Eras Tan Para Mí

By Valentina2210

3.4K 163 31

"Algunas personas causan felicidad a donde van; otras, cuando se van" Oscar Wilde ¿si no fuera el final que... More

Eras Tan Para Mí
La Primera Vez Que Te Ví
Sueños
Bailar bien, Bailar mal
Inteligencia Dormida
Quiero Conocerte
Abriendo mi Corazón
Mientes
Todo me Recuerda a Ti
Quédate Conmigo
Cuando Miro en tus Ojos
Celos
Quizás seas tú
Perdóname
Entiéndeme
Ven Aquí
Confío en Ti
Siempre
No Tardes
Adivinanzas
Dejenme Llorar
Pesadillas
Sólo me Confundes
Un Beso Más
Más Problemas
Te Quise
Un Clavo Saca Otro Clavo
Sólo Alguien Así - Primera Parte
Sólo Alguien Así - Segunda Parte
Una Elección
Finalmente Tú
Vamos por Ancho Camino
La Primera Cita - Primera Parte
La Primera Cita - Segunda Parte
Padres
No me Dejarás Caer
Bella Notte
La palabra con A

Vicente

38 2 0
By Valentina2210

Había tenido la tarde más maravillosa de todas, desde que volví a casa, no he parado de sonreír y pensar en él. Al irme a la cama, también no paré de pensar en él, incluso me costó quedarme dormida.

Al no poder dormir tanto, no soñé con nosotros, pero por lo menos dormí lo suficiente para evitar las ojeras a la mañana siguiente.

Salí temprano en la mañana y crucé la calle cercana a mi casa. Sabía que él estaría ahí. Y lo estaba.

Me acerqué a él, corriendo de la emoción, lo rodé con mis brazos y sólo miraba sus ojos, aún no podía besarlo como si nada, pero al parecer, él si podía.

Me besó de un segundo a otro, uniendo nuestros labios en una suave danza que no quería terminar. Cuando nos separamos, le dije:

- Buenos días - No paraba de mirar sus labios, deseosa por otro beso.

- Buenos días - Me volvió a besar, fue mucho más corto pero tan lleno de un sentimiento nuevo.

Sonreíamos como tontos, nos encaminamos al paradero del bus.

Hablamos de todo durante el camino, menos del tema que quería abarcar. Hasta hace poco habíamos confirmado nuestra relación, pero no se habían aclarado las cosas con Vicente.

- Joaquín quiero hablarte de algo - Su expresión tomó la preocupación de un segundo a otro.

- ¿Pasa algo malo?.

- No, es que siento que debo decirle a Vicente lo nuestro - Se puso serio y evitó mi mirada.

- ¿Y por qué tendría que saberlo por ti? - Su tono dulce se puso un poco ¿celoso?.

- Debe saberlo por mi, pero antes de decirme algo, escúchame - En seguida su mirada algo distante se posó en mi, cambiando a una mas preocupada que antes - Justo el día que me declaraste tus sentimientos, también lo hizo Vicente. Le dije que le daría una respuesta cuando lo supiera. Ahora lo sé, que no lo quiero a él.

Su expresión sería cambió a una sonrisa, pero su mirada seguía con la preocupación de antes.

- ¿Quieres que te acompañe? - Admiré su preocupación - La última vez fue muy violento y no me gustaría verte en el hospital.

- No te preocupes, no creo que suceda.

No quería que saliera lastimado, pero no estaba muy contenta por esto.  Sabía que Vicente no reaccionaría bien, o violento o con tristeza, ninguna opción me gustaba.

Llegando casi a la calle de la escuela, pude ver muchos estudiantes, y comencé a preocuparme. Nos verían juntos y quizás él no quisiera eso, todavía.

Pero, de repente, tomó mi mano y la apretó con dulzura.

- Nos verán todos y quizás piesen cosas - Su expresión fue de tristeza.

- ¿No quieres que nos vean juntos? - Soltó mi mano y miró al suelo.

- No, no es eso - Tomé su mano y la apreté - Creía que tu no querías.

Sonrió y comenzó a reírse.

- He querido estar contigo desde hace mucho tiempo, no lo voy a retrasar por lo que digan los demás.

Cada vez que susurraba esas lindas palabras en mi oído,  sentía que en mi estómago algo estuviera bailando, haciéndome cosquillas.

Seguimos el camino, tomados de la mano. Varios chicos y chicas se nos quedaron viendo, algunas enfadadas, algunos sorprendidos y otros sólo nos miraban y ya.

Antes de entrar por la puerta, divisé a lo lejos a Bárbara, quien sólo quería saber lo que pasaba. Al vernos, su cara se oscureció poco a poco. A pesar de todo, debería sentirme bien con sus celos, pero ella no hacía más que recordarme como estaba yo hasta hace unas semanas. Me sentí mal por ella.

Como todo un caballero, me dejó en la entrada de mi salón, y para mi mala suerte robó un beso de mis labios, varios compañeros se quedaron viendo y comenzaron a burlarse de nosotros.

En mi asiento, pensaba en como enfrentar el problema con Vicente, era bastante difícil. Supongo que sería más apropiado llamarlo después de clases, así podríamos hablar con tranquilidad.

Aún me preocupaba Joaquín, por cómo reaccionaría. ¿Me espiaría si fuese necesario?.

Sonó el timbre y comenzó la clase. Tomé los apuntes necesarios, pero mi mente vagaba de allá para acá.

Ya nos encontrábamos por terminar el año y pronto los chicos, un curso mayor, se graduarían. Un curso... mayor...

Joaquín esta a punto de ¿graduarse?.

No me había percatado de eso hasta ahora. Pensaba que nos quedaba mucho tiempo, pero el año ya se esta llendo de nuestras manos.

Preferí dejar de pensar en el futuro y me centré en la clase. Unos minutos más y tocaron para el recreo.

Me propuse ir al salón de Vicente con la intención de que habláramos en la tarde.

Fui hasta su salón, donde recibí varias miradas furtivas y malas señas. Gracias a Dios, Vicente estaba fuera de su salón.

- Hola - Le dije cuando llegué cerca de él.

Me sonrió, como era habitual, pude respirar al saber que nadie había comentado algo o se hubiera enterado.

- Buenos días linda - Se acercó para besarme. Como acto reflejo, corrí la cara.

- Necesito hablar contigo hoy en la tarde, después de clases. ¿Puedes?.

- Si, claro.

- Entonces nos vemos - Tomó mi brazo cuando ya me estaba por ir.

- Quédate un rato, charlemos.

- OK, ¿de qué quieres hablar? - Deseaba con todas mis fuerzas que Joaquín no nos viera.

- Pensé que me preguntarías por qué falté a clase - Había estado tan ensimismada en mi tarde con Joaquín que ni siquiera me había detenido a pensar en eso.

- Cierto, ¿Qué te pasó?.

Su cara se tornó seria cuando lo dije. El pobre se sintió ofendido porque no me había acordado de él. Me dió pena.

- Estaba como angustiado. Como cuando te estresas por algún examen. Pero no hemos tenido ninguno desde el mes pasado. Es ilógico ¿no?.

Me sentía más culpable que antes, ¿cómo podría decirle que no quería estar con él si estaba angustiado?  Se sentiría aún peor. No quería ni imaginarme como estaría él.

- ¿Pero estas bien?.

- Supongo que sí. Por lo menos ahora estoy bien.

Se sentía incómodo el ambiente, así que quise irme en cuanto llegué.

- Tengo tarea que hacer, nos vemos después - Me estaba por ir cuando, de nuevo, tomó mi brazo.

- ¿Quieres almorzar conmigo hoy?.

Mierda.

- Lo siento, se lo prometí a mis amigas que hoy iría con ellas.

Algo desanimado, asintió.

- De acuerdo, nos vemos después.

Dejándome ir y con el corazón en la mano, sentía que podía volver a respirar con tranquilidad. Por lo menos por ahora.

La siguiente clase comenzó y volví a mi asiento. Pude prestar atención pero mi mente se divertía con mi imaginación y me jugaba malas pasadas.

¿Joaquín irá a su graduación? ¿Qué querrá estudiar? ¿Irá a la universidad? ¿Estará en la ciudad o se irá lejos?.

Tocaron la campana para el recreo. Tomé mis cosas y comencé a guardarlas en mi mochila. Hasta oír mi nombre en la puerta.

- Disculpa ¿Está Victoria?.

- Victoria, tu novio te busca.

Mis mejillas ardían. Estaba pensando en decir que no era mi novio, y recordé que lo es, desde ayer, oficialmente.

- Hola - Aunque me hayan fastidiado por él, estaba feliz de verlo.

- Hola - Se acercó y depositó un beso en mi cuello - ¿Ha sabido algo de Vicente?.

- ¿Has venido sólo para saber de eso? - Mentí, actuaba como si estuviese enfadada con él por su comportamiento.

- No, es una excusa para venir a verte - Se acercó y me abrazó por la cintura, tenía su cabeza en mi cuello - Adoro tu olor.

Comencé a ponerme nerviosa, cualquier profesor o inspector podría pasar por aquí y llamar nuestra atención, pero no había nadie, traté de disfrutar su dulce toque.

- En la mañana subí a verla - Se tensó un poco y se separó de mi.

- ¿Y qué te dijo?.

- Le dije que quería hablar con él después, y me comentó porqué había faltado a clase - Estaba con su ceño fruncido muy marcado.

- Está bien, ¿estás segura que no quieres que te acompañe?.

- Muy segura, estaré bien.

- ¿Almorzamos juntos hoy? - Quería almorzar con él, pero si Vicente nos veía se complicarían las cosas.

- Me encantaría, pero Vicente me preguntó lo mismo - Su cara se estaba tiñiendo de ira - y le dije que almorzaría con las chicas. Entiende que no quiero problemas antes de que hablemos.

Estaba notablemente  molesto por ello. Miré a mi alrededor y no había ningún par de ojos curiosos. Rápidamente tomé su mentón y le entregué todo mi querer en aquel beso. Intentó mantenerse quieto, a los 3 segundos cedió a mi ritmo. Nuestro beso se fue intensificando, cuando ya me faltó el aire, me separé de él.

- Adiós - Se acercó y susurró en mi oído - Debería enfadarme contigo más seguido para que me besaras así siempre.

Se fue, y me dejó con más ganas de besarlo, de abrazarlo y todo.

La calse siguiente fue algo larga, pero pasé de largo de ella, esperando el almuerzo. Aunque no se notara, tenía hambre y mis tripas no dejaban de decírmelo.

Llegado el almuerzo, salí del salón con las chicas, que no paraban de hablar sobre la clase. Pude divisar a Joaquín que estaba con sus amigos, me miró y me guiñó el ojo, sentía que todo en mi se caía.

También pude ver  Vicente, que hizo lo mismo que Joaquín, aunque no me puse nerviosa, me incomodé. Sólo lo saludé con la mano.

No tenía muchas ganas de ir a calentar al microondas, pero debía hacerlo. Caminé viendo mis pies moverse, pensando en todo lo ocurrido estos días. Aún no me lo creía.

Puse mi almuerzo dentro, puse unos minutos y me dirigí a la masa de estudiantes que entraban y salían del casino. En eso, distinguí a Bárbara. Ésta estaba con el maquillaje mucho más intenso que antes, sus labios rojos destacaban entre los demás. En eso, caminó a la mesa de Joaquín, ¿para qué?.

Lo miró, él miraba el suelo. Lo tomó de la mano, Joaquín forcejeó para librarse de su agarre. Ésta lo tomó más fuerte que antes y lo guió hasta la entrada del casino. Decidí seguirlos.

Me intrigaba de sobremanera, y no permitiría no enterarme de lo que mi novio y su ex debían conversar. Los divisé cerca y me escondí en un pasillo cercano.

- ¿Qué es lo que quieres? - Se notaba que Joaquín no le agradaba lo más mínimo estar ahí, su voz estaba cansada.

- Quiero aclarar las cosas contigo, ¿qué hacías hoy con esa zorra de la mano? - ¿Me llamó zorra?¿a mí?.

- No la llames así, ella no es así - Hubo un silencio - Y sí, estaba de la mano con mi novia en la mañana.

- Pero creí que yo era tu novia - Su voz se quebró al final de la frase.

- Tu te hiciste tus propias expectativas, que yo recuerde nunca te lo pedí - Joaquín, se más tierno con ella, no seas así, tú no eres así.

- Pero... estabamos bien... ¿qué pasó?.

Sentí el suspiro de Joaquín, cansado. Me dió mucha lástima la chica, ella no tenía la culpa de nada. Fui yo la que se metió en su relación.

- Lo que sucede es que yo no me porté bien contigo, yo nunca te quise de esa manera, sólo salía contigo porque me agradabas, y los besos, bueno... me confundí.

- Pero, yo te quería.

- Lo siento, no debí hacerlo, la verdad es que fui un idiota al hacerlo y me arrepiento mucho. Eso no se debe hacer, lo sé, pero me sentía tan solo. Y tu te ofreciste, como si nada - Esa no es excusa, aunque ella se hubiera ofrecido, no es para que juegues así con sus sentimientos.

- Ok - Estaba llorando.

Hubo un silencio. Me asomé a ver que ocurría, pude ver cómo Bárbara se acercó a Joaquín para besarlo y éste se dejó. Algo en mi pecho volvió a doler, pero el dolor paró cuando él la tomó por los hombros y le dijo:

- Lo siento, pero la persona que quiero no eres tú.

La chica comenzó a llorar desconsoladamente, sin parar. Joaquín la abrazó y ésta dejó su rastro de lágrimas en su hombro. Sentí ganas de llorar, no porque se hubieran besado o porque ahora estaban abrazados, podía sentir el dolor de ella, y lo sentía como el mío.

Bárbara salió corriendo al baño, Joaquín se quedó mirándola y se fue. Antes de pasar por donde yo estaba, salí del pasillo y me enfrenté a él. Su cara estaba pálida y estaba asustado.

- ¿Lo viste? - Asentí, y las lágrimas me delataron.

Corrió hacía mi y me abrazó. Él también sentía la pena que emanaba de mi.

- Lo siento, pero si la detenía ella estaría más herida que ahora, supongo - Él creía que estaba enfadada con él, se estaba justificando.

- Me alegra que lo hicieras.

- ¿De qué hablas?.

- No lloro por lo que vi, lloro porque sé como ella se siente, sé lo que es ver a la persona que quieres con otra, y que en tu cara te diga que no siente lo que tú - Lloré con más fuerza que antes.

- Perdóname, creo que soy pésimo en esto.

- Lo eres, debiste ser más amable y tierno con ella, como lo eres conmigo.

- No puedo ser tierno y amable con todo el mundo, más que con mi novia - Levantó mi mentón y besó mis labios, me dejé llevar por aquella danza de nuestras bocas, deseándo más. Sentía que todo estaba bien. Abrazó mi cintura y me apretó contra él. Su tacto lo necesitaba.

- ¡VICTORIA! - Alguien gritó a mi espalda, Joaquín se separó y miró encima de mi hombro, me soltó y furiosos fue a su encuentro.

Vicente tenía la cara roja de ira, sus ojos sólo miraban con odio a cualquiera. Gracias a Dios, estabamos en un lugar muy apartado del resto de los estudiantes, sería un problema si nos ven.

- ¿Qué quieres? - El tono de Joaquín mostraba su ira, pero no levantó los puños ni mucho menos.

- Quiero hablar con ella, no contigo - Cortó la conversación y se dirigió a mi, lleno de ira.

- Vicente, quería hablar de eso cont... - No me dejó terminar, cuando un golpe se interpuso, mi mejilla ardía, debido a la cachetada que me había dado Vicente. Era como revivir todo lo que había ocurrido, no quería ir al hospital o a la enfermería por eso.

Joaquín, en seguida vino a mi encuentro, me sostuvo para no caer de la impresión, menos por haberme desmayado. Se interpuso entre Vicente y yo.

- ¡ERES UNA PERRA!¡UNA PUTA! - Pude ver como Joaquín me soltaba y agarró a Vicente del cuello, lo elevó y lo sostuvo contra la pared.

- ¡NO LA LLAMES ASÍ NUNCA, IMBÉCIL! Ella iba a hablar contigo, en un momento y lugar más calmado, te lo explicaría todo. No quería porque sabía que saldrías herido de esto, pero lo hizo por tu bien y por el mío. ¿Acaso no te das cuenta?, te tiene tanto cariño y aprecio que no quiere que te golpee, quiere que estés bien - Poco a poco, comenzó a bajarlo.

Vicente comenzó a poner su expresión seria en el rostro, demostrando que estaba escuchando a Joaquín, poco a poco, fue entendiendo. Era como si Joaquín hubiera leído mis pensamientos, como si supiera como me sentía, sin haberselo dicho.

- Vicente, quería decírtelo, creí que era lo correcto que fueras el primero en saber que mis sentimientos no corresponden a los tuyos, sino que a alguien más - Callé, Joaquín se separó de Vicente y vino hasta mi, sostuvo mi mano y le dio un pequeño apretón, dándome apoyo.

- Pero... me dijiste que estaríamos juntos, dijiste que sentías algo por mi - Me sentí tan culpable y mal, como Joaquín se sintió con Bárbara, comprendí su manera de actuar.

- Lo dije, pero fue mi soledad la que habló, sabes mejor que nadie lo que sufrí y lo que me dolió todo, y que estaba dispuesta a dejar el dolor para estar contigo... - No me dejó terminar.

- Y si sufrías tanto, y si tenías tanto rencor, ¿por qué estás con él? - Volvía a estar enojado - ¿Por qué no lo dejaste cuando fuiste capaz?, él te hizo mucho daño.

Joaquín me miraba con tristeza en sus ojos, sabía que estaba sintiendo la culpa que antes no sabía, Vicente lo uso en su contra.

- Sí, ella sufrió mucho por eso, lloraba en mi hombro, cuando podía evitaba salir para no encontrarse contigo, no escuchaba música porque la deprimía, hizo esfuerzos para venir a almorzar, sabiendo que te vería con esa chica con la que estabas - Me sorprendí de lo que había sido capaz de hacer, sintiéndome como mierda durante todo ese tiempo.

Vicente sonrió, satisfecho de que eso afectara a Joaquín, que estaba pálido y su rostro parecía como si alguien lo hubiera apuñalado.

- Sé que eso hice, pero ahora estoy segura de esto, Vicente. Quiero a Joaquín y quiero que esté a mi lado, porque sé que si no estuviera conmigo, estaría peor - Joaquín me miró y su sonrisa era triste.

- Como quieras - Vicente se fue.

No pensé en seguirlo, estaría enojado por un tiempo, pero cuando ya se haya calmado todo, intentaría arreglar todo, por ahora no.

- No sabía que habías sufrido tanto - Joaquín tenía la mirada triste y pérdida, no era la suya.

- Pero no es sufrimiento, es más bien el esfuerzo, me esforcé y aquí estoy, feliz - Le sonreí, él cayó a mis pies.

- Perdóname, no debí hacerlo. Te pediría que ya no fueras más mi novia - Sentí que la herida se abría - Pero soy demasiado egoísta para hacerlo, te quiero demasiado como para pedirte que te alejaras de mi, ¿puedes estar conmigo? - Sonaba sincero.

- Me alegra que seas egoísta, sí, quiero estar contigo.

Se levantó y nos abrazamos por lo que pareció una eternidad, nuestras frentes juntas hacían una perfecta combinación de nosotros, como si encajáramos.

- Joaquín, ¿estaría bien si te digo que estoy feliz? ¿dejarás de pensar en lo que sufrí?, espero que así sea, no soportaré verte mal por mi culpa, nunca más.

PD: Holaaa, perdón por la demoraa. El capítulo es algo largo, pero muy muy informativo, les doy las gracias por todo a todos los que leen el libro, los amodoro<3<3

Continue Reading

You'll Also Like

6.5M 314K 104
El prominente abogado Bastian Davis conocido como "El Lobo de Minnesota" ha decidido casarse con unas de las hijas de Rob Walton y todo para unir fue...
481K 36.9K 54
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...
834K 36.9K 49
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
66K 6.6K 21
Esto es despues de los sucesos de la pelicula (Extremadamente Goofy 2) despues de que Max junto a su padre lograron ganar la competencia de Los juego...