C a p i t u l o 13 "Here comes the sun"
Me gustaría decir que después de aquel beso las cosas cambiaron entre Harry y yo. Que nuestra historia se convirtió en el típico cuento donde ambos se confiesan su amor y admiten siempre haber estado enamorados el uno del otro.
Pero no fue así.
Y a decir verdad, tampoco me podía quejar.
Ninguno habló de lo sucedido, ninguno mencionó estar arrepentido, no hubo distanciamientos o alguna discusión entre los dos. Sencillamente, todo quedo igual que siempre.
Los dos mejores amigos inseparables.
Mi trasero se siente incómodo en el asiento, aún falta una hora para llegar a Holmes Chapel y me parece que se nos ha acabado el tema de conversación ya que nos encontramos sumidos en un tranquilo y cómodo silencio.
A pesar de que en mi mente y corazón se desata una guerra.
Su celular suena y pone el altavoz que está conectado a su camioneta.
La voz de Paige no tarda en hacerse notar.
— ¡Amor! ¿cómo estás? Buenos días — habla tiernamente
— Buenos días, cariño — responde el chico a mi lado con una gran sonrisa — Ahora mismo estamos yendo a Holmes Chapel, es una lástima que no hayas podido acompañarnos
— Me habría encantado poder estar ahí, pero deseo que pronto vayamos a casa de tu madre, sabes que adoro verla
— ¿Qué te parece dentro de dos semanas? — sugiere emocionado
El resto de su conversación se basa en hacer planes, preguntas acerca de cómo van las cosas en el negocio de la chica rubia y finalmente, sobre cómo nos fue en la celebración de anoche. Evidentemente, Harry oculta lo sucedido entre nosotros sin ningún problema.
Aprovecho que los novios continúan hablando para subir mis piernas al asiento y abrazarlas a mi cuerpo intentando acurrucarme, quedando en dirección a la ventana. Puedo sentir como algunas lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas y disimuladamente, busco la manera de apartarlas con mis manos. Todos mis sentimientos están a flor de piel y mi pecho duele al ser consciente de que aquel beso no significó nada para Harry.
Y no tardo en comprobar que soy una patética.
Me siento completamente estúpida.
Duele, porque saber que él nunca me ha pertenecido, provoca un vacío en mi alma.
***
Harry me despierta con pequeños movimientos en el hombro y una sonrisa divertida adorna su rostro.
— Puede que no hayas bebido, pero bien que la resaca nocturna te está haciendo efecto
Quizá se deba a que me besaste y me dejaste abandonada con mis sentimientos dándole vueltas al asunto toda la maldita noche.
— Hemos llegado — continúa hablando y me percato de que justo estamos afuera de la casa de mis padres
Observo como mi madre y mi padre salen de la pequeña casa con un pastel en mano.
La gente quiere que me haga diabética con tanto dulce en mi vida.
Me apresuro a salir de la camioneta y como niña pequeña, corro a refugiarme en sus brazos sintiéndome conmovida por estar aquí con ellos.
No me sorprende demasiado ver que Anne, Gemma y algunos integrantes más de la familia de mi mejor amigo, salen también a recibirme con abrazos y felicitaciones. La casa está adornada con algunos globos y un cartel donde se lee "feliz cumpleaños", la mesa por igual, está llena de comida y hay música de fondo.
— Tienes que platicarme como te fue anoche — dice entusiasmada Gemma, pero todo indica que mi rostro dice que algo no va bien, pues sus facciones cambian a preocupación — ¿Qué sucede? — una de sus manos se posa en mi hombro — ¿Te hizo algo ese chico con el que estás saliendo?
— Peor aún — murmuro — Tu hermano
— ¡Estúpido! ¿Qué hizo en esta ocasión?
— No puedo decirte ahora, hay mucha gente, pero prometo hablar contigo en cuanto haya oportunidad
— ¿Tan serio es?
— Demasiado — me muerdo una uña de puro nerviosismo
— ¡Cariño! — Anne se vuelve a acercar a mí con su bella sonrisa — Sé que no es mucho, pero realmente deseaba entregarte esto — me extiende una pequeña caja dorada — Espero te guste
— Anne, no debiste molestarte — digo sonrojada, aun así, la curiosidad me gana y abro la cajita para encontrarme con un hermoso relicario en forma de corazón. Lo que me hace más feliz, es ver que se trata de esos que se abren y puedes poner una diminuta fotografía — ¡Es precioso Anne, gracias! — la estrecho en mis brazos y ella deja una beso sonoro en mi mejilla
— Se supone que primero es la comida, después el pastel y al final los regalos — mi mamá se acerca a nosotras y regaña a su mejor amiga, que acaba de entregarme aquel colguije
— Hay muchos regalos, Diana, por uno no pasa nada — dice Anne a mi madre
— Sabes que Isabella es como una pequeña niña, abre un regalo y en seguida quiere ir por más
— ¡Claro que no, mamá! — me defiendo — O bueno, puede que sí pero ya soy una mujer mayor — a este paso, me voy a terminar creyendo esto último
— Pues una mujer mayor cuida su alimentación, es responsable. Y tú estás muy delgada, amor, ¿estás comiendo bien?
— De maravilla....
— No te creo ¡Harry! — me interrumpe para hablarle al antes mencionado
— ¿Qué sucede? — llega a nosotras y abraza por los hombros a nuestras madres
— Te voy a pedir que cuides de Isabella, está más delgada y no quiero que se enferme
— Exageras mamá, estoy bien
— Prometo cuidarla, Diana — asiente el chico sonriente — También le diré a Sam, últimamente pasa más tiempo con él que conmigo
— ¿Quién es Sam? — mi padre se acerca a nosotros
— ¿Isabella no les ha hablado de él? — Harry me mira divertido y yo abro mucho los ojos como señal de que debe callarse — De acuerdo, sin problemas, no diré nada — dice en mi dirección y me tranquilizo por un momento — Sam es un chico de mi trabajo — habla rápidamente
— ¡Oh, Dios! — ruedo los ojos y me marcho de la cocina, puedo escuchar como Harry suelta una carcajada y comienza a narrar la pequeña historia que estoy creando con Sam
Decido acercarme a Matty, el primo de mis mejores amigos. Me siento a su lado en el sofá y nos ponemos al corriente de los últimos acontecimientos que han ocurrido en nuestras vidas desde la última ocasión que nos vimos. Después de unos minutos, estoy consolándolo por la reciente ruptura que tuvo con quien era su novia.
— Era una hipócrita — dice Ella, la hermana de Matty una vez que se acerca a nosotros — Debajo de esa tierna cara se escondía el mismísimo demonio
— Ella, por favor — su hermano suplica por su silencio, pero la chica continúa
— ¿Ya te platicó que solo estaba con él por interés?
— ¡Basta! — Matty se pone de pie y sale por la puerta principal
— Oh vamos, Matty — su hermana me pide disculpas y se marcha atrás del chico
— ¿Qué ha ocurrido? — pregunta Harry sentándose a mi lado con una cerveza en mano
— Me parece que a Ella se le ha pasado la mano y ha hablado cosas que no le pertenecían — me quedo callada un momento — ¡Igual que tú, traicionero!
— Tus padres en algún momento tenían que saber sobre Sam — se encoge de hombros
— ¿Y qué tal si yo no quería que supieran?
— ¿Pensabas ocultar su noviazgo?
— Sam no es mi novio — aclaro
No sé si el problema soy yo y que estoy muy sensible por lo de anoche, o simplemente es él y que últimamente se está comportando como un patán conmigo.
Me alegro de que llega la hora de comer, pues entre los que somos, todos conversamos y eso me ayuda a evitar a Harry.
Rápidamente pasan dos horas y mi madre decide que es el momento adecuado para partir el pastel. Nuevamente me toca escuchar cómo me cantan feliz cumpleaños y agradecida por todo lo que tengo, soplo las velas deseando que el próximo año siga rodeada de los que amo. Harry, Gemma y sus primos no pierden el tiempo y embarran pastel por todo mi rostro; me quejo, pero siendo sincera, río fuertemente junto a ellos.
— No te acerques más a mí — acuso Matty, que viene hacia mí con más pastel
— De acuerdo — se encoge de hombros y ahora embarra el pastel en el rostro de su hermana. Parece que la madre de ellos está a punto de colapsar por el desastre que hicieron, ya que el pastel está por todas partes. Este es el momento perfecto para huir
Comienzo a subir las escaleras para ir en dirección a mi habitación, pues necesito cambiar mi blusa y lavar mi rostro que se encuentra pegajoso.
Unos segundos después, alguien da unos suaves toques en la puerta.
— Soy yo — susurra Gemma
— Pasa — digo tranquila y la chica entra de prisa. Por última vez, asoma su rostro por el pasillo y finalmente, cierra la puerta con pasador
— Mi tía está enfurecida y mi madre también — ríe — Están regañando a todos allá abajo
— Me dejaron echa un asco — la acuso y ella sigue riendo
— Vamos, deja te ayudo a quitarte el merengue que tienes en las pestañas — se sienta a mi lado en la cama y con suavidad y cuidado, comienza a limpiar mi rostro — ¿Ahora sí me dirás que ha pasado?
— ¿Qué dirías si te contara que tu hermano me besó anoche? — hablo por lo bajo para evitar que alguien allá afuera escuche la conversación
— ¡Estás de broma! — grita
— ¡Shh! Alguien puede venir — como puedo, abro un poco los ojos y observo como el rostro de Gemma luce impactado
— ¿Qué me estás diciendo, Isabella? ¿de verdad ocurrió?
— ¿Y sabes que es lo peor? — suspiro al terminar de narrarle cómo ocurrieron las cosas — Que para él solo significo un beso de mejores amigos
— ¿Y cómo te sientes?
— En ese momento como en un suave y lindo sueño. Ahora mismo como en una terrible pesadilla a la que título "realidad de mierda"
— ¡Los hombres apestan, Isabella! — la chica se pone de pie y da vueltas por la habitación — Y espero realmente que después de esto lo tengas claro, aunque sea mi hermano no justifico la mierda de sus acciones
— Por favor no le comentes nada — me apresuro al ver su enojo — Si no significó nada para él, supongo que lo mejor es dejarlo solo así — me encojo de hombros, aun sintiendo un pesar muy profundo — Lo que no termino de entender es ¿cómo puede estar tan tranquilo con Paige después de lo que pasó?
— Cierto, Paige — dice con amargura
— ¡Un momento! Hay algo más de lo que debemos hablar — se detiene y me mira atenta — Hace un tiempo, Harry me habló de la reacción que tuviste cuando te comentó de su compromiso con Paige ¿en serio no te alegraste?
— Si lo pones desde esa perspectiva me hace ver como una perra — ahora es ella quien suspira y vuelve a sentarse a mi lado — A ver, que la chica me agrada y es el tipo de persona que todos deseamos para quienes amamos ¿no? Pero hay algo Isabella, algo que no me termina de encajar con ella — vuelve a ponerse de pie — Además, no hace falta mencionar que a quien quiero con mi hermano es a ti
— Sabes que lo aprecio, pero me parece que es hora de que te despidas de esa idea — le regalo una sonrisa triste — Me han pedido que organice su boda
— ¡Que se jodan! — gruñe — No tienes que hacerlo. Lo sabes ¿no?
— Ya dije que sí — susurro y me encojo esperando su reacción
— ¡Pero que tu solita te pones entre la espada y la pared, Isabella! — me regaña y nos quedamos en silencio por unos minutos — ¿Cómo van las cosas con aquel chico? ¿Sam se llama?
— Sí, Sam — no puedo evitar sonreír al pronunciar su nombre
— ¿Y esa sonrisa que significa? — me da un suave golpe con su codo — ¿Acaso ya te acostaste con él?
— ¡Gemma!
— ¿Qué tal estuvo? ¿Te dejó con las piernas temblando?
— Eres igual que Niall — río — No me he acostado con él, Gemma — acto seguido, decido ponerla al corriente de lo que ha sucedido con Sam en estos últimos meses
— Pues yo no sé qué estas esperando para desnudarlo — dice una vez terminado el relato — Con esa corbata podrías atarle las manos y hacerle todo lo que quisieras — menciona observando en mi celular el instagram del chico de ojos claros
— Lo consideraré para el futuro — bromeo
Unos toques en la puerta nos interrumpen, así que me pongo de pie y me acerco a esta para abrirla. No es nada más ni nada menos que Harry Styles.
— Son unas malditas afortunadas — dice pasando a mi lado para después recostarse en mi cama — No les ha tocado el regaño que nos han dado
— Eso les pasa por hacerle eso a la cumpleañera — lo acuso
— Y por ser un imbécil — sentencia Gemma al salir de la habitación
— ¿Qué fue eso? — me pregunta confundido
— No tengo ni idea — miento y me encojo de hombros restándole importancia al asunto — ¿Vamos abajo?
— En realidad, venía a proponerte algo — se recarga sobre sus codos haciendo que se vea completamente sexy — ¿Quieres hacer lo de los viejos tiempos?
***
El césped sobre el que estoy recostada sigue fresco pero no me importa, pues estoy completamente concentrada observando el movimiento lento de las nubes que se encuentran por encima de nosotros.
Harry estira una botella de vino en mi dirección y la sujeto en mis manos con el fin de dirigirla a mis labios y tomar de ahí mismo.
— ¿Crees que tu madre se moleste al ver que le falta una botella de vino?
— No lo dudes — ríe un poco — Pero a este paso ya debe estar acostumbrada a que pase eso
— ¿Cuántas le habremos robado en todo este tiempo? — pregunto pensativa
— Más de veinte, eso es seguro. Eso sin contar las que escondimos en el auto de Robin después de aquel concierto — menciona Harry a mi lado y puedo sentir su melancolía al mencionar a su padrastro
— Creo que se cansó de regañarnos tantas veces que al final, solo nos ayudaba a que Anne no se diera cuenta — hago una pausa — Al final siempre nos descubría — reímos y después de un suspiro vuelvo a tomar de la botella
El silencio resulta reconfortante a pesar de estar sobrevalorado.
En algún momento, siento como la mano de Harry busca la mía y cuando lo logra, las entrelaza.
— La botella está a punto de terminarse — dice de pronto — ¿Te sientes ebria?
— A decir verdad no y ¿tú?
— No — dice rápidamente y observo como se pone de pie y aun tomando mi mano me obliga a situarme a su lado — Hay algo más que debemos hacer — dicho esto, se gira y camina hacia las escaleras que están colocadas en dirección a la azotea de la casa de Anne
— ¿Vamos a ir a allá arriba?
— Has acertado — sus piernas largas suben por los escalones y una vez arriba, me incita a hacer lo mismo
— Si nos matamos te culpo de todo a ti, Styles — protesto, pero sin problemas subo con él — ¿Recuerdas que después de nuestra graduación, tuvimos nuestro propio baile justo aquí?
— Estaba a punto de mencionarlo — vuelve a tomar mi mano y con la que tiene libre, saca su celular para poner en el reproductor de música "Here comes the sun" de The Beatles. Justo la que bailamos hace unos años atrás
— Te adoro, Harry Styles — río emocionada y las palabras que digo realmente van dirigidas como su mejor amiga que soy. Ahora mismo, decido dejar de lado los sentimientos cursis y estúpidos que tengo hacia él
— Te adoro más Isabella, caminaría a través del fuego por ti — me abraza a su cuerpo aun manteniendo una enorme sonrisa en su rostro
Sin ninguna timidez, beso el hoyuelo que se forma a un costado de sus labios y ambos comenzamos a mecernos alegres al ritmo de la canción.
Observo a mí alrededor y por alguna razón, siento que la canción es la correcta justo en este momento. El sol parece que está pensando seriamente en comenzar a ocultarse, por lo que ilumina las nubes haciéndolas ver como oro sobre nuestras cabezas.
Sin darnos cuenta, Harry y yo estamos cantando a todo volumen la letra de aquella canción que tanto atesoramos.
Saco mi celular y sin pensarlo dos veces, apunto la cámara en nuestra dirección.
— ¡Sonríe! — le digo a mi mejor amigo, este se acerca aún más a mí abrazándome por detrás y sonríe abiertamente. No dudo en hacer lo mismo y doy un click al teléfono en mis manos
— Nos vemos bien — menciona con la misma sonrisa reposando su barbilla en mi hombro
Mi corazón late lleno de alegría al ver que la fotografía ha captado todos los detalles que deseaba; nosotros, el sol iluminando las nubes doradas, algunos árboles lejanos.
Y es así, como decido cuál será la fotografía que colgará de mi cuello en aquel colguije en forma de corazón.
.....
Ni siquiera yo entiendo a Harry :(
Pero escribir el final de este capítulo me hizo sentir bonito jajaja.
Amé las reacciones de todxs en el capítulo pasado, al igual que sus respuestas a la pregunta que hice. Debo admitir que algunas acertaron, pero evidentemente no diré quienes, seguiremos con la incógnita
Otra cosa, ya llevo más de la mitad de la fic escrita y eso me emociona, por lo que debo preguntar ¿les agradan las novelas extensas? es muy importante saber esto para mí, ya que, probablemente, este proyecto abarque un poco menos de 50 caps.
Te agradecería si me ayudas con tu voto y tu comentario
TPWK