Al día siguiente me levanté con más energía que nunca, salí de la cama, me vestí y bajé a la cocina, puse música y me puse a hacer el desayuno, estaba dando vueltas por la cocina, saltando, bailando y cantando hice el desayuno, y ni cuando me lo estaba comiendo podía estar quieta, no sabía lo que me pasaba. Al rato aparecieron Malú y Melendi por la cocina de la mano, eran cómo unos tortolitos, pero yo seguía con mis dudas.
-Buenos días princesa- dijo Malú dándome un beso en el pelo
-¿Os he despertado?- dije bebiéndome el zumo
-No, no te preocupes estábamos despiertos ya- dijo Melendi
-Bien, os he hecho el desayuno, pero he preferido no entrar- dije levantando las cejas
-¡Savi!- dijo Malú roja
-Mirala que espabilada la niña- dijo Melendi revolviendome el pelo, y acto seguido se gano un puñetazo de Malú en el brazo
-Algún día pagareís el poneros los dos en mí contra- dijo Malú
-Va cari que los dos te queremos mucho- dijo Melendi dándole un beso
-No, no, ahora no me hagas la pelota- dijo Malú -Por listos, ahora vais a sacar a las perras- dijo con tonos de grandeza
-Pero- se quejó Melendi
-Ni peros ni peras, la próxima vez os lo pensáis antes de uniros- y se sentó con su café y su tostada tan pancha, cómo sí no hubiera pasado nada.
Ahí estábamos Melendi y yo por la calle con las perras, Malú se había salido con la suya, siempre lo hacía, estábamos gastándonos bromas, riéndonos cómo unos niños, el paseo fue genial, la verdad es que Melendi era una persona que merecía conocerla, era auténtico, sabía escuchar y darte buenos consejos, sabía cuando te pasaba algo, y para eso no le hacía falta conocerte, con que llevaras cinco minutos con el le bastaba, y también sabía hacerte reír cuando más lo necesitabas, y además tenía un plus, tenía un corazón que no le cabía en el pecho, siempre estaba dispuesto ha ayudar a los demás, era una gran persona, y estaba loquísimo, no me extraña que se llevaría tan bien con Malú y que estén juntos, son tal para cual.
Cuando llegamos a casa nos encontramos a Malú en el sofá con el móvil.
-Princesa ha llegado una carta para ti- me dijo sacudiendo un sobre que tenía en las manos
-A ver- dije acercándome, vi que el borde del sobre tenía rayas de color azul, rojo y blanco al rededor, esto no podía significar otra cosa más que la carta era de mí madre, la cogí y mire el remite, efectivamente la carta era de mí madre, llevaba un mes sin saber nada de ella, pero no sabía cómo contactar, no vivía en mí casa de antes, había cambiado de dirección, también había cambiado de móvil, me puse a temblar y se me escapó una lágrima.
-¿Qué pasa peque, porqué lloras?- dijo Melen
-Es una carta de mi madre- dije feliz
-Pues venga leela y no llores- dijo Malú, y salí corriendo a mí habitación, leí y releí la carta, y fue imposible no llorar, al parecer mi madre estaba feliz, aunque nos echaba de menos a mí y a Carlos, se había mudado a otra casa, más nueva y algo más grande que la anterior ya que estaba viviendo con la abuela, mí abuela Lilian, o Lili para las amigas, cómo siempre decía ella, después de estar un buen rato en la habitación y estar segura de que ya no se notaba que había llorado bajé a la cocina, Melendi ya se había ido y estaba sólo Malú haciendo la comida, pasamos el día tranquilamente, fuimos a la sierra, necesitaba moverme así que fuimos con las perras, a la noche nos tumbamos en el sofá. El lunes a las diez de la mañana ya estaba en la discográfica para fijar los conciertos y decidir el vestuario y todo lo demás.
Pasó la semana y tocó la siguiente firma, Vigo, me lo pase genial, vino un monton de gente, me trajeron regalos y cartas que leí todas, al día siguiente fui a Santiago y al siguiente a Lugo, al parecer mis fines de semana iban a ser moviditos. Volvimos a Madrid, el fin de semana que viene otra vez a pasar horas en el coche para llegar a León, al parar en una gasolinera para ir al baño tuvimos que usar uno de los super trucos de Malú para poder mear, y al entrar en la gasolinera a por un café vi el primer disco de Malú y decidí darle una sorpresita.
Melen había decidido venirse con nosotras ya que no tenía nada que hacer, y al salir me los encontré a los dos picandose el uno al otro, a veces dudaba quién era el más adulto de nosotros, sí ellos o yo.
Al montarme en el coche le di el café a Melen y puse el disco de Malú sin que se diera cuenta, y al oír la primera canción se puso roja cómo un tomate
-¿Savi de donde lo has sacado?- pregunto intentando pararlo, pero no acertaba el botón
-De la gasolinera, había un estante con CDs y vi el tuyo, así que lo cogí- dije sin darle importancia
-Melen paralo por favor- dijo tapandose la cara, Melen paro el disco y los dos nos reímos, Malú era increíblemente vergonzosa. El viaje lo pasamos entre chistes y cantando canciones, era muy bonito ver cómo se miraban Malú y Melen cuando sonaba una canción de amor en la radio, y cómo se la cantaban, aunque a veces resultaría un poco incómodo.
Empezó a sonar "I don't wanna miss a thing" de Aerosmith y a pesar del ingles chapurruau de los dos fue una total declaración de amor, en ese momento sonó mí móvil, era un whatsapp de Oscar
*Hola amor ¿Qué tal el viaje?* Oscar
*Muy bien, ya estamos al llegar, ha sido divertido viajar con Malú y Melendi jijiji*
*No seas mala anda, ¿Cuando vas a volver?* Oscar
*Volveremos el 8 o el 9, hemos pensado pasar la semana entre Bilbao y Donostia*
*Está bien, ¿Tendré que pedir cita para ver a mí solicitada novia o podré ir a hacerte una visita?* Oscar
*Serás tonto, claro que puedes venir a hacerme una visita cuando quieras, es más, te prometo que un día de la semana que viene lo pasamos juntos*
*De a cuerdo* Oscar
*Amor acabamos de llegar al hotel, te tengo que dejar*
*Después estamos, te quiero :-* * Oscar
*Y yo :-* *
Bajamos del coche y cogimos nuestras maletas, no tuvimos mucho tiempo para descansar, así que nos duchamos y fuimos directos a la firma. Fue cómo las demás, pero siempre había algún detalle que las hacía inolvidables y las diferenciaba de las otras.
Al día siguiente fuimos a Bilbao, teníamos más tiempo, así que salimos a dar una vuelta para verlo, total acabamos en un bar comiendo pintxos, se veía venir, ya que a las tres nos encanta comer. Unas horas antes pasamos por donde la firma para ver cómo iban los preparativos, me fije que en la cola había un grupo de chicas con música y riéndose, al parecer serían las primeras en pasar, vi al guardia de seguridad y le pregunté cuanto tiempo llevaban allí, me quedé sorprendida al decirme que llevaban al rededor de una hora y aún faltaban cuatro para la firma, le pregunté a Malú sí me podía acercar y me dijo que me respondió que sí, al momento oímos cómo sonaba una canción del móvil de una de las chicas, así que ella decidió acompañarme, las dos íbamos con gafas de sol y no se dieron cuenta de que nos estábamos acercando a ella
-Perdonar ¿Es aquí la firma de discos de Savi?- les dije sin quitarme las gafas, la más bajita del grupo, una morena con el pelo rizado me miro para contestarme
-Sí, es aquí, sí queréis os podéis sentar aquí con nosotras- me dijo sonriente, pero al momento otra chica se quedó mirándonos, una rubia, creo que estaba con su hermana o con su gemela, se parecían mucho
-Tú, tú eres Savi- dijo tartamudeando, en ese momento las otras seis chicas me miraron de golpe
-Dios mío, y tú eres Malú- dijo otra nerviosa, fue entonces cuando nos quitamos las gafas, dos de ellas se pusieron a gritar, pero al darse cuenta se callaron en seguida, les costo un rato reaccionar, estaba claro que no se esperaban vernos allí, no por lo menos ahora, al levantarse muy educadamente nos preguntaron sí nos podían dar un abrazo, estuvimos un rato hablando con ellas, eran un amor, al parecer se habían hecho amigas en un grupo de maluleras y ninguna de ellas era de Bilbao, es más una de ellas, Alicia, vino desde Pamplona para verlas a ellas, con la excusa de verme a mí, a pesar de que iría también a Pamplona. Me parecieron muy majas y decidí darles una sorpresa después, cogí unos sobres y escribí en todos sus nombres; Uxue, Maialen, Gabriela, Mikele, Juli, Alicia, Valen y Ane y se los di al segurata para que cuando saldrían de estar conmigo en la firma se los daría.