Por mucho que el tema lo repeliera, Vernon no pudo resistir la tentación, compartida con Petunia y Dudley, de sintonizar un especial de la BBC que se emitía el domingo por la noche y que brindaba un resumen de los eventos desde que la gente normal se despertaba después de varios meses de sueño, solo hace más de una semana. Los Dursley se sentaron acurrucados juntos frente a su televisor, sorprendentemente silenciosos, mientras se contaba la asombrosa historia.
Petunia estaba horrorizada por gran parte de la historia, imaginando cómo habría sido para ella si la hubieran dejado sola en Privet Drive durante esos meses, incluso asumiendo que Vernon y Dudley dormían cómodamente. Había estado tan atrapada en su incomodidad al encontrarse en medio de gente mágica que era la primera vez que pensaba en la alternativa. Tal como estaban las cosas, había visto de primera mano algunas de las cosas que se acababan de informar en la historia y le dio escalofríos.
Dudley le dio a esto su habitual atención superficial, aunque todavía pensaba que algunas de las cosas que había visto en la escuela de Harry habían sido bastante bonitas, y se sentía especial por haber visto algunas cosas que solo se mencionaron en el programa de noticias. En general, sin embargo, hubiera preferido ver una película de acción.
La mente de Vernon trabajaba horas extras mientras miraba. Estaba explorando todos los ángulos: ¿cómo podría usarse alguna parte de esto para su propio beneficio? ¿Qué oportunidades existían aquí para él? Había visto la reacción de sus vecinos ante el regreso de su familia de la escuela de magia. Habían visto al niño y sabían su nombre, por lo que inmediatamente supieron que había una conexión entre el niño en los mensajes con la familia real y los Dursley. También habían estado muy atentos a cualquier historia contada por los Dursley de su tiempo en la escuela. Vernon había disfrutado mucho siendo el centro de atención.
Por supuesto, nadie en su oficina o entre sus socios comerciales sabía sobre el niño. No tenían idea de que la familia había acogido al sobrino de Petunia, o que habían estado viendo al mismo chico en la tele. ¿Cómo podía convertir esto en una conversación y concienciar a la gente, todo de una manera que fuera favorable para él?
Aún mejor, ¿cómo podría manejar esto de una manera que le permitiera compartir su opinión de que todas esas personas eran monstruos?
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La fiesta en Hogwarts estaba empezando a terminar el domingo por la noche. Harry finalmente había encontrado el escondite de Severus en un nicho e insistió en que se uniera a él en la fiesta. Para diversión de Severus, la multitud alrededor de Harry se redujo dramáticamente una vez que se paró al lado de Harry. Para sorpresa de Severus, eso no pareció molestar a Harry en lo más mínimo.
Harry todavía estaba dando las buenas noches a los invitados cuando Albus se acercó a ellos. Esperó a un lado mientras el último de los estudiantes repetía sus deseos de cumpleaños y se despedía.
– ¡Ah, muchachos, qué ocasión festiva! No recuerdo la última vez que disfruté tanto. ¡Qué tarta de cumpleaños tan ingeniosa! –ofreció en saludo.
La tarta de cumpleaños había sido toda una sensación. El pastel en sí había sido horneado por los elfos domésticos, pero los gemelos Weasley persuadieron a los elfos para que les permitieran decorarlo. Eligieron este evento para presentar una de sus creaciones más recientes: Weasley Whiz-Bang Frosting. No se necesitaban velas de cumpleaños: el glaseado en sí emitía pequeñas columnas de fuego que ardían en varios colores y desencadenaban la extraña explosión de fuegos artificiales sobre el pastel. Cuando se cortó el pastel y se comieron las rebanadas, la cara de la persona se volvió del color de la llama en el glaseado del pedazo que había comido, mientras el humo salía de sus oídos. El rostro de Albus recién ahora se estaba desvaneciendo del naranja brillante que había sido, y todavía había unas pequeñas volutas de humo escapando de sus oídos, fue por una segunda porción, al parecer.
–No deseo perturbar su velada, pero quería preguntarle si me acompañaría por unos minutos en mi oficina. Si esta noche no es conveniente, ¿podrías acompañarme mañana después del desayuno? Encontré información fascinante que me gustaría compartir con ustedes –Continuó Albus.
Harry le lanzó una mirada inquisitiva a Severus. Ciertamente había esperado que tal vez retomaran donde lo dejaron anoche... ¡Por supuesto, no iba a decir eso frente al Director! Pero, ¿podrían retrasar adecuadamente esta visita con el director hasta mañana?
Severus pareció comprender sus pensamientos.
–Albus, ha sido un día muy largo. ¿Podríamos estar de acuerdo en verte en tu oficina mañana por la mañana? –él respondió.
Harry esperaba que se sintiese complacido con esa sugerencia, y el asentimiento de acuerdo de Albus mientras él también les daba las buenas noches, no era demasiado evidente, para que no pareciera grosero. La sonrisa de Severus tan pronto como el director se dio la vuelta le dijo a Harry que Severus sentía lo mismo que él.
Los eventos posteriores de la noche establecieron que Severus también había planeado continuar donde lo habían dejado la noche anterior. Severus incluso le presentó a Harry algunas de las delicias de esa gran bañera que ocasionalmente conjuraban en su dormitorio.
A la mañana siguiente, después del desayuno, la pareja se presentó debidamente en la oficina del director, y lo encontraron examinando una gran pila de pergamino y vitela muy viejos.
– ¡Ah, muchachos! ¡Buenos días! Una hermosa mañana, de hecho –ofreció té, al igual que caramelos limón, antes de que Albus explicara su críptica invitación la noche anterior.
Con su típica franqueza, Albus no se anduvo con rodeos sobre su tema.
–Harry, como creo que sabes, videntes y sabios han estado especulando sobre el nivel de madurez en el vínculo entre tú y Severus desde hace algún tiempo.
Ese no era un hecho nuevo o controvertido, ya que todos habían estado leyendo sobre las especulaciones en los periódicos durante todo el año. No obstante, Harry tragó visiblemente. Aparentemente, esta iba a ser una de ESAS conversaciones. Su deseo inmediato de ser tragado por la silla en la que estaba sentado no fue concedido, así que se preparó para lo que seguramente vendría.
–Aprendí de la Ministra Bones anoche que los empáticos han intervenido –comenzó Albus. Al ver la incertidumbre en el rostro de Harry, agregó– Son brujas y magos que tienen una habilidad única para sentir el volumen y movimiento de la magia en el mundo, Harry. Varios empáticos expresaron su preocupación por un aumento que habían detectado el sábado por la noche en esta parte del mundo. Los empáticos tienden a trabajar en gobiernos mágicos, ya que realmente no hay ningún uso comercial para la habilidad, y los jefes de varios gobiernos se habían preocupado lo suficiente como para expresar su preocupación a nuestra Ministra.
Harry echó una rápida mirada a Severus, y se sintió aliviado al ver que estaba tan sorprendido como Harry por esta noticia. Harry siempre odió cuando se enteró de que el director y Severus habían discutido algo sobre él pero no lo habían compartido con él.
–Si bien Amelia ya había desviado las preguntas basándose en lo que decían videntes y sabios como un asunto completamente privado, era un poco más complicado con los empáticos. Yo mismo sentí la oleada e inicialmente temí por nuestras protecciones. Sin embargo, por los comentarios de los elfos domésticos, deduje que su vínculo había madurado.
El director miró a Harry con tristeza en su rostro y continuó.
–Sé que eres una persona privada por naturaleza, Harry, y te pido disculpas por mi franqueza, pero en tu función actual, no vas a disfrutar del grado de privacidad que prefieres. Para tratar con los empáticos, decidimos que lo mejor que podíamos hacer era compartir cierta información de forma confidencial. Madame Bones ha respondido a sus homólogos de los países que expresaron su preocupación, en la más estricta confidencialidad, que sospechamos que el aumento que sintieron los empáticos estuvo asociado con la maduración de su vínculo. Sospechamos que este será el final de su interés en conversar sobre lo que sentían sus empáticos.
Harry estaba confundido y, en un grado un poco menor, también Severus. Odiaba que él y Harry tuvieran que tener esta conversación con el director, ya que sabía cómo se sentía Harry, pero debía haber algún propósito, pero aún no tenía uno claro.
–Albus, ¿hay alguna razón para estar preocupado por lo que dicen los empáticos?
El anciano se reclinó en su silla y se rascó la barba distraídamente mientras contemplaba esa pregunta.
–Bueno, ayer pasé una buena parte de mi día investigando esa pregunta exacta. Ciertamente sentí una oleada aquí, pero por supuesto, estoy aquí en el castillo. Fue un shock saber que los empáticos habían sentido lo mismo a una distancia significativa de Hogwarts. Pero lo que más me llamó la atención fue tu referencia, Severus, a la luz que observaste. La brillante luz dorada que te envolvió a ti y a Harry.
Ante esto, Harry lanzó una mirada muy sorprendida a Severus, quien tuvo la gracia de lucir un poco avergonzado.
–En realidad, no había compartido eso con Harry.
Mirando directamente a Harry, continuó.
–Ya estabas dormido y noté un brillo en la habitación. Miré más de cerca y me di cuenta de que esta luz dorada brillante parecía provenir de nosotros. No dolía, y todavía estaba allí. Me quedé dormido. Se había ido cuando nos despertamos, y con todas las demás cosas que estaban sucediendo, olvidé mencionártelo. Cuando el director me dijo que lo había despertado una oleada de magia y me preguntó si había sentido algo, se lo mencioné entonces.
Afortunadamente, Harry estaba de buen humor y volvió su atención al Director.
–Tenía mucha curiosidad por saber qué significaba todo esto. Los lazos maduran todo el tiempo y no sucede nada de esto. Ha habido numerosos casos de reyes magos madurando lazos, y nada como esto se registró en nuestras historias, de lo que yo estaba al tanto. Así que fui a algún material de origen antiguo.
Albus señaló la pila de documentos en la mesa frente a él.
– Estos son de la Biblioteca del Director de Hogwarts, colocados allí hace más de mil años por Rowena Ravenclaw –Los ojos de Severus se agrandaron ante eso, los documentos parecían viejos, pero estaba sorprendido por su verdadera edad y su increíble pedigrí–El mundo era un lugar diferente entonces, y los magos necesitaban reyes con más frecuencia, por lo que los fenómenos de un rey mago se estudiaban e investigaban con mayor regularidad. En realidad, ella era una autoridad en eso. Después de leer sus notas, he llegado a la conclusión de que el aumento de energía y la luz no tienen nada que ver directamente con su realeza, ni siquiera con los notables niveles de poder que tiene cada uno de ustedes. Encontré algunas otras cosas en su carpeta que podrían ser más concretas.
Señaló una hoja de vitela particularmente vieja en la parte superior de la pila.
– ¿Alguno de ustedes ha oído hablar del Favor de Merlín?
Harry se apresuró a negar con la cabeza para indicar que nunca había oído hablar de eso. Severus tenía un conocimiento significativamente mayor de las cosas del mundo mágico y su historia, por lo que necesitaba un momento para pensar y reflexionar antes de que él también tuviera que sacudir la cabeza para señalar la negativa.
–Esto solo ha sucedido unas pocas veces en nuestra historia registrada, pero uno de los documentos de Rowena proporcionó cierta información. Cuando un rey mago necesita ayuda para cumplir su misión y Merlín lo considera merecedor de la ayuda, Merlín le muestra su favor. La manera en que se muestre el favor depende de lo que se necesite: una vez fue el don de la elocuencia y una vez fue el don de la sabiduría estratégica. En los dos casos en los que se registraron algunos detalles, la llegada del obsequio representado por la muestra de favor de Merlín va acompañada de una luz dorada brillante: este documento antiguo usa las mismas palabras que tú, Severus, para describir lo que observaste.
Para diversión de Albus, tanto Harry como Severus todavía parecían perplejos.
–Sospecho que Merlín le ha mostrado su favor a Harry en la tarea que debe realizar como nuestro rey. Harry no necesitará elocuencia o sabiduría más allá de lo que ya tiene, pero para luchar contra Tom Riddle y prevalecer, necesitará poder. Incluso si Tom solo puede usar su propio poder, es formidable, y tiene mucha más experiencia y práctica en las formas de batalla. El Favor de Merlín le fue mostrado a Harry, creo, al crear algún tipo de conexión entre él y su compañero vinculado que vincula o amplifica tu poder.
Severus parecía un poco inseguro, como si no aceptara esto en absoluto.
–Me doy cuenta de que es exagerado, tal vez, pero considérenlo. La luz puede leerse como un signo del Favor de Merlín, el momento de su llegada cuando su vínculo maduró completamente sugiere que es algo que se conecta a ustedes dos, y el aumento detectado en la magia en el mundo sugiere que todo esto involucra su poder. No siento nada diferente en sus niveles de poder mientras nos sentamos aquí, así que supongo que esto es algo en lo que puede recurrir cuando sea necesario, en la batalla.
La mente de Harry estaba dando vueltas. Su reacción a esta noticia no fue positiva.
–Atraigo un poco de magia que flota en el mundo: adquiero un nuevo idioma, algunos familiares, una habilidad y posiblemente complemente mi capacidad para mantener mi magia a salvo dentro de mí. ¿Y ahora dices que he adquirido algo de magia adicional, de Merlín esta vez? ¿O tal vez nada, si mi nivel de magia es el mismo? ¿Cómo podemos estar seguros de que esto sea seguro? ¡Quizás la próxima vez que use magia, destruiré a alguien!
Severus se inclinó hacia adelante y se estiró para tomar la mano de Harry, un gesto de consuelo.
–Harry, has usado magia desde que todo esto sucedió, y tu magia funcionó bien, y no sentí nada –Fuese lo que fuese lo que Harry había hecho durante el día de ayer, había sido él quien transfiguró una taza en la bañera que habían usado anoche, y la llenó con agua burbujeante, y eso había salido perfectamente– Por lo menos, no creo que te haya pasado nada esa noche. Nada cambió, estás a salvo. Estoy a salvo. Quizás esto sea algo que te llegará cuando lo necesites, no antes, ni de nuevo.
Harry tomó la mano de Severus con fuerza, apretándola con fuerza, para sofocar su propio pánico. Respiró hondo unas cuantas veces y finalmente se calmó lo suficiente como para asentir.
–Le pedí a Amelia que mantuviera todo esto entre nosotros, y me gustaría pedirles a ambos que hagan lo mismo. Como les expliqué, esto es algo totalmente más allá de la experiencia de cualquier empático vivo hoy: el último incidente reportado del Favor de Merlín en los libros de historia ya estaba en esos libros cuando Rowena depositó sus manuscritos en la Biblioteca del Director. Lo más significativo: Tom Riddle no debe saber nada de esto. Está seguro de que le conviene luchar contra Harry mientras Harry aún es joven e inexperto, y lo último que queremos que sepa es que Harry podría tener una ventaja significativa. Esta es una ocurrencia tan rara que incluso un proyecto de investigación modesto podría llamar la atención sobre el tema, lo que lleva a especulaciones ociosas o posiblemente información que llega a los oídos de Tom.
Harry se permitió una pequeña sonrisa. Por lo general, el director era muy complaciente con su deseo de compartir todos los detalles de su vida con Ron y Hermione, pero realmente, no sería humanamente posible mantener a Hermione fuera de una biblioteca buscando lo que pudiera encontrar sobre esto.
–Estoy bien con eso, director. No sabemos qué significa, si es que significa algo, para mí. Puede que no signifique nada en absoluto, y es posible que nunca sepamos que realmente sucedió como sospecha. Y, seguro, ¡Hermione no podría resistirse a tomar esto como un proyecto de investigación!
Albus asintió por encima de sus gafas de media luna.
–Me alegro mucho que estés de acuerdo. Ahora, encontré algunos documentos antiguos particularmente fascinantes que podrían interesarle a Severus, y si quieres quedarte, estaré encantado de mostrarte también.
Harry se alegró del indulto: los documentos antiguos, en un hermoso día de verano, no lo entusiasmaron. Se fue a las clases que se estaban impartiendo en el césped para ayudar con las lecciones de vuelo de la mañana, mientras Severus se quedó atrás, para ver los manuscritos que algunos de los materiales posteriores de Rowena habían sugerido que habían sido escritos por el mismo Merlín.
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La llegada de Vernon al trabajo el lunes por la mañana fue exactamente el tipo de gran entrada que esperaba que fuera. Su ayudante, la señorita Enderlee, ya había llegado y había organizado el correo en su escritorio, aunque no había té listo, como normalmente sería el caso.
– ¡Sr. Dursley! ¡Qué maravilloso tenerle de vuelta! Le extrañamos la semana pasada y estaba bastante preocupada. No pudimos encontrar a su familia en ninguna de las listas de heridos o fallecidos, así que esperábamos que hubiera algún otro retraso que lo mantuviera alejado. He organizado su correo y sus mensajes, y tomaré su taza de té en un momento, ¡ahora que ha vuelto! –Vernon esperaba plenamente que la señorita Enderlee estuviera en el trabajo tan pronto como se despertara o la mañana siguiente. Estaba claro que ella dirigía la oficina como siempre. Realmente apreció su actitud, aunque todo lo que hizo fue gruñir en su dirección mientras entraba a su oficina.
Poco tiempo después, ella le trajo su té mientras él examinaba los diversos documentos reunidos en una ordenada pila sobre su escritorio. Ella se quejó por un momento y luego habló en voz baja.
–Sr. Dursley, confío en que todo estuvo bien. Nunca había faltado una semana al trabajo sin decir una palabra, y estaba bastante preocupada. No hemos recibido ninguna llamada de la oficina central ni nada que no pudiera manejar, por supuesto, pero me preocupé.
Sonríe benignamente a su aduladora asistente y la dirigió a la silla frente a su escritorio. Había llegado el momento de poner información fundamental en el negocio de los chismes, y la señorita Enderlee era una maestra absoluta en eso. Su capacidad para asegurarse de que un hecho en particular llegara a un oído en particular era incluso mejor que su considerable habilidad para mantener su oficina funcionando sin problemas. Se sentó con recato, con los pies cruzados a la altura de los tobillos, la falda plisada colgando sobre sus piernas y el cabello canoso recogido en un moño ordenado.
–Mi familia y yo acabamos de regresar el sábado, de hecho. El sobrino de la Sra. Dursley es el joven que has visto en la televisión, el joven mago que habla con la familia real sobre esos pequeños anuncios. Nos llevó a todos a la escuela a la que asiste en Escocia, para asegurarse de que todos estuviéramos a salvo en la enfermería durante el tiempo que dormimos. El director sugirió que las familias de los estudiantes se quedaran allí al menos una semana más después de que despertamos, aunque, por supuesto, no tenemos magia. Dijo que el mundo no había vuelto del todo a la normalidad y que sería más fácil para todos quedarnos allí un poco más. Finalmente dijeron que estaba bien regresar a casa el viernes por la noche y que pudimos irnos a la mañana siguiente.
Vernon estaba desgarrado por la reacción a su historia. Los ojos muy abiertos de la señorita Enderlee y su mirada de asombro eran de lo más gratificantes, aunque le irritaba por completo que todo esto se debiera a ese fenómeno, Potter. La gratificación asociada con el estatus de celebridad ganó. Con una pequeña sonrisa, revolvió los papeles que tenía delante y su asistente se dio cuenta de que le permitía irse. Vernon confiaba en que la mayoría de los empleados de Grunnings lo sabrían a la hora del almuerzo, al igual que la mayoría de sus contactos comerciales.
–Y, señorita Enderlee, ¿podría hacerme una reserva en mi club para el almuerzo, a la hora habitual? –añadió. Eso aseguraría que todos en su club de hombres de negocios también lo supieran.
Varios de los colegas de Vernon asomaron la cabeza a su oficina a medida que avanzaba la mañana, para darle la bienvenida y hacerle preguntas sobre su tiempo en la escuela de magos en Escocia y sobre el famoso sobrino de su esposa. Vernon perfeccionó su relato de la historia a medida que avanzaba la mañana, y estaba bastante satisfecho con ella cuando se paseó por la calle hacia su club.
Efectivamente, la señorita Enderlee había hecho su trabajo. El camarero salió a estrecharle la mano al entrar, y el dueño fue muy efusivo en sus saludos. Su camarera habitual, Sally, se acercó a su mesa de inmediato y se quejó de él durante mucho tiempo, para disgusto de otros clientes.
Vernon se acostumbró a disfrutar de un cigarro en el bar con su té antes de regresar a su oficina, y estaba encantado de que media docena de clientes habituales acercaran sillas y taburetes para hablar con él sobre su tiempo en la escuela en Escocia. Se aseguró de que fuera una historia interesante. Tocó todas las cosas (ya sea que las haya visto él mismo o que haya escuchado a su esposa describirlas) que tanto habían impresionado a sus vecinos el día anterior, pero agregó en su propio comentario que hablaba de la rareza esencial, la falta de confianza y probablemente la maldad del mundo magico. Su audiencia estaba alternativamente hechizada y horrorizada mientras hablaba, para su inmenso placer.
Había un hombre sentado a unas cuantas mesas de distancia, bebiendo tranquilamente un Pimms, con un periódico doblado ante él. Parecía estar leyendo, pero escuchaba con mucha discreción la conversación entre el grupo de conocidos. Había sentido las mismas sospechas que el caballero que hablaba estaba articulando. No estaba dispuesto a abrazar este mundo mágico que acababa de revelarse. Según sus cálculos, ellos mismos crearon el problema, para gran perjuicio e inconveniente de la gente normal. Había estado molesto por eso durante más de una semana, desde que se despertó, en realidad, y estaba muy contento de escuchar a alguien, que incluso había visto a las personas mágicas de cerca, decir los mismos pensamientos que había tenido. Para cuando pagó la cuenta y regresó a su propia oficina, se había enterado del nombre del corpulento caballero que le ofrecía. Se aseguraría de conocer al hombre, ya que parecía que tenían mucho en común.
Vernon llegó casi una hora más tarde de lo habitual al regresar de su almuerzo, y aunque tenía una gran cantidad de trabajo apilado en su escritorio, no le importaba tener que esforzarse realmente durante varias horas para actualizar su trabajo. Este había sido uno de los días más agradables que había tenido en años.
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La pantalla de televisión parpadeó en el salón, mientras Voldemort miraba fascinado.
Estaba tan enamorado del dispositivo cuando se sentó por primera vez frente a él en la casa del antiguo cuidador que insistió en que sus secuaces encontraran la manera de hacer que verlo fuera más accesible y cómodo, preferiblemente en la propia mansión. Encontraron oro en la forma de un niño muggle de 12 años del vecindario, que por un puñado de ese dinero muggle de aspecto extraño, pasó una tarde conectando cosas largas y negras que él llamaba cables desde postes altos en propiedades adyacentes, colocándolos en una trinchera a la mansión, y finalmente tejerlos en el patrón más asombroso, aunque completamente incomprensible, entre una variedad de dispositivos que ensambló con la televisión en la sala de la mansión.
Cuando el niño terminó, sacó una pequeña tableta negra con una variedad de botones y les explicó a las personas mayores que lo habían contratado lo que hacía cada botón y cómo moverse entre dispositivos y canales diferentes. Voldemort había considerado brevemente la idea de matar al chico en lugar de dejarlo ir, pero estaba tan cautivado por las cosas que podía hacer con los diferentes dispositivos que el chico había conectado para ellos que ni siquiera se dio cuenta de que el chico acababa de salir por la puerta.
Las transmisiones de noticias fueron de interés más inmediato, pero como Voldemort dedicó más tiempo a ver las cosas que aparecían en la televisión mientras accedía a los distintos dispositivos, encontró programas que no eran noticias del día, pero que aparentemente se presentaban para entretenimiento. Rápidamente se volvió bastante adicto al Dr. Who y a un programa de juegos durante el día.
Las transmisiones de noticias se volvían cada vez más interesantes.
Los idiotas del Ministerio seguían compartiendo todo tipo de información sobre el mundo mágico, aparentemente esperando que esta nueva apertura condujera a la aceptación y apreciación de la magia. La realeza muggle parecía haber comprado su historia y estaba haciendo todo lo posible para mantener las cosas positivas.
Pero había un trasfondo fuerte, claramente evidente en los periódicos muggles y en sus noticias de televisión, de fuerte desconfianza y miedo. Era solo una cuestión de tiempo, y habría una reacción a gran escala contra el mundo mágico. Ya estaba sucediendo en algunos países. No estaba completamente seguro de la forma que tomaría, o cuándo se volvería demasiado visible para ignorarlo, pero se estaba gestando aquí en Inglaterra.
Voldemort pasó una buena cantidad de tiempo contemplando cómo una reacción muggle contra el mundo mágico influiría en sus planes. Estaba tan absorto en visualizar la reacción y lo devastador que sería para quienes se oponían a él, que casi se pierde los créditos iniciales de Dr. Who cuando llegó el programa esa noche.
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En su pequeña casa en Abbeville, Cornelius Fudge veía los mismos programas de noticias y leía los mismos periódicos que Voldemort desde un sillón de chintz en el salón. Estaba tan emocionado como Voldemort ante la creciente inquietud y desconfianza hacia la magia en Inglaterra. Ya había habido algunos disturbios en algunas de las ciudades más pequeñas aquí en Francia, y parecía que también habían ocurrido en otros países, pero iba a comenzar pronto en Inglaterra.
Cornelius quería volver a Inglaterra para recuperar su posición de autoridad y prestigio. Odiaba vivir como un servidor público retirado, mientras explicaba sus supuestos antecedentes a los pocos en el área que habían tratado de entablar una conversación con él. Este no era su destino.
Todo era cuestión de tiempo, y sintió que el momento se acercaba. Hoy hubo varios informes de manifestaciones antimagia en Londres, así como de ataques a empresas que se cree que son propiedad de brujas y magos en algunas comunidades más pequeñas.
Cornelius había planeado lo suficiente para tener su casa franca en su lugar y fondos disponibles para su uso, e incluso una historia para explicar su presencia en Abbeville, pero estaba planeando algo muy vago para él. Nunca había imaginado completamente lo que podría haber sucedido en Inglaterra que lo haría tener que huir. Así, mientras se sentaba en su casa y desempeñaba su papel de jubilado, contemplaba por primera vez sus próximos pasos.
Mientras miraba las noticias, vio la evidencia de que el sentimiento contra la magia estaba creciendo en Inglaterra. Reflexionó sobre qué recursos tenía a su disposición, qué oportunidades eran exclusivamente suyas para convertir estos eventos a su favor. Había sido Ministro de Magia durante varios años, y se había reunido con el Primer Ministro muggle varias veces, Amelia Bones probablemente ni siquiera había tenido tiempo para presentarse a él. De hecho, era posible que el Primer Ministro ni siquiera supiera que había habido un cambio de liderazgo en el gobierno mágico.
Originalmente había creado la Ley de Registro Mágico como un medio de utilizar al gobierno muggle para asegurarse de que tenía el control total sobre todas las personas mágicas en Inglaterra y nunca podría ser destituido de su cargo como Ministro de Magia. Por supuesto, nunca le había dicho algo así al Primer Ministro. ¿Podría darle un giro a la historia del acto de manera un poco diferente ahora, para su propio beneficio? Por ejemplo, podría decir que vio desarrollos en el mundo mágico que sugerían que se estaban gestando problemas, y buscó darle al gobierno muggle una forma efectiva de controlar lo que estaba sucediendo en el mundo mágico.
Cornelius pensó que eso tenía sentido, pero necesitaba pensarlo un poco más. Probablemente solo tendría una oportunidad de defender su caso. Tenía que establecer claramente que había tratado de ayudar a los muggles y al Primer Ministro al aprobar esa Ley, y luego sugerir alguna acción rápida por parte del Primer Ministro que acercaría a Cornelius a su objetivo de restauración como Ministro de Magia. No había decidido muy bien qué podría ser eso, pero sentía que iba en la dirección correcta con este pensamiento.
Se levantó de la silla y salió de su casa. Había encontrado un modesto café a unas cuadras de distancia que preparaba el pescado local a su gusto, y había comenzado a frecuentar el lugar para cenar. Extrañaba Inglaterra, pero tenía la buena sensación de que pronto estaría de camino a casa.
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Holiiiiiiiiii!!!! me retrase! XD originalmente quería subir este capitulo el 25 de enero pero me retrase, aun que así puedo hacer una cosita:
Feliz cumpleaños ConstanzaBelenGonzal!!!!!!! espero que pasaras un día maravilloso con tu familia
Muy bien, si no tengo problemas ni nada, el día 15 de febrero subiré capitulo denuevo (si no lo hago bombardéenme)