-Girls hit you hallelujah! Girls hit your hallelujah! Girls hit your hallelujah! Cause uptown funk gon' give it to you.
Cause uptown funk gon' give it to you.
Cause uptown funk con' give it to you.
Saturday night and we in the spot, Don't believe me just watch!
El alto volumen de la música ocasionó que se despertara, su vista aún estaba nublada, intentó pararse y salir de la cama, pero lo único que ocasionó fue que obtuviera un fuerte mareo, obligándola a acostarse de nuevo.
-¿Qué está sucediendo? ¡Levy, el volumen está muy alto!
Notaba la pequeña silueta de su mejor amiga, dándole la espalda, ésta hizo caso omiso al comentario de su compañera, probablemente porque; gracias al volumen de la música, no pudo escucharla.
Cuando el mareo pasó, se reincorporó en la cama y se puso de pie. Rápidamente se dirigió hacia Levy y la tomó por los hombros, finalmente viéndola frente a frente.
-¡Lu-chan! ¡Ya has despertado!- Comentó animadamente la joven.
-Levy ¡Baja el volumen!, ¡Nos castigarán si no paras ya!- Mencionó la chica de 19 años en un volumen alto, ya que, si lo hubiera hecho en un tono normal, no la habría escuchado.
-Pero esta es una de las pocas canciones que me gustan, ¡Además de que me pasó algo genial con Gajeel! Tengo que contarte.- La mirada de la chica se iluminó.
-Bueno, cuéntame. ¡Pero baja el volumen ya!
La chica de pequeña estatura se dirigió dando pequeños saltitos hacia el stereo, bajando el volumen alto de la canción a uno aceptable.
A pesar de que la haya despertado, Lucy no estaba molesta. Pues, Levy no acostumbraba despertar a Lucy de esa manera; a decir verdad, Levy prefería el silencio que el ruido o la música demasiado alta ¿Que qué acaba de pasar entonces? Pues, cuando cosas muy buenas le pasan a Levy, ella despierta las ganas de poner música de su gusto a un volumen muy alto.
Sin embargo, Lucy puede tolerar eso a la perfección, ya que se convirtió en su mejor amiga cuando en un principio eran sólo compañeras de habitación.
A pesar de que, en un principio mantuvieron su relación de puro compañerismo, poco a poco descubrieron que tenían bastantes cosas en común; como el gusto por la lectura, el género de música e incluso en los chicos.
Levy lentamente se acercó a su compañera, sin dejar de lado esa linda sonrisa dibujada en su rostro esa mañana.
-¡Gajeel me ha pedido que le ayude a estudiar! Pues se vienen las temporadas de exámenes y dice que no está preparado.- Un leve sonrojo se adueñó de su rostro.- Nos veremos en la biblioteca a las curto de la tarde.
-Lo hizo a propósito. Aunque Gajeel no ponga atención durante clases, por alguna extraña razón, saca calificaciones altas en los exámenes.- Miró a Levy fijamente.- Está más que claro que le interesas.
-¿Lo crees Lu-chan? ¡Waah!- La pequeña hizo una expresión rara.- Creo que será mejor que comience desde este momento a arreglarme, ¡O no lo conseguiré!
-Levy, son las nueve de la mañana, definitivamente tienes tiempo.- Al terminar de decir esto, la chica rió un poco.
-Lo sé, ¡Pero de todas maneras!- La chica de melena azul se dio la media vuelta y se dirigió hacia el baño, cerrando la puerta después de entrar.
Después de esos sucesos, Lucy se dejó caer encima de su cama, quería descansar por unos momentos; pues el mareo aún no se iba por completo.
Pero el descanso no le duró por mucho. La vibración de su celular la desconcentró, ocasionando que tuviera que levantarse y dirigirse por su celular. ¿Quién era la persona quien estaba interrumpiendo su momento de paz?
-Erza...
"¡Buenos día Lucy! ¿Cómo has amanecido? Yo excelentemente bien.
¿Sabes? Un escándalo que hicieron unas locas hizo que me despertara, según Juvia, reprodujeron una canción de un tal "Pluto Wars" o algo así. Espero que no hayan interrumpido tu sueño. Recuerda que son sólo unas vagas sin-vergüenzas, les daremos una golpiza luego. ¡Besos!"
Erza en ocasiones era tenebrosa, se había convertido en una muy íntima amiga suya; y, con el tiempo comprendió que no era imposible de tratar, sino, difícil de tratar. Pero no es una mala chica.
El sonido de una puerta abrirse la obligó a subir la mirada, encontrándose con el pequeño cuerpo de Levy rodeado por una toalla blanca. Su cuerpo y cabello estaban mojados, así que la chica caminaba con cuidado para no resbalarse.
-Estoy nerviosa Lu-chan. ¿Qué tal si las cosas salen mal? ¿Qué tal si lo decepciono o él me decepciona?- El rostro de Levy reflejaba preocupación. Lucy fue acercándose a ella lentamente.
-Las cosas suceden por una razón. Pase lo que pase, seguirás siendo la misma Levy a la que tanto quiero y aprecio, tu felicidad sólo depende de ti misma.- Entonces, lentamente la joven rodeó con sus brazos el cuerpo empapado de su amiga, y ésta le correspondió.- Lo harás bien.
-¡Gracias Lu-chan!- La tierna chica le dedicó una sonrisa cariñosa.
-Bien... Creo que es mi turno, lamentablemente tenemos clases dentro de dos horas.- Lucy se apartó de su amiga, dirigiéndose hacia el baño.
-¡Muy bien, Lu-chan!
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Lucy terminó vistiendo un pantalón color vino oscuro, una camiseta color hueso, una chaqueta negra y zapatillas deportivas color negro. En cuanto a su cabello, hizo con el una trenza de espiga, apoyándola en su hombro izquierdo.
Levy, en cambio, viste con unos shorts color blanco, una camiseta color azul marino y unas zapatillas deportivas color azul marino. Su cuello estaba adornado por una mascada color azul cielo. Su cabello estaba suelto, siendo solamente adornado por una diadema color negro.
Ambas estaban listas para las clases, las cuales, generalmente, no tenían nada fuera de lo común.
Simplemente les colocaban unos cuantos ejercicios, les explicaban nuevos temas y les dejaban tarea.
Claro, no faltaban las personas que no ponían atención en clase, platicaban de videojuegos y hacían bromas o chistes tontos.
Sin embargo, Lucy y Levy eran una de las pocas personas que ponían atención en clase y se esforzaban para avanzar. No por nada son las más solicitadas para estudiar en temporadas de exámenes; Lucy en una ocasión, ayudó a estudiar a Gray, a Cana, a Jet y Droy, inclusive a Erza. Y Levy tiene la misma cantidad de solicitudes, pero ambas lo hacen con gusto, pues les permite aprender nuevos temas o repasarlos.
Y en esta ocasión, Gajeel le pidió ayuda a Levy.
Ambos se ven tan bien juntos... Claramente sienten atracción el uno con el otro y su relación va estupenda.
En cambio ella, no tiene nadie en el ámbito romántico y tampoco tiene un interés amoroso... ¡Está destinada a una vida llena de treinta gatos y soltería!
Nunca en toda su vida ha tenido un novio, pues, desde la adolescencia consideraba que la madurez de los hombres de su edad era casi nula; y que no se tomarían una relación en serio. Así que, durante todo ese tiempo, se había dicho mentalmente "Espera, espera un poco más Lucy", hasta ahora.
En ocasiones habían momentos en los que ella quería obtener un novio a toda costa, pero segundos después de regañaba a sí misma, diciendo que no saldría nada bueno de eso. Y no se equivocaba... pero, ver a los demás logrando una vida amorosa exitosa y ella sentada en una esquina leyendo el teorema de Pitágoras, bebiendo jugo de alfalfa -no literalmente- era frustrante. Quería experimentar ¡Pero el mundo no estaba a su favor!
-¡Lu-chan! ¡CUI-!
Fue demasiado tarde, terminó golpeándose contra el cuerpo de un sujeto e iba a caer al suelo, de no ser porque el extraño hombre logró sujetarla de la muñeca, evitando que se cayera. ¿De verdad? ¿Tan distraída estaba que, de un pequeño golpe, perdió el equilibro y estuvo a centímetros de caerse? Debía de dejar de pensar en tantas cosas al caminar, o terminaría siendo atropellada por una camioneta algún día.
-¡Lu-chan! ¿Estás bien?- Levy se acercó rápidamente a Lucy. Ésta se reincorporó, volviendo a una posición normal.
-¿Todo bien?- Se escuchó una voz masculina, Lucy alzó la vista a su pequeño salvador. Era un chico de cabello rubio, con una perforación en el oído izquierdo.
-Sí... Estoy bien.- La chica volteó en dirección a Levy, sonriéndole. La chica pequeña suspiró, en señal de tranquilidad.- Gracias por evitar mi caída, lamento haberte golpeado y causarte tantas molestias.- La chica se disculpó avergonzada.
-No te preocupes, yo también estaba distraído, sino lo hubiera estado; todo hubiera sido diferente.- El chico le dedicó una sonrisa que hubiera derretido el corazón de cualquier chica.- Un gusto haber tropezado contigo, mi nombre es Sting Eucliffe.
-Mucho gusto.- Lucy soltó una pequeña risita.- Mi nombre es Lucy Heartfilia y ella es Levy McGarden.
-¡Oh! Claro, Levy. Gajeel me ha hablado mucho de ti.
-¿Ga-Gajeel qué?- Levy quedó en shock, pudo jurar que escuchó el grito interno que lanzó la chica de cabello azul.
-Sí, incluso en ocasiones los he visto hablar.- Sting rascó su nuca.- Lucya-san, Levy-san, ¿Tienen algo que hacer en la tarde?
-En mi caso, yo tengo que estudiar con Gajeel a las cuatro de la tarde.- Mencionó Levy, algo confundida.
-Ya veo... ¿Y qué hay de ti Lucy-san?- El rostro de Sting se sonrojó levemente.
-Ehh.. No estaré ocupada.- Respondió Lucy, para después tragar saliva.
-¡Qué bien! ¿Les gustaría ir a ver el partido de fútbol americano en el campo a las siete de la noche?- Sentenció con una sonrisa.
-¡Claro! ¡Suena divertido! ¿Podemos invitar a unas amigas?- Contestó animadamente Levy.
-Claro, mientras sean más, mejor. Y Gajeel y yo estamos en el equipo, jugaremos contra el equipo de otra universidad.- Al momento de decir Gajeel, el chico miró a Levy; ésta se volvió hielo por la indirecta tan directa.
-Definitivamente iremos a verlos.- Comentó Lucy, haciendo que Levy le dedicara una mueca extraña.
-¡Perfecto!- El rostro del chico se tornó rojo tras darse cuenta del volumen de su voz en su comentario. Dio una risita incómoda, haciendo que Lucy se sonrojara.- Bien pues... Las estaremos esperando.
-C-Claro.- Lucy sonrió nerviosamente, despidiéndose del chico. Sting fue alejándose lentamente hasta desaparecer por el pasillo.
Eso fue un poco extraño, ahora estaban invitadas al partido de americano; Lucy comenzó a recordar que había visto a Sting un par de veces, hablando con sus amigos y participando en clase. No era un mal chico, siempre fue amable con todos, incluso fue amable con ella cuando a causa de su torpeza le pegó. Por su apariencia física, pensaba que era una mala persona, por dios, ¡Pero qué prejuiciosa se sentía! Por lo menos había aprendido de su error.
Miró a Levy, aún seguía de piedra y con una mueca extraña en la cara. Lucy rió por esto y le dio una palmada en la espalda para sacarla de su trance.
-Despierta Levy.- Comentó divertida la chica.
-Aún no me lo creo... - Suspiró y se encogió de hombros.- Bueno, ¿Qué se puede hacer?
Ambas rieron y se dirigieron hacia sus aulas.
Habían tenido una mañana interesante, fuera de lo común, más bien.
Parece ser que los dioses le habían dado por fin una oportunidad de tener una vida que cualquier chica de su edad tendría, por fin lo interesante surgiría; pero, lo que no sabía, era que sería mucho más de lo que ella pensaba
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¡Buenas a todos y todas!
Espero que les haya gustado el primer capítulo de este Fic que planeo subir.
Sé que parece más StingLu que NaLu, pero ehh, tocó con calma; que poco a poco se desarrollará la trama.
¡Acepto quejas, sugerencias y comentarios con los brazos abiertos!
Saludos~