Lo intenté // Sanwoo

By AtinyMiaw

28.6K 3K 1.2K

Hizo de todo para intentar mejorar, pues sólo quería que él se sintiera feliz. Wooyoung, un joven que se enam... More

~•~•1•~•~
~•~•2•~•~
~•~•3•~•~
~•~•4•~•~
~•~•5•~•~
~•~•6•~•~
~•~•7•~•~
~•~•9•~•~
~•~•10•~•~
~•~•11•~•~
~•~•12•~•~
~•~•13•~•~
~•~•14•~•~
~•~•15•~•~
~•~•16•~•~
~•~•17•~•~
~•~•18•~•~
~•~•19•~•~
~•~•20•~•~
~•~•21•~•~
~•~•22•~•~
~•~•23•~•~
~•~•24•~•~
~•~•25•~•~
~•~•26•~•~
~•~•27•~•~
~•~•28•~•~
~•~•29•~•~
~•~•30•~•~
~•~•31•~•~
~•~•32•~•~
~•~•33•~•~
~•~•34•~•~
~•~•35•~•~
~•~•36•~•~
~•~•37•~•~
~•~•38•~•~
~•~•39•~•~
~•~•40•~•~
~•~•41•~•~
~•~•42•~•~
~•~•43•~•~
Lo Intenté

~•~•8•~•~

681 78 41
By AtinyMiaw

Tan pronto llegó la hora del almuerzo, el menor salió corriendo de la empresa siendo seguido por el rubio.

Ren le había dicho que lo ayudaría con respecto al problema de que no sabía en donde preparar la comida para el jefe Choi. Afortunadamente el rubio conocía al gerente del restaurante en el que luego comían ya que esa persona era su amigo.

—No tendrá problema con ello, ¿verdad? —. Preguntó el joven con una sonrisa nerviosa a la vez que se detenía frente al lugar antes dicho.

—Claro que no. Junhee es mi amigo y es una buena persona, además, estoy seguro de que te caerá bien y... Es bastante guapo —. Sinceró con una sonrisa dibujada en sus labios y un brillo en sus ojos.

Wooyoung lo observó con un poco de curiosidad ya que el contrario se veía muy contento y feliz cuando hablaba de su amigo. Estaba seguro de que ahí había algo extraño.

—Esta bien —. Mencionó el menor para luego abrir la puerta de aquel restaurante que ambos frecuentaban junto con Intak, Irene y, ahora, Jinyoung.

Ya dentro, Wooyoung siguió a su compañero rubio, quien lo dirigió hasta una puerta color blanca. Acto seguido, Ren tocó a la puerta dos veces, segundos después se escuchó un "adelante" proveniente del otro lado de la puerta.

—Bien, entraremos y le pediré que nos preste un poco la cocina, ¿de acuerdo? —. Mencionó el rubio a la vez que abría la puerta con lentitud.

El menor, sin decir nada, siguió al contrario hasta dentro de aquella pequeña oficina. Estaba nervioso.

—Hola, Junhee —. Saludó Ren con una sonrisa.

Wooyoung miró a aquel hombre de cabello negro y ojos azules, su tez era blanca y su mirada era fuerte, pero por la sonrisa que le había devuelto al rubio, era obvio que no era una persona mala ni mucho menos desagradable, si no todo lo contrario.

—Hola, Ren, ¿Qué puedo hacer por ti? —. Preguntó el contrario con una mirada dulce a la vez que hacía a un lado su vaso de agua.

—Bueno, él es Wooyoung, es un chico que recién entró a trabajar en la empresa y... Le debe un almuerzo al jefe Choi —. Confesó Ren tomando al mencionado de ambos hombros para que el pelinegro pudiese conocerlo.

—Ohh, ya veo, mucho gusto, Wooyoung, yo soy Junhee y soy el dueño de este restaurante —. Aclaró con una sonrisa.

El menor sólo se limitó a devolver el gesto.

—¿Podemos usar un momento la cocina? —. Preguntó el rubio con un ligero puchero formado en sus labios.

El contrario soltó una pequeña risa al notar aquel gesto no muy común de su amigo. Tenía tiempo que no lo veía hacer ese gesto tan adorable.

Era tierno.

—Por supuesto, solamente no quemen nada —. Aceptó diciendo eso último con una risa.

—Te juro que no pasará nada malo. Gracias —. Mencionó Ren a la vez que tomaba al menor de la muñeca para llevarlo hasta dentro de la cocina.

Ya ahí, Wooyoung quedó sorprendido por el tamaño de la cocina ya que era muy grande y habían bastantes utensilios para preparar comida, así como también una gran variedad de condimentos y demás. Era genial.

—No tengo ni la menor idea de lo que vas a preparar, pero sí sé que debe ser delicioso ya que según tus palabras dichas al jefe, tienes una buena sazón —. Mencionó el mayor con una leve sonrisa al mismo tiempo que sacaba una sarten para colocarla sobre la estufa ya prendida.

El menor lo miró con una sonrisa nerviosa pues no terminaba de creer que ahora le prepararía el almuerzo a su jefe, se esperaba cualquier cosa, pero menos eso. El simple hecho de que tal vez no le agradará la comida al pelinegro lo tenía muerto del miedo, sus manos temblaban al igual que su corazón, sólo esperaba que al jefe Choi le gustara la comida, si eso no sucedía, estaba seguro de que  perdería la noción de todo y acabaría tirado en el suelo desmayado.

—Bueno... Siendo sincero, no creo que sea de esa manera aunque... Puedo intentarlo. Sólo espero que el jefe no se moleste conmigo, de nuevo —. Confesó Wooyoung mirando fijamente un refrigerador que estaba a tan solo unos pasos de él.

—Mmm... Bien. Tienes media hora así que debes comenzar desde ya —. Dijo Ren colocando una mano sobre el hombro del contrario. —No te preocupes, para que sea más rápido, te ayudaré. Solamente dime que hacer y listo, ¿De acuerdo? —. Aseguró con una pequeña risa.

Wooyoung asintió y, acto seguido, ambos comenzaron con su deber. El menor sólo le iba diciendo al rubio, su ahora amigo, que cortara algunas salchichas en rodajas.

Su idea era un poco sencilla pero al menos cumplía con todos los detalles que Irene le había dicho. Pero lo más importante es que era picante, algo que por supuesto no pasaría desapercibido.

************************************

—Te deseo suerte —. Mencionó Ren a la vez que le entregaba la bolsa de plástico en la que iban los utensilios para comer.

—Gracias, creo que la voy a necesitar —. Dijo el menor con un tono de voz que sólo demostraba lo nervioso y preocupado que estaba en ese preciso instante.

El rubio sonrió y tocó la puerta de la oficina del jefe ya que Wooyoung tenía las manos ocupadas. Luego de escuchar el "adelante" el joven soltó un suspiro y entró a paso lento.

Las miradas de ambos chocaron sin haberlo previsto, el menor se sintió un poco raro por lo que prefirió desviar la mirada para evitar sentirse incómodo, más de lo que ta estaba.

—¿Qué es eso? —. Preguntó el pelinegro una vez que el joven había colocado el plato con comida sobre el escritorio.

—Su almuerzo, señor. Hice... Lo mejor que pude —. Sinceró a la vez que sacaba los cubiertos para que el mayor pudiese comer.

—Me sorprende, no creí que realmente lo harías —. Dijo el jefe Choi intentando verse sorprendido. —Sin embargo... No lo voy a probar —. Mencionó con voz seca mientras colocaba los cubiertos sobre el escritorio y dejaba caer todo su peso en el respaldo de la silla para luego cruzarse de brazos.

El menor abrió los ojos con sorpresa ante esas palabras pues no entendía lo que había hecho mal como para que el mayor tomará aquella decisión tan repentina.

—Pero... ¿Por qué? —. Wooyoung seguía sin poder entender nada.

—Seré directo, no te ves seguro de lo que hiciste y estás nervioso, por lo que no probaré la comida de una persona insegura —. Aclaró sin tener piedad. —A parte de eso —. Siguió hablando. —Irene y Ren debieron decirte que yo detesto ingerir cualquier alimento si estoy trabajando o estoy dentro de mi oficina —. Confesó con tono duro y una mirada para nada agradable.

Wooyoung se quedó anonadado ante esa "revelación". No podía creer lo que estaba escuchando, si al comienzo se sentía nervioso, ahora estaba a punto de desmayarse.

Por supuesto, como podía ser tan distraído, era bastante obvio que a una persona como el jefe Choi no le gustaban las cosas como esa. Su cuerpo tembló con rudeza a la vez que sentía unas inmensas ganas de llorar. Ni siquiera había pasado por su cabeza esa opción, no sabia que decir, estaba sin palabras.

—Pero... Pero yo...

—No hay excusas, tu semblante lo dice todo...

—Señor, yo...

—Ya lo he dicho, no la voy a probar —. Volvió a decir, solo que esta vez con un tono más relajado. —Pero haremos como que lo hice así que... Buen trabajo —. Habló con una leve sonrisa.

El menor no estaba conforme con ello, pero estaba seguro de que aunque su sonrisa fuese pequeña, se veía lindo.

—Puede... ¿Puede comer solo un poco? —. Preguntó con un tanto de pena mientras mantenía la cabeza agachada.

El contrario lo miró y negó sin decir nada.

—Por favor, solamente pruebe un poco. Yo... Yo tuve algunas dificultades y... Me costó trabajo conseguir un lugar en donde pudiera preparar el almuerzo que le debía a usted —. Sinceró a la vez que se dejaba caer de rodillas al suele. —Por favor —. Pidió.

—Algunas veces eres insoportable, no sé por qué te avergüenzas de esa manera tan detestable —. Dijo con voz dura.

El menor podía sentir la intensa mirada del mayor sobre él.

—Párate y quédate en la esquina de la oficina, no te puedes mover a menos que yo te lo diga. Si lo haces ten por seguro que no volverás a ver a tu querida madre —. Soltó con dureza a lo que el menor solo se limitó a dar un respigo. —Y sí, sé que pediste este trabajo para poder cuidar de ella y que se recupere, pero no te preocupes, no le haré nada. Soy malo, lo sé, pero no soy capaz de matar o dañar a alguien —. Aseguró para luego comenzar a comer sin volver a decir nada.

El menor hizo lo que su jefe le había ordenado sin mencionar nada pero teniendo una sonrisa formada en sus labios ya que el mayor estaba comiendo. De alguna manera, sin importar otra cosa, estaba feliz.

Probablemente el jefe Choi sólo había dicho eso para intimidarlo o para que obedeciera pero estaba bien. Sin embargo, seguía sin poder entender el comportamiento del mayor pues... uno, había dicho que no comería pero lo estaba haciendo, y dos, dijo que no le gustaba comer en su oficina o cuando estuviera trabajando pero lo estaba haciendo. En verdad comenzaba a creer que era una persona muy complicada de entender. No era nada fácil, si no todo lo contrario; era difícil entenderlo porque, por lo que había notado, cambiaba de parecer de un segundo a otro y sin avisar.

—Señor Choi —. Habló el menor minutos después de que el mayor había terminado de comer sin levantar la mirada y sin siquiera moverse.

—Que rayos quieres, acaso no ves que estoy trabajando —. Gruñó el pelinegro con molestia.

—¿Puedo ir al baño? —. Preguntó con voz baja pero lo suficientemente alta para que el contrario logrará escucharlo.

—¿Eres un niño pequeño? —. Cuestionó el mayor sin despegar la mirada de la pantalla de su computadora.

El joven frunció un poco el ceño y negó al mismo tiempo que pronunciaba un "no" pero no entendía el por qué de esa pregunta tan repentina.

—Entonces, ¿Por qué pides permiso para ir al baño? Sólo di "voy al baño" y ya —. Soltó con evidente enojo y un tono de fastidio en su voz. —No soy tu dueño para que me preguntes algo sin sentido —. Aclaró dejando al menor con la boca cerrada.

Bien, ahora sabía que no debía volver a preguntar algo tan fuera de lugar.

—Lo siento —. Se disculpó el menor al mismo tiempo que caminaba hasta la puerta de la oficina.

—Si vuelves a preguntar algo bastante incoherente en una situación como esta, no dudaré en golpearte —. Soltó con una mirada amenazante, algo que por supuesto ocasionó que el menor se sintiera muy pequeño. —Sólo desaparece de mi vista si te necesito te mando a llamar —. Aseguró.

Wooyoung asintió y salió de la oficina sin hacer ruido alguno. Ya afuera soltó un suspiro de alivio muy pesado. Nunca creyó que ese día fuese tan malo, y todo por culpa de haber llegado mas temprano de lo habitual; si no lo hubiese hecho, seguramente nada de eso habría ocurrido.

—Hola, Wooyoung —. Le saludó el rubio que iba saliendo de la oficina del presidente. —¿Cómo te fue con el jefe? —. Preguntó con la curiosidad a flote.

—Digamos que... Fue bastante malo al comienzo pero... Al final se comió lo que preparé y no dijo nada —. Sinceró el menor a la vez que recordaba el semblante serio del mayor.

—No creí que lo haría —. Confesó. 

—¿Por qué no me dijiste que el jefe no comía en su oficina? ¿Sabes que estuve a nada de llorar solo por eso? Realmente sentí que moría ahí dentro —. Mencionó con dulzura pero con la desesperación muy notoria en su rostro.

—Pensé que Irene te lo había comentado. Si me hubieras preguntado a mí, lo más probable es que te lo habría dicho. Lo siento, en verdad no lo sabía —. Aclaró mientras miraba al menor con preocupación.

—Ella tampoco me lo dijo, pero ya no importa, lo bueno es que no estoy muerto —. Dijo con una risa.

La verdad agradecía que el mayor no le haya gritado puesto que, si lo hubiese hecho, se habría soltado a derramar lágrimas por algo sin tanto sentido.

—Me sorprende, normalmente el jefe Choi se molesta por cualquier cosa o algo que no esté de acuerdo a sus reglas. El simple hecho de que él haya almorzado en su oficina es algo... Sumamente extraño —. Aseguró Ren con una sonrisa dibujada en sus labios.

—Me gustaría estar enterado de lo que ocurre aquí, y más que nada quiero que me den una buena explicación del por qué están hablando del jefe a sus espaldas —. Habló una voz detrás del rubio.

El menor y el rubio abrieron los ojos con sorpresa al ver a aquel hombre detrás. Con aquella persona no se podía jugar.

Continue Reading

You'll Also Like

235K 7.4K 96
1-Serguirme 2-Comentar ideas 3-Vota por cualquier cap caps donde hay,Chisme,Peleas,Amor, más☝🏻🤓😉
54K 3.3K 29
después del último exterminio y ganar en la batalla contra los exterminadores el rey decide quedarse con su hija, haci empezando a convivir más con c...
49.1K 4.3K 38
"¿Te inscribiste a la Fuurin por tu amigo de la infancia?" Ok, aclaremos que la edad media será de 18-21, y abarcará contenido subido de tono. Si n...
4.5K 403 16
Nanon un omega que vive en una comunidad de omegas, se siente atraído por otro omega. Se siente antinatural.