Capitulo 7

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Lexa

Estaba entrenando como cada día cuando apareció Costia.

-¿ Que pasa no hay contrincantes dignos que te tienes que enfrentar a un maniquí?

- Tal vez tu puedas serlo-

Costia sonrió y cogió una espada mientras yo dejaba a un lado el maniquí y me disponía a enfrentarme a ella.

Costia se movía bien, yo misma la estuve enseñando hace mucho tiempo y de vez en cuando, como hoy, baja a entrenar conmigo.

Tras unos ataques de prueba fuimos aumentando el ritmo y la fuerza, con agilidad y destreza desviaba todos los ataques que me daba y cuando vi que dejaba el flanco descubierto ataque, quitandola la espada de las manos y dejando la punta de la mía a escasos centímetros de su rostro.

- No sé porqué te empeñas en entrenar todos los días, si eres la mejor y nadie te hace frente-

- Justo por qué quiero que eso siga igual-

Ambas reímos, está es la Costia a la que tengo cariño, despreocupada y sencilla, no esa faceta manipuladora que siempre tiene que salirse con la suya.

Fuimos a dejar las espadas de práctica en su sitio cuando dijo.

- ¿Te han reparado ya la armadura?-

Me tense un poco al oír la pregunta, ¿Que pretendía ahora?

- No lo se, todavía no he ido a ver-

- Tiempo han tenido, a demás con la ayudante esa que tiene ahora por lo visto trabaja mejor, aunque hay que admitir que hacen buena pareja y que trabajen contentos supongo que es mejor-

¿Buena pareja? ¿ Trabajar contentos? Me estaba enfadado, ¿Que insinuaba Costia?

- No sé,mientras hagan bien su trabajo me da igual lo demas- Mentira...- De todas formas no necesito la armadura de momento-

- Aún así, deberías ir a por ella, que hagan su trabajo y si está mal pues ya les mandas que la dejen mejor o te hagan una nueva-

- Tal vez luego pase por alli- Dije ya molesta con la conversación.

Después de dejar las espadas en su sitio me fui a mi habitación a cambiarme, lo que no vi fue que Costia me seguía con la mirada y sonreía por conseguir enfadarme con el tema.

Pasaron las horas y yo solo podía pensar en una cosa, o más bien en una persona ¿Que me pasaba con Clarke?¿Porque me molestaba tanto la idea de que estuviera con Lincoln?¿De verdad estaba con el? No, eso no podía ser.

Al final me decidí por bajar a la fragua a por mí armadura y porque negarlo a verla.

Lo bueno y lo malo de ser vampiro es que tienes los sentidos muy agudizados, uno de ellos el oído de modo que mucho antes de estar cerca de la fragua los escuchaba hablar.

- ¿Como vas con eso?- escuché a Lincoln - ¿Necesitas ayuda?

- No, se arreglar arcos Lincoln, ya te he explicado que mi padre me enseñó a usarlos y todo lo relacionado con ellos-

- Menos a hacer flechas- le escuché reír.

-Muy gracioso, bueno ¿algo tenías que enseñarme no? Si no te habría quitado el trabajo-

- Que más quisieras-

Todo normal, una conversación de lo más normal Lexa no hay porque enfadarse.

- Bueno tengo que ir a dejar unas cosas al castillo, te dejaré sola un buen rato, intenta no liarla mucho-

- Eh, que yo no hice nada, el mueble me atacó a mi-

- Si ya...-

Bueno, esto mejora, solo tengo que esperar un poco para que Clarke este sola en la fragua y así poder hablar un poco con ella.

- No tardaré, te quedas al mando pequeña-

- De acuerdo Linc, vete tranquilo-

¿Que?¿Pequeña?¿Porque la llama así?
Y ella ha contestado a ese apelativo, ¿Acaso la gusta que la llame de forma cariñosa, a caso le gusta el?

No puede ser, pero... Si, claro que puede ser, joder y yo me estaba encariñado con ella, pero que me pasa espabila, es una humana tampoco es que se fuera a fijar en mi, jodeeer.

Vi a Lincoln salir de la fragua y respire hondo, estaba cabreada y frustrada. Cuando se aleja fui hacia allí.

Clarke estaba en su habitual sitio reparando un arco largo cuando me vio y lo dejo para venir donde yo estaba.

- Heda, no esperaba verte-

Y ahora me llama Heda, nunca lo había hecho pff, está claro que siente algo por Lincoln.

- Vengo a por mí armadura- Dije lo más cortante que pude.

Pude ver cómo se tensaba al escuchar mi tono de voz pero aún así pareció no hacer mucho caso y sonrió.

- Claro, Lincoln se ha esforzado mucho, y con mi ayuda por supuesto, la ha conseguido dejar como nueva mira- Me tendió la armadura mientras me enseñaba la parte de atrás de esta.

Realmente estaba como nueva, pero estaba realmente cabreada, ahora no solo hacia sus cosas sino que ayudaba a Lincoln en las suyas eh.

- Bien, es su trabajo, es lo que tiene que hacer-

Clarke frunzo el ceño.

- Si es su trabajo, pero esto ha sido realmente difícil, le he visto trabajar durante horas en ella-

-¿Y?-

- Pues que podrías mostrar algo de gratitud hacia él o por lo menos alegrarte- Dijo desafiante.

Le estaba defendiendo, frente a ella, se atrevía a enfrentarse a ella por el, esto que estaba haciendo podía costarle a Clarke su vida y ¿La daba igual para que ella mostrase gratitud?

Cada vez más enfadada o tal vez celosa cogió su armadura ¿la defendería a ella de esa forma si..? No, no pienses eso.

No pensé lo que hice lo siguiente que se es que estaba en mi caballo, saliendo a galope por la puerta principal sin ningún rumbo fijo.

La princesa de las tinieblas (Clexa AU)Where stories live. Discover now