Mi Gato - aizawa x deku

12

Sabía que había hecho mal, que tomar aquella decisión fue un error.

Quería regresar el tiempo, poder evitar aquel día y decirle, no, a sus instintos.

Pero no podía.

Ahora debía de vivir con esa soledad, con esa lúgubre vida que su descuido le provocó.

Después de todo, ninguna persona quería estar con ella, no cuando era conocida por ser una quita parejas.

Una mujer que no respeta la relación de otros, que no le importa el daño que puede causar.

Puta, perra, ofrecida, son tantos de los honoríficos que le gritan al pasar por aquellos lugares a los que solía frecuentar.

Pues aquella noticia fue algo que se esparció en su círculo social, trayéndole burlas y rompiendo amistades.

Hasta en la sociedad era ofendida por sus actos.

No importaba que fuera un héroe, que diariamente arriesga su vida para salvarlos. Eso no importaba, no, cuando te metes con la pareja de tu mejor amigo.

Lo entendía, se había dado cuenta de su error el primer día de haberse acostado con Hizashi, pero eso no evitó que se volviera a repetir.

Pero es que ese hombre era tan caliente que no podía negarse a tener una noche con él, a pesar de que sabía, que este, tenía una relación con su mejor amigo.

Una que destruyó por su lujuria, por no ser capaz de controlarse y dejarse llevar por esas acaricias y lindas palabras.

Salió de su baño, se cubrió con una toalla tapando su desnudez, miró su recamara.

Donde la luz de la luna era la única que alumbraba su habitación, era triste verlo de esa forma.

Por lo general siempre estaba lleno, sus amigas y compañeras de trabajo le hacían compañía los viernes, celebrando el término de la semana.

Pero ahora no tenía a nadie con quien pasar el rato, y eso le dolía.

Deseaba que aquel azabache la perdonará y tal vez así, pueda regresar todo a la normalidad, pero entendía que lo que hizo no es algo que pueda ser fácilmente perdonado.

Suspiro, vio la hora, era algo tarde así que decidió ir a su cocina, quería tomar un poco de cerveza y hacer que aquella sustancia se lleve todas sus preocupaciones.

Al llegar al lugar quiso prender la luz, pero esta no funcionaba.

Frunció el ceño, eso era muy extraño, no había pasado mucho tiempo desde que se bañó y el foco estaba prendido.

Pero ahora que lo pensaba ¿ella había apagado la luz?,

Un escalofrió recorrió su cuerpo, nunca había sido creyente sobre los fantasmas, en cambio ella se consideraba escéptica, no cree en cosas de ese tipo.

Pero eso no evitaba que cierto temor invadiera su cuerpo, el tan solo pensar que alguien se haya infiltrado en su habitación era lo que provocaba aquel sentimiento

Eliminó aquellos pensamientos, no era bueno dejarse llevar solo por cosas sin importancia, tal vez el foco se ha fundido y es por eso que no prende.

Caminó tranquilamente hacia la cocina, pero un estruendo la hizo saltar.

Miró por todos lados, buscando la razón de aquel ruido, miró el suelo, uno de los vasos se había caído.

Camino hacia esos pedazos de vidrio, tratando de entender lo que sucedió, pero no alcanzo a llegar cuando una de las ventanas se abrió dejando entrar el frío viento de la noche.