ISABELLA
— Hola, Sra. Rosier.— Bella escuchó la voz de Pansy Parkinson, desde la sala de estar, y se sobresaltó.
— ¿Pansy Parkinson, cierto? — Ivy habló.
— Así es. Un placer.
— El placer es todo mío. ¿Qué haces por acá?
— Oh... vine por Isabella, iremos a una fiesta.
¿Ir a una fiesta con Pansy Parkinson? Eso definitivamente no estaba en los planes de Isabella.
— Pasa, pasa. Isabella está en la sala de al fondo.
Isabella no se movió de su lugar, fingió seguir leyendo un libro.
— ¿Además de puta, lectora?
— Claro... Deberías intentarlo, así podrías ser una zorra inteligente, Pansy.— Bella contestó.
— No gracias.— la chica peli negra se deslizó por el sillón junto a Bella.
— ¿Qué quieres? — Bella preguntó a la defensiva, sin quitar los ojos de su libro.
— Ir a una fiesta.
— No tienes que pedirme permiso, Pansy. No soy tu madre, tampoco la amante de tu padre.
— Iras conmigo, Rosier.
— ¿Y quién dice eso?
— No te hagas la difícil, sabes que no puedes negarte a las fiestas.
— Si puedo. Mírame hacerlo... no iré.— Bella esbozó una sonrisa sarcástica.
— ¿Estás practicando cuándo seas la esposa de Draco? Ya sabes... obedecerlo. No salir de fiestas, ser una gran sumisa para él.
— ¿Acaso hablas por el culo? Porque lo único que sale de tu boca, es pura mierda.
— No decías lo mismo cuando me metías la lengua hasta el fondo, Rosier.
— Los efectos del alcohol.— Bella giró la cabeza para ver a Pansy. Achicó los ojos un poco, y sonrió sin mostrar los dientes.
— Vamos a la fiesta... follate a alguién y que Draco mire.
— ¿Y por qué haría eso? No es como si quisiera llamar su atención.
Pansy curvó los labios hacia abajo.— Por lo menos... haz que te folle.
— No quiero que me folle.— Bella replicó.
— No sabes lo que estás diciendo. Alguna vez lo tendrás que ver desnudó, por equivocación o algo, y en ese momento — la chica le colocó un dedo sobre el hombro de Bella, y lo empujó un poco —. En ese momento lo único que querrás es que te folle.
Bella volteó los ojos, poniéndolos en blanco.— No iré.
— Vamos... todos irán.
— ¿Y desde cuándo tengo que ir a sus fiesta?
— Desde hoy.
Pansy se levantó y jalo la mano de Isabella hasta que estuvo de pie. Ambas chicas corrieron al dormitorio de Bella.
Bella quería ir, pero no quería ver a Malfoy.
Pero ella tal vez lo podía ignorar toda la noche...
•~•~•
Él estaba allí. Junto a la barra, con un trago en su mano... Astoria frente a él, hablándole con entusiasmo. Mientras él simplemente asentía y cerraba los ojos por varios minutos, respirando profundamente.
Al escucharla entrar, sus ojos se abrieron de par en par. Draco no podía evitar escuchar los pensamientos de Isabella, y al parecer Isabella no sabía manejar la Oclumancia. Él no podía negar que ella era sexy, y en otro momento a él no le importaría su relación y la follaria. La follaria hasta que Rosier quedara sin aliento, y su cuerpo temblando debajo de él, suplicándole para que él parara.
Pero él había cambiado, ¿cierto? Él ya no follaba porque si... ya no torturaba a personas porque si, ya no mataba a personas inocentes porque tenía una marca sobre su antebrazo que lo obligaba a hacerlo.
Draco encontró el amor para su vida... y no estaba pensando en hacer algo para dejarlo ir.
Pero joder... era tan dificil para él, apartar sus fríos ojos grises de ella. Su vestido negro corto, abrazándose a sus curvas de una manera tan provocativa.
— ¿Draco? — Astoria llamaba a su novio —. ¿Me estás escuchando?
Draco salió de sus pensamientos, concentrándose en Astoria.— ¿Si, Astoria?
— ¿Me estabas escuchando?
— No — confesó él —. Estaba pensando, lo siento. ¿Qué decías?
— Te estaba diciendo que ella está aquí.
— ¿Ella?
— Isabella...
— ¿Y? — Draco arqueó ambas cejas.
— Quiero que ella se retiré.
— Astoria, no es mi club.
Astoria pasó su mano por el pecho de Draco.— Pero... quizá si tú pudieras humillarla... un poco, ella saldría corriendo de aquí.
— ¿Quieres qué haga eso?
— Quiero que hagas eso, Draco — Astoria parpadeo algunas veces. Sus largas y rizadas pestañas subiendo y bajando con lentitud —. ¡Pero primero... quiero que me folles por sobre la ropa, para que ella pueda ver que eres mío! — las palabras de Astoria salían sin cuidado. Los celos floreciendo en ella.
— Tus deseos son órdenes.— Draco colocó su mano libre sobre la nuca de su novia, atrayéndola más a él, para juntar sus labios.
Draco y Astoria se encargaron de dar un show completamente gratis de sexo con ropa. Sobre un sillón en medio del club vip, en donde se encontraban todos sus amigos.
Pero el problema era que a nadie le importaba el show que ellos dos habían montado. La mayoría de los Slytherin estaban ocupados en lo suyo. Hablando, tomando, besándose, bailando, o simplemente practicando con Isabella, como lo hacía Theo, Blaise y Pansy.
— Esto no está funcionando.— Astoria se separó de Draco, dejándose caer a su lado.
— ¿Por qué te importa tanto? — inquirió Draco.
— Está arruinando nuestra relación.— respondio ella.
— Asto, ella no... nuestros padres.
— Lo que sea, Draco... Ve y haz algo, no la quiero aquí.
— No es mi club, no puedo tirarla a patadas.
— Entonces me voy yo — Astoria se levantó —. Además... Daphne me ha dicho que no puede cubrirme por mucho tiempo, debo regresar.
Draco también se levantó, rodeando a su novia con sus manos.— Esta bien. Te enviaré un búho en cuanto llegue a mi mansión.— él junto sus labios una vez más. Entonces Astoria se fue, dejando a su novio solo.
Draco se sentó y trato de hacer contacto visual con su prometida, para poder penetrar sus pensamientos, pero ella no lo miraba. Estaba muy entretenida con Theo para voltear a mirarlo.
Y no le molestaba que ella estuviera con alguién, le daba igual, lo que le molestaba era que no podía penetrar en sus pensamientos.
Hasta que... ella volteó por un momento y lo vio. Draco se concentro haciendo su mayor esfuerzo, penetrando su mente.
A ella realmente no le importaba casarse con él. No lo quería, no le gustaba, no le atraía en lo absoluto. Lo que le daba un poco de risa es que los pensamientos de su prometida eran de una completa virgen, si una virgen... Ella se pasaba de cama en cama, y tenía pensamientos de una niña virgen, a Draco le parecía muy gracioso eso.
Se retiró de la mente de su prometida y decidió irse. Pero Pansy lo llamó.
— Malfoy, únete a nosotros.
Draco lo hizo, él se acercó a aquel pequeño grupo.
— ¿Qué están haciendo? — preguntó Draco con voz ronca y profunda.
— Pensábamos en ingerir algunas drogas...— contestó Pansy —. Aquí, tu prometida, no lo ha hecho nunca.
— ¿Entonces quieren drogar a este pedazo de mierda?
Isabella puso los ojos en blanco.— Si tú sigues aquí, me iré. No pienso pasar tiempo con él.
— Oh, vamos — habló Blaise —. Pasarán tiempo en la cama, ¿qué les puede pasar si pasan tiempo drogandose?
— Blaise... Draco ya nos dijo el plan, no digas estupideces.— dijo Pansy.
Isabella levantó ambas cejas. No sabía como sentirse al respecto, pero no diría nada.
Los cinco chicos abandonaron el club, visitando la Mansión de la familia Parkinson. Entrando en ella con silencio y con cuidado. Pansy los dirigió a su dormitorio, cerró la puerta cuando todos estuvieron dentro, y dejó salir una risita.
— Esto será divertido.— dijo. Agarro su varita y murmuro hechizos silenciadores.
Isabella vio como todos hacían un circulo en el suelo, ella se les unió tiempo después.
El chico moreno sacó una hierba verde desconocida ante los ojos de Isabella, y con un papel blanco muy fino, hizo de aquella hierba un cigarrillo.
— ¿Alguién tiene como prender esta mierda?
— Yo.— informó Theo.
Isabella vio como Pansy aplaudía levemente. Y Theo le entregaba unos cerillos a Blaise.
— Bueno... las primerizas, primero.— el chico le entrego el cigarrillo a Bella, ella lo tomo y arqueó una ceja. Nunca lo había hecho, y no sabía como hacerlo.
— Dios — gruñó Draco —. Esto es una estupidez.
— No molestes, Malfoy.— lo reprendió Pansy.
Bella vio como Theo se acercaba a ella y tomaba asiento cerca de ella. Tomó el cigarrillo de sus dedos y lo colocó frente a sus labios.— Abre — le pidió amablemente. Bella le lanzó una mirada llena de duda, pero luego asintió y abrió levemente sus labios, el chico colocó el cigarrillo entre sus labios, y tomó la caja de cerillos, prendio uno y lo usó para prender el cigarrillo.— Inhala profundamente, y después deja salir el humo con lentitud.
Bella obedeció e hizo lo que Theodore Nott le pidió.
El humo entró en sus pulmones, y después lo dejó salir, ella tosió un poco. Escucho como Draco reía por lo bajo.— Esto es una mierda, no hace nada.
— Tienes que esperar.— dijo Theo.
Los cinco chicos se pasaban continuamente el cigarrillo, dándole grandes caladas, y después dejando salir el humo.
A los 10 minutos, Isabella sintió como la habitación le daba vueltas, todo le parecía gracioso, la cara de Pansy, de Blaise, Theo, y hasta de Draco.
Se sentía relajada, su pecho subía y bajaba con lentitud, su respiración era tranquila. Ella se dejó caer sobre la fría madera de la habitación de su amiga pelinegra, contemplando el techo de la habitación, que no tenía nada en especial, pero en ese momento a Isabella todo le parecía interesante.
— Tu techo es blanco.— soltó derrepente, y todos rieron.
— ¿Y si hacemos esto más interesante? — dijo Blaise.
— ¿Qué tienes en mente? — preguntó Theo.
— Veritaserum.
— Como si lo fuéramos a conseguir a estas horas.— dijo Draco.
— Bueno, amigo, no sé tú, pero yo tengo ahora mismo una botella de veritaserum en mi abrigo.— respondio Blaise.
— ¡Hagámoslo! — dijo Pansy.
— Creo que es mejor dejarlo para luego.— replicó Theo.
— No seas amargado — Pansy le pego —. Quiero saber las opiniones de estos dos acerca de su matrimonio y de ellos mismos.— apuntó a Draco y Bella.
Bella se incorporó y miró a su amiga.— No hay necesidad de veritaserum, dire lo que sea sin mentir.
— Nadie quiere saber tu opinión de mierda, Rosier.— dijo Draco.
— ¿Quién te estaba hablando, bastardo? — le espetó Bella, frunciendo el entrecejo.
— ¡No me vuelvas a hablar así, maldito pedazo de mierda!
— ¿Qué harás al respecto, idiota, media neurona? — Bella ahora estaba al frente de Draco, gritándole a la cara.
— Si es necesario usar la maldición Cruciatus en ti, para que te quedes callada, lo haré.— grito Draco.
— Bueno, bueno... — Theo se interpuso entre los dos chicos —. Creo que esto se está saliendo de control. Acompañaré a Bella a su mansión.
— Claro que lo harás — Draco rió —. Te la quieres follar, así que llevarás a la pequeña puta a su mansión.
— Theo no me quiere follar — Bella frunció el ceño —. ¿Y si lo quisiera hacer qué? Tengo todo el derecho de follar con quién quiera, tú mismo lo has dicho.
— ¿Y? ¿Acaso he dicho qué no lo hagas? Ve y hazlo, puta. Ve y mete a éste dentro de tu casa, y follatelo.
— Eso haré.
— Uhm.— Theo trato de hablar.
— Theo — Pansy le colocó una mano sobre el hombro —. Yo sé que Bella es muy ardiente, pero no creo que sea justo que la folles en este estado, esta drogada.
— Mierda, no la iba a follar, Parkinson.
— Mira — Pansy siguió hablando —. Yo no te juzgo, si quieres... hasta podemos hacer un trío, tú yo y Bella, pero no ahora... Amigo, ve a casa, Bella se quedará conmigo.
Blaise comenzó a reír.— Joder, yo también quiero unirme.
— ¿Entonces cual es el problema? Follaremos los cuatro.— dijo Bella.
— Me iré — dijo Draco, poniéndose de pie —. Hagan lo que quieran.
Y él se marchó.
A los pocos minutos los otros dos muchachos también se marcharon, dejando a Pansy y Bella solas.
Pansy unió fuerzas y le envió un búho a la familia Rosier, pasandose por Bella; diciendo que estaba bien, y se quedaría a hacer una pijamada con Pansy, Daphne, Astoria y otras chicas más.
Las chicas se pusieron pijama, y se dejaron caer sobre la gran cama de Pansy.
— ¿No quieres hacerlo, cierto? — habló Pansy.
— ¿Hacer qué, Parkinson?
— Casarte con Draco.
Ella negó con la cabeza, aunque su amiga no la mirara, porque ambas estaban viendo al techo.— No lo quiero hacer.— Bella respondió.
— ¿Entonces, por qué lo estás haciendo?
— Porque me están obligando Pansy.
— La típica excusa del juramento inquebrantable, ¿no es así?
— Asi es...
— Lo enamorarás, Bella... tienes ¿cuanto? — ella se giró para ver a Bella —. ¿Cuantos días pasarán en su luna de miel?
— ¿Luna de miel? — Bella se giró también, quedando cara a cara con Pansy.
— Si, luna de miel. Bella ¿no te lo han dicho?
— No, no lo han hecho.
—Bueno, es seguro que tendrán una... Y seguro estarán ahí por un mes a lo mucho.
— ¿No es mucho?
— Mi madre me ha contado que todos los que tuvieron un matrimonio arreglado, han tenido una luna de miel bastante larga... Ustedes no serán la excepción, lo hacen para que puedan pasar tiempo a solas, y tal vez enamorarse... ya sabes.
Bella frunció el ceño.— No quiero pasar tiempo con él. Draco ha dejado muy en claro, que no piensa tener ningún tipo de relación conmigo, que dormiremos en cuartos separados...
— Y que él seguirá con Astoria — agregó Pansy —. Palabras vacías, Bella. En primera, Narcissa no le permitirá, segundo Draco es un calenturiento, tercero ¿crees que Astoria estará toda la vida soltera esperando por Draco? — Ella negó —. No lo hará.
— De igual manera, no quiero.
— Lo tendrán que hacer en cualquier momento, Bella. Escucha... seguro Draco ya lo sabe, pero te lo diré yo... Cuando es un matrimonio arreglado, los padres hacen algún tipo de hechizo raro con las varitas de los hijos y de ellos... lo que quiero decir es que... prácticamente tienen que tener sexo a fuerzas, porque sino lo hacen sus padres lo sabrán, y si lo hacen también lo sabrán. ¿Por qué? Bueno la respuesta es simple, el hechizo que hacen consiste en esto, escucha bien... cuando Draco tenga relaciones contigo, la varita de tus padres y los suyos le enviaran una señal, de que ya tuvieron relaciones, ¿qué estupidez, cierto? No respetan ni siquiera la vida privada. Pero claro, sólo es la primera vez...— Pansy hablo rápidamente.
Pero Bella no había escuchado absolutamente nada de lo que Pansy le había dicho. Bella ya estaba dormida profundamente.
— ¿Bella? — Pansy se dio la vuelta, viendo a su amiga dormida, y roncando levemente —. Bueno, tal vez Salazar no quería que escucharas tanta información.
A Pansy no le importó, y se dio la vuelta cerrando los ojos para dormir también.