-Konoha-
-No lo volveré a repetir, entrega lo que le has robado al Hokage.- La pelirroja, que correspondía al nombre de Karin Uzumaki para nada estaba contenta ante el joven encapuchado quien quería salir del lugar lo más rápido posible, pero la Uzumaki lo había tomado por sorpresa entrando por la puerta abierta de la residencia caminando lentamente hacía el rubio quien ocultaba su rostro y mirada.
-No lo creo, así es que mejor que se vaya y me deje en paz- Cuando el viajero en el tiempo trato de salir por la escalera, vio que Karin con una mano rápida lanzo algo hacía él y a pesar de que no le golpeo, se quedó pensativo pero al tocar parte de la ventana, su mano sintió un pincho algo fuerza.
-Auch.- El rubio de ojos verdes se miró la mano, viendo como la sangre salía y Karin sonriendo muy orgullosa.
-Alambre de acero afilado, para contener cualquier cosa y a cualquiera.- Decía la pelirroja acomodándose sus lentes ya muy cerca del joven, el susodicho estaba buscando una solución rápida para este dilema, no iba a revelar su identidad aún.
-Interesante, veo que hablas enserio.- Decía el joven rubio y por debajo de la capa, sacaba unas esferas mientras Karin estuvo a punto de quitársela muy confiada de su éxito.
-Pero te confiaste.- El joven lanzo al suelo dos bombas de humo intensas para inundar la habitación del Hokage con humo espeso, Karin se cubría la nariz e intentaba ver en donde estaba aquel ladrón como ella le decía, al no sentir chakra supo que solo era un engaño y ella sintió que le calentaba ni el sol.
-Mierda, caí en el truco más viejo del mundo.-Mientras Karin salía de la residencia de su primo para respirar, podía sentir el chakra del viajero del tiempo por los tejados, dirigiéndose a la parte concurrida del mercado de Konoha.
-¡Oye!- La pelirroja sin pensarlo, subió a los tejados para perseguirlo aumentando su velocidad.
-Esto no debería haber pasado, afortunadamente aún no sabe mi rostro.- Decía el ojiverde en sus pensamientos que no se dio cuenta de que uno de sus brazos fue capturado por una cadena filosa, haciéndolo sangrar un poco, al voltear el viajero, se encontró con una Karin que lo apretaba con fuerza para que no escapara.
-Demonios.- Fue lo único que decía mientras intentaba zafarse sin lastimarse más el brazo debajo de la capa.
-¡Creíste que eso me iba a detener! ¡Te equivocaste!- Decía Karin apretando más para jalarlo hacía ella con algo de fuerza, el rubio se aferraba a su posición y sin que Karin pudiera notarlo ahora, estaba generando algo de chakra.
-Te tengo.- Karin continuaba jalando con fuerza para poder sacarle la información, el joven viajero solo sonrió discretamente creando algo en su mano que estaba libre con un movimiento de dedos algo rápido.
-¡Ven aquí!- Karin al intentar jalar con más fuerza, el joven se impulsó a un velocidad sorprendente y estando cerca de Karin quien solo se quedó sorprendida, incluso notando la gran esfera de color verdoso en su mano libre.
-Pero que...imposible... ¡Es el...!
-¡Ah!- El joven rubio golpeo el estómago de Karin haciendo que un gran sonido sin dejarla hablar y el impacto provocado hizo que Karin comenzara a caer pero no sin antes jalar la cadena para llevarse consigo al joven quien no lo vio venir, la gente de inmediato se percató de lo que estaba pasando y para cuando ambos shinobis llegaron al suelo, su caída fue amortiguada por un puesto del mercado de Konoha destruyéndolo en su totalidad y la gente muy sorprendida por este acto. Karin se quitó la cadena que tenía sujetando para separarse del rubio con una kunai en manos mientras el joven sin quitarse la capucha se reincorporaba para solo darle la espalda.
-Déjame en paz, no tengo problema contigo.- Decía el joven de la capa de tono verdoso mientras la gente solo miraba de forma curiosa.
-Pero ya los conseguiste.- Con esas palabras, Karin se trono los nudillos haciéndose escuchar por el mercado y acomodándose los lentes mientras el joven de ojos verdes se quedaba pensando para solo caminar como si nada hubiera pasado.
"Es...tan fuerte como mamá"
-¿Qué te pasa? ¿Temes que una mujer sea mejor que tú?- Karin seguía hablando esperando que el chico la confrontara y a tal punto llegó su impaciencia de la pelirroja ante esa actitud algo pedante de su "oponente"
-Cobarde- Karin le grito con fuerza, haciendo que el muchacho parara su andar apretando el puño, Karin pudo notar como el chakra del chico creía lentamente y el susodicho se dio la vuelta lentamente.
-A mi...nadie me dice...- La mirada ojiverde el viajero marcaba una rabia algo incontrolable, la palabra cobarde para él, era el mayor insulto que se le podía decir, ya que su más grande enemigo le había dicho así...cuando no pudo vengar la muerte de su hermano Orenji.
-Cobarde-La velocidad del muchacho nuevamente fue probada para la sorpresa de todos con una kunai oculta en sus antebrazos y Karin se mantuvo de forma defensiva esperando el golpe pero para su sorpresa, el rubio llegó más rápido que ella para realizar el primer golpe.
-Mierda.- Karin se movió de forma desesperada para conseguir un mejor Angulo de disparo para una bomba explosiva de pequeño alcance, el rubio aun encapuchado logro verla y patearle directamente a otro puesto del mercado y explotando al instante mientras los dos shinobis combatían con sus kunai en mano. Dicha explosión sonó en particular en la pequeña residencia del antiguo sexto Hokage, alertándolo mientras miraba por la ventana cerrando su libro.
-¿Qué está pasando por allá Kakashi?- La antigua quinta Hokage se levantó dejando su botella de sake en la mesa, mientras Hatake se ponía su antigua banda, no le serviría de mucho pero para él, era algo nostálgico.
-Iré a investigar- Y con esas palabras, Kakashi dejó su pequeña residencia para averiguar lo sucedido dejando a Tsunade con el pendiente de que pudo ocasionar esa pequeña pero aun sonora explosión. Mientras que en la zona del mercado, aun Karin buscaba respuestas del joven que había entrado a robarle al Hokage.
-Veo que haces muy difícil esto.- Decía Karin haciendo que ambos se miren fijamente forcejeando con sus kunai en mano.
-Lo mismo puedo decir.- El muchacho aceptada el cumplido para moverse rápido y escapar por uno de los edificios fuera del mercado con su velocidad, pero al momento de intentar algo, varias cadenas con kunai salieron de la nada para bloquearle el paso y de igual forma para volver abajo creando una red enorme por encima del mercado de cadenas, el joven al posarse en el cable de cadenas pudo sentir la presión que ejercía un peso más, se miraba a Karin con una sonrisa en el cable con dos kunai en cadenas.
-Pero esto apenas comienza ladrón. Esto te va a enseñar a no robarle al Hokage y mucho menos faltarme al respeto.- Decía la Uzumaki con una sonrisa y moviendo las cadenas para hacer girar las armas de filo, el joven rubio se quedó sorprendido al ver tan extraordinaria habilidad de la chica de lentes.
-Entonces muéstrame lo que sabes hacer.- Decía el viajero con su kunai en mano con una sonrisa algo burlona haciendo enojar a Karin más de lo debido.
-Tú lo pediste.- La pelirroja rápidamente se abalanzo al muchacho con las kunai aun en movimiento para impactar de mejor manera en su rival, mientras el joven miraba cuidadosamente cuál sería su siguiente movida, no quería llamar la atención pero tampoco se iba a dejar atrapar, no de esta forma, aun había mucho que hacer...tanto aquí...como del lugar donde vino.
-Fuera de Konoha-
-Mierda, como no puede verlo...espero llegar a tiempo- Naruto hablaba mientras iba a gran velocidad pensando en lo peor en caso de que no pudiera llegar, la misión había sido cambiada, no sabía quién lo hizo y por el momento no le interesaba mientras continuaba a gran velocidad preocupado por el equipo al que envió: el de su propio hijo. Bolt en estos momentos estaba en peligro junto con sus compañeros y sobre todo la Sensei de ellos, la joven pelirrosa a la cual Naruto, en secreto, aun ama y no iba a permitirse perderla así, ni aquí, ni en la siguiente vida. Pero sin que el propio Hokage se dio cuenta, es que estaba siendo vigilado por dos misteriosos sujetos, el rubio no se molestó en averiguar quiénes eran, tenía una misión más importante y no se iba distraer para nada...mala fue su suerte.
-Veo que Naruto-kun lleva mucha prisa ¿Me pregunto porque? -La voz del ex seguidor de Orochimaru se mostraba algo escéptico mientras observaba al rubio salir de su rango de visión sentado en la rama del árbol, mientras la otra figura bajaba de forma tranquila y sin prisa alguna.
-Ya veo... no te interesa verdad ¿Danzou-san?- Kabuto bajo del árbol para acompañar a su "aliado" por estos momentos, mientras que el exlíder de la Raíz se mostraba serio y dispuesto a cumplir su propio objetivo.
-Bien...una intromisión menos, mientras ese zorro este fuera y Uchiha también, no tengo que preocuparme por fallas, además, quiero ver que ha hecho con mi aldea- Danzou se mostraba muy seco en sus palabras mientras caminaba pensando en su venganza.
-¿Y que harás primero?- Preguntaba Kabuto interesado en los planes propios de Danzou mientras el susodicho sacaba un viejo libro con todos los nombres de la Raíz y enfocándose en uno en especial.
-Primero, le hare una visita al que me traiciono- La imagen de Sai se reflejaba en el libro de la Raíz, el primer paso para su venganza era rendir cuentas con el shinobi de la tinta, después...iría por Tsunade.
-Otro tiempo-
-Sin duda tu hermano fue un buen oponente...lástima que no durara más la pelea- Mientras que en el otro tiempo, de donde el joven rubio provenía, en una zona muy lejana de cualquier aldea, Kakuzu, miembro de Akatsuki miraba la batalla casi terminada entre los hermanos Uchiha, un Sasuke que estaba ya cansado con su Susanno perfecto defendiéndose a todo lo que daba el Susanno perfecto de Itachi, pero este sin ningún rasguño y más completo, Sasuke se sostenía su ojo donde antes tenía el Sharingan, únicamente portando el Rinnegan y buscando donde golpear pero sentía que Itachi le había sacado ventaja incluso antes de iniciar la batalla.
-Maldición...necesito terminar con esto ya- Sasuke mando al Susanno nuevamente al ataque para encontrarse con la defensa del de su hermano sin mucho esfuerzo mientras Itachi observaba la desesperación de su propia sangre.
-Vamos Itachi...no tenemos todo el tiempo y dejar de jugar con él- La voz de Kakuzu fue de demanda para que terminara la lucha, el mayor de los Uchiha solo suspiro.
-Termino Sasuke...lo siento...Amaterasu- El Sharingan de Itachi creo las infames llamas negras en la espada del Susanno perfecto para pasar por todo el cuerpo mientras Sasuke quiso reaccionar para evitar ser alcanzado pero ya era tarde, tenía que deshacerlo o morir quemado a merced de su hermano, en un movimiento desesperado, el menor de los Uchiha dejó el estado del Susanno para cubrirse del fuego que solo cayó al suelo y quedarse ahí hasta consumir la misma tierra, Sasuke ya estaba cansado, sin su Sharingan no podía predecir los movimientos de su hermano y por más que intentaba generar chakra en su Rinnegan, el cansancio le exigía demasiado.
-¿Qué quieres Itachi?- Con esa sencilla pregunto algo altanero, el mayor de los Uchiha se movió con rapidez detrás de su hermano, Sasuke intento realizar el Chidori pero las manos extensibles de Kakuzu le impidieron hacer el movimiento de manos mientras una lágrima de Itachi salía.
-Lo siento hermanito- Itachi desenvaino la propia arma de Sasuke para clavársela en su pecho dejando a Sasuke sorprendido, no pudo reaccionar a tiempo y evitar el fatal golpe, para rematar el golpe Itachi incendio la espada con el Amaterasu para hacerle un mayor sufrimiento al cuerpo de su hermano, Kakuzu lo soltó de inmediato para ver como Itachi le daba el golpe final a esto.
-Ahora Sasuke...-Itachi posaba sus dedos frente al ojo de Sasuke mientras este intentaba pararse aun siendo consumido por el fuego negro y golpear a su hermano con fuerza, aunque el golpe le fue detenido fácilmente.
-Te quitare la venda de los ojos- En un movimiento rápido...solo hubo oscuridad para Sasuke, los gritos del Uchiha se oyeron a grandes distancias mientras Kakuzu lo disfrutaba al máximo.
-Y pensar que Hidan, era un sádico...pero Itachi le quito lo más preciado a su hermano.- Kakuzu solo miraba dicho espectáculo, mientras el Akatsuki sostenía algo en su mano mirando por última vez a su hermano.
-Te quiero Sasuke...considera esto como tu salvación- Dicho estas palabras, Itachi y Kakuzu se fueron del lugar, dejando a un Sasuke completamente a oscuras y con el fuego del Amaterasu quemándole por dentro y solo pudo ahogar su ira y frustración en una sola palabra.
-¡Itachi!- El grito de furia de Sasuke sonó como un gran rugido por todo el lugar, pero nadie escucharía su grito...cerca de lugar.
-Fortaleza secreta de la Alianza Shinobi-
-¿Mamá? ¿Estás bien?- La joven Sarada Uzumaki observaba a su madre muy pensativa tocándose el pecho mientras Sakura se ponía unas ropas nuevas igual preocupada por el comportamiento de Karin en estos momento.
-Si pequeña, estoy bien...tengo que hacer algo- Karin salió del cuarto medicó para estar en el pasillo a solar mientras Sarada y Sakura sentían que algo le pasaba. Mientras que la pelirroja estaba sollozando un poco.
-Sa...Sasuke... ¿Por qué? Creí conocerte, creí que habías cambiado...pero me equivoque – Karin se ponía muy melancólica mirando dentro de la habitación a su hija y a Sakura conversando.
-Mi Sarada...él no te hará daño, moriré si es necesario.
Continuara...