5SOS One Shots

Cashton | Good Girls.

- Ashton, no quiero. -me aparté de él lentamente.

- Sí quieres. -me agarró de las manos y me acercó a él, a la fuerza.

- No, para, por favor. -le supliqué con la mirada.

- No voy a cambiar de idea, Hood.

Me cogió de las piernas y me puso en su hombro.

- ¡Bájame! -le di golpes en la espalda, con la esperanza de que me hiciera caso.

Caminó hasta su habitación, ignorando mis quejidos y movimientos.

Una vez dentro, cerró la puerta con cerrojo y me tiró en la cama, de una manera brusca.

Se subió encima mío, se sentó en mi cintura y empezó a acariciarme el pecho.

Yo no podía respirar correctamente. Tenía a un lunático encima, tocándome el cuerpo.

Se levantó de encima mío, pero siguió delante de mí. Se acercó a mi oído de una manera provocativa. Tenía miedo. Mucho miedo.

Mientras se acercaba, su mano bajó lentamente hasta mi pantalón, tanteando a ciegas.

- Hoy, tú y yo, vamos a follar. Quieras o no. -me dijo, y en ese momento, apretó mi erección, haciéndome gemir.

Se quitó la camiseta y pude ver su cuerpo trabajado.

Me va a dar algo.

Cogió mis manos y las puso sobre su pecho.

- Vas a obedecerme en todo lo que te diga, porque si no... Conozco a alguien que tendrá un pequeño castigo -me dio la vuelta con rapidez, dejando mi trasero debajo del suyo-. Aunque, pensándolo bien -me bajó lentamente el pantalón, dejándome en calzoncillos- puedes portarte mal. Quiero ver éste culo marcado por mi mano.

Tragué saliva con miedo. Volvió a girarme y acabó quitándome los pantalones del todo, dejándome en ropa interior.

- Por favor... No me hagas daño. -de mis ojos salieron unas pocas de lágrimas.

Ashton me miró y negó con la cabeza.

- Vas a acabar pidiéndome que te folle una y otra vez. Te lo aseguro. -me limpió los ojos con sus largos dedos y me quitó la camiseta.

Se acercó a mi cuello y empezó a besarlo y lamerlo de una manera demasiado excitante.

- Mmh... -gemí.

- Así me gusta, Cal... -metió la mano dentro de mis bóxers y empezó a acariciar con rapidez mi erección.

Jadeé con fuerza, levantando mis caderas para que fuera más rápido.

- Ashton. -dije.

- Venga, pequeño. Queda menos. Córrete de una jodida vez. -movió su mano con más precisión, causando que gritara ahogadamente.

Abrí mis ojos y noté cómo se apartaba de mí, bajando hasta mi erección.

Me quitó los calzoncillos con brusquedad y se metió mi pene en la boca.

- ¡Santo Dios, Ashton! -agarré las sábanas de mi alrededor, para poder aguantar todo ese placer.

Veía cómo se lo metía todo en la boca, pero noté cómo tenía una arcada.

- A... Ash, no te fuer... ces. -dije entre gemidos.

Segundos después, noté algo en mi parte baja, y llegué al mejor orgasmo de toda mi jodida vida, dejándome llevar por toda aquella oleada de sensaciones.