Mía Solo Mía [ Completa✔️]

capitulo 4

Después de almorzar James me dijo que me descansará, me fui a mí supuesta habitación y me tumbe en la capa que por cierto era muy cómoda. Nosé cuándo y nosé cómo me quedé dormida, me desperté y vi por la ventana que ya estaba oscuro, salí de mí habitación y baje para beber algo hasta que escuche unas voces, venían de una habitación decidí apoyar mí oído para escuchar mejor

—¡Ha vuelto! —¿quién volvió?

—Tranquilo James —era una voz femenina.

—¡No puedo calmarme! ¡¿Y si le pasa algo?! —dijo en un tomó casi gritando.

—No le pasará nada porque tú la cuidarás —¿Cuidar? ¿Cuidar a quién? No entendía nada.

—Bien, pero si le pasa algo... —lo interrumpió la chica.

—¡¿Si no qué?! Sabes que no será mí culpa si no la de tu padre —se escuchaban que se dirigían para la puerta rápidamente me fui a mí habitación.

Se escuchó algo romperse, baje lo más rápido que pude y vi a James arrodillado en el suelo me acerque despacio para no pisar ningún vidrio y me arrodille al frente de el.

—¿James, qué paso aquí? —dije mientras agarraba su cara de ambos lados para que me mirara.

—Perdón no fue mí intención asustarte.

—No me asusté solo pensé que te había pasado algo —lo que dije no lo pensé salió de mí boca.

—Puedes volver a tu habitación si quieres, yo mientras voy a juntar esto —señalaba todo los pesados de vidrios

—Está bien, te ayudo.

—¡No! No quiero que te cortes.

—Ahh ya entiendo por qué no.

—¿Por qué? —dijo confundido.

—Porque eres vampiro y si me sale sangre te tomarás hasta la última gota.

—No, yo no soy así, yo me controlo.

—Okey.

—Si quieres puedes ir a cambiarte.

—¿A dónde vamos?

—Te daré un recorrido nocturno, ¿Qué te parece?

—Me parece fantástico.

Después de que James me diga que me cambie me fui a mí habitación, nosé cómo no me di cuenta de que había un ropero grande color blanco, lo abrí y vi unos vestidos muy caros después abrí un cajón y había ropa interior de encaje, en una puerta del armario había camperas muy lindas. Después de ver todo el ropero me metía a la ducha y dejé que el agua recorriera cada centímetro de mí piel, en un momento me imaginé a James al frente mío rozando mí pecho sacudí la cabeza para no pensar en eso y salí me seque y cambie. No sabía que ponerme así que le grite a James si podía usar la ropa del ropero.

—¡Sí! Esa de ahora en adelante será tu ropa —me di vuelta y ahí estaba apoyado contra el borde de la puerta.

No me di cuenta que estaba en toalla así que le dije a James que se diera vuelta.

—¡Aahhh, no me mires date la vuelta! —le grité.

—Está bien, está bien, no tienes por qué gritar —dijo riendo.

—Yo no le veo la gracia —dije con el ceño fruncido.

—¿Ya puedo ver?

—¡No! Te agradecería si me dejarás cambiar.

—Está bien te espero abajo, no tardes —dijo mientras salía.

Busque alguna ropa interior que ponerme agarre cualquiera, cuando al abrí era muy reveladora así que la deje en su lugar y me puse un top deportivo y unas bragas negras, luego opte por unos jeans claros todo roto luego una remera manga corta negra tenia el cuello transparente luego unas militares negras y una campera, me peine y baje.

—Te ves muy bien —dijo James mirándome de pies a cabeza.

—Gracias tu no estás nada mal.

—¿Nos vamos?

—Sí, ¿pero a dónde?

—A la casa de una amiga, hace una fiesta.

—¿Es igual que tú?

—Si te refieres a si es vampiro, sí.

—¿Pero no me hará nada?

—No.