Parte 10

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Pepe llegó al punto de no salir casi de casa porque María se tiraba las 24 horas del día paseando por allí.

Como él ya no salía casi, Sara quedó con Fran, Fernando y Ramón para ir a visitarle.

Cuando llegaron empezaron a jugar a prueba o verdad.

Le tocó a Fran.

Fran: Verdad.

Ramón: ¿Aún sientes algo por Sara?

Sara: ¡Ehhh! Esa pregunta no vale.

Fran: Da igual, sí puede que sí, cuando quieres a alguien de verdad no se olvida de un día para al otro.

Sara: (Roja) Bueno volver a girar la botella a ver s quien le toca.

Giran la botella y le vuelve a tocar a Fran.

Fran: Joer, ¿no podéis tirar mejor? Prueba.

Fernando: Dedica a Sara una canción.

Sara: Oye chicos ya vale.

Fernando y Ramón: Shhh, solo es un juego.

Sara: Pero...

Fernando y Ramón: Venga tío.

Fran: Un cuento de hadas de Guille el Invencible. Enséñame a parar el tiempo, a borrar lo que siento cuando estoy peor. A sentir que todo es perfecto, aunque no te tengo y pasar del dolor. Nunca aprendí a olvidar tus labios,  negar que te amo y que sin ti soy mejor. Hoy solo pido un abrazo, yo sigo temblando cuando escucho tu voz. Hoy te regalo un cuento de hadas, vive el momento y no existe el mañana. Quiero saber si sientes lo mismo, no me dejes caer al abismo...

Sara: Bueno... Emm ¿seguimos?

Pepe: Si claro, continuemos.

Giran la botella y le toca a Pepe.

Pepe: Verdad.

Fernando: ¿alguna vez has querido ser algo más que un amigo de Sara?

Sara: Hoy os a dado conmigo eeeh, que pesaditos.

Pepe: No claro que no.

Estuvieron jugando un rato más y sonó el timbre.

Pepe fue corriendo a la mirilla para asegurarse de que no era María, pero si lo era.

María: Abre la puerta, me tienes que dar una explicación.

Sara: (abriendo la puerta) ¿Qué quieres? Te ha dejado y ya está, asúmelo y déjale en paz.

María: Él en el fondo me quiere, no ne ha dejado de corazón.

Sara: Tu misma lo has dicho, en el fondo, cuando sea en la superficie vienes a molestar, de momento déjanos y sigue con tu vida. Adiós. (cierra la puerta)

María: Abre.

Sara: No adiós.

Después de un rato hablando sola con la puerta, María se marchó.

Pepe agradeció a Sara haber dado la cara por el y se pusieron los 5 a ver una película dejando de lado la situación anterior en el juego.

Cuando llegó la hora de marcharse Fernando y Ramón cogieron su camino y Fran acompañó a Sara a su casa.

Al principio estuvieron callados pero después de un largo rato caminando. Fran comenzó a hablar.

Fran: Siento la situación incómoda de antes.

Sara: Emm, no te preocupes, no pasa nada, son estos dos que son unos liantes.

Fran: Ya bueno, me refiero a que lo que he dicho la canción y eso no tiene porque cambiar el lazo que tenemos ahora.

Sara: No no, claro que no cambia, hagamos que nada a sucedido y ya.

Fran: ¿Que no ha sucedido que?

Sara: Bueno ya sabes.

Fran: No, no lo se,  ¿que ha sucedido? (la guiña un ojo).

Sara: Ahhh vale jajaja.

Llegaron a casa y se despidieron con dos besos. Él se quedó en la puerta esperando a que ella entrara.

Sara se tiró toda la noche pensando en las respuestas de Fran y aunque intentaba hacer que nada había pasado, no lo conseguía, era como si un sentimiento dormido se habría despertado dentro de ella, pero claro ella sabía que no podía volver a tropezar con esa piedra por mucho que no deseara.

A las 9:15 más o menos se consiguió quedar dormida.

Ese día decidió no salir de casa porque estaba super cansada.

Fue a visitarla Fran el solo, ya que Pepe prefería no salir para no encontrarse con María y a Fernando y Ramón les tocaba ir a ligar.

Ella cuando abrió la puerta se sorprendió al verle a él solo. La explicó porque había ido el solo y le invito a entrar.

Sara: Bueno espera sentado en el sofá que me quito el pijama y me arreglo el pelo.

Fran: No seas boba, estas guapa con todo, siéntate aquí conmigo.

Sara: Si si, guapa no preciosa, tu flipas.

Fran: Upss alguien se levantó con el pie izquierdo ¿no?

Sara: Puede ser, ahora vengo.

Cuando se vistió y se peino un poco se sentó con él en el sofá y comenzaron a escuchar música hasta que llegó la madre de Sara y les hizo algo de merendar.

Subieron a su habitación y cada uno sacó su móvil, después de un largo rato en silencio, Fran se la acercó y la quito el móvil.

Fran: ¿No piensas hablar de nada?

Sara: Dame el móvil, no se me ocurre nada, habla tu.

Fran: Vamos a hacer una cosa, los dos dejamos el móvil encima del pupitre y hablamos, bailamos, peleamos, reímos... lo que tu quieras.

Sara: Venga vale.

Dejaron los móviles y estuvieron hablando y contando chistes hasta que llegó la hora de irse.

Falsas ilusiones y amistades verdaderasWhere stories live. Discover now