Capitulo 36

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nina note: antes de que lean el capítulo, quería informarles que subí una fic de Rhea (para refrescarles la memoria, la abuela paterna de Calypso) y del Tom del que ha hablado. Es igual una historia perteneciente a la escritora de este fic, es como una precuela, realmente me gustaría que le dieran apoyo. Y sin más que decir; les dejo disfrutar el capítulo.

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CALYPSO AÚN PODÍA ESCUCHAR LOS SOLLOZOS DE SU MADRE resonando a su alrededor mientras miraba por la ventana de su habitación en Hogwarts.

Había pasado una semana desde que mataron a su padre y nadie había visto a la verdadera Ophelia desde entonces. Calypso se sentía como si estuviera congelada en su lugar junto a la ventana. Sus compañeras de cuarto y Dorcas fueron lo suficientemente amables como para no molestarse cuando Calypso las dejó fuera de su propia habitación y se negó a ver a alguien.

Aerin iba a diario con las comidas para que ella comiera y él caminaba fuera de la habitación de su novia, ofreciéndose a hablar con ella cuando estuviera lista. El resto de sus amigos estaban rotando y se turnaron para esperar afuera de la puerta entre los tiempos libres de sus clases para encontrar diferentes formas de convencer a Calypso de que saliera de la habitación.

Ella miró la carta arrugada que tenía en las manos. La había leído una y otra vez y todavía estaba luchando por comprender lo que significaba...

Y significaba que su padre no era una persona terrible como había pensado. Significaba que su padre había muerto por ella y su hermana mientras ella lo odiaba.

Había tratado de cambiar para ellas y, al final, murió para que sus hijas pudieran vivir. Su funeral sería el día siguiente y ella se vería obligada a dejar Hogwarts una vez más para enfrentarse a su madre, que estaba teniendo dificultades para procesar la muerte de Ícarus.

Resulta que él también le envió una carta antes de morir. Durante la estadía de Calypso en la cabaña en Ottery St. Catchpole, los primeros días después de la muerte de su padre, su madre se había encerrado en su habitación y había llorado todo el día y toda la noche. Alex no sabía qué hacer mientras se encargaba de cuidar de Maverick.

Calypso no sabía lo que decía la carta, pero podía adivinar cuál era la idea general.

Para Ícarus, Rania era el amor de su vida. Ella lo era todo para él y Rania también lo amaba. A pesar de que había seguido adelante y había comenzado una nueva vida con Alex, una parte de ella siempre le pertenecería a Ícarus Krane.

—Cambié con Dorcas y ahora es mi turno— Sirius comento de repente desde el otro lado de la puerta. Calypso soltó un suspiro, se sorprendió por un momento al escuchar su voz antes de continuar mirando fijamente por la ventana —No puedes quedarte en tu habitación para siempre, principalmente porque tienes compañeras de habitación que necesitan su ropa y esas cosas, pero esto tampoco es saludable. Has estado allí durante una semana y todos lo permitimos, pero yo no puedo dejar que esto continúe

Calypso arqueó una ceja ante eso. ¿No puede dejar que esto continúe? Brincó del alféizar de la ventana y caminó hacia la puerta para escuchar más de cerca, colocando su mano en el pomo.

Todas las otras veces que Sirius la había visitado, no había dicho nada. Se sentaba en silencio fuera de su puerta y esperaba a que ella le hablara.

—No tenemos que hablar de eso. Ni siquiera tenemos que hablar en absoluto. Podemos sentarnos en silencio si lo prefieres— siguió hablando Sirius. Apoyó la cabeza contra la puerta y susurró: —Estoy aquí, Calypso. Estoy aquí para ti

NOX, sirius black ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora