Días habían pasado desde que Erik se enteró de su hijo oculto, lo trataba como a su hijo de siempre, aunque había que admitir de parte de ambos, que en ocasiones era complicado. Es más difícil lidiar con un adolescente que con un niño desde pequeño, claramente, y al pasar tiempo con él, era notable la anterior ausencia de Erik en su vida.
En la habitación se encontraban los dos enamorados, como cada típica mañana; Charles "esperando" desde su silla a que el mayor terminara de preparase para empezar el día. Aunque no era ningún tipo de molestia para Charles, ya que como cada día a esa hora, desde que se despertaba hasta que salía, Erik Lehnsserr era su espectáculo favorito, amaba verlo dormido cuando despertaba antes que él, levantarse mientras se tambaleaba un poco yendo medio adormilado, entero despeinado y con los ojos ligeramente cerrados. De la misma forma amaba verlo recién levantado que al salir de la ducha cada día, con el pelo mojado cayendo por encima de sus ojos, las gotas de agua resbalando en su espalda y torso hasta que por desgracia para Charles, se detenían en la toalla que llevaba siempre alrededor de la cadera, exhibiendo su cuerpo casi al completo excepto por aquello que impedía ver cierta parte.
El momento en el que Charles volvió a centrarse en su novio se dió cuenta de que había estado distraído tanto tiempo que no fue consciente de que volvía a estar vestido y arreglándose el pelo, cosa que también le encantaba ver, prácticamente todo lo que veía en Erik le parecía muy fascinante y provocativo.
-Vamos, que te quedas embobado-
-Por supuesto que no, estaba pensando-
-Claro, ¿crees que no me doy cuenta?-
-Esperaba que no lo hicieras-
Salió el más alto acompañando al telépata entre risas por la forma de actuar que solía tener su novio por la mañana en cuanto a él. Pero no hicieron más que salir de la habitación cuando Hank se había acercado urgentemente a la habitación, pillándolos a tiempo.
-Charles, te necesito-
-Eh, vuelve a decirle eso, y te tragas las gafas-
Respondía Erik al haber malentendido la frase dicha por McCoy, mirándole fijamente a los ojos con rabia y de forma amenazadora. A lo que Hank frunció el ceño confuso antes de lograr entender la forma en que Erik lo había entendido para negar frenéticamente y extrañado.
-¿Qué? No, eso no. Charles, necesito que vengas conmigo-
-Parece urgente, está bien, cielo, te veo luego-
-Claro, amor-
Después de que Erik le diera un beso a su querido telépata, fueron hacia donde quiso llevarle Hank para poder enseñarle lo que tan importante era. Simplemente le condujo a su habitación, haciéndole asomarse por la ventana.
-Mira, ¿ves? Hay un chico, al cual no reconozco, dirigiéndose hacia aquí. He pensado que podría ser un nuevo estudiante, pero parece un poco mayor-
Tras lo dicho, Xavier se asomó a la ventana observando al chico que se refería Hank, se trataba de un hombre de aproximadamente 26 años, con el pelo ligeramente largo y rubio. Parecería difícil, pero Charles no necesitó ver más que eso para darse cuenta.
-Impresionante...-
-Charles, ¿qué...?-
-Es increíble-
Hablaba el telépata sin hacerle caso mientras se alejaba de la ventana, deteniéndose a pensar un momento y volviendo a asomarse para después salir de la habitación, siendo seguido por Hank, el cual seguía confuso mientras bajaban, y mucho más debido al comportamiento del profesor.
-Es maravilloso, Hank, no imaginaba algo así, por favor, llama a Scott-
-¿A... a Scott? Por Dios, Charles, ¿quieres decirme de una vez qué es lo que pasa?-
-Llama a Scott, Hank, hazme caso, es Alex-
-¿Alex? Dios, Charles, Alex murió, te habrás confundido-
-No, Hank, es él-
Respondió finalmente para dirigirse hacia fuera, dejando a Hank completamente perplejo, sin saber realmente como reaccionar y un poco en shock, decidiendo después de un momento ir a buscar a Scott, solo que no pensaba decirle el motivo, porque le parecía realmente imposible y no quería que se ilusionara.
Mientras tanto, Charles se dirigía hacia él sonriendo, viéndolo desde ya no tan lejos, confirmando su teoría mientras escuchaba sus pensamientos para entender lo que había pasado anticipándose a que Alex pudiera explicarlo. Alex levantó la cabeza, para comprobar que no estaba lejos de la puerta, entonces vio a Charles, esperándole sonriendo, y extrañado, se acercó a él, muy confuso por su nueva apariencia.
-Charles, estás... distinto, ¿qué le ha pasado a tu pelo?-
-Alex, siempre es un gusto verte de nuevo-
-No pareces extrañado-
Sonrió el mayor al escuchar lo último dicho por Alex, dándole la respuesta con esa simple sonrisa, lo que a Alex no le costó demasiado entender.
-Ya, claro-
-Vamos dentro, Hank ha sido el primero en verte, y al decirle que eras tú se ha quedado a cuadros-
-¿Hank? ¿No me ha reconocido?-
Charles, que ya se había dado la vuelta decidido a pasar dentro, sonrió ligeramente ante lo dicho por Alex y se giró, como no, era evidente lo que esos dos intentaban contener y ocultar desde el principio. El momento en el que Charles se giró, Alex intentó parecer despreocupado.
-A ver, si no fuera porque creíamos que habías muerto, te habría reconocido fácilmente-
-Ya bueno, no es para tanto, ni que me importara... ¿Scott sigue aquí?-
El profesor rió ligeramente ante el repentino cambio de tema del rubio, porque por mucho que lo negara, a él no podía mentirle, pero aún así lo intentaba.
-Claro, se alegrará mucho de verte-
Ante lo dicho ambos se adentraron en la mansión, mientras Charles lo guiaba, Alex lo contemplaba todo de nuevo, porque después de ese tiempo, no recordaba demasiado, y claramente fijándose en cada persona que veía pasar, atento de si podría ver a Hank, o a Scott, claramente.
-¿Raven está con vosotros?-
El telépata se giró lentamente, cambiando su expresión sonriente a una más seria, incluso triste, mirándole fugazmente a los ojos, y bajando la mirada constantemente.
-Alex, Raven... murió...-
El rubio se quedó de piedra, había metido la pata al mencionarla, no sabía ni como reaccionar, o qué decir, y por otra parte pensaba también en lo triste que era que apenas quedaran cuatro de ellos, si es que Erik seguía con ellos, pero quizás sería mejor no preguntar más.
-Oh... Lo siento, Charles. No lo esperaba...-
-Ninguno de nosotros lo hacía...-
-¡¿Alex?!-
Justo en el momento indicado, ese momento en el que se usaría la expresión "salvado por la campana", pues la campana era Cíclope, y los había salvado de un momento incómodo y sin palabras, claro que le costó tardar en reaccionar, ya que no supo de donde venía el grito, y mientras buscaba con la mirada a su hermano, se le abalanzó.
-Hijo de puta, que fuerza tienes-
-¿Cómo puedes estar vivo? La explosión te arrasó-
-Pues siento decepcionarte, pero no fue así-
Ante todo lo presente, ahí estaba McCoy, sin poder creer lo que veía, hipnotizado, fijándose en cada detalle, si, parecía ser él, solo que con el pelo un poco más corto.
-Pues si la explosión no llegó a ti, ¿qué pasó?-
Scott hablaba nerviosamente, con el pulso acelerado por la emoción del momento, en alguna ocasión se paralizaba mirando a su hermano de arriba a abajo sin creérlo del todo.
-Sé parte de ello, pero no exáctamente-
-La explosión le hizo llegar al portal, el cual no estaba del todo cerrado, aparentemente, claro que tuvo graves heridas por el fuego, pero no para morir. Cayó un poco más lejos de donde llegamos nosotros, y se dió varios golpes.-
Comenzó a hablar el profesor, ya que al verlo si que logró entenderlo todo metiéndose en su mente.
-¿Por qué no viniste antes?-
Preguntó esta vez Hank, quien aún se mantenía un poco distante a ellos, atento a los sucesos narrados.
-Mi memoria se borró, por la caída y eso. Una pareja de ancianos me hallaron tirado al borde de la muerte y me recogieron, y hasta que logré recordar todo me hicieron quedarme allí-
Al terminar de hablar, Scott volvió a abrazarle, agradecido por que siguiera vivo, sin querer alejarse de él con el miedo de que pudiera ser un sueño.
-Ya no te vayas, por favor-
-No me iré, tranquilo-
Le devolvía el abrazo mostrándole protección al menor, puede que como hermanos se pelearan, demasiado, y no se demostraran amor, pero ambos sabían que lo darían todo el uno por el otro.
-¿No tienes novia, enano?-
-Ella... murió...-
-Me estoy luciendo...-
Susurró el rubio incómodo por la situación anterior y presente, enserio que pensaba que no podía pasar nada peor, puede que fuera mejor no abrir más la boca.