Capitulo IV No existen las coincidencias (1).

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Al día siguiente de su llegada, temprano en la mañana, los tres inseparables amigos se dirigieron juntos al comedor, pero al llegar a las grandes puertas de roble debieron separarse debido a que Ron y Hermione tenían que realizar sus labores de prefectos, así que el moreno debió dirigirse solo hacia la gran mesa de su casa. La  habitación no se encontraba atestada, pero si con mucho movimiento y Harry vio al pasar a varios rostros conocidos, los cuales le saludaban con movimientos de cabeza o de manos, las que respondió de la misma manera.

 No mucho después, hizo acto de presencia su pelirrojo amigo el cual traía en sus manos un fajo de papeles.

 —Nuestros horarios —fue la explicación del joven a lo que traía en sus manos— Hoy miércoles, nos toca liviano —continuó— solo Herbologia, una hora en la mañana y otra en la tarde.

—Excelente —dijo Harry— no me hace gracia comenzar clases muy difíciles de buenas a primeras.

—A mi tampoco —le dijo Ron— pero los peores días son los Lunes y los Martes, pero los Viernes los tenemos completamente libres.

 Harry tomó y revisó el papel que le había extendido Ron y se dirigió su atención a los días antes mencionados por este. El día Lunes le tocaba clases en la mañana y en la tarde de Transfiguración, con la nueva profesora que había llegado como remplazo a McGonagall; por otro lado, el día Martes tenía clases dobles de pociones con el profesor Slughorn, mientras que de los demás días solo el jueves era realmente pesado, en resumen, el horario estaba bastante holgado ese año.

 Aunque también debía tener en cuenta que, le darían tantos deberes en todas las asignaturas que todas las horas libres que aparecían en su horario, se le irían en hacerlos. Aun así como nunca, tenía ansias por comenzar las clases ya que ese año quería con todas sus fuerzas algo de normalidad y rutina en su vida de estudiante. Lo que, además, le obligaba a ocupar la mente en otras cosas que no fueran sus extraños sueños, Ginny, la extraña chiquilla de Slytherin y las voces que había escuchado en el corredor. Además que, muchas de las asignaturas que se impartían este año tenían nuevos profesores y eso le daba aire de novedad a todas, incluso a la de Defensa contra las artes oscuras, ya que a pesar de la cantidad de profesores que había desfilado por ella, siempre se lanzaban apuestas sobre cuanto duraría y cual seria el motivo de la salida del profesor de turno.

 Con esto últimos pensamientos, no pudo evitar que su mente se desviase hacia algunos de sus recuerdos de Lupin, sentía que había compartido tan poco con él y que habían conversado mucho menos, provocando casi el mismo sentimiento que había tenido después de la muerte de Sirius, pero esta vez la muerte de Lupin y Tonks se la estaba tomando con mayor madurez. Ya había decidido que lo único que podía ser en memoria de la pareja, sería preocuparse de su ahijado como era debido, para que cuando se volvieran a re-encontrar no tuvieran que reprocharle nada.

 —Lástima que no este tomando la asignatura de estudios muggles —dijo la voz de Hermione que recién llegaba, sacando a Harry de sus pensamientos— me gustaría saber que tal es el nuevo profesor.

—¿Para que? —dijo Ron con aire de suficiencia, mientras la chica se acomodaba en el asiento entre él y Harry— seguro que más de alguien nos comenta que tan buenas son sus clases.

—Tal vez, pero a mí me gustaría saberlo de primera mano —le respondió la castaña, algo ofendida.

—¡Ay, Hermione! —suspiro Ron— tú siempre tan académica para tus cosas.

—Ronald —comenzó la muchacha, con un claro tono de enojo en su voz, que  poseía cuando lo llamaba con ese nombre— no es ser “tan académica”, es solo sana curiosidad.

—Si, si —dijo Ron dándole la razón inmediatamente— por eso me gustas tanto.

A pesar de lo obviamente falso de la declaración, la chica no pudo evitar sonreír, mientras su novio le abrazaba por el talle y ella le daba un ligero beso en los labios; mientras que Harry desviaba su atención hacia otro lado, lo cual le hizo ver que en esos momentos aparecía  Hagrid por las puertas del Gran Comedor.

Harry Potter y la Lágrima de Cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora