La siguiente semana, McGonagall les avisó durante la clase de Transformaciones que en Nochebuena tendrían el tradicional Baile de Yule del torneo, al cual solamente asistirían los alumnos de cuarto curso en adelante, a menos que un alumno menor fuera invitado por alguno mayor. Para eso eran las túnicas de gala, con las que sería obligatorio asistir, y les advirtió sobre mantener un buen comportamiento, sobre todo los alumnos de su casa: Gryffindor. Además, para preocupación de Harry, le avisó a éste que los campeones del torneo deberían abrir el baile con su pareja. Harry tuvo entonces dos preocupaciones más en su vida: primero, no sabía bailar, y segundo, no tenía idea de a quién invitar al baile.
Harry y Ron estaban sentados cerca de la entrada a la sala común, pensando en ese problema cuando vieron a _____ pasar delante de ellos, completamente sola, con un libro entre las manos y observando sus pies mientras caminaba. Ambos intercambiaron una corta mirada antes de correr hacia la chica. Harry fue el primero en llegar frente a ella, causando que casi chocaran.
—Hola, Harry.—saludó la chica con una sonrisa y sin parar de caminar.
—¿Quieres ir al baile de Yule conmigo?—preguntó rápidamente el de lentes.
—Oh, lo siento, Harry, pero ya acepté ir con otro chico.—respondió _____ al tiempo que Ron llegaba a su lado.
—¡Esto es imposible!—se quejó el pelirrojo—A éste paso seremos los únicos sin pareja en el baile.
—Tal vez sea lo mejor, así no tendré que hacer el ridículo delante de todos por no saber bailar, aunque no creo que McGonagall me deje librarme del asunto del baile tan fácilmente.
—Al menos tú no tendrías que ir con una túnica del siglo pasado.
—Yo puedo ayudarlos con eso.—les dijo _____.
Tan ensimismados estaban con sus problemas, que ni Harry ni Ron notaron que habían seguido a la pelinegra hasta una esquina de la sala común, donde se encontraban Pansy, Theo, Crabbe y Goyle.
—¿Ayudarlos a qué?—preguntó Pansy mientras veía de reojo a Harry y Ron.
—Puedo enseñarte a bailar, Harry.—continuó _____.
—¿En serio podrías hacerlo?
—Por supuesto que sí.—contestó Theo por ella—Somos sangre puras después de todo; nuestros padres se encargaron de que supiéramos bailar apenas pudimos mantenernos en pie. Además, si _____ pudo enfrentarse a Ojoloco, podrá enseñarle a bailar incluso a un pulgoso león torpe.
—Theo, se más amable.—lo reprendió suavemente _____ antes de extenderle una mano a Harry—¿Qué dices, aceptas mi ayuda?
Cuando Draco y Blaise llegaron a la sala común observaron con asombro la escena que se desarrollaba en ésta: Theo, Pansy, Crabbe y Goyle estaban en una esquina, conteniendo risas de burla, Ron, un poco apartado de ellos también observaba con diversión a la pareja de bailarines, y en el centro de la sala, de donde habían apartado los sillones, _____ guiaba a un torpe Harry, mientras una caja de música que funcionaba con magia tocaba un lento vals. Draco agradeció en su mente que solamente estuvieran ellos en la sala, porque, de lo contrario, su prima hubiera sido la comidilla de toda la escuela.
—Tu problema es que no sabes seguir el ritmo.—le decía la pelinegra al de lentes—Tienes buena coordinación, pero si no aprendes a seguir el ritmo no podrás bailar.
—Olvídalo, _____, no hay forma de que logres que Potter deje de verse como un mono mientras baila.—Draco llamó la atención de sus amigos y prima.
—Draco, no seas grosero.—contestó _____ antes de detener su intento de baile y volver a dirigirse a Harry—Bastará con que aprendas a escuchar el ritmo; una vez que lo hagas no necesitarás más que seguir el ritmo con los pies... Aunque, claro, otro problema es que, ya que eres hombre, tú eres el que debe guiar el baile; si tú no consigues encontrar el ritmo, tu pareja tampoco podrá bailar correctamente.
—Gracias, eso me ha quitado los nervios.—respondió Harry sarcásticamente.
—No te pongas así, mira...—la chica miró a su alrededor, antes de tomar a su primo por los hombros y guiarlo al centro de la sala—Draco, enséñale a Harry cómo se guía un baile.
Harry y Draco se observaron con una mueca de asco antes de apartarse medio paso hacia atrás, además de que Harry bajó su rostro para ocultar un ligero sonrojo (aunque nadie notó ese gesto por estar viendo la discusión de los primos).
—No voy a bailar con Potter.—exclamó Draco.
—¿Qué ocurre Malfoy? ¿Harry te pone nervioso?—replicó su prima.
Sus amigos le contestaron con gestos y exclamaciones de burla, lo que picó el orgullo del rubio; sin esperar a que el de lentes pudiera reaccionar lo tomó por la cintura y lo guió al centro de su improvisada pista. _____ hizo que la caja de música volviera a tocar el vals desde el principio, y así Harry y Draco comenzaron a bailar. Harry notó que la chica tenía razón, ya que a pesar de que él no lograba encontrar el ritmo, ya que Draco era el que guiaba el baile, no había tenido ningún problema en seguirlo. Poco a poco dejó de ver sus pies para dirigir su mirada hacia el rubio; teniéndolo tan cerca pudo notar que el rubio era ligeramente más alto que él, y vio que sus ojos eran plateados, a pesar de que el rubio mantenía su rostro dirigido hacia otro lado, para evitar verlo de frente.
Cuando acabó la canción recibieron un aplauso junto a un par de burlas por parte de sus amigos. _____ felicitó a Harry por haber logrado encontrar el ritmo al final, y le aseguró que si deseaba continuar practicando ella estaba dispuesta a ayudarlo (aunque Draco se negó a volver a bailar con él y amenazó a todos los presentes para que no dijeran ni una palabra sobre lo ocurrido a nadie). Antes de que Harry y Ron volvieran a salir de la sala común, ésta le pidió a Ron que le diera su túnica para hacerle un par de ajustes.
Llegó el día del baile, y a Harry y Ron les parecía que, después de todo, no les había ido tan mal. Harry terminó yendo al baile con Parvati Patil, una chica de su curso y compañera de casa, y Ron fue con la gemela de ésta, Padma, quien era de la casa Ravenclaw. _____ había hecho un trabajo excepcional con la túnica de Ron, de modo que éste ya no se sentía incómodo con usarla; le había cortado los ridículos holanes, había teñido la tela para que sus colores se vieran más intensos y ajustó las mangas; para el interior le confeccionó un chaleco gris, que hacía juego con el tono café de la túnica, y Ron se había conseguido una camisa blanca y una corbata del mismo color que la túnica. Igualmente, las lecciones de baile de Harry habían dado frutos, y si bien no era el mejor bailarín, por lo menos había hecho un trabajo decente en el baile de apertura de la fiesta.
Harry y Ron se acercaron al grupo de slytherins donde divisaron a _____, para agradecerle por su ayuda. Cada una de las serpientes estaba tomada del brazo de su correspondiente pareja: Draco con Astoria Greengrass, Pansy con Theo, Blaise con Daphne Greengrass (hermana mayor de Astoria), Crabbe y Goyle juntos, y _____ con Odell. Todos lucían impecables en sus vestidos y túnicas importados, moviéndose y hablando con los mismos modos aristocráticos que sus padres les habrían exigido de estar ahí.
Ron quedó mudo y su rostro se puso tan rojo como su cabello al ver a _____; tenía puesto un vestido negro, con un corsét decorado con un adorno de plata que asemejaba ser una serpiente que envolvía su torso entero, con la cabeza sobre su pecho izquierdo, la falda era larga y amplia, de tela airosa, y con unas mangas satinadas caídas a los lados de sus brazos; se había pintado los labios de un oscuro rojo mate, con las pestañas muy largas, y su cabello estaba suelto cubriendo su espalda con elaborados bucles. Lo que sorprendió a Harry y Ron, fue que la pelinegra había dejado al descubierto su rostro completo, de modo que destacaban sus ojos grisáceos.
La noche fue divertida para el par de leones, ya que conversaron un rato con sus acompañantes, e incluso con los amigos de _____ (para la sorpresa de todos los que lo notaron), y bailaron un par de canciones más con las gemelas Patil. Sin embargo, todo se vino abajo tras la escenita de celos que montó Ron al ver que Hermione había ido acompañada al baile por Victor Krum (Harry no había estado del todo seguro de si Ron se había puesto celoso por Hermione o por Krum). Su discusión terminó con Hermione enviando a Harry y Ron a dormir, y ella saliendo del baile con lágrimas en los ojos. Victor pensó que Hermione necesitaba espacio, así es que la dejó irse y fue a reunirse con Odell y _____.
—Así es que por eso habías estado tanto tiempo en la biblioteca, ¿eh, Krum?—le dijo a modo de saludo la pelinegra—Debo de admitir que forman una pareja adorable.
En el tiempo que habían pasado juntos gracias a Odell, habían congeniado bastante, de modo que ya se trataban con la cercanía de un par de viejos amigos. Los de slytherin y los alumnos de Durmstrang bromearon un rato mientras bebían algo de ponche, al cual discretamente Victor le había agregado algo de Whiskey de Fuego. Después de un rato decidieron salir a tomar aire fresco para terminar la celebración.
En toda la noche un par de ojos negros no se despegaron de ese grupo, en especial de la prima de Draco, pero nadie lo notó, excepto el profesor Dumbledore, aunque éste prefirió no hacer ningún comentario al respecto. Decidió que después interrogaría al pocionista sobre su comportamiento poco común, pero por esa noche lo dejaría en paz.
Antes de lo esperado llegó el día de la segunda prueba del torneo. Por suerte, Cédric Digory le había ayudado a Harry a descifrar el enigma del huevo: debería sumergirse en el Lago Negro, y tendría una hora para buscar algo de gran valor para él que habrían escondido en sus profundidades. Dobby escuchó de su problema, así es que le consiguió unas branquialgas: una planta mágica que, después de comerla, le haría brotar branquias y así podría respirar bajo el agua.
Harry agradecía tener amigos que siempre lo ayudaran a resolver sus problemas, ya que esos días no había tenido cabeza para pensar en el torneo. Primero, los problemas del baile de Yule, que había resuelto gracias a _____; después, las tareas de vacaciones que había dejado hasta el último momento; y, para rematar, Rita Skeeter había escrito un artículo de mal gusto donde había hablado mal de Hagrid por ser un semigigante, y el trío de oro había pasado varios días tratando de animar al guardabosques, hasta que fue el propio Dumbledore quien logró convencerlo de volver a dar la clase de Cuidado de las Criaturas Mágicas, la cual había estado impartiendo una profesora sustituta. Además, Harry había descubierto que Karkarov y Snape habían sido mortífagos en el pasado, lo cual solamente lo hizo desconfiar aún más de ambos.
Potter superó su prueba con éxito, y aunque fue el último en volver a la superficie, los jueces le dieron una alta puntuación por haber sido tan noble de asegurarse que todas las personas que los tritones custodiaban bajo el agua estuvieran a salvo; además de rescatar a quien le correspondía (a Ron), salvó a la hermana menor de Fleur, por lo que la francesa estaba realmente agradecida con él. Al concluir los anuncios del puntaje de la prueba, Bagman anunció que la última prueba sería el 24 de junio al anochecer, y a los campeones se les notificaría de qué trataba la prueba justo un mes antes. Harry había quedado en segundo lugar, pero lo que más le aliviaba era que muy pronto podría olvidarse de esa pesadilla.
Un mes después, Ludo Bagman llevó a los campeones al campo de Quidditch, en el cual habían plantado unos setos en formas zigzagueantes que en ese momento apenas y les llegaban a la cintura, sin embargo, Bagman les advirtió que crecería hasta seis metros de alto, ya que la última prueba sería un laberinto lleno de obstáculos, con la Copa del Torneo de los Tres Magos al centro. El primero en llegar a la copa sería el del puntaje más alto, y entrarían al laberinto en el orden de puntuación que llevaban.
Al terminar la explicación Victor se acercó a Harry para hablar a solas; estaba molesto por los rumores de que Harry y Hermione eran pareja, por lo que Harry se apresuró a asegurarle que solamente eran amigos, de modo que el búlgaro se disculpó. Antes de que volvieran al castillo se encontraron con Barty Crouch, quien lucía desorientado y hablaba incoherencias; Harry dejó a Victor con el señor Crouch a las orillas del bosque prohibido para ir a buscar ayuda, pero cuando volvió con el profesor Dumbledore y Snape solamente encontraron a Victor desmayado. Krum les explicó que estaba vigilando a Crouch, cuando volteó a ver al castillo para ver si alguien salía, y entonces alguien le lanzó un desmaius y lo dejó ahí. Dumbledore llamó a Hagrid para que acompañara a Victor y Harry al castillo, y ordenó que nadie más saliera del castillo mientras hacían un recorrido por los terrenos del colegio para comprobar la seguridad y buscar a Crouch.
Al día siguiente, durante la clase de Adivinación, Harry se quedó dormido, pero tuvo una visión de Colagusano hablando con Voldemort, sobre que Harry pronto estaría muerto; Voldemort le lanzó un cruciatus a Colagusano, y esto causó que la cicatriz de Harry le empezara a doler tan intensamente que terminó despertando retorciéndose y casi gritando, asustando a los demás alumnos. Salió de la clase diciendo que iría a la enfermería, pero en realidad se encaminó al despacho del director, para poder hablar con Dumbledore.
Al llegar al despacho Harry escuchó una discusión entre Dumbledore, Moody y Cornelius Fudge (el Ministro de Magia); dudó entre hacer notar su presencia o salir del despacho, pero antes de que pudiera tomar una decisión Ojoloco delató su presencia en la sala. Dumbledore le pidió que esperara en su despacho mientras Moody, Fudge y él salían un momento a revisar los alrededores del castillo. Harry pasó su mirada por todo el despacho, pero una luz brillante plateada llamó su atención; ésta salía de un armario, de modo que se encaminó hacia él. Dentro de éste se encontraba una vasija de piedra poco profunda, con una sustancia entre líquida y gaseosa parecida a la de un patronus flotando y moviéndose en su interior.
La curiosidad de Harry lo llevó a acercarse cada vez más hacia el contenido de la vasija, hasta que su nariz tocó la sustancia plateada y sintió como caía en su interior. Se encontró entonces en un lugar diferente, y antes de que pudiera entender lo que ocurría se encontró presenciando lo que parecieron tres juicios distintos a personas acusadas de servir a Voldemort como mortífagos: Igor Karkarov, Barty Crouch Junior y Ludo Bagman. Igor Karkarov había salido de Azkaban para dar información al Ministerio sobre los demás mortífagos que podrían seguir libres; entre los nombres que soltó estaban Snape y Barty Crouch Junior; luego vio el juicio de Ludo, el cual fue absuelto de los cargos después de que asegurara que la información que dio a los mortífagos fue porque pensó que estaban del lado del Ministerio, además de que el jurado sentía simpatía por él por ser un famoso jugador de Quidditch. Por último vio el juicio de Crouch Jr., quien fue acusado junto con otros 3 mortífagos de haber torturado hasta la locura al matrimonio Longbottom; fueron declarados culpables y enviados a Azkaban.
Después de esa visión, Harry volvió al despacho de Dumbledore, donde se encontró con el director a sus espaldas. Harry le explicó lo que había ocurrido en la clase de Adivinación, después de disculparse por la curiosidad que lo terminó atrayendo a ver los recuerdos del pensadero. Dumbledore le explicó que sus visiones probablemente se daban cuando Voldemort tenía algún ataque de rabia o cuando estaba cerca de él, ya que el día que trató de asesinarlo se generó una conexión entre ellos, de la cual probablemente aún no se había enterado Voldemort. Dumbledore y Harry hablaron un rato más, hasta que Harry decidió irse, no sin antes recibir una advertencia de Dumbledore para no hablar de algunos temas con nadie.
Un mes después, todos se preparaban para presenciar la última prueba del torneo. Durante todo ese tiempo Harry se estuvo preparando practicando y aprendiendo nuevos hechizos de Defensa Contra las Artes Oscuras; sin embargo, en esa ocasión no se sentía tan nervioso como en las pruebas anteriores, ya que los años anteriores ya se había enfrentado a pruebas semejantes (en las pruebas para recuperar la piedra filosofal, y cuando entró a la cámara de los secretos).
Mientras todos comentaban emocionados sobre la última prueba, el profesor Moody citó a _____ en su oficina; la chica le mintió a su primo y amigos y les dijo que quería ir un rato a la biblioteca, para ahorrarse las preguntas indiscretas. Llamó a la puerta y entró a la oficina después de que Ojoloco le diera su permiso; obedeció al hombre cuando le indicó que se sentara delante de su escritorio, y se quedó en silencio, esperando a que el hombre le dijera para qué la había llamado.
—Bien, señorita Gaunt, ha llegado el momento en que por fin podrá serme útil.
—No tengo idea de a qué se refiere, pero más le vale alejarse de mí. De lo contrario, tenga por seguro que el profesor Dumbledore y mi tío se enteraran de la manera en que me ha tratado durante todo el curso.—exclamó la chica al tiempo que se ponía de pie.
—¿No lo entiendes, cierto? Esto no se trata sobre las tontas reglas de ésta escuela.—tomó bruscamente a la chica por el rostro, apartando el cabello que cubría sus ojos y obligándola a verlo a los ojos—Es impresionante, realmente impresionante, lo que pueden llegar a hacer un hechizo y una poción bien hechos.
El hombre tomó un frasco con una poción de su escritorio y obligó a la chica a beber su contenido. La dejó caer al suelo mientras ella se retorcía y gritaba de dolor, y se alejó de ella al tiempo que los rasgos del hombre comenzaban a cambiar lentamente. La chica se levantó después de un rato, cubierta en un sudor frío y con un gesto confundido.
—Yo... ¿qué ha ocurrido? ¿Dónde estoy?—preguntó la chica, aturdida por un mareo y un leve tinnitus*.
—Escúchame con atención, niña, porque no voy a repetirte esto.—llamó su atención el hombre.
La pelinegra escuchó que la voz del hombre había cambiado, y cuando enfocó su vista en él notó que ya no era un hombre lleno de cicatrices y con un ojo mágico el que estaba frente a ella, sino un hombre maduro bien parecido.
—Usted es...
—Levántate, Gaunt.—la interrumpió el hombre—Ya todo está listo.—concluyó con una sonrisa en su rostro.
Mientras, el resto de los alumnos y maestros se dirigían al campo de Quidditch, donde ya estaban los campeones y los jueces del torneo, esperando para comenzar con la última prueba. La profesora McGonagall les avisó a los competidores que si llegaban a estar en peligro o querían abandonar la prueba, sólo tenían que lanzar chispas rojas al cielo con su varita, y un profesor iría a rescatarlos. Después de que el público hubiera estado acomodado en las gradas frente al laberinto, Cédric y Harry fueron los primeros en entrar a éste, ya que por puntaje estaban empatados en el primer lugar. Harry tenía sus problemas para orientarse, pero no se había encontrado con tantos obstáculos como esperaba, hasta que frente a él, oculto en la niebla, escuchó a Krum lanzar un crucio, seguido de los alaridos de dolor de Cédric; cuando Harry se acercó a ellos Krum echó a correr, pero Harry le lanzó un desmaius haciendo que cayera de bruces al suelo. Cédric y él llegaron a la conclusión de que Krum debía estar hechizado cuando atacó al hufflepuff; lanzaron chispas rojas para que alguien sacara a Krum del laberinto y siguieron con su camino.
Luego de un rato Harry se topó con una enorme serpiente, de unos quince metros de largo, la cual empezó a perseguirlo; al principio temió que fuera un basilisco, pero a pesar de que la había visto a los ojos no había muerto ni había quedado petrificado; sin embargo, los enormes colmillos de la bestia no la hacían menos peligrosa, así es que siguió corriendo mientras trataba de conseguir que uno de sus hechizos diera contra el reptil.
Después de algunos minutos ya estaba exhausto de correr, pero la serpiente seguía persiguiéndolo, a una distancia considerable entre sus fauces y él, pero con su cuerpo de vez en cuando le impedía pasar por algún callejón, y parecía guiarlo por un camino en específico. Por fin logró lanzarle un hechizo aturdidor, con el cual el animal no se desmayó pero sí retrocedió. Cuando Harry volteó al otro lado del corredor por el que se había ido la serpiente se encontró con la copa reluciendo sobre un pedestal, a unos cien metros de él. Comenzó a correr hacia la copa, pero Cédric lo rebasó rápidamente; el hufflepuff estaba tan concentrado en la copa que, de no haber sido por Harry, no se habría percatado de la enorme serpiente que se lanzaba sobre él. Juntos pelearon contra la serpiente, pero parecía que los hechizos no le hacían nada; Harry estaba pensando en lanzar chispas rojas al cielo, cuando la serpiente detuvo sus ataques de pronto, los observó fijamente, antes de desaparecer en medio de una densa nube negra.
Harry instó a Cédric para que tomara la copa, ya que él habría llegado primero de no haber sido por la serpiente, pero Cédric insistía en que él debía ganar por haberle salvado la vida. Al final decidieron tomar la copa al mismo tiempo, pero al momento en que sus manos tocaron las asas de la copa sintieron un mareo y como si el mundo a su alrededor diera vueltas.
Después de unos segundos cayeron en el suelo, en un lugar que Harry no logró reconocer. Harry vio que se encontraban en un cementerio oscuro y descuidado, en el que imperaba un penetrante olor a putrefacción. Al fondo se podía ver una enorme casa antigua, que a Harry le pareció conocida.
—¿Alguien te dijo que la copa era un traslador?—le preguntó Cédric, tan confundido como él.
—Nadie, ¿crees que esto sea parte de la prueba?
Ambos sacaron sus varitas, atentos a lo que podría pasar. De pronto, entre la niebla apareció un hombrecillo encapuchado, con algo envuelto entre los brazos; Harry sintió un fuerte dolor en su cicatriz, que lo hizo caer de rodillas al suelo.
—Mata al otro.—fue lo único que Harry pudo oír antes de que Cédric cayera al suelo, después de que la voz que Harry pudo reconocer como la de Colagusano invocara la Maldición Asesina.
*Tinittus es el término médico para cuando sentimos un sonido agudo en los oídos.
Por fin Ojoloco ha revelado su verdadera identidad, ¿pero qué tiene que ver la Rayis con él? Sé que en éste capítulo no vimos mucho a ninguno de nuestro protagonistas y nos enfocamos más en el Jarras, pero era necesario para la trama. Por fin ha aparecido el Sin Nariz; me dolió escribir la muerte de Cédric, pero al final decidí que no era relevante para la trama mantenerlo con vida.
Recuerden que amo leer sus comentarios, siempre y cuando sean respetuosos. No olviden dejar su estrellita, que es más divertido interactuar entre lectores que ser solamente un fantasmón. Nos vemos la próxima actualización.