Mía Solo Mía [ Completa✔️]

capitulo 38

Narra Stephanie

Me desperté de golpe al escuchar algo romperse, me levanté de la cama y me envolví en una bata roja de seda, me coloque las pantuflas y baje. Mire al piso y vi pesados de tal vez algún jarrón o plato en todo el piso de la cocina, Ethan estaba recogiendo todos los pesados, me arrodille a su lado. Hoy le dejaré en claro lo del beso, le diré que pensé que era alguien más, no! Eso sería cruel Stephanie.

– deja de juntar eso, te vas a cortar– le agarre la mano para detenerla.

– no, yo lo rompí, yo lo juntaré– dijo mirando a mis ojos y luego a mis labios, lo cual me incómodo– dormiste bien?.

– si– le sonreí.

– carajo– se chupo el dedo.

– déjame ver–

– no es nada– hice caso omiso y saque el dedo de su boca, tenía un corte bastante profundo.

– con que no es nada eh?– río nervioso– dónde está el botiquín?.

– en esa puerta– la señaló, me pare y fui a abrirla, saque una venda y una curita.

– no creo que esto sea necesario, necesitas puntos– puse los brazos a ambos lado de mí cadera.

– no es para tanto–

– me parece que le tienes miedo a una aguja–

– que? No– no sonó tan convincente

– necesitas puntos Ethan–

– tu lo harás?– negué y a la vez reí– por favor.

Se arrodillo y fue a mí dirección, su cara era para morir, parecía un cachorrito, su puchero lo hizo ver más tierno, sus ojos se abrieron, pude ver un brillo en ellos. No me podía resistir, los cachorros son mí punto débil.

– está...bien– murmuré, estaba segura de que me escucho.

– que? No te escuché– puso su mano en la oreja– podrías repetirlo?.

– dije que si, idiota– reí

Fui por una aguja e hilo y empecé a coser la herida, por un momento cerró los ojos. No me afecta ver la herida profunda, pero tiene mala pinta,

– terminaste?– pregunto aún con los ojos cerrados

– es increíble que seas un hombre lobo y le tengas miedo a una aguja– reí por lo bajo.

– terminaste?–

– si, como nuevo– le di un besito en el dedo, negué con la cabeza y reí

– gracias enana– frotó su mano en todo mí pelo.

– me estás despeinado–

– eso quiero– dio un paso a delante y yo di uno atrás– no muerdo, solo si me molestan.

– tengo..que–

– shhh– puso su dedo índice en mis labios.

– Ethan...no– suspire

– no que?– se hizo el desentendido.

– no es correcto esto– moví mis manos.

– El que?–

– Ethan– le advertí

– Stephanie– me imitó.

– lo del beso fue un impulso– di un paso atrás a medida que el avanzaba.

– como este?– agarró con ambas manos mí cintura pegando sus labios a los míos, puse mis manos en su pecho y lo aleje.

– n-no está bien– pasé mis manos por mí cabeza, tirando el pelo para atrás.

– estás enamorada de él?– lo estaba? De verdad me había enamorado de James?.

– no lose, todavía no se qué siento por él–

– dime, larga todo lo que tienes en el pecho, dime todo lo que te está carcomiendo, libera todo–

– siento odio hacia él pero a la vez amor, quiero que se quede conmigo para siempre y a la vez lo quiero lejos, siento celos cuando una chica se le acerca, me siento segura con el pero a la vez pérdida y asustada. Él me está mandando sin siquiera saberlo, nosé que siente el por mí, pero...– una lágrima salió sin mí permiso– quisiera saber lo que siente el por mí.

Sus manos acariciaban mis mejillas, me acurrucó en sus brazos, llore desconsoladamente en sus brazos, lágrimas salían sin cesar, quiero que esté sentimiento pare de una puta vez.

– lo que sientes es amor, estás un poco perdida, pero al fin tendrás en claro que es lo que quieres, solo tienes que escuchar a tu corazón, dejar que te guíe, tu mente te dirá que salgas corriendo y no lo vuelvas a ver en tu vida, pero si tu corazón pide lo contrario quédate, a veces el corazón nos traiciona, pero el amor duele, tienes que luchar por tu amor–

– n-nunca vi esa parte de ti Ethan– me seque con el pulgar una lágrima que recorría mí mejilla– Desde cuando te volviste tan sentimental?.

– siempre lo fui, solo que no te diste cuenta– me guiñó el ojo– ahora tenemos que prepararte para que te vallas.

– irme?–

– tienes que volver a verlo, no es así?–

– gracias!– lo abrace– siento que esto acabara así, lamento no haberte conocido bien, si no estuvieramos segados por nuestras peleas insípidas, hubiéramos sido muy amigos.

– quien dice que no perdemos serlo?–

– amigos?– le ofrecí mí mano.

– amigos– la agarró.

– bueno me voy a cambiar, en diez minutos estaré abajo–

– no tardes–

– nunca tardo–

– voy a fingir que no escuché eso–