capitulo 40

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Narra Stephanie

Después de que Ethan se fuera me dispuse a ir al sillón a mirar algo, necesito despejar mí mente, en cuando me senté agarre el control remoto, prendí la tele y me arrepentí de haberlo hecho, está dando una peli de terror, cambié de canal, me relaje, apoye mí espalda en el sillón y me quedé viendo un programa de cocina, hasta que James se puso en frente, impidiendo que mire la tele, mis ojos fueron a los suyos, él me está mirando con las manos en los bolsillos.

– que?– reí

– que crees que estás haciendo?–

– es más que obvio, no?– con la cabeza señale la tele, él hizo una mirada rápida había la misma y luego a mí.

Se arrodillo, quedando a mí altura, separó mis piernas para entrar en ellas, puso sus manos en mis rodillas, sus manos fueron subiendo lento hasta mis muslos, sentí un cosquilleo en todo mí cuerpo, sus manos pasaron de estar en mis muslos a estar en mí culo, lo apretó y con fuerza me acercó a él, enrolle mis piernas a su cintura, y con una mano agarre de su nuca y con la otra su mejilla, mí mano fue bajando hasta sus labios, los miraba con deseo de que estuvieran en mis labios, quisiera probar de nuevo sus dulces labios, esos que cuando los besas no puedes dejar de hacerlo. Él mira con atención mis ojos y luego mis labios– debemos ir lento– susurre con la voz ronca.

– supongo– se separó de mí y se levantó, se fue en dirección a la cocina.

Una parte de mí dice que lo deje ir y me vaya a mí habitación, la otra pide que lo busque. Me estoy sumergiendo en mis pensamientos, ya nose que elegir.

Me levanté del sillón, mí cuerpo empezó a caminar sin control, no lo pude parar, me estoy dirigiendo a la cocina, al entrar vi a James en la heladera, la cerró y vi que tenía una manzana, hasta con una manzana se ve sexy.

– a la mierda– dije y me tiré arriba de él. Él soltó la manzana y agarró de mí trasero, enrolle mis piernas a su cadera mientras lo estaba besando, mis dedos se enredaron en su pelo, entre abrí los labios dándome paso a su lengua que estaba desesperada buscando la mía, cuando la encontró una guerra se firmó entre ellas. Sin dejar de besarnos y sin bajarme de él fuimos a la escalera, raro que no tropezamos, al llegar a la puerta de su habitación la abrió empujándola con mí espalda, dimos la vuelta y otra vez la cerró con mí espalda, dio dos vueltas con la llave.

Se apretó más a mí, pude sentir su erección, jadeé.

– me vuelves loco Stephanie– su voz ronca solo hacia que me excite aún más.

– tú me vuelves loca– finalice la conversación y lo bese ferozmente. Salimos de la puerta y nos llevo a su cama, dónde me acomodó delicadamente, dejo un corto beso y se separó, lo mire mientras se saca la remera y la lanza lejos, me arrodille en la cama quedando a su altura, mis manos hicieron un camino por todo su abdomen trabajado, bajaron hasta sus pantalones, con una mano apreté el bulto, haciendo que jadeé, metí mis fríos dedos por su pantalón y los baje, quedó en boxer, bajo la fina tela se podía ver si gran erección, trate de bajar su boxer pero me detuvo.

Hizo un extraño ruido con la boca– mí turno señorita–

Sus manos fueron a mí cadera, subieron lentamente, levantando mí remera y sacándola por completo, la tiró junto con la suya, miró mis pechos.

– una foto te durará más– dije riendo.

– para que una foto si ya te tengo aquí–

Con brusquedad bajo mis pantalones, me tiré en la cama para que los sacará mejor, terminó de sacarlos y se puso arriba mio con sus brazos estirados a ambos lados de mí cabeza, me acerque para besarlo pero se alejó, lo mire con el ceño fruncido.

Salió de la cama y fue en dirección a un mueble bordo, lo abrió y saco algo pero no puedo ver qué es, se dio la vuelta y tenía una.... corbata? Si una corbata.

– para que es eso?– por mí mente pasaron miles de cosas con las que podía hacer con una corbata.

– date la vuelta– ordenó, obedecí y gire con inseguridad.

Una tela me impidió seguir viendo, terminó de atar la corbata y susurró a mí oído.

– acuéstate en la cama boca abajo–

– estas ordenando o...– una nalgada en mí culo no me dejó terminar, solté un ahogado gemido.

– es una orden–

– ahora te crees Cristian Grey?–

– no, solo has lo que te pedí– me acosté boca abajo como pidió, mis piernas quedaron colgando en la cama.

– y ahora?–

– ya verás–

– q-que vas a hacer?– no respondió, solo bajo mis bragas, me dio otra nalgada esta vez más fuerte que la otra– ahh.

– no gastes tu garganta ahora corazón– me dio la vuelta y entro con fuerza en mí.

– ahh!– siguió con sus embestidas– mmm...ahh!.

– no grites tan..fuerte te pueden oír– jadeó.

– n-no pares– dije lo más rápido para no ser interrumpida por un gemido– ahh!.

– quédate aquí– dijo cuando salió de mí intimidad.

– dónde estás?–

– abre la boca– dude, pero la abrí, metió algo en mí boca, está húmedo– no lo muerdas.

Quería hablar pero lo que tengo la boca me lo impide.

Sus manos se metieron debajo de mí espalda, terminó de desnudarme, sentí como jugeteaba con mis pechos, uno lo llevo a su boca y el otro lo apretó, jadeé, se alejó, tardo unos segundos, cuando sentí que estaba arriba mío, mí cuerpo se empezó a erizar cuando algo frío toco mí abdomen subiendo hasta mis labios, los rozo, volvió a bajar y lo paso por mis pechos, deje de sentir lo frío. Sus manos me sacaron la corbata, me pare rápido y lo bese apasionadamente, entre abrió sus labios dándole paso a mí lengua, que busco desesperada a la suya, la encontró y juntas hacían círculos, me tuve que separar por la falta de aire, lo mire

– que?–

– ya hice mí parte, ahora te toca–

Mía Solo Mía [ Completa✔️]Where stories live. Discover now