Capítulo 2

8.4K 493 37
                                    

POV. Camille

Le guiñé un ojo antes de salir corriendo entre la gente hasta la cafeteria. Por que narices tenia que salir toda la gente junta?? Di codazos, patadas, mordiscos (si, mordiscos), pellizcos e insultos hasta conseguir abrirme paso a la mesa en la que ya me esperaba Oliver. Lo fulminé con la mirada mientras hacía cola para coger un cupcake de chocolate. Adoro el chocolate!!

Paso tras paso, lentamente la cola avanzaba. De vez en cuando giraba la cabeza y veia a mi amigo haciendo muecas extrañas o intentando quitarse de encima a las zorras/plásticas  del instituto. Al cabo de unos desesperantes cinco minutos llegó mi turno.

- Un cupcake de chocolate.- Dije mirando distraída cómo Oliver olía sus patatas fritas antes de metérselas en la boca. Fruncí el ceño.

- Lo siento, pero se nos han acabado.- me contestó la cocinera.

Me di la vuelta rápidamente para mirarla a los ojos. Los escudriñé en busca de cualquier cosa que me dijera que estaba mintiendo. Mierda, no mentía.

- Bff... Mierda... Putos cupcakes de chocolate adictos...- seguí maldiciendo a los cupcakes en el camino hasta la mesa en la que Oliver continuaba con la ardua tarea de oler cada una de las putas patatas. Iba a preguntarle por que hacia aquello cuando una voz chillona y desagradable sonó a mis espaldas.

- Hola Camil, que haces aqui?- preguntó una de las zorr... Quiero decir de las plásticas. Miriam.

- Es mi sitio.- contesté simple.

- Y por qué no te vas con tus padres? Oh, es verdad, estan muertos.

Apreté mis manos en puños. Oliver estaba por saltar a... No se a hacerle que pero yo lo detuve y lo volví a sentar en su silla. Me levanté despacio y con la sonrisa más falsa que pude esbozar. A aquellas alturas ya teníamos a toda la cafeteria mirándonos atentamente. Levanté mi dedo índice cuando estuve delante de ella.

- Primera, pedazo de silicona andante, no tienes por que meterte en mi vida porque si te metes, no vas a salir con vida.- Ella tragó duro y se encogió un poco sobre sus tacones de 15cm.- Segundo, mis padres estan muertos, si, pero ellos me enseñaron todo lo que sabían mejor que los tuyos a ti que tan solo te pagan el botox y luego se van de "viajes de negocios" cuando ni siquiera sabes lo que eso significa.- Dije haciendo las comillas con los dedos.- Y tercero. Es que no aprendes? O quieres que te arranque tus puñeteras extensiones de tu pelo teñido de nuevo?- finalicé arqueando una ceja. Ella abrió mucho los ojos, negó rapidamente con la cabeza y se esfumó. Todos en la cafeteria me miraban con pena o con sorpresa mezclada con pena. No quería su pena ni su compasion, ellos no estuvieron cuando los necesité y ahora que saben por que cuando llegué lloraba en el baño menos.

- Que coño mirais, eh?- dije haciendo aspavientos con las manos.

Oliver dejó a sus patatas en la bolsa, cogió la bolsa y me arrastró fuera de la cafetería. Él era el único que sabía que mis padres habían muerto hace apenas dos años.

- Hey Cami,- dijo Oliv. Lo miré y tenía una sonrisa traviesa en la cara.- Vamos a las carreras?- levantó una ceja. Esbocé una sonrisa que se debió de ver como la de una niña pequeña, porque Oliver rió, divertido.- Tomaré eso como un si.

Me encaminé hacia la entrada, feliz de ir a las carreras ilegales de motos. Una voz masculina me detuvo.

- Camille.- dijo Hank, el director.

Continué caminando como si no hubiese escuchado nada. Y no, ni siquiera el padre de mi mejor amigo sabía que era huérfana. Pero no estaba de humor para lidiar con él.

Problemas, ¿por qué no?Where stories live. Discover now