Jamás pensé que con solo regresar recibiría más golpes, había logrado recuperarme, Yoongi consiguió una pomada para mí, y esa había sido lo suficientemente efectiva para que mis heridas sanarán, y ahora tenía nuevas, me siento patético, y definitivamente mi odio por los alfas se había intensificado.
- Esos malditos -Yoongi diciendo groserías solo hacía que sonriera, y en estos momentos, sonreír dolía demasiado, sentí como pasaba con delicadeza la gasa por sobre mi pómulo, mis ojos estaban concentrados en los marrones ojos de Yoongi, los cuales apenas y me miraban directamente, estaba más concentrado en mis heridas-, definitivamente avisaré que sean suspendidos, no mereces esto, Jiminie.
- No, descuida, estaré bien -respondí, aunque claro no me sentía para nada bien en ese preciso momento, el dolor en mi cuerpo era intenso, quemaba, sentía que con solo un movimiento brusco de mi parte o aunque fuera mínimo, podría gritar de dolor.
Pero me estaba acostumbrando solo un poco, desde mi presentación como beta, me han despreciado muchas personas, inclusive mis padres, por eso había decidido escapar un poco, y mudarme, independizarme no había sido para nada fácil, pero había logrado salir adelante gracias a mis arduos esfuerzos, y ahora que estaba en la universidad, estudiando algo que en verdad amo, pienso que lo he logrado muy bien.
Tener a Yoongi conmigo me hacía sentir mucho más tranquilo y feliz, pero aún así, tener que soportar todo esté dolor, lo odiaba, en secundaria las personas comenzaban a alejarse de mí al instante, no querían tener alguna convivencia con un beta, los betas somos demasiado normales para ellos, los alfas eran los que más me han despreciado a lo largo de la vida, les gusta demostrar que son un rango superior, cuando ni siquiera lo son, se creen triunfadores y para mí, sinceramente son solo nada.
Los omegas simplemente lograban ignorarme por completo, no les gustaba convivencia alguna con un beta, y menos con uno como yo, que siempre los alfas andan tras de él solo para atacarlo, sentí como Yoongi tomaba mis manos, así que deje mis pensamientos para poder mirarlo.
Su semblante era triste, no me había visto en un espejo, pero suponía que mi estado no era para nada para estar sonrientes.
- Perdona, Jiminie -sus palabras me hicieron alterar, ¿por qué se disculpa? No tiene nada por lo que deba disculparse-, a veces me gustaría poder defenderte.
- Haces demasiado, Yoonie -trate de darle una sonrisa, pero el simple esfuerzo dolía-, debería ser yo quien se disculpe contigo, debes estar pensando que no deberías estar aquí, curando a un inútil como lo soy yo, y que deberías estar en clase.
Mire como sus cabellos iban de un lado a otro mientras negaba repetidas veces con la cabeza, por más que él no negará, no sabía porque sentía que era una realidad lo que estaba pensando.
- ¡No digas esas cosas! -me sorprendió aquella exclamación, bajo por unos momentos su rostro y después me miro directamente a los ojos-. Jamás podría pensar de esa forma, Jiminie, no eres un inútil, sé que lo haces por defenderme, eres valiente al enfrentarte a esos cobardes, pero no me gustaría que de nuevo seas lastimado, ¿qué tal si te matan? ¡No podría soportarlo! -pude escuchar como su voz se iba quebrando, y un suave sollozo salía de sus labios.
Está llorando, llora por mí, llora porque siente que es inútil, que no puede ayudarme, llora porque se preocupa por mí al igual que yo me preocupo por él, a pesar del dolor que sentía recorrer mis brazos en punzadas, lo atraje hacía mi pecho, dejando que se desahogara cubriendo su rostro sobre mi pecho, escondiéndolo, protegiéndolo.
- Tranquilo, omega -mi mano pasaba con delicadeza acariciando su espalda de arriba hacía abajo, recargue un poco mi cabeza sobre la suya, aún sintiendo los pequeños espasmos que hacía por cada respiración al llorar-, no pasará nada de eso, te prometo que nada de eso va a ocurrir, estaré contigo todo el tiempo, no debes llorar, omega.
No pude continuar hablando, deje de acariciar su espalda y solo lo mantenía entre mis brazos, escuchando su llanto mientras yo lo abrazaba, quería reconfortarlo, brindarle mi poco protectora presencia, con el aroma apenas perceptible que tengo, quería tratar de transmitirle tranquilidad al igual que cuando una madre lo hace a sus hijos.
Cuando por fin las lagrimas dejaron de salir por sus hermosos ojos, pude separarme un poco de él, mire hacía abajo, aquellos ojos cristalizados, y llenos de lagrimas de tristeza, no me gustaba verlo así, me prometí no hacerlo llorar y estoy haciendo todo lo contrario a aquella promesa, mi mano paso a su rostro, acunándolo.
- No llores, por favor -pedí aquello en un susurro, como si estuviéramos tratando de ocultar un secreto que solo podía decírselo a él, se recargo más en mi pecho, y yo lo aproxime un poco más, no me gustaba que lloraran por mí, no me parecía nada justo-, sonríe, Yoongi, estamos juntos y eso es lo que importa.
Pude ver como levantaba levemente sus labios formando una pequeña curva, una media sonrisa, pero era mejor a verlo hipar y llorar, era mucho mejor a nada.
- Deberías delatarlos -menciono, pero no quería hacerlo, tenía el riesgo de que cuando ellos regresarán, una nueva paliza me esperara, y eso es lo que menos quería, mi cuerpo no podría soportar tantos golpes, sería un sacrificio.
- Mejor, ¿por qué no me dejas darte un beso? Así ambos olvidaremos lo que me paso.
Por supuesto que me lo dio, y en verdad estaba agradecido de que lo hiciera.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
恋の予感 (Koi No Yokan) ||JimSu||
ФанфикшнHistoria Ganadora De Los HEAVEN AWARDS 2021 ¿Alguna vez experimentaste aquella sensación de que con solo una mirada sabes que la persona frente a ti es la indicada, y que te quedarás con ella para toda la vida? Pues, eso fue lo que me sucedió a mí e...
