"¿Qué Eres?" » Taekook

20

Seokjin estaba sentado en el pasto, tenía su mirada perdida, ahora entendía todo, por eso su papá no firmó como hijo a Jungkook, no le dio su apellido, por esa razón se largo de la casa, por eso los abandono...

“Tae-yang por favor no te vayas así”— la mujer de tez blanca miraba como su esposo empacaba sus maletas — “Tienes que creeme”.

El hombre de cabello castaño soltó una carcajada para nada graciosa y miró a la mujer que estaba llorando.

“¿Debería creer en ti?” — Tae-yang camino hasta ella y la miró —“¿Con quien has andado de zorra en mi ausencia?” — la señora Jeon abrió la boca sorprendida, no podía creer lo que escuchaba — “Estuve dos años afuera de Seúl para darles de tragar, ¿Y así me pagas?”.

“Yo solo te estoy diciendo la verdad Kim” — la mujer miró a otro lado — “Mi amiga murió y me dejó a su bebé, en el testamento ella queria que yo...”

“¡Callate! No te atrevas a escupir mentiras en mi cara” — el señor Kim, se regresó a su lugar y cerró su maleta.

—“¿Y Seokjin?” — lo miró — “¿Cómo puedes irte así? ¿Qué va hacer de tu hijo? Tu eres su padre, tu tienes...”

“¿Estás segura que yo soy su papá?” — la señora Jeon lo miró decepcionada.

“¿Cómo puedes desconfiar de mí Tae-yang?” — la azabache bajo la mirada, creo que esto era el empujóncito que necesitaba para que se diera cuenta de cómo era su marido —“¡Sabes que... largate!, no te quiero serca de mi”.

“Créeme será el último encuentro que tengamos” —y sin nada más que decir aquella noche no se volvió a saber absolutamente nada de él, como si... La tierra se lo hubiese tragado.

—¡Ey!.

—¡¿Qué?!.

—Hijo te quedaste perdido, ¿En que piensas?.

—En nada solo que esto es tan impresionante.

—Si fue muy horrible la muerte de la señora Jung.

—Si muy dolorosa — hablo la señora Jeon.

—¿Pero como murió?.

—¿Acaso no escuchaste lo que Nam dijo? —hablo Jimin.

—No, lo siento estaba perdido en mis pensamientos, pero puedes repertilo por favor amor.

—¿Amor? — hablo la señora Jeon con el ceño fruncido.

—E-eh mamá de ahí conversamos — hablo el pelirosa nervioso — A-ahora Nam cuéntame la historia.

—Les voy a contar parte por parte ¿Okey? — todos asintieron prestándole atencion.

—Bueno hace años, los vampiros y los lobos no se podían ver, cada uno competía por ver quién era la raza más fuerte, pero ni uno ganaba ya que cada mando tiene mucha fuerza, los lobos tenemos mucha fuerza en nuestro cuerpo, nuestros colnillos pueden devorar dos cabezas juntas, pero los vampiros tienen más poder, algunos leen las mentes, otros te hipnotizan, también pueden viajar en el tiempo y llegar a seducir con su voz para obtener lo que se proponen, nuestra raza no estaba de acuerdo que los demonios esos usen sus poderes sobre los humanos, por que hace miles de años no existían las maletas ni tampoco las cámaras y eso era lo peor ya que cambiaban lo que pasaría en un futuro, desde ahí se inició la guerra, la familia Lee contra el Reino de Choi, lamentablemente ellos murieron, pero dejaron a sus hijos al mando, dos mujeres y dos hombres, los cuales tres murieron y solo quedó Kang.