La palabra con A

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No tengo otro recuerdo que este en mi memoria con tanta claridad como aquel, donde el tiempo pudo detenerse y sólo existiamos él y yo. Fue mágico.

Recuerdo que mis mejillas tomaron un intenso color rojo, nos miramos un largo período de tiempo, en donde pude verificar lo que sus ojos querían transmitirme. Él me amaba y yo, estaba tan extasiada que no pude articular palabra.

No era un silencio incómodo, era agradable sentir un aire de misterio que nos envolvía. Unas ganas irremediables de besarle se apoderaron de mi, cediendo a mi deseo.

No nos detuvimos ni un segundo, estaba tan sofocada, pero sólo quería continuar. Pensaba que de esa manera podía expresarle lo que yo sentía.

Él intensificó mi ritmo cardíaco, cada vez llendo más lejos, recordé que estábamos en un lugar público y creo  que es ilegal llegar a tal punto.

Me detuve y él también pareció haberse dado cuenta de lo mismo. Tomó mi cintura, me besó en las mejillas, en la frente, en la yugular y por último en los labios.

Se levantó y me ayudó a seguirle camino de vuelta a su casa. No hablamos en todo el trayecto, pero estaba segura que sólo disfrutábamos del momento. Lo observé mientras caminaba y su sonrisa cada vez se notaba más, como si no fuera a quitársela nunca.

Al llegar a casa, Sofía nos enfrentó un poco furiosa.

- ¿Dónde estaban?, quería jugar un poco con Victoria y te la llevas así nada más, que grosero - Estaba con aquellos berrinches tan encantadores que me hizo recordar a mi hermano.

- Sólo fuimos a caminar un rato.

Me despedí de su padre y de Sofía, prometiendole que jugaríamos a lo que ella quisiera alguna vez.

De camino a mi casa, el trayecto también fue en silencio, sólo escuchando el motor, la música proviniendo de la radio y nuestras respiraciones acompasadas.

De repente sonó una canción que me gusta mucho en la radio, una de Maroon 5 que se llama She Will Be Loved.

Comencé a tararearla, subiendo un poco el volumen.

- She will be loved, she will be loved (Ella siempre será amada).

De sólo pensar en lo que significaba me hacía sonreír como una idiota.

Al llegar a casa, divisé las luces del interior de la habitación de mis padres, los perros comenzaron a ladrar, anunciando que había llegado.

- La pase muy bien con tu familia, dales las gracias de mi parte.

Estaba por bajarme del vehículo, cuando agarró mi muñeca, me guió contra su torso y me abrazó de manera improvisada.

- Has sido la primera que he llevado a conocer a mi padre, y a mi hermana por supuesto - No lo sabía, y era un honor.

Lo miré y sólo hacía que estuviera más segura de mis sentimientos hacia él, pero claro, quería encontrar el momento correcto para decírselo.

Lo besé más y mejor que antes, no sólo con amor, sino con un deseo de tenerlo conmigo que antes no había sentido, ni siquiera pensado en eso.

- Llama cuando llegues a casa ¿Si?.

- Claro hermosa, te llamaré luego.

- Cuídate - Cerré la puerta detrás de mi y con la llave que llevaba en la mochila, abrí la puerta principal. Al cerrar la puerta, escuché su motor encenderse y partir de vuelta.

Abrí cada una de las puertas que me guiarían hasta mi habitación, hasta que mamá llamó desde su cuarto.

- ¿Hija, Cómo te fue?.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2016 ⏰

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