Emily Wolf ©

By Sexygyal

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[Emily es secretaria de la famosa directora de la revista "Cúspide of moda". Su rutina se ve alterada por la... More

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI (parte I)
Capítulo XVI (parte II)
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Epílogo
NOTA DE LA ESCRITORA
Huellas de Wolf (SEGUNDA PARTE)

Capítulo VI

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By Sexygyal

Sonó el despertador, cogí el móvil y apagué la aplicación.

-Menuda pereza- pensé- y si hoy no voy al trabajo, ¿Pasa algo?, le podría enviar un mensaje a Alex diciéndole que me ha sentado mal la cena de ayer y pasarme el día en casa, en la cama. Podría, podría.

Cogí el móvil y no me creí leer el último mensaje que había llegado a la bandeja de entrada.

De. Alex Willliams
Para: Emily Green

Nena, hoy al final no hace falta que vengas a la oficina. He enviado mensajes a todos los trabajadores que hoy se cierra la oficina por reformas, me apetecía cambiar el aire del despacho. Espero que podamos quedar para almorzar.

-Siiiii- grité haciendo pegar un salto asustado a Buster- el destino me sonríe.

Me fuí a la ducha y me quedé observando el baño un buen rato antes de decidirme.

-Hoy toca bañera- dije mirando a Buster.

Me quité el pijama y lo dejé en el suelo, llené la bañera y le puse al agua unas sales que me había regalado Melissa para un cumpleaños.

Conecté mi Ipod a la mini-cadena de mi habbitación y puse la música a tope.

-Baja el volúmen de eso- me gritó Melissa desde su habitación.

-No- le grité- hoy es un día espléndido, levantate, hoy nos vamos de compras.

-¿Has dicho compras?- dijo Melissa ya casi en la puerta del baño- ¿Y la oficina?

-Hoy están de reformas así que no hay trabajo por hoy.

-Oh, yo llamaré i diré que estoy enferma- dijo Melissa metiendose ella en la bañera que había preparado para mi.

-Pero serás p***....promiscua- dije entre risas.

-Eh, el que se despista llega tarde- dijo removiendose entre la espuma.

-Preparate que ahora voy yo- dije casi sin darle tiempo a reaccionar.

-Oye aparta tu pie, no cabemos las dos.

-Estate quieta tu.

Hacía tiempo que no hacíamos eso. Desde la universidad si no recuerdo mal.

-Planeemos el día de hoy, nos lo vamos a pasar en grande- me dijo Melissa.

-Podríamos ir al centro comercial y gastar un poco- dije.

-Exelente- me dijo Melissa repiqueteando sus dedos como imitando a un personaje de una serie famosa.

-Después a la hora de almorzar podríamos quedar con Roger y Alex.

-Buena idea- me dijo Melissa haciendo cara de sorpresa- Así que al final tu y Alex....

-Yo y Alex lo intentaremos- dije interrumpiendola- supongo- añadí sin muchha convinción.

-Perfecto- dijo levantandose y cogiendo una toalla- vamos a vestirnos, desayunaremos en el centro comercial.

Me sequé y me puse una falda alta hasta la rodilla de color beige, una camisa blanca por dentro de la falda y a la altura de la cintura un fino cinturón marrón.

Salí de la habitación secandome el pelo con la toalla.

-¿Cómo te has vestido?- le pregunté a Melissa desde el baño.

-Tachán- dijo apareciendo en la puerta del baño mientras yo enchufava el secador.

Iba muy elegante con un vestido bastante ajustado de color gris con un cinturón rojo a la cintura, unos zapatos de tacón rojos y unas gafas de sol enormes.

-Guau Melissa, estás fenomenal, fuera de lo normal, no se como lo haces pero siempre sales de casa con un super style.

-Anda, acaba de secarte el pelo y vamos a maquillarnos- dijo riendose.

Me puse un poco de espuma en el pelo y me lo sequé con el difusor, daba gusto llebar el pelo suelto, entre semana estoy acostumbrada a llevarlo recogido en un moño apretado.

Me dejé maquillar por Melissa y cogimoss todo lo necessario, el bolso con las tarjetas, y pedimos un taxi hasta el centro comercial.

A llegar al centro nos dirijimos a la cafetería italiana para tomarnos un cappuccino cada una.

-Uy, hace tiempo que no venimos- me dijo señalandome disimuladamente al camarero.

-Melissa, tienes novio, anda controlate- dije riéndome.

-Ya lo se, pero mirar es gratis y no le hago daño a nadie.

-Bueno va, ¿Por dónde empezamos a gastar?

Nos levantamos, pagamos los cappuccino y empezamos a recorer cada una de las tiendas del centro comercial.

Cuando miré el reloj me soprendí.

-Ya son las 12.45- le dije a Melissa.

-¿Enserio? Pues sí, y creo que va siendo hora de volver a la ciudad y quedar con los chicos.

Volvimos a coger un taxi y fuimos a un nuevo bar que habían abierto muy cerca de mi oficina.

-Llamaré a Roger para ver por dónde está.

Le hice gesto de aprobación, mientras sostenía el móvil cerca de su oreja ví como se le ilumió la cara cuando Roger descolgó y contestó.

-Cariño, buenos días.

-Buenos días nena- oí a Roger.

-Hoy con Emily hemos ido de compras y había pensado que podríamos almorzar juntos.

-Claro nena, yo estoy en el centro con Alex.

--¿Estás con Alex?- repitió Melissa mirandome y guiñándome un ojo.

-Alex, mi novia está con Emily, ¿Te apetece que almorcemos todos juntos?- oí a Roger hablar con Alex- Alex se apunta, ¿Dónde tenian pensado almorzar?

-Pues, ahora estamos llegando a Cool, el nuevo bar que han abierto cerca del centro.

-Allí nos vemos y decidimos. Te quiero nena.

-Yo también amor- dijo Melissa con cara de boba y colgó.

-Menuda cara de estúpida que se te queda cuando hablas con él- dije mientras bajaba del taxi y Melissa pagaba al taxista.

-Eso es amor- me dijo ofendida- Y por cierto, cuando he dicho que Roger estaba con Alex tú has puesto la misma cara...

-Mentira- dije intentando disimular la sonrisa.

-Anda. vé a la barra y pide dos martinis que iré a sentarme a guardar mesa, boba- dijo cogiéndome de las manos mis bolsas de compras.

Me acerqué a la barra y pedí los dos martinis y señalé que los llevaran a la mesa dónde estaba Melissa y todas nuestras bolsas. El camarero asintió y me fuí a sentar frente a Melissa.

-Hagamos repaso de compras, esta es la parte más divertida.

-Me he comprado dos conjuntos de lencería fina divinos.

-Uy tu vas fuerte a por Alex ¿No?- dijo riéndose.

-Calla y dejame acabar de decirte lo que me he comprado- le dije frunciendo el ceño.

-Bueno me callo, y deja de fruncir el ceño que te saldrán arrugas.

-He comprado un par de pendientes simples de una perla y el collar a juego- seguí contando ignorando lo que me había dicho Melissa- también he cogido un trench por encima de la rodilla en color beige, y el resto son camisetas, pantalones y faldas. Lo típico.

-Bien ahora mi turno- dijo Melissa emocionada- cuando tu estabas buscando en VS's tu lencería, yo también estaba buscando algo con lo que impresionar a Roger y he encontrado un body de encaje transparente con un tanga a juego. Es la compra del día, el resto sí, también es lo típico.

En ese momento los chicos llegaron.

-Se nota que habéis ido de compras- dijo Roger cómicamente.

-Espero que no os habréis gastado todo el dinero- dijo Alex.

-Nooo- contestamos al unísono Melissa y yo sonando poco convincentes.

-¿Chicas habéis pedido ya?- dijo Alex

-Sí

-¿Roger tu que quieres? Iré a pedir.

-Un gin tónic mismo.

Alex desapareció hacia la barra y Roger se sentó al lado de Melissa, le dió un apasionado beso y yo giré los ojos poniéndolos en blanco.

-Bueno Emily, así que tu y Alex...

-Ale, otro igual, hoy a la mañana tu novia me ha dicho lo mismo, así que reiteraré la respuesta, no tenemos nada, pero veremos que sucede.

-Bien bien.

Llegó Alex y se sentó a mi lado, cogió mi mano, que estaba apoyada encima de la mesa, y me beó el dorso de esta.

-Hola nena- me dijo suavemente.

Ví como a Melissa se le caía la baba, definitivamente era estúpida de vez en  cuando. Me sonrojé y Alex se dió cuenta y esbozó una sonrisa.

-¿Que habéis comprado?- preguntó Alex desviando la mirada a las bolsas.

Mire a Melissa y esta me hizo seña con el dedo de que no dijera nada sobre su sorpresita para Roger. Me reí y miré a Roger que nos miraba a las dos intentando entender que ocultábamos.

-Ah, ropa, mucha ropa.

Llegó por fin el camarero con nuestras copas.

Roger y Alex monopolizaban la conversación. Melissa y yo, sorprendentemente nos dedicabamos a beber y oír lo que comentaban.

Me sobresalté cuando Alex apoyó su mano en mi muslo trazando pequeños círculos con el pulgar, pero para nada rechacé la acción.

-Tengo hambre- me susurró Melissa llevándose las manos al estómago.

-Yo también- le dije asintiendo con la cabeza.

-Bueno niñas- dijo Roger- ¿Alguna sugeréncia de dónde ir a almorzar?

-Hoy escogéis los chicos- dijo Melissa guiñándome el ojo.

-De acuerdo- dijo Alex- Roger ¿Que te parece ese restaurante de comida española cerca de aquí?

-Si, hace tiempo que no voy y la última vez la paella estaba de muerte. Vamos entonces- dijo cogiendo a Melissa de la mano.

Alex cogió las bolsas de detras de mi silla cortesmente, mientras me cogía de la mano.

-Alex, ¿Dejamos las compras de las niñas en los coches y vamos caminando?

-Por supuesto- dijo Alex soltandome de la mano y congiéndome de la cintura.

-Niña...- me susurró en la oreja.

-Niña caprichosa- repliqué riéndome.

-Serás mi niña consentida- dijo besándome rápidamente en los labios.

La verdad es que era una sensación agradable la de estar con un hombre así, pero de vez en cuando venía a mi mente el recuerdo de Michael y eso causaba que mi cuerpo se tensara y una punzada en el corazón doliera como fuego.

Despues de almorzar, Melissa se marchó al piso de Roger a pasar la tarde, y me dijo que despues de cenar volvería a casa a dormir.

-¿Que quieres hacer princesa?- dijo Alex mientras nos dirigíamos a su coche.

-¿Qué obras están haciendo en la oficina?- pregunté curiosa.

-Mañana lo verás, es una sorpresa, y no vuelvas a sacar el tema o te quedas sin postre esta noche- dijo haciéndome cosquillas.

-Vale vale no digo nada- dije zafando de sus brazos

Habíamos llegado al coche y Alex me aprisionó contra él y me besó impetuosamente hasta quedarnos sin aliento.

-No te dejaré escapar- me dijo separándose levemente de mis labios intentando respirar oxígeno.

Le devolví un suave beso en esos carnosos labios sujetando dócilmente su cara entre mis manos.

Nos subimos al coche y fuimos hasta mi piso.

-Bienvenido a la república de mi casa.

Buster enseguida lo reconoció y empezó a saltarle encima.

-Hey amiguito, ¿Me has echado de menos?- le decía Alex a Buster mintras lo perseguía por la casa. Parece un niño pensé mientras me reía

El perro asustado acudió a mi, lo cogí y lo mimé.

-Le haces más mimos al perro que no a mí- dijo Alex haciendo muecas.

-¿Sabes el dicho aquel de "A cuantos más tios conozco, más quiero a mi perro"? Solo te diré que amo a este perro- dije riéndome.

-Ya claro- dijo acercandose a mi y cogiendome de la cintura mientras sujetaba a Buster todavía.

Alex se fué acercardo más a mi boca y en cuanto menos se lo esperó, levantéa a Buster y este empezó a lambetear la cara de Alex.

Yo muerta de la risa, me separé de un salto y dejé a Buster en el suelo. Ví a Alex haciendo gesto de desagrado mientras se limpiaba la cara.

-Ahora vas a ver- dijo Alex quitándose el suéter que llevaba.

-Oh no, ni te atrebas- le dije anticipandome a cualquier cosa.

-Oh si nena- dijo mientras empezaba a perseguirme.

Salí disparada a mi habitación e intenté cerrar la puerta, pero Alex consiguió meterse antes de que pudiera. Me arrojó contra la cama, se estiró encima mio y empezó a hacerme cosquillas.

-Para, para Alex porfavor- casi sin poder respirar.

-No te oigo- dijo mientras seguía haciendome cosquillas.

-Para, casi no puedo respirar de tanta risa.

-No no, ahora te atienes a las consecuéncias.

No veía forma de parar aquella tortura, cómo él era más fuerte que yo, no lo podía apartar. Así que se me ocurrió la única forma  de parar con aquello.

Cogi la cara de Alex y le planté un beso, sin pedir permiso introduje la lengua en su boca.

Immediatamente paró con las cosquillas y el beso se volvió más exigente.

Fué subiendome la falda hasta la cintura y rozando sus manos ascendentemente por mis muslos, cuando sus manos rozaron mi ropa interior sentí como el deseo quemaba por mis venas. Comenzó a desabrochar uno a uno muy lentamente los botones de la camisa. Cuando ya había desabrochado todos los botones deslizó la camisa y la dejó en el suelo. Sujetó los tirantes de los sujetadores y los bajó, hábilmente pasó una mano por mi espalda y desabrochó el sujetador.

Tiré el sujetador al suelo y Alex se quedó mirandome maravillado.

-¿Lo has hecho para que parara de hacerte cosquillas?- preguntó apoyando su peso en las manos situadas a cada lado de mi cabeza.

-Mmmm, puede- le dije mientras le empezaba a desabrochar la camisa.

-Eres buena- me dijo mientras recorría con las manos su torso al descubierto.

-Aún así cuando soy buena soy mala, cuando soy mala soy peor- le dije y en un movimiento rápido me coloqué encima de él.

-Usted si que sabe señorita Green como dominar a un hombre- dijo mientras me sujetaba por la cadera.

Me quité el cinturón, y la falda por encima de la cabeza. Mientras besaba, lamía y mordía los labios de Alex, notaba entre mis piernas la presión que ejercía su dura erección.

Deshice el botón de su pantalón y bajé la cremallera. Le quité los pantalones y los bóxer de una. La erección se liberó quedando erguida y el fervor se apoderó de mi. Cogí el pene y lo introduje lentamente en mi boca haciendo que Alex se exitara aún más. Jugué acariciando el grande y duro órgano succionando 

-Joder Emily más despacio, quiero que esto dure- dijo en una especie de gruñido.

Seguí succionando lentamente hasta que noté como se tensaba su cuerpo, Alex me cogió por los ombros y me separó. Me tumbó en la cama y acarició todo mi cuerpo haciendo que mi respiración se entrecortase al notar su pene rozando con mi sexo. Cuando llegó a mis pechos los sujetó con fuerza haciendome gemir, los lamió y succionó apasionadamente. Con cada mordizco en esa zona tan erogena yo arqueaba la espalda brindandome entera a él.

Sentí su respiración de nuevo en mi cuello y fué esparciendo besos por todo este.

-Jugaremos un rato más- me dijo y pude notar su sonrisa sobre mi piel.

Alex estaba apoyando todo su peso sobre su antebrazo cerca de mi cabeza, con la otra mano sujetaba mu miembro.

Una corriente elécrica atravesó mi cuerpo cuando noté la punta de su pene contra mi clítoris, tan solo introducía la punta en mi vagina y la restregaba con fuerza.

Casi estaba llegando al climax cuando noté la respiración de Alex sobre mis labios.

Lo besé intentando buscar alivio en ello, pero lo único que conseguía era augmentar el deseo de que me llenara de una vez.

-Vamos nena- sin previo aviso, me embistió tan fuerte que no pude reprimir el gemido de placer que me había causado.

Los dos estábamos sumidos en las sensaciones y ninguno hablaba. Comencé a sentir como cada musculo de mi cuerpo se contraía concentrando un hormigueo en mis entrañas, grité y eso exitó mñas a Alex que no paraba sus embestidas, su pene estaba aún más duro. Poco despues sentí el orgasmo de mi amante en mi interior.

Alex se desplomó sobre mi pecho con la respitación aún agitada y nos sumimos en un exhausto sueño.

Una hora despues me desperté porque notaba mucho calor, al abrir los ojos ví a Alex enroscado a mi como si de una enredadera se tratase. Me encantaba verlo dormir, era como un niño grande e inocente. Lo abrace fuerte y él se removió abriendo los ojos.

-Me alegra mucho despertar así- me dijo mientras notaba su creciente erección contra mi cadera.

-¿Otro asalto?- insinué divertidamente.

-No se, me has dejado muerto. Veo que estas en mejor condición fisica que yo. Tendré que esforzarme más en el gimnasio para aguantar tu ritmo- dijo mientras se colaba entre mis piernas dándome besos detras de la oreja.

Tuvimos otra sesión de sexo duro, nos duchamos y despues comimos algo. Ahora que pienso hemos estado toda la tarde follando como locos y ya eran las 8.

Despues de cenar Alex se despidió de mi ya que mañana tenía que madrugar, y yo tenía que ir a trabajar.

-Hasta mañana nena- me dijo acercandome a él y dandome un beso.

-Hasta mañana jefe- le dije guinándole un ojo.

Lo ví desaparecer en el ascenson y cerré la puerta.

-A dormir- le dije a Buster que revoloteba a mi alrededor- y tu no que quejes que te a sacado a pasear antes de cenar Alex.

Me metí en la cama, puse  el despertador y enseguida concilié el sueño

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