue la escena que encontró Hermione cuando obtuvo el permiso del Director para visitar el Ministerio a la tarde siguiente. Ella le había informado al director que tenía que hacer un seguimiento de algunas de sus investigaciones para refinar el artículo que había escrito y estaba a punto de enviarlo para su publicación. El profesor Snape había sugerido que necesitaba información adicional sobre uno de los casos que había analizado en su investigación, y era información que originalmente provenía de los Aurores.

Hermione se sentó en un escritorio desocupado y trató de no ser demasiado obvia en su inspección de las fotografías en la pared mientras esperaba que retiraran el archivo que solicitaba. Finalmente no pudo contenerse.

– ¿Puedo preguntar, por qué tienes fotografías muggles en la pared? –le preguntó al joven Auror con quien había estado charlando. El joven Auror, Piers algo-o-otro, se preguntó brevemente si esto era altamente confidencial o algo que pudiera compartir con su visitante. Como ninguno de los mayores se había molestado en cubrir las fotos cuando ella llegó, pensó que podría responder a sus preguntas.

–Los obtuvimos del gobierno muggle. Son los muggles que están involucrados en el movimiento anti-magos, pero sospechamos que podría haber uno o dos magos allí, y estamos tratando de identificarlos –respondió.

– ¿Este es el movimiento anti-magos, dices? ¿Qué demonios estarían haciendo los magos participando en eso? ¿Quién creen que podría estar involucrado con los muggles? –Hermione cuestionó de inmediato.

Piers negó con la cabeza.

–No lo vas a creer. Alguien piensa que los partidarios de Quien-tú-sabes están irritando a los muggles. Por supuesto, los Mortífagos no publican un directorio de miembros, por lo que es un desafío, ya que no tenemos idea de quién podría estar involucrado aquí.

Para entonces, llegó el archivo de Hermione y se dispuso a revisar la información y recopilar los hechos específicos que el profesor Snape había señalado parecían no estar respaldados adecuadamente en su artículo. Devolvió el archivo cuando terminó y charló con Piers unos minutos más.

– ¿Ha hecho algún progreso en mi otra solicitud, sobre la historia mágica de ese hombre que intentó asesinar al profesor Snape? –ella preguntó. Su solicitud de que los Aurores investigaran eso había sido debidamente anotada como parte de su investigación, pero a la luz de todo lo demás que estaba sucediendo, no se había actuado. A juzgar por la expresión de Piers, nada había cambiado.

–Lo siento, señorita, pero hemos estado harapientos con las cosas que suceden aquí. Por lo que podemos determinar, era un mercenario, y no sabemos para quién estaba trabajando. Lo mejor que tenemos ahora, él parecía ser de algún lugar de Europa central, según los rasgos faciales, lo que pudimos evaluar de lo que quedaba de su magia, cosas así, aunque había viajado recientemente a la India.

Agradeció a Piers y se dirigió a los flúos en el vestíbulo para regresar a Hogwarts, con una expresión sombría en su rostro. En su camino, se encontró con Kingsley Shacklebolt, camino a su propia reunión de rutina con la propia Ministra.

–Señorita Granger, ¿qué la trae al Ministerio? –preguntó, curioso de que Albus Dumbledore estuviera permitiendo que una estudiante viajara sola al Ministerio mientras la escuela estaba en sesión. Dado todo lo que estaba sucediendo en el mundo, permitir que los estudiantes viajen solos parecía una imprudencia. Apreciaba que esta joven fuera un caso especial, pero aun así...

–Estoy trabajando en un artículo, y el profesor Snape señaló un área en la que necesitaba mayor claridad, así que me limito a consultar con los Aurores para revisar su archivo sobre ese caso una vez más.

– ¿Y no pudiste conseguir lo que necesitabas? –preguntó, observando la expresión amarga de su rostro.

Ella se sonrojó.

–Oh, me dieron acceso al archivo, no hay problema. Me decepcionó un poco que no hayamos avanzado en la identificación del hombre que atacó al profesor Snape. Le había pedido que tratáramos de recopilar información sobre su historia mágica, en cierto modo, adelantando un poco mi investigación. Supongo que es una prioridad muy baja. No, los Aurores estaban bien, gracias. De hecho, es posible que tenga registros de gran ayuda para ellos en un proyecto en el que están trabajando ahora. Ayudaste a reunir a los Mortífagos el año pasado cuando estábamos eliminando las Marcas Tenebrosas: están tratando de identificar a los Mortífagos que los Aurores sospechan que están en algunas fotografías que obtuvieron de las autoridades muggles. Puede reconocer algunos, y tal vez los nombres que tiene le ayudarían.

Se dirigió al flú y no pensó más en ello.

Cuando había editado su artículo, llevó la reescritura, que esperaba fuera la última, a las mazmorras para entregársela al profesor Snape para una revisión final. Tenía horas de oficina a última hora de la tarde.

–Profesor, creo que este es el borrador final de mi artículo. Verifiqué esos hechos nuevamente en el caso Llewellyn y los he dejado lo más claro posible. Si cree que esto está listo, me gustaría enviarlo a Magical Maladies Review –dijo mientras le entregaba su pila de pergaminos.

–Entonces, ¿no tuvo ninguna dificultad para asegurar el acceso a los archivos? –preguntó el profesor, todavía un poco incrédulo de que un estudiante de Hogwarts pudiera obtener un acceso tan ilimitado a los archivos del caso del Auror.

–Oh, no hubo problema. Creo que, en realidad, lo tomaron como un merecido descanso –Hermione estuvo tentada a decir más acerca de lo que los Aurores querían descansar. El profesor Snape no era conocido por participar en chismes con los estudiantes, así que se detuvo allí.

Severus se dio cuenta de que tenía más que decir. Si bien realmente detestaba las conversaciones triviales en cualquier forma, esta era Hermione Granger, y de alguna manera las observaciones de la señorita Granger tenían más probabilidades que la mayoría de contener información procesable. Él arqueó las cejas hacia ella con expectación, mientras ella dudaba.

Envalentonada por la expresión de interés del profesor, Hermione prosiguió.

–De hecho, vi algo bastante interesante allí. Tenían fotos muggles en la pared de la oficina de los Aurores; parece que el movimiento muggle anti-magos se está calentando, y el gobierno muggle proporcionó al Ministerio fotos de algunas de las reuniones. ¡Los Aurores realmente piensan que los Mortífagos se han infiltrado en ese movimiento! No tienen idea de quiénes son los Mortífagos, por lo que parece una tarea tonta encontrar sus caras en las imágenes, pero están haciendo todo lo posible. Creo que agradecieron mi solicitud, ya que les dio un descanso de estudiar las imágenes.

La mente de Severus estaba corriendo ante esa noticia, y se preguntó qué sabría Albus de eso. Albus no había dicho nada sobre los desarrollos en el mundo muggle recientemente, pero ahora parecía que no era porque no pasaba nada. Se ocuparía de Albus, pero no tenía intención de revelarle esto a un estudiante. En cambio, respondió.

–Sentí que necesitabas esos pequeños datos del caso Llewellyn para respaldar tu conclusión en esa sección. Leeré esto una vez más y lo devolveré con los pensamientos finales, y te enviaré el nombre del editor de la Revista a quien te sugiero que envíe su manuscrito.

Hermione se fue satisfecha, mientras Severus echaba humo. Cuando no apareció ningún otro estudiante en los siguientes cinco minutos, decidió que sus horas de oficina habían terminado. Cerró y bloqueo la puerta de su oficina detrás de él mientras caminaba con pasos largos y decididos hacia la oficina del Director. Albus estaba charlando con un retrato cuando Severus entró.

– ¡Ah, Severus, muchacho! ¿A qué debo el placer de tu visita esta hermosa tarde? –Preguntó Albus, creyendo que un saludo cálido y cordial calmaría cualquier enojo que pareciera estar burbujeando en su profesor de Pociones. Hizo un gesto para que Severus tomara asiento.

Severus ignoró la silla y se paseó, su túnica ondeando elegantemente a su alrededor con cada vuelta.

–Lamento que ya no parezca necesario o apropiado compartir noticias del Ministerio, Director. Por ejemplo, he aprendido que ahora hay suficiente preocupación por esas reuniones anti magia que los muggles los están fotografiando, y nuestro cuerpo de Aurores está pasando sus días estudiando esas fotografías para ver si podemos identificar magos, Mortífagos en particular, entre otros ellos. Supongo que es consciente de esto y, sin embargo, no consideró oportuno compartir esta información conmigo.

Albus suspiró. Odiaba cuando Severus se ponía así, especialmente cuando tenía razón.

–Severus, no hagas tales suposiciones. El otro día estuve en el Ministerio por asuntos de Hogwarts, y me detuve para saludar a mi vieja amiga Amelia Bones. Llegué poco después de que el Primer Ministro muggle le había dado a la Ministra algo de información sobre estos grupos cada vez más agresivos de muggles. Te diré todo lo que sé, ahora mismo –ofreció, apaciguándolo.

Severus claramente todavía estaba molesto, pero estaba escuchando. Dejó de caminar, al menos, y estaba mirando al director más que fulminante. Albus tomó esto como una buena señal y procedió.

–Tuve la oportunidad de leer los informes y mirar las fotografías que le habían dado. Señalé a una persona en varias fotografías que era claramente Vernon Dursley –comenzó Albus, mientras Severus entrecerraba los ojos con interés– Y creemos que Cornelius Fudge ha aparecido, ahora usando el nombre de Charles Frost. Al menos, había alguien que se parece a él, si se toma en cuenta el cabello blanco como la nieve de Charles –Las cejas de Severus se elevaron dramáticamente ante esa noticia.

Con una sonrisa, animado por haber captado el interés de Severus, Albus prosiguió.

–Incluso más interesante que la repentina reaparición de nuestro desaparecido ex Ministro de Magia fue algo que encontré en los informes. Vi el nombre "Riddle" aparecer varias veces. También estoy bastante seguro de que algunos de los hombres identificados como Riddle son en realidad McNairs o Parkinsons, al menos se parecen a algunos jóvenes de esas familias que asistieron a Hogwarts hace años. Los Aurores están tratando de determinar si hay otros Mortífagos involucrados.

Severus estaba ahora inmóvil, mirando a Albus como si le acabara de brotar una segunda cabeza.

– ¿De verdad crees que Cornelius Fudge está colaborando con los Mortífagos, o incluso más ridículo, con el Señor Oscuro en persona, Albus? –escupió, la incredulidad era clara en su voz.

–Ah, no, en realidad –Albus tuvo que estar de acuerdo– Albus tuvo que estar de acuerdo –El anciano se reclinó en su silla y juntó sus dedos sobre su pecho, una pequeña sonrisa se formó en sus labios– Soy consciente del miedo de Cornelius a Voldemort, realmente no creo que se hubiera acercado a esos grupos muggles si pensara que los Mortífagos estaban involucrados. Y no puedo imaginar que Voldemort hubiera animado a sus secuaces a invitar a Fudge a participar. El Ministerio está tratando de idear algún tipo de línea de tiempo para cuando Charles Frost entró en escena. Podría haber sido hace tan solo una semana. Parece haber sido un catalizador para los grupos que colaboran y la retórica se ha vuelto más agresiva. Mucho del estilo de Cornelius. Una vez que sepamos a quién buscar en términos de posibles Mortífagos, que aparentemente es el proceso del que se han dado cuenta, espero que los Aurores intenten determinar cuándo se involucraron. Sospecho que estuvieron involucrados todo el tiempo, o al menos mucho más tiempo, y que Cornelius es un recién llegado.

La expresión de Severus se había transformado de total incredulidad a confusión. Albus decidió seguir adelante, ya que era de esperar confusión cuando se enfrentaba a estos hechos.

–El aspecto de esto que me desconcierta, y me hace preguntarme si estamos equivocados acerca de nuestras sospechas, es la ausencia de un propósito claro para Fudge en esta actividad. Concedería que Voldemort podría ver esto como una oportunidad para desestabilizar tanto al gobierno muggle y gobierno mágico, tal vez generen ataques muggles contra nosotros ¿Pero Fudge? Incluso si tomamos en cuenta la participación de cualquiera que esté alineado con Voldemort, ¿qué piensa él ganar con esto? –Musitó Albus, negando con la cabeza.

Severus finalmente tomó el asiento ofrecido. Después de un momento de reflexión, asintió con la cabeza al hombre mayor.

–Muy inquietante. Quedo asombrado de que el Señor Oscuro desee colaborar con los muggles de cualquier manera, para cualquier propósito. Si los Mortífagos están involucrados, deben ser ellos los que hayan regresado al lado del Señor Oscuro. Asumiría que son los más alineados con su visión, por lo que es poco probable que deseen unirse a los muggles. ¿Por qué se les habría ordenado hacer esto? ¿Con que final? ¿Y Fudge? Si hubiera tenido la suerte de escapar del Ministerio una vez, habría asumido que nunca lo volveríamos a ver. Nada de esto tiene sentido.

Se reclinó en su silla, el de ceño fruncido oscureció sus rasgos.

Severus estaba pasando por el vestíbulo frente a la oficina del Anexo del Ministerio y regresaba a las mazmorras para prepararse para la cena cuando Kingsley regresaba de su reunión con la Ministra. Siguiendo un impulso, se acercó al representante del Ministerio.

–Shacklebolt, tengo entendido que los Aurores están intentando identificar a los Mortífagos entre los que aparecen en las fotografías muggles de las reuniones anti-magia. Si quisiera concertar una invitación para que visite el Ministerio sobre este asunto, creo que podría ser de ayuda, ya que ha sido mi desgracia conocer a muchos de ellos personalmente.

–Gracias, profesor –respondió Kingsley, visiblemente sorprendido por la oferta– La señorita Granger me alertó sobre ese proyecto. Ella pensó que algunos de mis registros de nuestros esfuerzos conjuntos para ayudar a aquellos seriamente debilitados cuando Tú-Sabes-Quién nos envió a todos a dormir podrían ayudar. Eché un vistazo a las fotos y compartí mis notas de los nombres que reunimos. Pero, por supuesto, las personas que conocí eran en su mayoría personas felices de estar libres de esa afiliación, especialmente cuando todos ustedes eliminaron sus Marcas, por lo que no pude serles de mucha utilidad. Su oferta es muy generosa y, si se me permite decirlo, muy valiente. Les haré saber que está dispuesto a ayudar.

Severus asintió secamente, mientras giraba sobre sus talones y continuaba hacia las mazmorras.

Más tarde, durante la cena, los ojos de Severus buscaron a Harry, acomodado con sus amigos de Gryffindor en la larga mesa. Había esperado tener la oportunidad de hablar con Harry en sus habitaciones, pero si Harry estaba estudiando (o haciendo lo que hicieran los Gryffindors cuando decían que estaban estudiando) en su sala común, a menudo venía a cenar con sus amigos directamente sin detenerse primero en las mazmorras. Parecían bastante comprometidos con su conversación allá abajo.

Hermione estaba deleitando a sus amigos con la historia de su visita a la oficina de los Aurores, principalmente con los pocos detalles que había recibido de Piers sobre el movimiento anti-magos y la sospecha de participación de magos.

–Harry, ¿has escuchado algo sobre esto de los muggles cuando fuiste a hacer uno de esos mensajes con los príncipes muggles? –Preguntó Ron. Harry era el único mago que conocía que tenía algún contacto con las cosas que sucedían en el mundo muggle fuera de lo que se informaba en El Profeta.

–No, nada. Ni siquiera hemos grabado un nuevo mensaje en semanas –respondió, aunque Hermione lo estaba mirando de cerca– Los artículos sobre las reuniones muggles son sobre eso en este momento. Nunca escuché nada sobre magos involucrados en eso.

–No cualquier mago, en realidad –continuó Hermione– El Ministerio sospecha que hay Mortífagos involucrados.

Ron parecía incrédulo.

– ¡Eso es una locura, Mione! ¿Qué demonios estarían haciendo los Mortífagos, de todas las personas, mezclándose con los muggles?

Todo lo que Hermione pudo hacer fue encogerse de hombros. Harry estaba pensando que necesitaba hablar con Severus sobre esto. Si el Ministerio estaba buscando Mortífagos, podría reconocer algunos rostros en esas fotografías.

El grupo casi había terminado con sus pudines cuando una gran lechuza marrón descendió en picada desde la abertura en el techo y dejó caer un sobre en el plato de Hermione. Estaba sellado con las gotas de cera roja que suelen tener las comunicaciones del Ministerio. Como era típico de Hermione, sacó la carta de su plato con total naturalidad, limpió los trozos de pudín y la abrió. Una sonrisa apareció rápidamente en su rostro.

– ¡Oh, Dios mío, excelentes noticias! Me preocupaba que los Aurores no hubieran avanzado en la identificación de la persona que atacó al profesor Snape en el Ministerio, y parece que Kingsley Shacklebolt le mencionó esto a la Ministra de Magia. Han hecho de esa investigación una prioridad. Esto es fantástico.

Neville y Seamus intercambiaron una mirada y se encogieron de hombros. A veces, las conversaciones alrededor de la mesa de Gryffindor giraban tan rápido que era difícil mantener el ritmo. Harry y Ron tampoco estaban del todo seguros de qué tenía que ver eso con nada, pero nunca cuestionarían las extravagantes actividades de Hermione. Habían pagado con demasiada frecuencia por eso.

Cuando Harry finalmente regresó a las mazmorras esa noche, encontró a Severus paseando nerviosamente frente a la chimenea.

– ¿Está todo bien, Severus? –Harry preguntó con preocupación. Este no era el comportamiento típico de Severus en sus habitaciones, el paseo estaba generalmente reservado para la oficina del director o las aulas.

Por su parte, Severus parecía extrañamente incómodo.

–Estoy bien, gracias por preguntar –respondió– Estoy esperando invitados. Kingsley Shacklebolt y el Auror Stark estarán aquí en breve. Me ofrecí a ayudarlos en un asunto del Ministerio –continuó Severus, sin estar completamente seguro de cómo reaccionaría Harry ante su participación en esta investigación.

Harry pensó que sabía lo que estaba pasando.

–Hermione nos estaba contando sobre las fotos que los Aurores obtuvieron de los muggles, y los Aurores estaban tratando de averiguar si los magos estaban detrás de esas actividades anti-magos. ¿Es eso con lo que te ofreciste ayudar? –aventuro.

Atrapado, Severus asintió.

–Cuando escuché que el Ministerio sospecha que hay Mortífagos detrás del movimiento anti-magos, me di cuenta de que solo unos pocos de nosotros podríamos estar dispuestos a reconocer tener información detallada sobre quién se inscribió en esa agenda. Shacklebolt me dijo que había compartido lo que sabía sobre los Mortífagos basándose en los que nos ayudó a reunirnos para recuperarnos en Malfoy Manor el año pasado, pero no reconoció a muchos. Como era de esperar, muchos de los que estaban firmemente alineados con el Señor Oscuro no estaban interesados en la renovada oferta de hospitalidad de Lucius. No sé si se trata de reclutas más recientes, no espero reconocer a ese grupo, por supuesto.

Harry estaba lleno de orgullo por el gesto de Severus, y se notaba en su rostro. Caminó lentamente hacia su compañero vinculado y castamente lo abrazó por la cintura.

–Esto es fantástico, Severus, gracias –Con un apretón final, soltó al hombre y dio un paso atrás– ¿Cuándo esperas a tus invitados?

–En cualquier momento. Me había ofrecido a ir al Ministerio –una noticia que hizo que Harry se estremeciera al pensar en algunos de los desagradables encuentros que había tenido allí recientemente– pero Shacklebolt y Stark se ofrecieron a traerme las fotos esta noche.

Momentos después, un golpe en la puerta señaló la llegada de sus invitados. Severus fue a abrirles, dándole a Harry la opción de esconderse en su habitación o en la biblioteca, si no deseaba involucrarse. Como era de esperar, Harry estaba parado justo detrás de él cuando abrió la puerta.

Después de saludos bastante forzados, ya que Stark en particular no estaba del todo seguro de cómo abordar el papel de Harry aquí, Severus tomó una pila de papeles ofrecida y dirigió al grupo a sillas y sofá frente a la chimenea. Recordó el comentario de Albus acerca de que uno de los muggles era Vernon Dursley y no quería que Harry lo descubriera mirando por encima del hombro. Estaba apoyado en su escritorio.

–De hecho, ahora tenemos información adicional. Tenemos las fotografías, y tenemos los informes de vigilancia de las reuniones de los muggles, pero Lord Malfoy acaba de traerle a la Ministra información que obtuvo sobre algunas compras recientes de armas de Eastmans. Yo también tengo eso aquí –Stark compartió.

Severus y Harry compartieron una mirada sobre eso. Malfoy podría haber proporcionado exactamente la misma ayuda que Severus le había ofrecido. Lucius había ido tan lejos para llevarle otra información al Ministro, pero no se ofreció a ofrecer esta ayuda tan necesaria. Esto era exactamente lo que Severus habría esperado de Lucius, aunque estaba claro para él que Harry estaba decepcionado.

La primera prioridad de Severus eran las fotos. Se sentó en su escritorio y dirigió un encanto lumos sobre él para mejorar su capacidad de estudiar las fotografías. Cogió la pila y estudió cada fotografía detenidamente antes de ponerla al final de la pila. Su rostro se nubló varias veces mientras avanzaba.

–Haré un círculo alrededor de las caras que creo reconocer, y anotaré en el margen el nombre por el que las he conocido. ¿Será aceptable? –preguntó.

A los asentimientos que acogieron esa idea, preparó una pluma y tinta y luego se sentó durante varios minutos, rodeando rostros aquí y allá, escribiendo nombres donde pudiera proporcionar ese detalle. Había alrededor de una docena de personas conocidas por Severus como Mortífagos en las imágenes, nunca más de dos en una reunión, y algunas de las imágenes no tenían caras familiares para él. Era consciente de, pero ignoraba, que Harry charlaba tranquilamente con los dos representantes del Ministerio mientras revisaba las fotos.

Cuando Severus terminó, miró hacia arriba. Stark lo había estado observando de cerca, con interés. Estaba claro que el profesor conocía a bastantes de las personas en esas fotografías muggles. Aparentemente, la sospecha sobre la participación de los Mortífagos estaba bien fundada. Stark habló primero.

–Profesor, la información de Lord Malfoy indica dónde se enviaron los envíos de armamento y los nombres a quienes se dirigieron los envíos. ¿Podría echarle un vistazo a esto también? –preguntó, mientras le entregaba el material recibido de Lucius.

Severus aceptó los documentos ofrecidos y los revisó. Estaba impresionado, como siempre, con lo que Lucius pudo reunir.

–Estoy bastante seguro de los nombres que proporcioné, Auror Stark, pero podría ofrecer información adicional basada en las ubicaciones identificadas aquí –Resultó que el material de Lucius confirmó las identificaciones de Severus. Varias direcciones a las que se enviaron las armas eran las direcciones de las casas de algunos de los Mortífagos, lugares en los que Severus había estado en ocasiones. Algunos apuntaron a los intereses comerciales de los Mortífagos, y otros presumiblemente fueron a lugares de almacenamiento adquiridos con el propósito de recibir las armas. Severus agregó notas, con su mano precisa y ordenada, para conectar los envíos de Eastman a ubicaciones asociadas con individuos, ya sean residencias o negocios.

Cuando Severus terminó, casualmente, pero muy intencionalmente, apiló las facturas de Eastman encima de las fotografías y regresó al grupo sentado cerca de la chimenea. Le entregó el lote a Stark.

–Reconocí varias de las direcciones a las que se dirigían los envíos; algunas son las casas de los mortífagos y otras son sus direcciones comerciales. Hay varias direcciones que no reconozco. Es posible que se trate de almacenes adquiridos con el fin de recibir y mantener estas compras. Por supuesto, si hay reclutas recientes aquí, no los reconoceré –añadió, con un poco de pesar en su voz.

Stark y Shackelbolt se pusieron de pie, agradeciendo calurosamente a Harry por su hospitalidad y quizás un poco menos calurosamente y definitivamente con más cautela, agradeciendo a Severus por su ayuda.

Después de que sus invitados se fueron, Harry tomó asiento en un extremo del sofá, estudiando el rostro de Severus mientras se sentaba en el otro extremo. Severus fruncía el ceño mientras miraba la luz parpadeante del fuego, casi como si estuviera perdido en sus propios pensamientos. Harry quería hacer una pregunta, pero en cambio permitió que su mano se moviera hacia adelante a lo largo del respaldo del sofá hasta que tocó la mano de Severus, que ya estaba allí.

Los dos se sentaron en silencio y amablemente, su único punto de contacto, los dedos de Harry se entrelazaron gentilmente con los de Severus, durante varios segundos, hasta que Harry rompió el momento y dio voz a su pregunta.

– ¿A quién viste en esas fotografías que te molesto tanto, Severus? Sé que lo estas, la expresión de tu rostro cambió en un momento. ¿Quién era?

Había algo en la forma en que Harry hizo esa pregunta, o probablemente más en la expresión de su rostro cuando la hizo, que hizo que Severus se diera cuenta de que Harry probablemente sabía la respuesta a su pregunta. Este fue otro de esos momentos que llevaron a Severus a pensar en lo equivocado, lo muy equivocado que había estado con Harry Potter todos esos años. Sabía que su propio tío, por cuya familia Harry había mostrado gran compasión al traerlos a Hogwarts, era parte del movimiento anti-magos.

En lugar de responder, Severus exhaló un profundo y fuerte suspiro y se movió para ponerse de pie. La mano de Harry apretó su agarre en su muñeca y mantuvo al hombre más grande en su lugar.

–No, Severus, hablaremos aquí, ahora. Supongo que viste a alguien que tanto tú como yo conocemos en esas fotografías, y apostaría mucho que fue el tío Vernon. ¿Estoy en lo cierto? –Harry en realidad albergaba un temor interno de que Severus le dijera que había visto a su tía allí también, y se sintió aliviado cuando Severus finalmente asintió.

Harry se hundió un poquito y palmeó la mano de Severus mientras consideraba sus palabras.

–Me habría sorprendido, de hecho, si el tío Vernon no hubiera encontrado su camino hacia una de esas organizaciones anti-magos. Es difícil incluso decir que estoy decepcionado, porque esa es su naturaleza. Pero, ya sabes, Severus, te dije esto durante el verano: no me importa. Mi camino se ha desviado del suyo, puedo decirlo. Y no siento nada hacia él. Esto no es nada de lo que debas preocuparte. Es solo otro muggle intolerante, nada más. De verdad.

Harry odiaba ver a Severus angustiado, especialmente por su inútil tío muggle. Se sentaron durante varios minutos más, Severus recogiendo sus emociones y Harry acariciando y apretando suavemente su mano, tratando de darle el consuelo que Harry siempre había obtenido de su toque.

_______________________________________________________________________________

A la mañana siguiente, la Ministra envió una lechuza a Lucius Malfoy y le pidió que pasara a verla en su oficina lo antes posible.

Lucius sonrió ante la solicitud, ¡Esto era más como antes!

Esperó unos minutos, para que no pareciera demasiado ansioso, antes de pasearse por los pasillos del Ministerio hasta su oficina. Notó con una mueca que sus secuaces lo habían saludado esta vez, nadie lo perseguía como lo habían hecho ayer. La propia ministra miró hacia arriba con una sonrisa cuando entró en su oficina.

–Oh, gracias por venir tan rápido, Lucius –comenzó, la sonrisa nunca abandonó su rostro– Ayer mismo me enteré de un asunto en el que están trabajando los Aurores, pero, francamente, sospecho que tienes recursos más adecuados para esta investigación en particular que sus habilidades.

Su visitante se pavoneó con los halagos, ella lo noto. Probablemente no sería bueno ponerlo demasiado orgulloso en este momento, pero esa era información útil para el futuro.

–Hemos logrado un progreso mínimo en desentrañar la cuestión de la identidad y afiliación del hombre que intentó asesinar a Severus Snape el verano pasado aquí en el Ministerio –ella empezó– Creemos que era un mercenario, y me han dicho que algunos sospechan que estaba empleado por los Rakshashas de la India. Creemos que también pasó algún tiempo en la India, aunque parecía ser de ascendencia diferente, tal vez centroeuropea. Deseamos saber su nombre, sus antecedentes y, dada la participación del Sr. Potter, creo que sería muy útil conocer su historia mágica: cualquier poder o habilidad mágica inusual o única, tanto de él como de su familia. Los Aurores están ocupados con una serie de prioridades, y esto no ha avanzado como esperaba. Se me ocurrió, a raíz de nuestra conversación de ayer, que este podría ser un proyecto que podría ser mejor entregado a usted, dados sus recursos únicos. ¿Puede ayudarnos?

La mente de Lucius ya estaba trabajando en cuál de sus contactos podría resolver más rápidamente ese asunto.

–Por supuesto, Amelia. Como dije, estoy a tu servicio –asintió de inmediato– Tengo varios contactos que son particularmente buenos en cosas como esta. Necesitaré algunos detalles sobre el hombre en cuestión, y una posesión personal, ¿quizás su varita?

Pensaba en Madame Bunswil, una mujer que hacía años era una invitada frecuente en las cenas de sus padres. El padre de Lucius le pedía con frecuencia que evaluara a las personas con las que estaba pensando en hacer negocios y valoraba mucho su opinión. Lucius calculó rápidamente que ella debía tener cerca de 200 años ahora, pero había oído hablar de ella ayudando a alguien de esta manera (siempre por una tarifa, por supuesto) no hace mucho tiempo.

Madame Bunswil lo había asustado cuando era niño hasta el punto de que en realidad sintió que se le erizaba la carne, incluso todos estos años después, al pensar en volver a estar en su presencia. Era una mujer muy fea que desdeñaba cualquier tipo de mejora mágica de su apariencia demacrada, ni siquiera para disfrazar sus ojos de animal. Fueron su característica más memorable, y no en el buen sentido. No tenía blancos visibles en los ojos, como los de un perro, eran de un color negro sólido. Ella tenía una forma de mirarte, bueno, era mejor emplearla para que te brindara sus servicios que ser el receptor de una mirada evaluadora de esos ojos negros, amenazantes y de otro mundo.

Amelia devolvió a Lucius al presente.

–Le pediré a Auror Stark que pase por su oficina en una hora más o menos con los detalles que hemos podido reunir y la varita del hombre. En realidad, creo que tenemos su cuerpo en estasis, ya que nadie dio un paso adelante para reclamarlo, en caso de que su contacto lo necesitara.

Lucius realmente no quería pensar en eso, pero ¿Quién sabía qué requeriría Madam Bunswil? Él asintió con la cabeza y se puso de pie.

–Esperaré la llegada del Auror Stark, Amelia –dijo mientras salía de la oficina de la Ministra.

Lo que Lucius quería pensar, y hacia dónde dirigía sus pensamientos mientras esperaba, era el hecho de que se trataba de un compromiso para entregar información que pudiera ayudar al propio Harry Potter. Lucius había escuchado los susurros, que parecía tener alguna habilidad para captar fragmentos de magia de los demás. Si este asesino muerto tenía un poco de magia rara o inusual, podría ser muy significativo e importante para Harry saberlo, ¡y qué excepcional si fue el mismo Lucius Malfoy quien le presentó a Harry esta información crucial!

________________________________________________________________________________

¡Petunia había estado aterrorizada por la llegada de una gran lechuza común, que voló directamente a su cocina! Inmediatamente corrió hacia el vestíbulo principal, cerrando la puerta detrás de ella, con la esperanza de que la criatura salvaje encontrara la salida al igual que la entrada.

Se sentó en el salón durante unos minutos, en una silla frente a la ventana, mirando el cielo e intentando que su latido cardíaco volviera a la normalidad. Cuando estuvo lo suficientemente tranquila, silenciosamente regresó a la cocina y abrió la puerta. Para su horror, la lechuza se había sentido como en casa, sentada en la mesa de la cocina antes impecable, mordisqueando el sándwich que había hecho para su propio almuerzo. Había tostadas y tocino a medio comer esparcidos por la mesa, junto con rodajas de tomate y hojas de lechuga desechadas.

Cuando Petunia tomó aliento para gritar (ciertamente se sentiría mejor, y tal vez el ruido asustaría a la criatura infernal para que volviera a donde pertenecía), notó que había un gran sobre de vitela sobre la mesa justo al lado del pájaro. Distraída momentáneamente, dejó escapar el aliento y trató de distinguir lo que estaba escrito en el sobre. La lechuza se limitó a mirarla y no hizo ningún movimiento para volar mientras ella avanzaba poco a poco hacia la cocina y se acercaba a la mesa. Incluso desde la distancia, estaba razonablemente segura de que ese era su propio nombre en una escritura muy elegante en el frente.

La lechuza, habiendo terminado lo que vio como su recompensa por una carta bien entregada y no encontrando nada interesante en el comportamiento extraño de esta mujer, simplemente tomó vuelo y encontró la manera de salir de la habitación. Petunia estaba de pie con la espalda pegada a la estufa, casi asustada de moverse, no fuera que el pájaro regresara. Cuando sintió que era seguro asumir que estaba bien y verdaderamente desaparecido, procedió a caminar lentamente hacia la mesa y con cautela extendió la mano hacia el sobre, como si temiera que de alguna manera la atacara.

Inspeccionó la carta en busca de señales de que hubiera pasado por correo, pero no encontró sellos, remite u otra evidencia de entrega normal. Fue el pájaro ensangrentado el que trajo esto. ¡Pero la letra era tan elegante! Y el papel con el que se hizo el sobre era tan rico y pesado, y estaba sellado con un hermoso y cremoso lacre. Una vez recibió una invitación a una boda muy elegante (y cara) en un papel como este. Intrigada a pesar de sí misma, dio la vuelta al sobre y abrió la solapa con cuidado.

Petunia extrajo la hoja de pergamino igualmente rico y pesado que estaba contenido en el sobre y lo desdobló.

Para su gran sorpresa, era una nota habladora de Amaranth Savoy, esperando que Petunia estuviera bien y asentada en su casa, e informando sobre el hecho de que Amaranth y su familia, todos bien, todavía se quedaban en Hogwarts, esperando que las cosas se asentaría pronto para poder regresar a su hogar. Continuó, como la propia Amaranth solía hacer, sobre todo tipo de cosas intrascendentes, incluidas algunas bonitas reminiscencias de sus tiempos juntos durante el verano.

La reacción inicial de Petunia fue romper la carta en pedazos, quemarla en la rejilla y fingir que esto nunca sucedió. Pero no se atrevía a hacer eso. Ella leyó la carta dos veces, notando la posdata en la parte inferior:

La lechuza es Chester y se quedará un día en un árbol de tu jardín. Puede responderle llamándolo, permitiéndole que tome su carta en su pico y diciéndole a quién debe entregársela. Sabrá qué hacer a partir de ahí.

Petunia exhaló un suspiro mientras limpiaba el desorden en la mesa de la cocina y se preparó otro sándwich y una taza de té para disfrutar en el jardín trasero. Metió la carta en su delantal, planeando ignorarla. La carta todavía estaba allí mientras lavaba los platos del almuerzo y terminaba un poco de ordenar la casa. Estaba a punto de empezar a preparar la cena para Vernon cuando recibió una llamada de su asistente, la señorita Enderlee, informándole que el señor Dursley había sido llamado a una reunión importante fuera de la ciudad con el señor Mason y el señor Riddle y que no lograría volver a casa para cenar.

Esa fue la tercera noche de esta semana que aceptó una invitación para unirse a esos dos en uno de sus mítines anti-magia, y ella se estaba enojando. No es que Vernon fuera una gran conversador, ¡pero se estaba sintiendo sola al quedarse sola todas las noches!

Mientras preparaba una comida (mucho más pequeña) solo para ella, decidió aprovechar una noche más cálida de lo habitual y regresó a su jardín para comerla. Palpó el sobre en el bolsillo de su delantal y lo sacó para volver a leerlo.

Vernon no necesitaba saber sobre esto, ¿verdad? Necesitaba a alguien con quien hablar, al igual que él tenía a su Sr. Mason y al Sr. Riddle. Y Amaranth había sido una joven tan encantadora, después de todo. Después de la cena, Petunia se sentó a la mesa de su cocina, con una de sus mejores tarjetas de notas y la buena pluma estilográfica que había recibido cuando se graduó de la escuela, y escribió una respuesta. Después de un momento de vacilación, simplemente escribió: "Sra. Amaranth Savoy, Hogwarts" y selló el sobre. Entró a su jardín y, sin siquiera tener que decir el nombre del pájaro, ya estaba sentado en el respaldo de una de las sillas del jardín. Mientras le ofrecía su nota al pájaro y él la tomaba con el pico, ella dijo en voz baja:

–Amaranth Savoy –El pájaro pareció asentir en señal de comprensión y despegó– Debo ser tonta –murmuró Petunia, mientras regresaba a su cocina.

Se aseguró de guardar la carta de Amaranth en el estuche de viaje donde guardaba los galeones de Harry. Donde nadie miraría jamás. Por si acaso.

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Holi!!!!!! Como han estado??? espero que bien

Yo averigüe que posiblemente soy alérgica a la miel. Adios deliciosos arrocitos inflados Nature, los extrañare :,,,,,,c

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