Se siente bien.

Quiero seguir de esta forma, avanzar u no retroceder, tal vez vaya por buen camino o sólo me enfoco en creerlo, pero quiero más atenciones por parte de él, se siente bien y es agradable, no digo que ahora Yeonjun pueda amarme de la misma forma que lo amo yo, pero con saber que ve más allá de mi cuerpo, es un gran paso...o al menos así lo siento.

Estoy tan perdido en mis pensamientos que no me doy cuenta de que ya estoy en la entrada del edificio principal y que Hueningkai me está esperando en la puerta del mismo. Ese chico nunca cambiará, siempre está sonriendo y mostrando un aura envidiable, me sorprende que siempre pueda estar feliz, y a pesar de todo, esa felicidad se contagia porque siempre logra hacerme  sentir bien, es una persona fácil de llevar y me alegra haberlo conocido, a veces me sentía solo en el aula aunque esté rodeado de gente. Hablar con Hueningkai es una buena forma de distracción.

—Buenos días —sonríe— Beomgyu-hyung.

—Buenos días, Huening-ah.

Entramos y nos dirigimos a nuestros asientos habituales dentro del aula. Veo que Yeonjun ya está ubicado en el su puesto y Yeji también, pero hay algo extraño, están muy distantes, no es como si fueran muy afectivos en clases, pero al menos ella hablaba y él fingía prestarle atención, pero ahora todo es diferente, cada uno tiene su cara enterrada en los libros, aunque en el caso de Yeonjun debo decir que está leyendo unos papeles, supongo que es de la actualidad que mencionó la semana pasada.

La gente no creo que note algún cambio porque de por sí ellos son muy callados e inexpresivos, pero llevo tanto tiempo obsesionado con ese hombre que puedo notar cualquier cambio en él. Sonrío para mis adentros, esto es algo bueno.

Y no, no soy una mala persona, solo que yo también tengo mis propios deseos.

Tomó asiento en mi banca y Yeonjun levanta la mirada, ahora me observa fijamente.

—Buenos días, Beomgyu.

¡No puede ser! Yeonjun me ha hablado en clases, me ha saludado, y me llamó por mi nombre y no por mi apellido como siempre hace. ¡Aún no lo creo!

—Bu-buenos días —¡idiota! Y mil veces idiota, ¿por qué tartamudeo en frente de él? Se me hace ridículo sobretodo porque siempre puedo hablarle sin problemas, pero me ha tomado por sorpresa.

Desvió un poco la mirada sonrojado y enfoco a Yeji, ella me esta mirando y esta vez no apartó la mirada, se la mantengo. No sé cuánto tiempo duramos mirándonos fijamente, parecen minutos cuando en realidad creo que sólo fueron segundos. Al final ella sólo me sonríe y aparta la mirada.

No entiendo nada de lo que acaba de ocurrir.

¿Será que sigo en mi cama dormido y esto es un sueño? Esto es más de lo que yo describiría como un día común y corriente.

Después de ese suceso, que está de más decir, extraño, el día transcurrió normalmente, yo tratando de no quedarme dormido y Hueningkai molestandome para que no lo haga, las clases fueron aburridas y tediosas, aún faltan como 2 semanas para los exámenes y nos den nuestras vacaciones de fin de semestre pero yo ya las necesito, estoy cansado de venir.

Quiero quedarme hasta la madrugada jugando, despertarme cuando yo quiera, ir a la casa de Yeonjun y perder el tiempo ahí, hacer todo lo que siempre hacemos y volver a casa. Sí, sin duda las necesito.

En el receso estuve con Hueningkai y Soobin ya que Yeonjun me dijo que tenía que informarse acerca del festival que organizaría la universidad la próxima semana, supongo que después me explicaría de qué trata.

A la hora de salida corrí rápidamente del aula y me dirigí a mi casa con urgencia, tomé el carro de mamá y fui a la casa de Soobin, Yena hoy regresaba a Japón y había prometido irla a dejar al aeropuerto. Voy a extrañarla mucho.

I'm in [ Yeongyu ]Where stories live. Discover now